Las rojas tejas de Cayo Smith

Las rojas tejas de Cayo Smith
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN EL JUEVES, 20 DE JUNIO DE 2013 14:50 JUEVES,
ESCRITO POR JULIO ANTONIO ALEAGA PESANT

Cuba actualidad, Santiago de Cuba, (PD) Mirar Cayo Smith, desde la
altura de las olas, el Castillo del Morro de Santiago, el avión que
aterriza en el aeropuerto Antonio Maceo, Ciudad Mar, Punta Gorda, La
Socapa o el buque que entra a puerto, este tórrido verano caribeño trae
una nueva imagen.

Los techos de sus construcciones, antes elaborados de las finas maderas
orientales, el preciosismo de los tabiques franceses, las tejas curvas o
acanaladas, o el simple y pragmático diseño americano, ahora están
trastocados en tejas de zinc pintadas de rojo.

Durante la república, el rancio abolengo santiaguero huyó del mundanal
ruido citadino y se ubicó en las sinuosas orillas de la entrada de la
bahía, en repartos discretos y silenciosos. Las hermosas viviendas,
rápidas carreteras de acceso y los servicios de acueducto, electricidad
y teléfono, establecieron un estatus para la clase social citadina.

Pero esas "fuerzas vivas" huyeron al norte después del trágico 1959. Sus
casas y terrenos a orillas de la bahía, fueron ocupadas por "aguerridos
revolucionarios", simples humanos que se ganan la vida con el sudor de
su frente, pescadores de mala muerte o trabajadores vanguardias, todos
al final poco prósperos en sus economías y menos audaces en sus conductas.

Las construcciones se deterioraron por el paso del tiempo, pero hasta
mediados del año pasado aun se les observaba con admiración y
detenimiento, pues mantenían su ridícula dignidad...

El huracán Sandy entró por la bahía y de sus estragos en la ciudad ya se
dijo mucho. Pero de las pequeñas comunidades Socapa, Ciudad Mar y Cayo
Smith se ha dicho poco. Sus construcciones, casi en su totalidad de
madera, fueron literalmente barridas. Los hermosos techos franceses de
las mansiones del Cayo fueron levantados parcial o totalmente y hasta
los pisos, también de madera, sufrieron el efecto de los vientos.

Los vecinos con los que se conversa al pie del muelle y de la casona que
alberga a guardafronteras, también barrida, hablan con suma cautela de
cualquier tema. Desde el que alquila la casa a los turistas, el que la
vende para poder salir de allí o cualquier otro tema supuestamente
espinoso. Aunque viven en la más absoluta miseria, y la loca Carlota, da
vueltas por allí mendigando al viajero algunas monedas, sus loas a
Lázaro Expósito, gobernador de la provincia, llegan a la reverencia. No
obstante, un joven recordó que a mediados el pasado 24 de mayo, el
helicóptero de la fuerza aérea en que sobrevolaba la bahía a baja
altura, el primer secretario del partido en la provincia, cortó por
accidente la línea que abastece de electricidad al poblado y lo mantuvo
en esas condiciones durante cuarenta y ocho horas.

Más adelante, en el reconstruido restaurante Paraíso, un hombre comenta
orgulloso de su hijo, que es primer teniente de la Seguridad del Estado
y que cumple misión en Venezuela, mientras bebe de una botella de whisky
barato.

Para Cuba actualidad: aleagapesant@yahoo.es

Source: "Las rojas tejas de Cayo Smith | Cuba noticias
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