El peligro es una máquina de tiempo
[03-01-2015 10:17:22]
Miladys Carnel González
(www.miscelaneasdecuba.net).- Siguen en eminente peligro las ocho
familias del edificio de Centro Habana, ubicado en San Lázaro esquina a
Perseverancia; son las mismas personas que el pasado 10 de noviembre,
funcionarios de la Oficina Municipal de la Vivienda les dijeron que en
72 horas serían extraídos de sus moradas, lo que se traduce en desalojo.
Se les ofreció a estos inquilinos unos locales en condiciones
infrahumanas, como para comenzar una vida de cero es decir de la nada
sin un sustento monetario para poder arreglarlas. Los espacios que les
brindaron a los afectados -que reusaron aceptar- están ubicados en la
Jata, en el municipio de Guanabacoa; pero las condiciones allí son tan
difíciles que prefirieron mantenerse viviendo en un edificio que en
cualquier momento puede venirse abajo y ocasionar pérdidas humanas.
Al parecer a los vecinos de la tan deplorable edificación, que a la
vista parece haber sido bombardeada o removida por un temblor de tierra,
con un alto grado en la Escala de Richter, han sido dejados por
incorregibles, sin más notificaciones ni soluciones.
Es como si hubieran estado perdidos en el tiempo, que ya es bastante
desde el año 1976, y sus condiciones cada día son peores.
Teresa, que vive en la primera planta, con varias personas de su núcleo
familiar, que es el mayor de todo el edificio, incluye cuatro niñas
menores de edad y dos de ellas enfermas, con asma bronquial y la otra
alergia a la humedad y el polvo; refiere que está en espera de una
solución y haciendo honor al nombre de la calle donde vive,
"Perseverancia" sigue esperando pacientemente.
Teresa explicó que una funcionaria de la vivienda le dijo que los
perjudicados siempre iban a ser ellos; y de forma sarcástica le comentó
que si se derrumbaba el edificio, a los muertos los albergarían en el
cementerio, a los heridos en el hospital, y a los que queden les darán
algún amparo.
Source: El peligro es una máquina de tiempo - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/54a7b3a23a682e0dfcd5defa#.VKfNJSvF9HE
Cuba need lacks adequate housing for it's people. Over 880,000 (official data 07/2017) houses need extensive repairs or have to be built. Houses could only be "exchanged" until recently. Now they can be sold. Often houses are impounded for "infractions". People that leave the country illegally lose their property rights. This site highlights the plight of Cubans. La vivienda: problema Cubana
Saturday, January 3, 2015
Friday, January 2, 2015
Un subsidio para construir, reparar la casa o suicidarse
Un subsidio para construir, reparar la casa o suicidarse
enero 2, 2015
Jorge Milanés Despaigne
HAVANA TIMES — Después de dos años en proceso para un subsidio, el
gobierno del municipio Habana del Este me lo aprobó con un valor de
48.394 pesos cubanos (2.419 USD). para la terminación de mi casa, que
por cuestiones económicas no había podido hacer.
Este es un "recurso económico priorizado", asignado por el estado cubano
a las personas de bajos recursos económicos, que de alguna manera puede
servir para impulsar, ayudar o dar solución a problemas de las viviendas
en mal estado constructivo. Incluye: materiales de construcción,
trasportación y mano de obra.
Con esa aprobación me fui al banco, como está establecido y, al día
siguiente donde venden los materiales de construcción, conocido como El
rastro. Supe de precios, trasportación y funcionamiento. La
recepcionista Niurka me explicó en detalles los procedimientos a seguir
para comprar materiales, pero ese día no compré ni reservé nada, esperé
a que llegara el acero (las cabillas), que finalmente compré sin problemas.
Al día siguiente mi vecino me llama al trabajo, porque los bloques
habían entrado al rastro. En veinte minutos llegué al lugar pero, por
mucho que corrí no llegue a tiempo. -Ya todos están reservados. -me dijo
Belkis la que despacha los materiales en el almacén. A la salida del
lugar hice algunas preguntas a personas que esperaban por otros
materiales, y que igual tienen subsidio.
Camino a casa, en la calle, veo unos hombres vendiendo bloques en un
tráiler, les pregunte si habían entrado al rastro y me contestaron que
no, que ellos me ponían bloques en la casa cada uno a diez pesos cup. si
yo quería. Pero no hice caso porque tengo que comprarlo en el rastro a
precio subsidiado, más barato.
Al día siguiente llegue de primero al rastro a esperar la rastra de
bloques, en tanto, hacía preguntas incluyendo a los "triciclistas". "Si
no vigilas permanentemente los bloques no vas a comprar nunca porque
hace mucho tiempo que no entran, y cuando entran están reservados".
Entre otras respuestas.
Teniendo en cuenta todo, salí unos días de vacaciones y me dediqué por
completo a esto, sino el techo de casa me cae en la cabeza.
Siete de la mañana allí, en la puerta del rastro de Cojímar, en 25 y los
Pinos esperando a que llegara la rastra.
A las 11:00 am me moví unos minutos al agromercado que está a cuatro
cuadras y al regreso acababa de llegar la dichosa rastra cargada de
bloques, pero al entrar en la oficina, Belkis la almacenera, me dice que
como yo no estaba cuando llegó la rastra, ya todos los bloques estaban
vendidos a la señora que estaba allí, -señalándola con una mirada casi
amenazadora. Para que aprobara su fechoría, porque los casos subsidiados
están priorizados.
Continuará…
Source: Un subsidio para construir, reparar la casa o suicidarse -
Havana Times en español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=102136
enero 2, 2015
Jorge Milanés Despaigne
HAVANA TIMES — Después de dos años en proceso para un subsidio, el
gobierno del municipio Habana del Este me lo aprobó con un valor de
48.394 pesos cubanos (2.419 USD). para la terminación de mi casa, que
por cuestiones económicas no había podido hacer.
Este es un "recurso económico priorizado", asignado por el estado cubano
a las personas de bajos recursos económicos, que de alguna manera puede
servir para impulsar, ayudar o dar solución a problemas de las viviendas
en mal estado constructivo. Incluye: materiales de construcción,
trasportación y mano de obra.
Con esa aprobación me fui al banco, como está establecido y, al día
siguiente donde venden los materiales de construcción, conocido como El
rastro. Supe de precios, trasportación y funcionamiento. La
recepcionista Niurka me explicó en detalles los procedimientos a seguir
para comprar materiales, pero ese día no compré ni reservé nada, esperé
a que llegara el acero (las cabillas), que finalmente compré sin problemas.
Al día siguiente mi vecino me llama al trabajo, porque los bloques
habían entrado al rastro. En veinte minutos llegué al lugar pero, por
mucho que corrí no llegue a tiempo. -Ya todos están reservados. -me dijo
Belkis la que despacha los materiales en el almacén. A la salida del
lugar hice algunas preguntas a personas que esperaban por otros
materiales, y que igual tienen subsidio.
Camino a casa, en la calle, veo unos hombres vendiendo bloques en un
tráiler, les pregunte si habían entrado al rastro y me contestaron que
no, que ellos me ponían bloques en la casa cada uno a diez pesos cup. si
yo quería. Pero no hice caso porque tengo que comprarlo en el rastro a
precio subsidiado, más barato.
Al día siguiente llegue de primero al rastro a esperar la rastra de
bloques, en tanto, hacía preguntas incluyendo a los "triciclistas". "Si
no vigilas permanentemente los bloques no vas a comprar nunca porque
hace mucho tiempo que no entran, y cuando entran están reservados".
Entre otras respuestas.
Teniendo en cuenta todo, salí unos días de vacaciones y me dediqué por
completo a esto, sino el techo de casa me cae en la cabeza.
Siete de la mañana allí, en la puerta del rastro de Cojímar, en 25 y los
Pinos esperando a que llegara la rastra.
A las 11:00 am me moví unos minutos al agromercado que está a cuatro
cuadras y al regreso acababa de llegar la dichosa rastra cargada de
bloques, pero al entrar en la oficina, Belkis la almacenera, me dice que
como yo no estaba cuando llegó la rastra, ya todos los bloques estaban
vendidos a la señora que estaba allí, -señalándola con una mirada casi
amenazadora. Para que aprobara su fechoría, porque los casos subsidiados
están priorizados.
Continuará…
Source: Un subsidio para construir, reparar la casa o suicidarse -
Havana Times en español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=102136
A Cuban State Subsidy to Repair One’s Home… and Go Insane in the Process
A Cuban State Subsidy to Repair One's Home… and Go Insane in the Process
January 2, 2015
Jorge Milanés Despaigne
HAVANA TIMES — After two years of requesting a State subsidy to finish
some construction work at home – work I'd been unable to complete for
financial reasons – the municipal government in Habana del Este finally
approved the aid, for a value of 48,394 Cuban pesos (or US $ 2,419).
This is "prioritized financial aid" assigned by the Cuban State to
low-income people, aimed at helping these repair homes that are in poor
condition. It includes the assigning of building materials,
transportation and construction workers.
On receiving official approval, I headed to the bank, as is established
and, the next day, went to the place where construction materials are
sold, known in Cuba as rastros. I found out the prices, forms of
transportation and how the process works. The receptionist, a woman
named Niurka, detailed the procedure to follow to buy the materials, but
I decided not to buy or put anything on reserve that day. I waited for
the steel rods to arrive first, and was able to buy these without any
problems.
The next day, I got a call at work from my neighbor, who informed me
concrete blocks had just arrived at the rastro. I got there in 20
minutes but, despite having literally run to the place, it was too late:
all blocks were already spoken for, or so Belkis, the woman in charge of
the warehouse, told me. At the entrance, I asked some people waiting for
other materials (who had also received subsidies) some questions.
On my way home, I saw some men selling concrete blocks out of a trailer.
I asked them whether they had been to the rastro and they said they
hadn't, that they could take the blocks to my home at 10 Cuban pesos the
unit, if I was interested. I said no, because I have to buy these at the
rastro at the subsidized price, which is cheaper.
The next day, I was the first to arrive at the rastro and wait for the
concrete blocks to arrive. While I waited, I asked the people there
(including the "tricycle taxis") some questions. "If you don't keep a
constant eye on the blocks, you'll never get your hands on them, because
they haven't come in for a while and, when they do, they're already
spoken for," were some of the comments I got.
With thin information, I took a break from work for a few days, to give
the matter my full attention (lest the roof of my house collapse on top
of me).
I was at the entrance to the place, located in Cojimar, at seven in the
morning, waiting for the truck to arrive.
At 11 in the morning, I went to the market located four blocks away for
a few minutes. When I got back, the blessed truck loaded with concrete
blocks had already arrived. When I went into the office, Belkis, the
warehouse lady, told me that, since I wasn't there when the truck
arrived, they had sold all of the blocks to a woman who was already
there. She pointed at her with an almost threatening look so I would
approve of her misdeed, as subsidized cases are a priority.
To be continued…
Source: A Cuban State Subsidy to Repair One's Home… and Go Insane in the
Process - Havana Times.org - http://www.havanatimes.org/?p=108304
January 2, 2015
Jorge Milanés Despaigne
HAVANA TIMES — After two years of requesting a State subsidy to finish
some construction work at home – work I'd been unable to complete for
financial reasons – the municipal government in Habana del Este finally
approved the aid, for a value of 48,394 Cuban pesos (or US $ 2,419).
This is "prioritized financial aid" assigned by the Cuban State to
low-income people, aimed at helping these repair homes that are in poor
condition. It includes the assigning of building materials,
transportation and construction workers.
On receiving official approval, I headed to the bank, as is established
and, the next day, went to the place where construction materials are
sold, known in Cuba as rastros. I found out the prices, forms of
transportation and how the process works. The receptionist, a woman
named Niurka, detailed the procedure to follow to buy the materials, but
I decided not to buy or put anything on reserve that day. I waited for
the steel rods to arrive first, and was able to buy these without any
problems.
The next day, I got a call at work from my neighbor, who informed me
concrete blocks had just arrived at the rastro. I got there in 20
minutes but, despite having literally run to the place, it was too late:
all blocks were already spoken for, or so Belkis, the woman in charge of
the warehouse, told me. At the entrance, I asked some people waiting for
other materials (who had also received subsidies) some questions.
On my way home, I saw some men selling concrete blocks out of a trailer.
I asked them whether they had been to the rastro and they said they
hadn't, that they could take the blocks to my home at 10 Cuban pesos the
unit, if I was interested. I said no, because I have to buy these at the
rastro at the subsidized price, which is cheaper.
The next day, I was the first to arrive at the rastro and wait for the
concrete blocks to arrive. While I waited, I asked the people there
(including the "tricycle taxis") some questions. "If you don't keep a
constant eye on the blocks, you'll never get your hands on them, because
they haven't come in for a while and, when they do, they're already
spoken for," were some of the comments I got.
With thin information, I took a break from work for a few days, to give
the matter my full attention (lest the roof of my house collapse on top
of me).
I was at the entrance to the place, located in Cojimar, at seven in the
morning, waiting for the truck to arrive.
At 11 in the morning, I went to the market located four blocks away for
a few minutes. When I got back, the blessed truck loaded with concrete
blocks had already arrived. When I went into the office, Belkis, the
warehouse lady, told me that, since I wasn't there when the truck
arrived, they had sold all of the blocks to a woman who was already
there. She pointed at her with an almost threatening look so I would
approve of her misdeed, as subsidized cases are a priority.
To be continued…
Source: A Cuban State Subsidy to Repair One's Home… and Go Insane in the
Process - Havana Times.org - http://www.havanatimes.org/?p=108304
Un selfie en las ruinas
Un selfie en las ruinas
ARIEL DE CASTRO | Estambul | 2 Ene 2015 - 10:39 am.
Los despojos de la revolución: un atractivo turístico tan fuerte como
las playas, los habanos, la música y el ron de Cuba.
En el documental Arte nuevo de hacer ruinas, de los realizadores
alemanes Florian Borchmeyer y Matthias Hentschler, basado en el cuento
homónimo del escritor Antonio José Ponte, el autor evoca "esa
perversidad en sacar sentido del placer de algo que está decayendo". El
documental es una exploración de antiguos edificios de La Habana y sus
habitantes. Desde luego que alude metafóricamente a la propia historia
de Cuba, y más específicamente a la de su larga y decrépita revolución.
El filósofo esloveno Slavoj Zizek, un icono de la contracultura del
siglo XXI, a quien los medios catalogan "el Elvis (Presley) de la teoría
cultural", ha referido en entrevistas y conferencias la falta de
vergüenza del régimen cubano respecto al estado ruinoso del país.
Zizek, que visitó la Isla en el 2001, recuerda cómo un funcionario le
mostraba el mal estado en que se encontraba el país como una evidencia
de la capacidad de resistencia del régimen ante las dificultades,
dándole a esas mismas ruinas un valor ético y moral.
Zizek bromea diciendo: "En teoría de psicoanálisis jactarse de la
pérdida en sí misma, considerarla como un símbolo de autenticidad, es un
'movimiento de castración'. No en balde el líder se llama Fidel Castro,
cuyo nombre [en tal contexto], puede traducirse como fidelidad a la
castración".
Lo que Zizek explica desde la psicología, otros lo miran desde la
curiosidad. Es un morbo irresistible que compulsa al ciudadano del mundo
a querer descubrir cómo es que tanta gente, un país entero, ha podido
sobrevivir prácticamente desconectado de la aldea global que es hoy el
planeta tierra. Con los mínimos bienes materiales y por tanto tiempo. Y
aunque el turismo que vende Cuba es el de las playas, los puros habanos,
la música autóctona, el ron y las mulatas, las ruinas de la revolución y
de su gente son hoy por hoy atractivos temáticos buscados por muchos
extranjeros.
Desde fuera de la Isla…
Fuera de la Isla, sólo basta presentarse como cubano para que
cualquiera, pero en especial personas instruidas de entre 25 y 50 años,
mayormente interesadas en otras culturas y por lo general
ideológicamente de izquierdas, te asalten a preguntas. Lo he notado en
todos los lugares en los que he estado, desde California a Estambul,
entre europeos, americanos y asiáticos. Siempre terminan confesando que
quieren ir a Cuba antes de que cambie. Quieren ver y vivir —aunque sea
superficialmente— el singular experimento comunista-caribeño. Ven en la
Isla algo único y diferente.
Hay turistas potenciales con un interés genuino, aunque algo romántico.
Gente que no considera al régimen cubano viable para sus países o para
el futuro, aunque sí sienten alguna afinidad hacia este, y sobre todo
curiosidad, mucha curiosidad.
Después de terminado el viaje, estos ciudadanos educados regresan con
una experiencia que contar a los amigos. Está el izquierdista
trasnochado e irresponsable que sólo admira al gobierno dictatorial
porque ha sabido "enfrentarse" a Estados Unidos sin renunciar a sus
presuntos presupuestos ideológicos. Pero aquellos decentes y más
razonables usualmente se decepcionan tras su primera visita al comprobar
que los cubanos quieren irse en masa de su país y prefieren ser
partícipes de un consumismo capitalista al que nunca han tenido acceso.
Esos visitantes se espantarían aún más si pudiesen comprobar cómo los
que han promovido el discurso de la resistencia a toda costa son los que
mejor viven en la Isla. Y sin grandes responsabilidades, como la de un
gerente de empresa o un dueño de negocio en cualquier país capitalista.
Esa élite, a fin de cuentas, tiene la protección del autoritarismo y el
control absoluto del Estado, del Partido Comunista.
Hombres y mujeres que no podrían vivir sin internet y sin dispositivos
electrónicos se muestran fascinados por ese lugar tan raro donde la
tecnología y la conectividad son casi inexistentes. La imagen que este
turista del siglo XXI tiene de Cuba es la de un paraíso donde el
consumismo desmedido de sus países no existe. Sólo aire puro, gente de
sonrisa fácil, que desconoce los vicios de la globalización, y música
sensual y sonidos arrebatadores por todos lados; autos viejos, puros,
ron, taxis de hace 60 años y mucha libertad sexual.
Una isla que representa una suerte de pureza ante el frío alcance de una
era tecnológica e hípermaterialista. En ese sentido, es notable el
cambio de percepción con respecto al viejo perfil de "paraíso del
proletariado". Hoy Cuba es para los cazadores de fotos y autores de
selfies, un sitio perdido en el tiempo. Es el paraíso de los olvidados.
Source: Un selfie en las ruinas | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1419977542_12078.html
ARIEL DE CASTRO | Estambul | 2 Ene 2015 - 10:39 am.
Los despojos de la revolución: un atractivo turístico tan fuerte como
las playas, los habanos, la música y el ron de Cuba.
En el documental Arte nuevo de hacer ruinas, de los realizadores
alemanes Florian Borchmeyer y Matthias Hentschler, basado en el cuento
homónimo del escritor Antonio José Ponte, el autor evoca "esa
perversidad en sacar sentido del placer de algo que está decayendo". El
documental es una exploración de antiguos edificios de La Habana y sus
habitantes. Desde luego que alude metafóricamente a la propia historia
de Cuba, y más específicamente a la de su larga y decrépita revolución.
El filósofo esloveno Slavoj Zizek, un icono de la contracultura del
siglo XXI, a quien los medios catalogan "el Elvis (Presley) de la teoría
cultural", ha referido en entrevistas y conferencias la falta de
vergüenza del régimen cubano respecto al estado ruinoso del país.
Zizek, que visitó la Isla en el 2001, recuerda cómo un funcionario le
mostraba el mal estado en que se encontraba el país como una evidencia
de la capacidad de resistencia del régimen ante las dificultades,
dándole a esas mismas ruinas un valor ético y moral.
Zizek bromea diciendo: "En teoría de psicoanálisis jactarse de la
pérdida en sí misma, considerarla como un símbolo de autenticidad, es un
'movimiento de castración'. No en balde el líder se llama Fidel Castro,
cuyo nombre [en tal contexto], puede traducirse como fidelidad a la
castración".
Lo que Zizek explica desde la psicología, otros lo miran desde la
curiosidad. Es un morbo irresistible que compulsa al ciudadano del mundo
a querer descubrir cómo es que tanta gente, un país entero, ha podido
sobrevivir prácticamente desconectado de la aldea global que es hoy el
planeta tierra. Con los mínimos bienes materiales y por tanto tiempo. Y
aunque el turismo que vende Cuba es el de las playas, los puros habanos,
la música autóctona, el ron y las mulatas, las ruinas de la revolución y
de su gente son hoy por hoy atractivos temáticos buscados por muchos
extranjeros.
Desde fuera de la Isla…
Fuera de la Isla, sólo basta presentarse como cubano para que
cualquiera, pero en especial personas instruidas de entre 25 y 50 años,
mayormente interesadas en otras culturas y por lo general
ideológicamente de izquierdas, te asalten a preguntas. Lo he notado en
todos los lugares en los que he estado, desde California a Estambul,
entre europeos, americanos y asiáticos. Siempre terminan confesando que
quieren ir a Cuba antes de que cambie. Quieren ver y vivir —aunque sea
superficialmente— el singular experimento comunista-caribeño. Ven en la
Isla algo único y diferente.
Hay turistas potenciales con un interés genuino, aunque algo romántico.
Gente que no considera al régimen cubano viable para sus países o para
el futuro, aunque sí sienten alguna afinidad hacia este, y sobre todo
curiosidad, mucha curiosidad.
Después de terminado el viaje, estos ciudadanos educados regresan con
una experiencia que contar a los amigos. Está el izquierdista
trasnochado e irresponsable que sólo admira al gobierno dictatorial
porque ha sabido "enfrentarse" a Estados Unidos sin renunciar a sus
presuntos presupuestos ideológicos. Pero aquellos decentes y más
razonables usualmente se decepcionan tras su primera visita al comprobar
que los cubanos quieren irse en masa de su país y prefieren ser
partícipes de un consumismo capitalista al que nunca han tenido acceso.
Esos visitantes se espantarían aún más si pudiesen comprobar cómo los
que han promovido el discurso de la resistencia a toda costa son los que
mejor viven en la Isla. Y sin grandes responsabilidades, como la de un
gerente de empresa o un dueño de negocio en cualquier país capitalista.
Esa élite, a fin de cuentas, tiene la protección del autoritarismo y el
control absoluto del Estado, del Partido Comunista.
Hombres y mujeres que no podrían vivir sin internet y sin dispositivos
electrónicos se muestran fascinados por ese lugar tan raro donde la
tecnología y la conectividad son casi inexistentes. La imagen que este
turista del siglo XXI tiene de Cuba es la de un paraíso donde el
consumismo desmedido de sus países no existe. Sólo aire puro, gente de
sonrisa fácil, que desconoce los vicios de la globalización, y música
sensual y sonidos arrebatadores por todos lados; autos viejos, puros,
ron, taxis de hace 60 años y mucha libertad sexual.
Una isla que representa una suerte de pureza ante el frío alcance de una
era tecnológica e hípermaterialista. En ese sentido, es notable el
cambio de percepción con respecto al viejo perfil de "paraíso del
proletariado". Hoy Cuba es para los cazadores de fotos y autores de
selfies, un sitio perdido en el tiempo. Es el paraíso de los olvidados.
Source: Un selfie en las ruinas | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1419977542_12078.html
Sunday, December 28, 2014
Vivienda - el fisco va por una tajada mayor
Vivienda: el fisco va por una tajada mayor
VÍCTOR ARIEL GONZÁLEZ, La Habana | Diciembre 26, 2014
La "adecuación de la normativa fiscal" para donación y compraventa de
casas está contemplada dentro de las nuevas políticas sobre el sistema
de viviendas. El Consejo de Ministros recién aprobó modificaciones que
deberían aportar, además, "soluciones al problema habitacional de los
damnificados por eventos climatológicos", así como "controlar la
transmisión de la propiedad de las viviendas asignadas por el Estado o
subsidiadas".
El edicto oficial podría estar encaminado, en esencia, a obtener un poco
más de ingresos limpios provenientes de un mercado que ha ido ganando
cuerpo. Cuba experimentó un auge en la compraventa de viviendas como
resultado de la autorización para tales operaciones. Aunque en la
práctica el mercado ilegal de bienes raíces nunca dejó de funcionar, la
flexibilización de las leyes ha propiciado la consolidación de pequeñas
empresas privadas con un variado portafolio.
Ya no se trata de la "bolsa de permutas" que aún funcionaba tan solo
pocos años atrás. Actualmente, sin llegar a formalizarse como industria
–en gran parte debido a las limitaciones que persisten en la ley– existe
toda una red de corredores, contratistas, abogados y otros, que ofrecen
sus servicios de forma privada.
Más allá de haber trazado "políticas que tributarán al ordenamiento
territorial y ampliarán los beneficios del subsidio", como afirmaba ayer
un reportaje de la televisión nacional, el Estado obtendrá una tajada
mayor de las actividades de compraventa de viviendas. Vladimir Regueiro,
del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), informó en rueda de prensa
que el objetivo es "llegar a alcanzar o acercarnos" al valor por el que
actualmente se transmiten propiedades.
La ley establece que por concepto de compraventa se debe tributar el 4%
del valor del inmueble en cuestión, pero ese valor dista de la cantidad
real acordada en el negocio. Por ejemplo, un apartamento de tamaño
mediano en el Vedado puede costar decenas de miles de dólares o CUC –los
precios están disponibles en sitios como Revolico. com–, mientras que en
el título de propiedad esa cantidad no pasa de los pocos miles de pesos.
En función de esta última cifra es que se paga el impuesto, y por tal
motivo Regueiro afirma: "Ha habido una tendencia a subdeclarar los
valores por los cuales se está ejecutando la transmisión."
Por lo tanto, cualquier propietario verá aumentar la carga impositiva si
decide vender su casa. Quienes la donen también se verán afectados.
Asimismo las nuevas políticas obligarán a "ingresar al presupuesto del
Estado el monto del subsidio otorgado cuando el propietario venda o done
la vivienda en los primeros quince años a partir de su adquisición."
Eso no será todo, porque se buscará también la optimización de gastos.
Oris Silvia Fernández, del Ministerio de Construcción, dijo en la misma
rueda de prensa que "unas 16.887 [viviendas] podían ser terminadas por
esfuerzo propio de la población". En otras palabras, el Estado no sólo
cobrará más dinero por el negocio ajeno, sino que se desentenderá en
alguna medida de la construcción de viviendas, uno de los más acuciantes
problemas en Cuba.
Source: Vivienda: el fisco va por una tajada mayor -
http://www.14ymedio.com/nacional/Vivienda-fisco-va-tajada-mayor_0_1695430444.html
VÍCTOR ARIEL GONZÁLEZ, La Habana | Diciembre 26, 2014
La "adecuación de la normativa fiscal" para donación y compraventa de
casas está contemplada dentro de las nuevas políticas sobre el sistema
de viviendas. El Consejo de Ministros recién aprobó modificaciones que
deberían aportar, además, "soluciones al problema habitacional de los
damnificados por eventos climatológicos", así como "controlar la
transmisión de la propiedad de las viviendas asignadas por el Estado o
subsidiadas".
El edicto oficial podría estar encaminado, en esencia, a obtener un poco
más de ingresos limpios provenientes de un mercado que ha ido ganando
cuerpo. Cuba experimentó un auge en la compraventa de viviendas como
resultado de la autorización para tales operaciones. Aunque en la
práctica el mercado ilegal de bienes raíces nunca dejó de funcionar, la
flexibilización de las leyes ha propiciado la consolidación de pequeñas
empresas privadas con un variado portafolio.
Ya no se trata de la "bolsa de permutas" que aún funcionaba tan solo
pocos años atrás. Actualmente, sin llegar a formalizarse como industria
–en gran parte debido a las limitaciones que persisten en la ley– existe
toda una red de corredores, contratistas, abogados y otros, que ofrecen
sus servicios de forma privada.
Más allá de haber trazado "políticas que tributarán al ordenamiento
territorial y ampliarán los beneficios del subsidio", como afirmaba ayer
un reportaje de la televisión nacional, el Estado obtendrá una tajada
mayor de las actividades de compraventa de viviendas. Vladimir Regueiro,
del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), informó en rueda de prensa
que el objetivo es "llegar a alcanzar o acercarnos" al valor por el que
actualmente se transmiten propiedades.
La ley establece que por concepto de compraventa se debe tributar el 4%
del valor del inmueble en cuestión, pero ese valor dista de la cantidad
real acordada en el negocio. Por ejemplo, un apartamento de tamaño
mediano en el Vedado puede costar decenas de miles de dólares o CUC –los
precios están disponibles en sitios como Revolico. com–, mientras que en
el título de propiedad esa cantidad no pasa de los pocos miles de pesos.
En función de esta última cifra es que se paga el impuesto, y por tal
motivo Regueiro afirma: "Ha habido una tendencia a subdeclarar los
valores por los cuales se está ejecutando la transmisión."
Por lo tanto, cualquier propietario verá aumentar la carga impositiva si
decide vender su casa. Quienes la donen también se verán afectados.
Asimismo las nuevas políticas obligarán a "ingresar al presupuesto del
Estado el monto del subsidio otorgado cuando el propietario venda o done
la vivienda en los primeros quince años a partir de su adquisición."
Eso no será todo, porque se buscará también la optimización de gastos.
Oris Silvia Fernández, del Ministerio de Construcción, dijo en la misma
rueda de prensa que "unas 16.887 [viviendas] podían ser terminadas por
esfuerzo propio de la población". En otras palabras, el Estado no sólo
cobrará más dinero por el negocio ajeno, sino que se desentenderá en
alguna medida de la construcción de viviendas, uno de los más acuciantes
problemas en Cuba.
Source: Vivienda: el fisco va por una tajada mayor -
http://www.14ymedio.com/nacional/Vivienda-fisco-va-tajada-mayor_0_1695430444.html
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