Cuba need lacks adequate housing for it's people. Over 880,000 (official data 07/2017) houses need extensive repairs or have to be built. Houses could only be "exchanged" until recently. Now they can be sold. Often houses are impounded for "infractions". People that leave the country illegally lose their property rights. This site highlights the plight of Cubans. La vivienda: problema Cubana
Saturday, December 21, 2013
Propiedad, ¡ahora sí papel contra dinero!
Propiedad, ¡ahora sí papel contra dinero!
Crece interés de los cubanos por legalizar sus viviendas. Casi 60 mil
familias desconocen el estatus de la morada donde residen.
Adriel Reyes
diciembre 16, 2013
Uno de los efectos más importantes de las actuales reformas del gobierno
cubano ha sido la autorización de la compraventa de viviendas. Tanto
para los de dentro como para un sector de los exiliados y eventuales
inversionistas aventureros, el bichito de poseer una propiedad en Cuba
ha generado diversas reacciones.
Este año fuentes oficiales previeron unas 80 mil operaciones
inmobiliarias, el doble de las registradas en el 2012. Solo en cifras,
desde el 2011 se efectuaron en la isla más de 200 mil traspasos de
propiedad y la inscripción de 873 mil 314 inmuebles estatales y
particulares.
"Antes nadie se preocupaba de legalizar su vivienda", explica Francisco
Santos de Manicaragua quien se gana la vida haciendo guardia y vendiendo
"alguna que otra cosita". Hoy día "la gente en la calle quieren tener
los papeles de la casa para venderla" ya sea para hacer "negocios o
coger el dinero para marcharse del país", explica.
Para Yasmany Leiva, residente en Cienfuegos, a pesar de que "el boom ya
no es como al principio" todavía vender una casa o un carro es lo que
"mas dinero mueve entre los cubanos de a pie". Lo de los carros "es un
lujo", pero detrás de las casas "hay gente de aquí y de allá". Con "la
propiedad ahora la gente se siente respaldada" y eso "hace mucha
diferencia en cuanto a todos los anos anteriores". En algunos casos las
personas "las venden para arriesgarse en algún negocito".
El Decreto Ley 288 del 2011 le concedió a los cubanos la posibilidad de
vender o comprar bienes raíces con el reconocimiento del Estado, incluso
hasta de poseer una segunda vivienda de veraneo o descanso.
Según el gestor de permutas y compra-venta de viviendas de Pinar del
Río, José Benítez, "ahora sí es muy importante la persona que aparece en
el título" y esto ha generado un "cambio" en los clientes.
La figura del "heredero" es hoy un tema más recurrente pues antes la
prueba de que tú eras el dueño "era sencillamente que residieras en la
vivienda", aclara. "Ahora mismo le busco viviendas a personas que viven
en Miami y quieren retirarse aquí en Cuba", dice esperanzado Benítez
quien ve en ese negocio mucho dinero.
Un cambio tan simple como un papel que "le dé garantía" a las personas
que "su techo es de ellos" y que "no puede venir el Estado a
quitártelo", tiene a "miles" moviéndose, concluye.
Un embudo estrecho
María Vicente de Guanabacoa tiene una economía muy apretada. Apenas le
alcanza para sus necesidades básicas pero "esta invirtiendo en los
papeles de su casa". "No es solo por el hoy sino por el mañana, por lo
que pueda pasar; eso es lo que estoy mirando", dice. "Quiero dejarle
algo a mi hija que es lo único que tengo" y no quiere que mañana venga
nadie a "quitárselo". Aunque María no es la que aparece en los papeles
sus padres adquirieron la propiedad, la que mantiene en su poder aunque
con el nombre de otras personas.
La Circular 265 del Tribunal Supremo sobre el Decreto Ley 288 del 2011,
dio un ejemplo de solución a conflictos generados antes de los cambios
en la legislación. Sin embargo, su desconocimiento y el cumulo de
irregularidades en las viviendas cubanas pone un embudo muy estrecho
para una problemática tan grande.
El Censo del 2012 arrojó que 59 mil 463 familias cubanas desconocen el
estatus legal del lugar de sus viviendas o se encuentran en un limbo que
no puede definir el lugar donde residen como propiedad privada, estatal
o vinculada.
La habanera Marta Beatriz Roque se mudo recientemente y aunque ya habita
su nueva casa no pudo realizar el traspaso porque en su anterior
vivienda se habían realizado "modificaciones interiores". "Si al
arquitecto que fue a mi casa por primera vez se le hubieran dado los 50
dólares" que cuesta hacerse el de la vista gorda el "hubiera registrado
la vivienda", refiere Roque quien culpa a las autoridades competentes de
crear las condiciones que favorecen la corrupción institucional.
Por otra parte, el abogado capitalino Juan Carlos González Leiva alega
que en las oficinas de Vivienda "atienden un numero X de personas por
día" y en el caso de los notarios "usted tiene que quedarse la noche
entera" para alcanzar un turno.
"Antes nadie quería legalizar su vivienda pero ahora sí. El problema es
como lo hacen todos aquellos que compraron materiales ilegalmente antes
de que autorizaran venderlos y construyeron sus casas y hoy no tienen
ningún documento legal", agrega.
El abogado también cita el caso de los barrios marginales y de los que
tuvieron que crecer en espacio o adaptar su casa de forma tal que hoy
"no se corresponden con los planos originales". En Santiago de Cuba
Herodes Echemendía pone su propio ejemplo pues lleva tres años tratando
de legalizar una pared de ladrillos que divide su vivienda en dos: la
mitad para él y la otra para su hermana y aun no ha logrado nada.
El reciente Censo contabilizó como viviendas a aquellas que tenían un
bañito y una cocinita al menos, pero "hay mucha gente que no tiene ni
eso y su cuartico o lo que sea que tengan es su casita", explica Herodes.
Relacionado con la industria de bienes raíces solo en Revolico.com, un
sitio de clasificados para cubanos en la internet, se registran cerca de
50 mil ofertas, entre ellas las de la compraventa de casas que pueden ir
desde menos de 10 mil CUC hasta varios cientos de miles.
Lo cierto para el guantanamero Nicolás Céspedes es que "sea preparándose
para un cambio o por la nueva forma en que se esta viviendo", a los
cubanos "hoy sí les importa el titulo de su vivienda", !y mucho!
Source: "Propiedad, ¡ahora sí papel contra dinero!" -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-propiedad-dinero-/30249.html
Crece interés de los cubanos por legalizar sus viviendas. Casi 60 mil
familias desconocen el estatus de la morada donde residen.
Adriel Reyes
diciembre 16, 2013
Uno de los efectos más importantes de las actuales reformas del gobierno
cubano ha sido la autorización de la compraventa de viviendas. Tanto
para los de dentro como para un sector de los exiliados y eventuales
inversionistas aventureros, el bichito de poseer una propiedad en Cuba
ha generado diversas reacciones.
Este año fuentes oficiales previeron unas 80 mil operaciones
inmobiliarias, el doble de las registradas en el 2012. Solo en cifras,
desde el 2011 se efectuaron en la isla más de 200 mil traspasos de
propiedad y la inscripción de 873 mil 314 inmuebles estatales y
particulares.
"Antes nadie se preocupaba de legalizar su vivienda", explica Francisco
Santos de Manicaragua quien se gana la vida haciendo guardia y vendiendo
"alguna que otra cosita". Hoy día "la gente en la calle quieren tener
los papeles de la casa para venderla" ya sea para hacer "negocios o
coger el dinero para marcharse del país", explica.
Para Yasmany Leiva, residente en Cienfuegos, a pesar de que "el boom ya
no es como al principio" todavía vender una casa o un carro es lo que
"mas dinero mueve entre los cubanos de a pie". Lo de los carros "es un
lujo", pero detrás de las casas "hay gente de aquí y de allá". Con "la
propiedad ahora la gente se siente respaldada" y eso "hace mucha
diferencia en cuanto a todos los anos anteriores". En algunos casos las
personas "las venden para arriesgarse en algún negocito".
El Decreto Ley 288 del 2011 le concedió a los cubanos la posibilidad de
vender o comprar bienes raíces con el reconocimiento del Estado, incluso
hasta de poseer una segunda vivienda de veraneo o descanso.
Según el gestor de permutas y compra-venta de viviendas de Pinar del
Río, José Benítez, "ahora sí es muy importante la persona que aparece en
el título" y esto ha generado un "cambio" en los clientes.
La figura del "heredero" es hoy un tema más recurrente pues antes la
prueba de que tú eras el dueño "era sencillamente que residieras en la
vivienda", aclara. "Ahora mismo le busco viviendas a personas que viven
en Miami y quieren retirarse aquí en Cuba", dice esperanzado Benítez
quien ve en ese negocio mucho dinero.
Un cambio tan simple como un papel que "le dé garantía" a las personas
que "su techo es de ellos" y que "no puede venir el Estado a
quitártelo", tiene a "miles" moviéndose, concluye.
Un embudo estrecho
María Vicente de Guanabacoa tiene una economía muy apretada. Apenas le
alcanza para sus necesidades básicas pero "esta invirtiendo en los
papeles de su casa". "No es solo por el hoy sino por el mañana, por lo
que pueda pasar; eso es lo que estoy mirando", dice. "Quiero dejarle
algo a mi hija que es lo único que tengo" y no quiere que mañana venga
nadie a "quitárselo". Aunque María no es la que aparece en los papeles
sus padres adquirieron la propiedad, la que mantiene en su poder aunque
con el nombre de otras personas.
La Circular 265 del Tribunal Supremo sobre el Decreto Ley 288 del 2011,
dio un ejemplo de solución a conflictos generados antes de los cambios
en la legislación. Sin embargo, su desconocimiento y el cumulo de
irregularidades en las viviendas cubanas pone un embudo muy estrecho
para una problemática tan grande.
El Censo del 2012 arrojó que 59 mil 463 familias cubanas desconocen el
estatus legal del lugar de sus viviendas o se encuentran en un limbo que
no puede definir el lugar donde residen como propiedad privada, estatal
o vinculada.
La habanera Marta Beatriz Roque se mudo recientemente y aunque ya habita
su nueva casa no pudo realizar el traspaso porque en su anterior
vivienda se habían realizado "modificaciones interiores". "Si al
arquitecto que fue a mi casa por primera vez se le hubieran dado los 50
dólares" que cuesta hacerse el de la vista gorda el "hubiera registrado
la vivienda", refiere Roque quien culpa a las autoridades competentes de
crear las condiciones que favorecen la corrupción institucional.
Por otra parte, el abogado capitalino Juan Carlos González Leiva alega
que en las oficinas de Vivienda "atienden un numero X de personas por
día" y en el caso de los notarios "usted tiene que quedarse la noche
entera" para alcanzar un turno.
"Antes nadie quería legalizar su vivienda pero ahora sí. El problema es
como lo hacen todos aquellos que compraron materiales ilegalmente antes
de que autorizaran venderlos y construyeron sus casas y hoy no tienen
ningún documento legal", agrega.
El abogado también cita el caso de los barrios marginales y de los que
tuvieron que crecer en espacio o adaptar su casa de forma tal que hoy
"no se corresponden con los planos originales". En Santiago de Cuba
Herodes Echemendía pone su propio ejemplo pues lleva tres años tratando
de legalizar una pared de ladrillos que divide su vivienda en dos: la
mitad para él y la otra para su hermana y aun no ha logrado nada.
El reciente Censo contabilizó como viviendas a aquellas que tenían un
bañito y una cocinita al menos, pero "hay mucha gente que no tiene ni
eso y su cuartico o lo que sea que tengan es su casita", explica Herodes.
Relacionado con la industria de bienes raíces solo en Revolico.com, un
sitio de clasificados para cubanos en la internet, se registran cerca de
50 mil ofertas, entre ellas las de la compraventa de casas que pueden ir
desde menos de 10 mil CUC hasta varios cientos de miles.
Lo cierto para el guantanamero Nicolás Céspedes es que "sea preparándose
para un cambio o por la nueva forma en que se esta viviendo", a los
cubanos "hoy sí les importa el titulo de su vivienda", !y mucho!
Source: "Propiedad, ¡ahora sí papel contra dinero!" -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-propiedad-dinero-/30249.html
Friday, December 20, 2013
Living in a Shelter: The Tragedy of Thousands of Cubans
Living in a Shelter: The Tragedy of Thousands of Cubans / Lilianne Ruiz
Posted on December 18, 2013
HAVANA, Cuba, December 2013, www.cubanet.org – The poverty in which most
Cubans live — and to which they adapt, thanks to the meticulous
mechanisms of power that 54 years of State terror have imposed — is not
an insurmountable fate. It would be enough for the Cuban government to
respect all human rights, opening the political and economic game, in
order to improve the living conditions of the island's inhabitants.
Misery is aggravated when one has neither a place to live nor economic
resources to rent, build or buy a house. It is estimated that, in the
Central Havana municipality alone, 6,201 families (24,584 people) are
affected by the uninhabitable condition of their dwellings. Of that
number, only 125 families are located in the so-called transit
communities: collective shelters, as they are known in Cuba.
But those figures do not shed light on what it means for a family to
live sheltered. One must cross the threshold of figures in order to see
up close the true face of the tragedy.
The "Collective Shelter" of San Rafael 417 in Central Havana
According to those who live there, the building previously housed a
factory for sanitary napkins (intimates in the Cuban language). Decrepit
posters with some communist slogans are not missing. The hall is divided
into different rooms where the belongings of those who have come to stop
in this site are grouped. What seems to be the bathroom is in fact a
latrine. Nor is there seen anywhere a sink with running water.
Iverlysse Junco is 29 years old. The door of the little room of wooden
planks where she lives with her husband and four children creates a
false illusion of privacy. Everything looks poor and ugly, but it is
impressive to see the white of the diapers that cover the cradle of her
baby born a month ago. She has not neglected her personal appearance in
spite of the fact that she is not expecting anyone; she keeps her
dignity in the cleanliness and order that she maintains in the 4 x 4
meters where they live.
Six years ago they left a tenement in danger of collapse. The room has
not a single window. The first thing that she shows us behind a curtain
is another sliding wooden plank that gives onto the street.
"When we came it was completely closed, but one day I could not endure
any longer the lack of air and I grabbed a saw in order to make that
opening," she says. "The bad thing is that now my husband and I cannot
leave together, because one of us two has to stay in order to make sure
no one enters and takes our things. They came to assess a fine against
me, for nothing less than for altering the facade. But I told the
district delegate that they are very familiar with my situation."
On an improvised kitchen counter is a pair of electric burners where she
does everything: from cooking to boiling the diapers, as is customary
among Cuban mothers who have no way to pay for the luxury of disposable
diapers, which involves a greater cost than a month's salary.
The baby is cold as a consequence of the humidity: she has to hang out
clothes there inside. The water she asks of a neighbor on the block. He
lets them fill the buckets that they then carry to a little tank in the
corner of the room. That limited water has to serve them for washing,
mopping, cooking and bathing in the same room. Part of everyone's
routine every day is to keep the deposit full. But with other needs
there is no arrangement; they have to urinate and defecate in a bucket
dedicated to that purpose and then go out to pour it down the drain in
the street.
"Everything is hard here. The most difficult is getting up in the
morning and having to be watching the people to be able to go out to
dispose of the bucket. I cannot not have the bleach for cleaning and the
freshener."
Her husband works in demolition, which is why she is aware of the
quantity of collapses that occurs, especially when it rains.
"When do I leave here? The collapses are going to continue because
Havana is falling down."
Although Iverlysse and her husband work a lot, they see themselves
reduced to total dependency on the State. In a collectivist system,
which condemns private property and the free market, the hypothetical
solution is that, not with one's own effort, but with collective work,
the Junco family will get a house in which to live.
In practice, society has submitted to state control and planning. The
happiness of the Junco family depends then on their file being
privileged in the eyes of the official, who next December 20 will have
to decide if, among the 900 cases that are presented in the whole of the
Havana province — after prioritizing the "cases" that have spent 20
years sheltered, hoping — theirs qualifies as sufficiently affected by
an extreme situation.
"I have already gone to the Province (Office of Dwellings) and to the
government. Three times I went to Revolution Plaza and seven times I
wrote letters to the State Counsel. On all those occasions the answer
was: You have to wait. There are worse cases than yours. What can be
worse than this?" Iverlysse asks herself.
The statistics about the numbers of sheltered people and those waiting
to become sheltered, were offered by the Municipal Unit of Attention to
the Transit Communities (UMACT) of the Central Havana municipality by a
person who requested anonymity. The number of the 900 cases that will be
presented next December 20 was provided by a housing worker who also
wanted to withhold his name.
December 15, 2013/ By Lilianne Ruiz.
From Cubanet
Translated by mlk.
Source: "Living in a Shelter: The Tragedy of Thousands of Cubans /
Lilianne Ruiz | Translating Cuba" -
http://translatingcuba.com/living-in-a-shelter-the-tragedy-of-thousands-of-cubans-lilianne-ruiz-hemosoido/
Posted on December 18, 2013
HAVANA, Cuba, December 2013, www.cubanet.org – The poverty in which most
Cubans live — and to which they adapt, thanks to the meticulous
mechanisms of power that 54 years of State terror have imposed — is not
an insurmountable fate. It would be enough for the Cuban government to
respect all human rights, opening the political and economic game, in
order to improve the living conditions of the island's inhabitants.
Misery is aggravated when one has neither a place to live nor economic
resources to rent, build or buy a house. It is estimated that, in the
Central Havana municipality alone, 6,201 families (24,584 people) are
affected by the uninhabitable condition of their dwellings. Of that
number, only 125 families are located in the so-called transit
communities: collective shelters, as they are known in Cuba.
But those figures do not shed light on what it means for a family to
live sheltered. One must cross the threshold of figures in order to see
up close the true face of the tragedy.
The "Collective Shelter" of San Rafael 417 in Central Havana
According to those who live there, the building previously housed a
factory for sanitary napkins (intimates in the Cuban language). Decrepit
posters with some communist slogans are not missing. The hall is divided
into different rooms where the belongings of those who have come to stop
in this site are grouped. What seems to be the bathroom is in fact a
latrine. Nor is there seen anywhere a sink with running water.
Iverlysse Junco is 29 years old. The door of the little room of wooden
planks where she lives with her husband and four children creates a
false illusion of privacy. Everything looks poor and ugly, but it is
impressive to see the white of the diapers that cover the cradle of her
baby born a month ago. She has not neglected her personal appearance in
spite of the fact that she is not expecting anyone; she keeps her
dignity in the cleanliness and order that she maintains in the 4 x 4
meters where they live.
Six years ago they left a tenement in danger of collapse. The room has
not a single window. The first thing that she shows us behind a curtain
is another sliding wooden plank that gives onto the street.
"When we came it was completely closed, but one day I could not endure
any longer the lack of air and I grabbed a saw in order to make that
opening," she says. "The bad thing is that now my husband and I cannot
leave together, because one of us two has to stay in order to make sure
no one enters and takes our things. They came to assess a fine against
me, for nothing less than for altering the facade. But I told the
district delegate that they are very familiar with my situation."
On an improvised kitchen counter is a pair of electric burners where she
does everything: from cooking to boiling the diapers, as is customary
among Cuban mothers who have no way to pay for the luxury of disposable
diapers, which involves a greater cost than a month's salary.
The baby is cold as a consequence of the humidity: she has to hang out
clothes there inside. The water she asks of a neighbor on the block. He
lets them fill the buckets that they then carry to a little tank in the
corner of the room. That limited water has to serve them for washing,
mopping, cooking and bathing in the same room. Part of everyone's
routine every day is to keep the deposit full. But with other needs
there is no arrangement; they have to urinate and defecate in a bucket
dedicated to that purpose and then go out to pour it down the drain in
the street.
"Everything is hard here. The most difficult is getting up in the
morning and having to be watching the people to be able to go out to
dispose of the bucket. I cannot not have the bleach for cleaning and the
freshener."
Her husband works in demolition, which is why she is aware of the
quantity of collapses that occurs, especially when it rains.
"When do I leave here? The collapses are going to continue because
Havana is falling down."
Although Iverlysse and her husband work a lot, they see themselves
reduced to total dependency on the State. In a collectivist system,
which condemns private property and the free market, the hypothetical
solution is that, not with one's own effort, but with collective work,
the Junco family will get a house in which to live.
In practice, society has submitted to state control and planning. The
happiness of the Junco family depends then on their file being
privileged in the eyes of the official, who next December 20 will have
to decide if, among the 900 cases that are presented in the whole of the
Havana province — after prioritizing the "cases" that have spent 20
years sheltered, hoping — theirs qualifies as sufficiently affected by
an extreme situation.
"I have already gone to the Province (Office of Dwellings) and to the
government. Three times I went to Revolution Plaza and seven times I
wrote letters to the State Counsel. On all those occasions the answer
was: You have to wait. There are worse cases than yours. What can be
worse than this?" Iverlysse asks herself.
The statistics about the numbers of sheltered people and those waiting
to become sheltered, were offered by the Municipal Unit of Attention to
the Transit Communities (UMACT) of the Central Havana municipality by a
person who requested anonymity. The number of the 900 cases that will be
presented next December 20 was provided by a housing worker who also
wanted to withhold his name.
December 15, 2013/ By Lilianne Ruiz.
From Cubanet
Translated by mlk.
Source: "Living in a Shelter: The Tragedy of Thousands of Cubans /
Lilianne Ruiz | Translating Cuba" -
http://translatingcuba.com/living-in-a-shelter-the-tragedy-of-thousands-of-cubans-lilianne-ruiz-hemosoido/
Tuesday, December 17, 2013
Vivir en un albergue - la tragedia de miles de cubanos
Vivir en un albergue: la tragedia de miles de cubanos
Domingo, Diciembre 15, 2013 | Por Lilianne Ruíz
LA HABANA, Cuba, diciembre de 2013, www.cubanet.org.- La pobreza en la
que vive la mayoría de los cubanos -y a la que se adaptan, gracias a los
minuciosos mecanismos de poder que han impuesto 54 años de terror de
Estado-, no es una fatalidad insalvable. Bastaría con que el gobierno
cubano respetara todos los derechos humanos, abriendo el juego político
y económico, para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de
la isla.
La miseria se agrava cuando tampoco se tiene dónde vivir, ni se cuenta
con recursos económicos para rentar, edificar o comprar una casa. Se
estima que, tan solo en el municipio de Centro Habana, 6 mil 201
familias (24 mil 584 personas) están afectadas por la condición
inhabitable de sus viviendas. De esa cantidad, solo 125 familias están
ubicadas en las llamadas comunidades de tránsito: albergues colectivos,
como se les conoce en Cuba.
Pero esos datos no ilustran acerca de lo que significa para una familia
vivir albergada. Hay que traspasar el umbral de las cifras para ver de
cerca el verdadero rostro de la tragedia.
El "Albergue Colectivo" de San Rafael 417, en Centro Habana
Según los que allí viven, en el edificio hubo antes una fábrica de
almohadillas sanitarias (íntimas, en lenguaje cubano). No faltan los
carteles decrépitos con alguna consigna comunista. El salón está
dividido en diferentes cuartos donde se agrupan las pertenencias de los
que han ido a parar a ese sitio Lo que parece ser el baño es de hecho
una letrina. Tampoco se ve por ninguna parte una pila de agua corriente.
Iverlysse Junco tiene 29 años. La puerta de tablones de madera del
cuartucho donde vive con su esposo y sus 4 hijos, crea una falsa ilusión
de privacidad. Todo luce precario y feo, pero impresiona ver el blanco
de los pañales con que cubre la cunita de su bebé de un mes de nacido.
No ha descuidado su arreglo personal a pesar de que no espera a nadie;
guarda su dignidad en la limpieza y el orden que mantiene en los 4 x 4
metros donde viven.
Hace 6 años salió de un "solar" en peligro de derrumbe. La habitación no
tiene una sola ventana. Lo primero que nos muestra detrás de una cortina
es otro tablón de madera corredizo que da a la calle. "Cuando vinimos
estaba completamente cerrado, pero un día no soporté más la falta de
aire y agarré un serrucho para hacer ese agujero", dice. "Lo malo es que
ahora mi esposo y yo no podemos salir juntos, porque uno de los dos
tiene que quedarse para cuidar que nadie entre a llevarse nuestras
cosas. Vinieron a ponerme una multa, nada menos que por alterar la
fachada. Pero le dije al delegado de la circunscripción que ellos
conocen muy bien mi situación".
En una improvisada meseta de cocina tiene un par de hornillas eléctricas
donde lo hace todo: desde cocinar hasta hervir los pañales, como es
costumbre entre las madres cubanas que no tienen cómo pagarse el lujo de
los pañales desechables, que supone un costo superior al salario de un mes.
El bebé está resfriado a consecuencia de la humedad: tiene que tender la
ropa allí dentro. El agua se la pide a un vecino de la cuadra. Les deja
llenar los cubos que luego transportan a un tanquecito en una esquina de
la habitación. Esa agua tan limitada tiene que servirles para lavar,
fregar, cocinar y bañarse en la misma habitación. Parte de su rutina de
todos los días es mantener el depósito lleno. Pero con otras necesidades
no hay arreglo; tienen que orinar y defecar en un cubo destinado para
ese fin y luego salir a verterlo por la alcantarilla, en la calle.
"Aquí todo es duro. Lo más difícil es levantarse por la mañana y tener
que estar vigilando a la gente para poder salir a botar el cubo. El
cloro para limpiar y el aromatizante no me pueden faltar".
Su esposo trabaja en demoliciones, por eso ella está al tanto de la
cantidad de derrumbes que ocurren, especialmente cuando llueve.
"¿Cuando salgo yo de aquí? Los derrumbes van a seguir porque La Habana
se está cayendo".
Aunque Iverlysse y su esposo trabajen mucho, se ven reducidos a la total
dependencia del Estado. En un sistema colectivista, que condena la
propiedad privada y el libre mercado, la hipotética solución consiste en
que, no con el esfuerzo propio, sino con el trabajo colectivo, la
familia de Junco obtendrá una casa donde vivir.
En la práctica, la sociedad ha quedado sometida al control y la
planificación estatal. La felicidad de la familia de Junco dependerá
entonces de que su expediente sea privilegiado ante los ojos del
funcionario, que el próximo 20 de diciembre deberá decidir si, entre las
900 casas que se otorgarán en toda la provincia de La Habana -después de
priorizar los "casos" que llevan 20 años albergados, esperando-,
califica la suya como suficientemente afectada por una situación extrema.
"Ya he ido a la Provincia (Oficina de Vivienda) y al gobierno. Tres
veces fui a la Plaza de la Revolución y siete veces escribí cartas al
Consejo de Estado. En todas las ocasiones la respuesta fue: Tiene que
esperar. Hay casos peores que el suyo. ¿Qué puede ser peor que esto?",
se pregunta Iverlysse .
Las cifras de la cantidad de albergados y de personas a la espera de
serlo, fueron ofrecidas por la Unidad Municipal de Atención a las
Comunidades de Tránsito (UMACT) del municipio Centro Habana, por una
persona que pidió anonimato. El dato de las 900 casas que serán
otorgadas el próximo 20 de diciembre lo aportó una trabajadora de
vivienda que tampoco quiso revelar su nombre.
Source: "Vivir en un albergue: la tragedia de miles de cubanos |
Cubanet" - http://www.cubanet.org/?p=54814
Domingo, Diciembre 15, 2013 | Por Lilianne Ruíz
LA HABANA, Cuba, diciembre de 2013, www.cubanet.org.- La pobreza en la
que vive la mayoría de los cubanos -y a la que se adaptan, gracias a los
minuciosos mecanismos de poder que han impuesto 54 años de terror de
Estado-, no es una fatalidad insalvable. Bastaría con que el gobierno
cubano respetara todos los derechos humanos, abriendo el juego político
y económico, para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de
la isla.
La miseria se agrava cuando tampoco se tiene dónde vivir, ni se cuenta
con recursos económicos para rentar, edificar o comprar una casa. Se
estima que, tan solo en el municipio de Centro Habana, 6 mil 201
familias (24 mil 584 personas) están afectadas por la condición
inhabitable de sus viviendas. De esa cantidad, solo 125 familias están
ubicadas en las llamadas comunidades de tránsito: albergues colectivos,
como se les conoce en Cuba.
Pero esos datos no ilustran acerca de lo que significa para una familia
vivir albergada. Hay que traspasar el umbral de las cifras para ver de
cerca el verdadero rostro de la tragedia.
El "Albergue Colectivo" de San Rafael 417, en Centro Habana
Según los que allí viven, en el edificio hubo antes una fábrica de
almohadillas sanitarias (íntimas, en lenguaje cubano). No faltan los
carteles decrépitos con alguna consigna comunista. El salón está
dividido en diferentes cuartos donde se agrupan las pertenencias de los
que han ido a parar a ese sitio Lo que parece ser el baño es de hecho
una letrina. Tampoco se ve por ninguna parte una pila de agua corriente.
Iverlysse Junco tiene 29 años. La puerta de tablones de madera del
cuartucho donde vive con su esposo y sus 4 hijos, crea una falsa ilusión
de privacidad. Todo luce precario y feo, pero impresiona ver el blanco
de los pañales con que cubre la cunita de su bebé de un mes de nacido.
No ha descuidado su arreglo personal a pesar de que no espera a nadie;
guarda su dignidad en la limpieza y el orden que mantiene en los 4 x 4
metros donde viven.
Hace 6 años salió de un "solar" en peligro de derrumbe. La habitación no
tiene una sola ventana. Lo primero que nos muestra detrás de una cortina
es otro tablón de madera corredizo que da a la calle. "Cuando vinimos
estaba completamente cerrado, pero un día no soporté más la falta de
aire y agarré un serrucho para hacer ese agujero", dice. "Lo malo es que
ahora mi esposo y yo no podemos salir juntos, porque uno de los dos
tiene que quedarse para cuidar que nadie entre a llevarse nuestras
cosas. Vinieron a ponerme una multa, nada menos que por alterar la
fachada. Pero le dije al delegado de la circunscripción que ellos
conocen muy bien mi situación".
En una improvisada meseta de cocina tiene un par de hornillas eléctricas
donde lo hace todo: desde cocinar hasta hervir los pañales, como es
costumbre entre las madres cubanas que no tienen cómo pagarse el lujo de
los pañales desechables, que supone un costo superior al salario de un mes.
El bebé está resfriado a consecuencia de la humedad: tiene que tender la
ropa allí dentro. El agua se la pide a un vecino de la cuadra. Les deja
llenar los cubos que luego transportan a un tanquecito en una esquina de
la habitación. Esa agua tan limitada tiene que servirles para lavar,
fregar, cocinar y bañarse en la misma habitación. Parte de su rutina de
todos los días es mantener el depósito lleno. Pero con otras necesidades
no hay arreglo; tienen que orinar y defecar en un cubo destinado para
ese fin y luego salir a verterlo por la alcantarilla, en la calle.
"Aquí todo es duro. Lo más difícil es levantarse por la mañana y tener
que estar vigilando a la gente para poder salir a botar el cubo. El
cloro para limpiar y el aromatizante no me pueden faltar".
Su esposo trabaja en demoliciones, por eso ella está al tanto de la
cantidad de derrumbes que ocurren, especialmente cuando llueve.
"¿Cuando salgo yo de aquí? Los derrumbes van a seguir porque La Habana
se está cayendo".
Aunque Iverlysse y su esposo trabajen mucho, se ven reducidos a la total
dependencia del Estado. En un sistema colectivista, que condena la
propiedad privada y el libre mercado, la hipotética solución consiste en
que, no con el esfuerzo propio, sino con el trabajo colectivo, la
familia de Junco obtendrá una casa donde vivir.
En la práctica, la sociedad ha quedado sometida al control y la
planificación estatal. La felicidad de la familia de Junco dependerá
entonces de que su expediente sea privilegiado ante los ojos del
funcionario, que el próximo 20 de diciembre deberá decidir si, entre las
900 casas que se otorgarán en toda la provincia de La Habana -después de
priorizar los "casos" que llevan 20 años albergados, esperando-,
califica la suya como suficientemente afectada por una situación extrema.
"Ya he ido a la Provincia (Oficina de Vivienda) y al gobierno. Tres
veces fui a la Plaza de la Revolución y siete veces escribí cartas al
Consejo de Estado. En todas las ocasiones la respuesta fue: Tiene que
esperar. Hay casos peores que el suyo. ¿Qué puede ser peor que esto?",
se pregunta Iverlysse .
Las cifras de la cantidad de albergados y de personas a la espera de
serlo, fueron ofrecidas por la Unidad Municipal de Atención a las
Comunidades de Tránsito (UMACT) del municipio Centro Habana, por una
persona que pidió anonimato. El dato de las 900 casas que serán
otorgadas el próximo 20 de diciembre lo aportó una trabajadora de
vivienda que tampoco quiso revelar su nombre.
Source: "Vivir en un albergue: la tragedia de miles de cubanos |
Cubanet" - http://www.cubanet.org/?p=54814
Las ruinas de La Habana atractivas para el turismo internacional
Las ruinas de La Habana atractivas para el turismo internacional
[16-12-2013]
Aimée Cabrera
Corresponsal
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana "tiene un no sé qué", dicen
algunas personas con o sin razón; aunque no es menos cierto que quienes
la habitaron hasta los años 70 y principios de los 80 la recuerdan menos
desvencijada y más atractiva.
En los días lluviosos las paredes de los inmuebles se humedecen y son
poquísimos los que lucen sus fachadas bien y recién pintadas, las partes
traseras dan grima, sin olvidar las cabillas que sobresalen de los
balcones y las grietas a punto de ocasionar un derrumbe que serpentean
las paredes, casi siempre de los edificios habitacionales.
Parece irónico entonces, que el sitio de viajes TripAdvisor considere a
La Habana un punto turístico importante a nivel mundial en el 2013,
ocupando el primer puesto en la categoría "Destinos en Alza" que otorga
este sitio al encabezar una lista de 54 lugares de todo el mundo.
"Pese a las restricciones vigentes de viaje que impone a los ciudadanos
estadounidenses el bloqueo económico, comercial y financiero del
gobierno de esa nación, La Habana es un destino sobresaliente cuya
atracción crece cada vez más entre los viajeros", opina la jefa de
Marketing de esta empresa turística que junto a sus directivos parecen
no haber visitado las zonas más críticas de la capital.
Por eso no es de extrañar que el crucero Semestre en el Mar esté en
Cuba, auspiciado por la Universidad de Virginia de los Estados Unidos de
América, repleto de estudiantes provenientes de otras regiones del
mundo, para los cuales La Habana será la última escala antes de regresar
a su patria.
Dos chicas de esta delegación aparecieron sonrientes en una foto
publicada en el Juventud Rebelde del 11 de diciembre cuando vieron un
partido de béisbol en el estadio de Artemisa, 26 de julio entre los
anfitriones e Industriales.
Los más de 500 estudiantes norteamericanos que visitan la capital no
cesan de agradecer el trato recibido en la Universidad de la Habana, no
se sabe a qué otros lugares más los llevaron no deben ser los barrios
periféricos, ni los que componen el centro de la ciudad vieja donde
fueron evacuadas casi mil personas cuando las lluvias de los primeros
días de diciembre duraron poco más de un día.
Los casi 300 milímetros de precipitación y el pésimo sistema de drenaje
capitalino inundaron casi todas las calles, avenidas y túneles sobre
todo en los municipios costeros como Playa, Plaza, Centro Habana y la
Habana Vieja aunque otros como Cerro y 10 de Octubre tuvieron serias
afectaciones.
Según datos aportados por Diana Ferreiro en el Granma del 3 de
diciembre, "de las más de 700 mil viviendas existentes en la Habana, el
12% se encuentra actualmente en mal estado, se priorizó aquellos núcleos
familiares cuyos inmuebles presentaban fallas estructurales. De ahí que
se evacuaran 841 personas en los centros de protección destinados a
ello, mientras que 1 399 se trasladaron hacia casas de familiares,
amigos y vecinos".
Habría que preguntarle a los directivos y especialistas del sitio de
viajes TripAdvisor si el éxito de la capital cubana radica en que emula
por ser una variante caribeña de las Ruinas de Pompeya.
Source: "Las ruinas de La Habana atractivas para el turismo
internacional - Misceláneas de Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/52aeea543a682e12788b1677
[16-12-2013]
Aimée Cabrera
Corresponsal
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana "tiene un no sé qué", dicen
algunas personas con o sin razón; aunque no es menos cierto que quienes
la habitaron hasta los años 70 y principios de los 80 la recuerdan menos
desvencijada y más atractiva.
En los días lluviosos las paredes de los inmuebles se humedecen y son
poquísimos los que lucen sus fachadas bien y recién pintadas, las partes
traseras dan grima, sin olvidar las cabillas que sobresalen de los
balcones y las grietas a punto de ocasionar un derrumbe que serpentean
las paredes, casi siempre de los edificios habitacionales.
Parece irónico entonces, que el sitio de viajes TripAdvisor considere a
La Habana un punto turístico importante a nivel mundial en el 2013,
ocupando el primer puesto en la categoría "Destinos en Alza" que otorga
este sitio al encabezar una lista de 54 lugares de todo el mundo.
"Pese a las restricciones vigentes de viaje que impone a los ciudadanos
estadounidenses el bloqueo económico, comercial y financiero del
gobierno de esa nación, La Habana es un destino sobresaliente cuya
atracción crece cada vez más entre los viajeros", opina la jefa de
Marketing de esta empresa turística que junto a sus directivos parecen
no haber visitado las zonas más críticas de la capital.
Por eso no es de extrañar que el crucero Semestre en el Mar esté en
Cuba, auspiciado por la Universidad de Virginia de los Estados Unidos de
América, repleto de estudiantes provenientes de otras regiones del
mundo, para los cuales La Habana será la última escala antes de regresar
a su patria.
Dos chicas de esta delegación aparecieron sonrientes en una foto
publicada en el Juventud Rebelde del 11 de diciembre cuando vieron un
partido de béisbol en el estadio de Artemisa, 26 de julio entre los
anfitriones e Industriales.
Los más de 500 estudiantes norteamericanos que visitan la capital no
cesan de agradecer el trato recibido en la Universidad de la Habana, no
se sabe a qué otros lugares más los llevaron no deben ser los barrios
periféricos, ni los que componen el centro de la ciudad vieja donde
fueron evacuadas casi mil personas cuando las lluvias de los primeros
días de diciembre duraron poco más de un día.
Los casi 300 milímetros de precipitación y el pésimo sistema de drenaje
capitalino inundaron casi todas las calles, avenidas y túneles sobre
todo en los municipios costeros como Playa, Plaza, Centro Habana y la
Habana Vieja aunque otros como Cerro y 10 de Octubre tuvieron serias
afectaciones.
Según datos aportados por Diana Ferreiro en el Granma del 3 de
diciembre, "de las más de 700 mil viviendas existentes en la Habana, el
12% se encuentra actualmente en mal estado, se priorizó aquellos núcleos
familiares cuyos inmuebles presentaban fallas estructurales. De ahí que
se evacuaran 841 personas en los centros de protección destinados a
ello, mientras que 1 399 se trasladaron hacia casas de familiares,
amigos y vecinos".
Habría que preguntarle a los directivos y especialistas del sitio de
viajes TripAdvisor si el éxito de la capital cubana radica en que emula
por ser una variante caribeña de las Ruinas de Pompeya.
Source: "Las ruinas de La Habana atractivas para el turismo
internacional - Misceláneas de Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/52aeea543a682e12788b1677
Gobierno cubano impulsa construcción de ciudades militares
Gobierno cubano impulsa construcción de ciudades militares
Posted on 11 diciembre, 2013
Por Daniel Palacios
LA HABANA.- El gobierno cubano tiene en marcha un ambicioso proyecto
constructivo, a cargo del Ministerio de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias (FAR), para edificar miles de viviendas en áreas urbanas
especialmente destinadas a oficiales y trabajadores del sector militar.
La construcción de las Ciudades Militares (CM), como se conocen estas
obras, comenzó hace dos años en tres capitales del país, La Habana,
Santa Clara (Villa Clara) y Santiago de Cuba, y hasta el momento se han
terminado unos 1,500 apartamentos, según confirmaron a CaféFuerte
fuentes vinculadas a los planes de urbanización.
Al parecer, existen además proyectos constructivos de esta envergadura
en Pinar del Río, Ciego de Ávila, Camagüey Holguín y Guantánamo.
En el caso de la CM de La Habana, se encuentra ubicada en la conocida
intersección de las avenidas 100 y Aldabó, en el municipio Boyeros,
justo frente al más grande centro de procesamiento penal e
investigaciones criminales del país.
El conglomerado militar capitalino cuenta hasta el momento con 30
edificios ya habitados, cada uno con una decena de apartamentos, lo que
constituye apenas la mitad de los 50 planificados, según reveló de una
fuente allegada al grupo de contratistas de la obra,
Con técnica avanzada
"Este es uno de los planes constructivos más grandes en las últimas dos
décadas en las FAR", comentó la fuente bajo condición de anonimato.
"Hemos hecho varios edificios y complejos de ellos en diferentes
ciudades de Cuba, pero nunca tantos como ahora. Se pretende solucionar
al menos las necesidades básicas de hogar a los oficiales y trabajadores
civiles".
En el pasado, las FAR construyeron edificios de microbrigadas y
complejos habitacionales para sus oficiales y trabajadores civiles en
todo el país, pero sin el concepto y la planificación de las actuales CM.
Agregó que en los nuevos proyectos se está utilizando una técnica de
avanzada que consiste en armar la edificación con paneles de acero y
rejillas de alambrón, revestidos de hormigón, procedimiento que aumenta
la consistencia y la dinámica constructiva, lo que permite avanzar a
pasos agigantados.
Los apartamentos son de dos o tres habitaciones y tienen incorporados
sistemas de calentamiento de agua por mediación de paneles solares, que
asegura la climatización hidráulica.
"Actualmente estamos trabajando en el acondicionamiento de las calles
interiores de comunicación entre los bloques, así como la terminación de
otros tres edificios que se encuentran a punto de entrega", informó la
fuente.
Los edificios de la CM habanera se encuentran en los predios de una
antigua unidad militar dedicada a las labores de abastecimiento y
logística, que fue desactivada como parte de la "reestructuración" que
comenzó también las FAR, con el fin de optimizar su gestión. El terreno
cuenta con alrededor de 1,5 kilómetros cuadrados y colinda con el
Hospital Nacional Ënrique Cabrera".
De acuerdo con el entrevistado, aún no se tiene planificado habilitar
alguno de esos bloques para la población civil no vinculada laboralmente
con las Fuerzas Armadas.
La ciudadela de Santiago
Mientras en La Habana los transeúntes se quedan boquiabiertos con la
rapidez y el crecimiento del proyecto habitacional, en Santiago de Cuba,
la segunda urbe en importancia del país, se lleva a cabo un plan similar
para habilitar 60 edificios con similares características.
Hasta el momento se conoce que en está activa y avanzando la
construcción de 30 complejos en el reparto 30 de Noviembre, y un número
equivalente en el Abel Santamaría, ambos barrios ubicados en las afueras
de la capital santiaguera. Se trabaja para solucionar prioritariamente
el dilema habitacional de oficiales y trabajadores civiles de las FAR
afectados por el huracán Sandy, que causó desastres en la zona oriental
en octubre del 2012.
"La velocidad con que se están construyendo es impresionante", comentó a
Café Fuerte, Rubersys Urgellés, residente en las inmediaciones del
complejo ubicado en Abel Santamaría.
Urgellés relató que hasta ahora nunca vio nada igual en cuanto a ritmo
constructivo.
"Ellos no se demoran ni mes y medio en levantar un edificio y el ritmo
es frenético, pues las jornadas son bien largas… Eso me da algo de
indignación, porque aquí en Santiago hay cientos de familias que lo
perdieron todo y que llevan más de un año en un albergue. Yo vi
entregarle uno de los apartamentos a un suboficial que recientemente se
graduó y que vivía junto a sus padres en una buena casa", aseguró.
En cuanto al proyecto de CM en Santa Clara, se conoce que se trabaja en
unos 50 edificios, aunque fue imposible visitar el lugar.
Entre unos y otros
Las reacciones de los pobladores al conocer los planes de las CM van
desde la sorpresa hasta la indignación.
"Resulta ofensivo ver tantos problemas de vivienda en el pueblo y que
los militares hagan semejante alarde de poder en nuestras propias
narices. Es como si nos dijeran que no somos nada si no nos unimos a sus
filas", comentó Rodolfo Hurtado, un jubilado de 69 años.
Yordan Calama, con grados de mayor de las FAR especializado en el área
de Logística, es beneficiario de uno de los apartamentos de la CM del
reparto 30 de Noviembre, en Santiago de Cuba. Asegura que cada uno de
los oficiales que reciben estos inmuebles se lo han ganado a base de
trabajo arduo.
"Nada ha sido regalado. Hemos tenido que sacrificarnos mucho día y noche
en el cumplimiento de nuestras misiones y ser muy conscientes de nuestra
lealtad a la dirección de la Revolución, por eso cada uno de los que han
recibido esas casas nos las merecemos", aseveró el oficial.
Sin embargo, han sido varias las quejas sobre la equidad y el derroche
de estos bienes. Una residente de la barriada de Alta Habana contó que
conoce de una familia de militares que cada uno de ellos recibió un
apartamento en la CM de 100 y Aldabó.
"En un solo núcleo familiar son cinco las casas que dieron, porque todos
son oficiales de las FAR, eso es injusto e inadmisible. No se puede
estar impasible mientras nos restriegan en la cara esas cosas", dijo
airada la fuente, que pidió no ser identificada.
Necesidades, albergues, derrumbes
Según cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE),
existen alrededor de 20 mil familias residiendo en locales temporales
(albergues), así como unas 10 mil reubicadas en hogares de familiares.
Numerosos albergados acumulan hasta 15 años en esta situación en espera
de una solución gubernamental, mientras que la construcción de casas
para los damnificados y albergados continúa a ritmo aletargado.
La infraestructura habitacional cubana se encuentra entre las más
deterioradas del continente, con un 40 por ciento en estado regular o
malo. De cada 10 edificios cubanos, 8.5 necesitan reparación.
En días recientes, las intensas lluvias provocaron en La Habana 227
derrumbes- 26 de ellos considerados totales- y obligaron a evacuar a
2,240 personas, Dos personas fallecieron a consecuencia de un desplome
ocurrido en la barriada de Centro Habana, la más vulnerable por el
estado de sus edificaciones.
El déficit de viviendas en el país supera las 700,000, pero el país
construye solo a ritmo de unas 32 mil anuales.
El proyecto de las CM se suma a otros planes constructivos de menor
magnitud ejecutados por las Fuerzas Armadas, y coexiste paralelamente
con las construcciones que emprende el Ministerio del Interior (MININT)
para sus oficiales y trabajadores civiles a lo largo del país.
Source: "Gobierno cubano impulsa construcción de ciudades militares |
Café Fuerte" -
http://cafefuerte.com/cuba/9655-gobierno-cubano-impulsa-construccion-de-ciudades-militares/
Posted on 11 diciembre, 2013
Por Daniel Palacios
LA HABANA.- El gobierno cubano tiene en marcha un ambicioso proyecto
constructivo, a cargo del Ministerio de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias (FAR), para edificar miles de viviendas en áreas urbanas
especialmente destinadas a oficiales y trabajadores del sector militar.
La construcción de las Ciudades Militares (CM), como se conocen estas
obras, comenzó hace dos años en tres capitales del país, La Habana,
Santa Clara (Villa Clara) y Santiago de Cuba, y hasta el momento se han
terminado unos 1,500 apartamentos, según confirmaron a CaféFuerte
fuentes vinculadas a los planes de urbanización.
Al parecer, existen además proyectos constructivos de esta envergadura
en Pinar del Río, Ciego de Ávila, Camagüey Holguín y Guantánamo.
En el caso de la CM de La Habana, se encuentra ubicada en la conocida
intersección de las avenidas 100 y Aldabó, en el municipio Boyeros,
justo frente al más grande centro de procesamiento penal e
investigaciones criminales del país.
El conglomerado militar capitalino cuenta hasta el momento con 30
edificios ya habitados, cada uno con una decena de apartamentos, lo que
constituye apenas la mitad de los 50 planificados, según reveló de una
fuente allegada al grupo de contratistas de la obra,
Con técnica avanzada
"Este es uno de los planes constructivos más grandes en las últimas dos
décadas en las FAR", comentó la fuente bajo condición de anonimato.
"Hemos hecho varios edificios y complejos de ellos en diferentes
ciudades de Cuba, pero nunca tantos como ahora. Se pretende solucionar
al menos las necesidades básicas de hogar a los oficiales y trabajadores
civiles".
En el pasado, las FAR construyeron edificios de microbrigadas y
complejos habitacionales para sus oficiales y trabajadores civiles en
todo el país, pero sin el concepto y la planificación de las actuales CM.
Agregó que en los nuevos proyectos se está utilizando una técnica de
avanzada que consiste en armar la edificación con paneles de acero y
rejillas de alambrón, revestidos de hormigón, procedimiento que aumenta
la consistencia y la dinámica constructiva, lo que permite avanzar a
pasos agigantados.
Los apartamentos son de dos o tres habitaciones y tienen incorporados
sistemas de calentamiento de agua por mediación de paneles solares, que
asegura la climatización hidráulica.
"Actualmente estamos trabajando en el acondicionamiento de las calles
interiores de comunicación entre los bloques, así como la terminación de
otros tres edificios que se encuentran a punto de entrega", informó la
fuente.
Los edificios de la CM habanera se encuentran en los predios de una
antigua unidad militar dedicada a las labores de abastecimiento y
logística, que fue desactivada como parte de la "reestructuración" que
comenzó también las FAR, con el fin de optimizar su gestión. El terreno
cuenta con alrededor de 1,5 kilómetros cuadrados y colinda con el
Hospital Nacional Ënrique Cabrera".
De acuerdo con el entrevistado, aún no se tiene planificado habilitar
alguno de esos bloques para la población civil no vinculada laboralmente
con las Fuerzas Armadas.
La ciudadela de Santiago
Mientras en La Habana los transeúntes se quedan boquiabiertos con la
rapidez y el crecimiento del proyecto habitacional, en Santiago de Cuba,
la segunda urbe en importancia del país, se lleva a cabo un plan similar
para habilitar 60 edificios con similares características.
Hasta el momento se conoce que en está activa y avanzando la
construcción de 30 complejos en el reparto 30 de Noviembre, y un número
equivalente en el Abel Santamaría, ambos barrios ubicados en las afueras
de la capital santiaguera. Se trabaja para solucionar prioritariamente
el dilema habitacional de oficiales y trabajadores civiles de las FAR
afectados por el huracán Sandy, que causó desastres en la zona oriental
en octubre del 2012.
"La velocidad con que se están construyendo es impresionante", comentó a
Café Fuerte, Rubersys Urgellés, residente en las inmediaciones del
complejo ubicado en Abel Santamaría.
Urgellés relató que hasta ahora nunca vio nada igual en cuanto a ritmo
constructivo.
"Ellos no se demoran ni mes y medio en levantar un edificio y el ritmo
es frenético, pues las jornadas son bien largas… Eso me da algo de
indignación, porque aquí en Santiago hay cientos de familias que lo
perdieron todo y que llevan más de un año en un albergue. Yo vi
entregarle uno de los apartamentos a un suboficial que recientemente se
graduó y que vivía junto a sus padres en una buena casa", aseguró.
En cuanto al proyecto de CM en Santa Clara, se conoce que se trabaja en
unos 50 edificios, aunque fue imposible visitar el lugar.
Entre unos y otros
Las reacciones de los pobladores al conocer los planes de las CM van
desde la sorpresa hasta la indignación.
"Resulta ofensivo ver tantos problemas de vivienda en el pueblo y que
los militares hagan semejante alarde de poder en nuestras propias
narices. Es como si nos dijeran que no somos nada si no nos unimos a sus
filas", comentó Rodolfo Hurtado, un jubilado de 69 años.
Yordan Calama, con grados de mayor de las FAR especializado en el área
de Logística, es beneficiario de uno de los apartamentos de la CM del
reparto 30 de Noviembre, en Santiago de Cuba. Asegura que cada uno de
los oficiales que reciben estos inmuebles se lo han ganado a base de
trabajo arduo.
"Nada ha sido regalado. Hemos tenido que sacrificarnos mucho día y noche
en el cumplimiento de nuestras misiones y ser muy conscientes de nuestra
lealtad a la dirección de la Revolución, por eso cada uno de los que han
recibido esas casas nos las merecemos", aseveró el oficial.
Sin embargo, han sido varias las quejas sobre la equidad y el derroche
de estos bienes. Una residente de la barriada de Alta Habana contó que
conoce de una familia de militares que cada uno de ellos recibió un
apartamento en la CM de 100 y Aldabó.
"En un solo núcleo familiar son cinco las casas que dieron, porque todos
son oficiales de las FAR, eso es injusto e inadmisible. No se puede
estar impasible mientras nos restriegan en la cara esas cosas", dijo
airada la fuente, que pidió no ser identificada.
Necesidades, albergues, derrumbes
Según cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE),
existen alrededor de 20 mil familias residiendo en locales temporales
(albergues), así como unas 10 mil reubicadas en hogares de familiares.
Numerosos albergados acumulan hasta 15 años en esta situación en espera
de una solución gubernamental, mientras que la construcción de casas
para los damnificados y albergados continúa a ritmo aletargado.
La infraestructura habitacional cubana se encuentra entre las más
deterioradas del continente, con un 40 por ciento en estado regular o
malo. De cada 10 edificios cubanos, 8.5 necesitan reparación.
En días recientes, las intensas lluvias provocaron en La Habana 227
derrumbes- 26 de ellos considerados totales- y obligaron a evacuar a
2,240 personas, Dos personas fallecieron a consecuencia de un desplome
ocurrido en la barriada de Centro Habana, la más vulnerable por el
estado de sus edificaciones.
El déficit de viviendas en el país supera las 700,000, pero el país
construye solo a ritmo de unas 32 mil anuales.
El proyecto de las CM se suma a otros planes constructivos de menor
magnitud ejecutados por las Fuerzas Armadas, y coexiste paralelamente
con las construcciones que emprende el Ministerio del Interior (MININT)
para sus oficiales y trabajadores civiles a lo largo del país.
Source: "Gobierno cubano impulsa construcción de ciudades militares |
Café Fuerte" -
http://cafefuerte.com/cuba/9655-gobierno-cubano-impulsa-construccion-de-ciudades-militares/
Cifras oficiales - 227 derrumbes y 2,240 evacuados en La Habana
Cifras oficiales: 227 derrumbes y 2,240 evacuados en La Habana
Posted on 3 diciembre, 2013 by Café Fuerte
Por Redacción CaféFuerte
Los derrumbes provocados por las lluvias recientes en La Habana
ascienden a 227 -de ellos 26 considerados totales- y obligaron a evacuar
a 2,240 personas, según cifras oficiales divulgadas este martes.
Los desplomes de edificaciones afectaron el total a 627 núcleos
familiares, dejando un saldo de dos fallecidos, sin que se reportaran
heridos, informó el presidente de la Comisión de Evacuación y secretario
de la Asamblea Provincial del Poder Popular, Francisco Sánchez Perdomo.
El número de derrumbes prácticamente iguala el promedio de los que se
producen bajo condiciones normales en el municipio Centro Habana -el de
mayor vulnerabilidad en sus edificaciones- que es de 230 anuales.
Las precipitaciones desatadas desde la noche del pasado jueves en la
zona occidental y central de Cuba, afectaron mayormente a los municipios
capitalinos de Plaza, Playa, Centro Habana, La Habana Vieja, Cerro y
Diez de Octubre.
Evacuaciones urgentes
Las autoridades reconocieron que la urgencia en las evacuaciones se
debió a que el 12 por ciento de las más de 700 mil viviendas existentes
en la capital se encuentra actualmente en mal estado.
De los evacuados, 841 personas 841 personas fueron trasladadas a los
centros de protección, mientras que 1,399 se protegieron en casas de
familiares, amigos y vecinos,
"Las personas afectadas no podrán regresar a sus viviendas mientras no
estén garantizadas en las mismas las condiciones totales de seguridad
para ellas", advirtió el funcionario.
Agregó que en estos momentos está en marcha un proceso de revisión y
valoración de los daños en los inmuebles para determinar su estado
actual y evaluar el sistema de drenaje en las zonas afectadas.
Los fallecidos durante la catástrofe del fin de semana fueron Fidel Vega
Recios, de 54 años, y Pastora Góngora Mendoza, de 60. Ambos vivían en un
edificio en mal estado en la calle Campanario, en Centro Habana.
La edificación, de dos plantas, tenía serias afectaciones en su
estructura general y sufrió un primer derrumbe al amanecer del viernes.
Tres personas pudieron escapar al producirse un desprendimiento de la
escalera, de acuerdo con testimonios de residentes del barrio,
Source: "Cifras oficiales: 227 derrumbes y 2,240 evacuados en La Habana
| Café Fuerte" -
http://cafefuerte.com/cuba/9435-cifras-oficiales-227-derrumbes-y-2240-evacuados-en-la-habana/
Posted on 3 diciembre, 2013 by Café Fuerte
Por Redacción CaféFuerte
Los derrumbes provocados por las lluvias recientes en La Habana
ascienden a 227 -de ellos 26 considerados totales- y obligaron a evacuar
a 2,240 personas, según cifras oficiales divulgadas este martes.
Los desplomes de edificaciones afectaron el total a 627 núcleos
familiares, dejando un saldo de dos fallecidos, sin que se reportaran
heridos, informó el presidente de la Comisión de Evacuación y secretario
de la Asamblea Provincial del Poder Popular, Francisco Sánchez Perdomo.
El número de derrumbes prácticamente iguala el promedio de los que se
producen bajo condiciones normales en el municipio Centro Habana -el de
mayor vulnerabilidad en sus edificaciones- que es de 230 anuales.
Las precipitaciones desatadas desde la noche del pasado jueves en la
zona occidental y central de Cuba, afectaron mayormente a los municipios
capitalinos de Plaza, Playa, Centro Habana, La Habana Vieja, Cerro y
Diez de Octubre.
Evacuaciones urgentes
Las autoridades reconocieron que la urgencia en las evacuaciones se
debió a que el 12 por ciento de las más de 700 mil viviendas existentes
en la capital se encuentra actualmente en mal estado.
De los evacuados, 841 personas 841 personas fueron trasladadas a los
centros de protección, mientras que 1,399 se protegieron en casas de
familiares, amigos y vecinos,
"Las personas afectadas no podrán regresar a sus viviendas mientras no
estén garantizadas en las mismas las condiciones totales de seguridad
para ellas", advirtió el funcionario.
Agregó que en estos momentos está en marcha un proceso de revisión y
valoración de los daños en los inmuebles para determinar su estado
actual y evaluar el sistema de drenaje en las zonas afectadas.
Los fallecidos durante la catástrofe del fin de semana fueron Fidel Vega
Recios, de 54 años, y Pastora Góngora Mendoza, de 60. Ambos vivían en un
edificio en mal estado en la calle Campanario, en Centro Habana.
La edificación, de dos plantas, tenía serias afectaciones en su
estructura general y sufrió un primer derrumbe al amanecer del viernes.
Tres personas pudieron escapar al producirse un desprendimiento de la
escalera, de acuerdo con testimonios de residentes del barrio,
Source: "Cifras oficiales: 227 derrumbes y 2,240 evacuados en La Habana
| Café Fuerte" -
http://cafefuerte.com/cuba/9435-cifras-oficiales-227-derrumbes-y-2240-evacuados-en-la-habana/
Monday, December 16, 2013
Techos minados
Techos minados
PABLO PASCUAL MÉNDEZ PIÑA | La Habana | 16 Dic 2013 - 8:42 am.
La Habana se derrumba cada día. La incompetencia del Gobierno y las
soluciones parciales de expertos sin poder político dejan indenfensa a
la población.
Era el atardecer del pasado 29 de noviembre, aún llovía en La Habana y
Agustín Rebollar, un jubilado de 71 años, residente en el Vedado,
permanecía cabizbajo cubriéndose el rostro con las manos para que no lo
vieran llorar.
Se le mojó el colchón, los electrodomésticos, la ropa, los muebles y
para empeorar su estado de ánimo, la vecina de los bajos comenzó a
gritarle improperios cuando su techo igualmente comenzó a filtrarse.
En un impasse del aguacero, Rebollar miró el firmamento con la esperanza
de que los nubarrones desaparecieran, pero el chaparrón se acrecentó e
iracundo comenzó a dar patadas al piso y a exclamar obscenidades para
desahogarse.
Tormentos similares sufrieron Manuela, Olimpia y Barbarita —vecinas de
Rebollar—, que tras el desplome de una pared contigua a su apartamento,
fueron conducidas por la policía hacia un albergue en el municipio
Boyeros, en donde aún permanecen evacuadas.
Por desdicha, Fidel Vega y Pastora Góngora, residentes en la calle
Campanario número 619 en el municipio Centro Habana, murieron aplastados
al colapsar súbitamente su morada.
Un sinnúmero de damnificados y más de 2.000 evacuados provocaron las
intensas lluvias tras el estacionamiento del cuarto frente frío de la
actual temporada.
Durante 72 horas las precipitaciones sobrepasaron acumulados de 300
milímetros en los municipios norteños de la capital, arrojando un saldo
catastrófico de 227 derrumbes, de ellos 201 parciales y 26 totales
—según despachos oficiales.
"Tenemos los techos minados", advirtieron algunos capitalinos ante la
posibilidad de que sus techumbres reventaran por los aguaceros.
"La Habana es como un viejo con achaques", la comparaban otros,
refiriéndose a que la ciudad no sale de un desplome para meterse en otro.
El Doctor Eusebio Leal, en el prólogo de la más reciente edición del
ensayo La Ciudad de las columnas, de Alejo Carpentier, la retrata como:
"La ciudad de lo inacabado, de lo cojo, de los asimétrico, de lo
abandonado".
En un trabajo realizado por la colega María del Carmen Ramón, titulado:
La Habana cuesta, pero vale, publicada en la revista digital Cuba Ahora,
el arquitecto Mario Coyula, director de arquitectura y urbanismo de la
ciudad, expuso una imagen más realista y espeluznante del futuro capitalino:
"La Habana podría terminar en una visión dantesca, como un gran anillo
de basura consolidada o como un cráter vacío, que en el centro alguna
vez tuvo una ciudad".
La solución es el problema
Según expone Coyula, si echamos un vistazo a la maqueta de La Habana,
notaremos que predomina el color amarillo, correspondiente —según
simbología— a la urbanización de los primeros sesenta años del siglo pasado.
Así podríamos deducir que desde entonces el desarrollo socio económico
de la capital en el rublo de la construcción de viviendas ha sido pobre.
A posteriori, solo se le añadieron las comunidades de Alamar, San
Agustín y algunas zonas de desarrollo de microbrigadas. Pero la densidad
demográfica aumentó y con ella el hacinamiento poblacional, sobre todo
en Centro Habana, que tiene cerca de 1.000 habitantes por hectárea, a lo
que se suma el inconveniente de la baja altura, que implica que las
personas prácticamente vivan unas sobre otras, como en latas de sardinas.
Afirma Coyula que La Habana aún conserva la misma infraestructura de
principios del siglo XX, y ejemplifica el caso del acueducto, que ya
tiene cien años y se encuentra colapsado: sus canalizaciones estaban
destinadas a ofrecer servicio a 300.000 habitantes, aunque fue
proyectado para el doble de esa capacidad.
Hoy en la ciudad residen más de dos millones de personas y se impone una
gruesa inversión, si pretenden restañar los derrames albañales que
corren por las calles.
Coyula rememoró que hace muchos años, en una reunión muy interesante con
un grupo de desarrollo de la capital, un especialista del Ministerio de
la Construcción aseveró: "La Habana cuesta 3.000 millones arreglarla".
"Pero el costo es mucho mayor —aclara Coyula—. La Habana cuesta pero
vale, y la única manera para solucionar su restauración es ponerla a
generar dinero para ella misma, como hizo Eusebio Leal con el proyecto
del Centro histórico".
Desde hace 50 años el mantenimiento constructivo del fondo habitacional
fue soslayado por el Ministerio de Construcción (MICONS) y aunque el
Instituto Nacional de la Vivienda (INV) creó empresas para tales
propósitos, se quedaron por debajo de las necesidades y comenzaron a
apuntalar viviendas en mal estado como salida a las dificultades. Dicha
solución, sin embargo, fue insuficiente, corroborándose que el enfoque
dado al problema fue equivocado.
Las actuales construcciones de viviendas solo están destinadas a reponer
los derrumbes —apuntó Coyula—, pero el Gobierno no puede ser el único
responsable de resolver los problemas de la gente, que espera con
pasividad que el Estado paternalista venga a arreglarle su casa o
construirle una nueva.
"Del mismo modo la nueva ley que permite la compraventa de viviendas,
podría tener un efecto positivo, porque la gente va a cuidar su
propiedad, no solo por el techo, sino porque es una mercancía que un
momento dado puede significar dinero", estimó.
La reflexión de Coyula encuentra detractores como Fermín Álvarez, un
economista de 52 años, quien cuestiona la posibilidad de producir más de
3.000 millones de dólares para arreglar la ciudad, con un modelo
económico inoperante como el actual y la circulación de dos monedas
desvalorizadas que inhiben el interés de los inversores extranjeros.
Igualmente, Álvarez asegura que el régimen parece más preocupado en
estrangular al sector cuentapropista que solo representa un
insignificante 2% del Producto Interno Bruto (PBI) —según estimados
oficiales— que en fomentar la capacidad individual y el desarrollo de la
variante no estatal, que pudiera aportar considerables ingresos
destinados a beneficios sociales.
Un ex directivo del otrora Ministerio de la Industria de Materiales de
Construcción (MIMC) que solicitó el anonimato, califica la ley
compraventa de viviendas, como un subterfugio del régimen para liberarse
de responsabilidades.
"Durante más de 50 años, el Gobierno fue el verdadero dueño de todas las
casas, prohibiéndole a 'los usuarios que las habitaban' venderlas a
otros particulares, excepto al propio Estado que descaradamente se
atribuía la facultad de tasar su valor", aseveró.
"Tal condición, causó el deterioro de muchos inmuebles —apunta—, sobre
todo en los edificios multifamiliares, puesto que si el Estado era el
dueño, también era el responsable de su reparación".
Los déficits y altos precios de materiales de construcción en Cuba, son
una consecuencia de la decisión gubernamental de destinar el grueso de
estas producciones a la exportación y la ayuda a los bloques regionales,
mientras la demanda nacional representa el renglón menos priorizado".
Una bolsa de cemento de 42 kilogramos cuesta 6.6O CUC (dólares), lo que
constituye cerca de la mitad del ingreso medio cubano, equivalente a 15
CUC. ¿Cuántas personas que dependen de un salario, pueden hacer está
inversión sin dejar de comer?
Igualmente se suma la compra de áridos y otros materiales. Pero lo más
costoso es la mano de obra calificada para acometer las reparaciones.
"Sería de ilusos creer que con el flaco crédito que le ofrecen a las
personas más vulnerables se cubrirían los gastos de reconstrucciones,
después de más de 50 años de errores y estúpidas prohibiciones del
Gobierno", concluye el ex directivo del MIMC.
Fuera de base
El 90% de los afectados por el evento meteorológico ocurrido los pasados
días 28, 29 y 30 de noviembre, afirman que fueron sorprendidos por las
lluvias.
Señalan que el instituto de Meteorología expuso un pronóstico sutil, y
para nada alertó a la población sobre la posibilidad de intensas
lluvias, con acumulados superiores a los 300 milímetros en los
municipios norteños, algo que sería como un "bombardeo", ya que estas
regiones presentan los mayores problemas constructivos en la capital.
Tampoco se emitieron partes especiales para mantener informada a la
población.
Tampoco los órganos de la Defensa Civil —amén de su probada
verticalidad— alertaron, ni emitieron fases informativas o alarmas para
orientar a los damnificados. Asimismo, el 95% de los consultados alega
que hubo indolencias que causaron riesgos innecesarios y pérdidas de vidas.
Diré 'good bye'
Agustín Rebollar comenta que en esta ocasión los aguaceros no le dieron
tregua para subir a la azotea y barrer las charcas, como suele hacer en
estos casos. Cuenta que para impermeabilizar el techo aplicó varios
derretidos de cemento con agua para taponar las filtraciones, pero no
sabe si lo hizo bien o mal.
"Si al menos en la televisión pusieran un programa didáctico para
enseñarnos cómo se hace —opina—, yo mismo le metería el pecho, a pesar
de mis 71 años, porque con 270 pesos (11 CUC) que me pagan de retiro, no
puedo pagarle a un albañil".
Dentro de su casa, Rebollar muestra un techo de vigas y losas, arqueado
y cubierto de mazamorras por la humedad, que no se ha venido abajo
gracias a un apuntalamiento hecho con troncos de madera.
"La próxima vez, si es que hay próxima —resuelve Rebollar—, estaré
obligado a hacer lo que recomendó el difunto Álvarez Guedes: Me daré un
beso en el fondillo y diré good bye".
Source: "Techos minados | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1387142369_6356.html
PABLO PASCUAL MÉNDEZ PIÑA | La Habana | 16 Dic 2013 - 8:42 am.
La Habana se derrumba cada día. La incompetencia del Gobierno y las
soluciones parciales de expertos sin poder político dejan indenfensa a
la población.
Era el atardecer del pasado 29 de noviembre, aún llovía en La Habana y
Agustín Rebollar, un jubilado de 71 años, residente en el Vedado,
permanecía cabizbajo cubriéndose el rostro con las manos para que no lo
vieran llorar.
Se le mojó el colchón, los electrodomésticos, la ropa, los muebles y
para empeorar su estado de ánimo, la vecina de los bajos comenzó a
gritarle improperios cuando su techo igualmente comenzó a filtrarse.
En un impasse del aguacero, Rebollar miró el firmamento con la esperanza
de que los nubarrones desaparecieran, pero el chaparrón se acrecentó e
iracundo comenzó a dar patadas al piso y a exclamar obscenidades para
desahogarse.
Tormentos similares sufrieron Manuela, Olimpia y Barbarita —vecinas de
Rebollar—, que tras el desplome de una pared contigua a su apartamento,
fueron conducidas por la policía hacia un albergue en el municipio
Boyeros, en donde aún permanecen evacuadas.
Por desdicha, Fidel Vega y Pastora Góngora, residentes en la calle
Campanario número 619 en el municipio Centro Habana, murieron aplastados
al colapsar súbitamente su morada.
Un sinnúmero de damnificados y más de 2.000 evacuados provocaron las
intensas lluvias tras el estacionamiento del cuarto frente frío de la
actual temporada.
Durante 72 horas las precipitaciones sobrepasaron acumulados de 300
milímetros en los municipios norteños de la capital, arrojando un saldo
catastrófico de 227 derrumbes, de ellos 201 parciales y 26 totales
—según despachos oficiales.
"Tenemos los techos minados", advirtieron algunos capitalinos ante la
posibilidad de que sus techumbres reventaran por los aguaceros.
"La Habana es como un viejo con achaques", la comparaban otros,
refiriéndose a que la ciudad no sale de un desplome para meterse en otro.
El Doctor Eusebio Leal, en el prólogo de la más reciente edición del
ensayo La Ciudad de las columnas, de Alejo Carpentier, la retrata como:
"La ciudad de lo inacabado, de lo cojo, de los asimétrico, de lo
abandonado".
En un trabajo realizado por la colega María del Carmen Ramón, titulado:
La Habana cuesta, pero vale, publicada en la revista digital Cuba Ahora,
el arquitecto Mario Coyula, director de arquitectura y urbanismo de la
ciudad, expuso una imagen más realista y espeluznante del futuro capitalino:
"La Habana podría terminar en una visión dantesca, como un gran anillo
de basura consolidada o como un cráter vacío, que en el centro alguna
vez tuvo una ciudad".
La solución es el problema
Según expone Coyula, si echamos un vistazo a la maqueta de La Habana,
notaremos que predomina el color amarillo, correspondiente —según
simbología— a la urbanización de los primeros sesenta años del siglo pasado.
Así podríamos deducir que desde entonces el desarrollo socio económico
de la capital en el rublo de la construcción de viviendas ha sido pobre.
A posteriori, solo se le añadieron las comunidades de Alamar, San
Agustín y algunas zonas de desarrollo de microbrigadas. Pero la densidad
demográfica aumentó y con ella el hacinamiento poblacional, sobre todo
en Centro Habana, que tiene cerca de 1.000 habitantes por hectárea, a lo
que se suma el inconveniente de la baja altura, que implica que las
personas prácticamente vivan unas sobre otras, como en latas de sardinas.
Afirma Coyula que La Habana aún conserva la misma infraestructura de
principios del siglo XX, y ejemplifica el caso del acueducto, que ya
tiene cien años y se encuentra colapsado: sus canalizaciones estaban
destinadas a ofrecer servicio a 300.000 habitantes, aunque fue
proyectado para el doble de esa capacidad.
Hoy en la ciudad residen más de dos millones de personas y se impone una
gruesa inversión, si pretenden restañar los derrames albañales que
corren por las calles.
Coyula rememoró que hace muchos años, en una reunión muy interesante con
un grupo de desarrollo de la capital, un especialista del Ministerio de
la Construcción aseveró: "La Habana cuesta 3.000 millones arreglarla".
"Pero el costo es mucho mayor —aclara Coyula—. La Habana cuesta pero
vale, y la única manera para solucionar su restauración es ponerla a
generar dinero para ella misma, como hizo Eusebio Leal con el proyecto
del Centro histórico".
Desde hace 50 años el mantenimiento constructivo del fondo habitacional
fue soslayado por el Ministerio de Construcción (MICONS) y aunque el
Instituto Nacional de la Vivienda (INV) creó empresas para tales
propósitos, se quedaron por debajo de las necesidades y comenzaron a
apuntalar viviendas en mal estado como salida a las dificultades. Dicha
solución, sin embargo, fue insuficiente, corroborándose que el enfoque
dado al problema fue equivocado.
Las actuales construcciones de viviendas solo están destinadas a reponer
los derrumbes —apuntó Coyula—, pero el Gobierno no puede ser el único
responsable de resolver los problemas de la gente, que espera con
pasividad que el Estado paternalista venga a arreglarle su casa o
construirle una nueva.
"Del mismo modo la nueva ley que permite la compraventa de viviendas,
podría tener un efecto positivo, porque la gente va a cuidar su
propiedad, no solo por el techo, sino porque es una mercancía que un
momento dado puede significar dinero", estimó.
La reflexión de Coyula encuentra detractores como Fermín Álvarez, un
economista de 52 años, quien cuestiona la posibilidad de producir más de
3.000 millones de dólares para arreglar la ciudad, con un modelo
económico inoperante como el actual y la circulación de dos monedas
desvalorizadas que inhiben el interés de los inversores extranjeros.
Igualmente, Álvarez asegura que el régimen parece más preocupado en
estrangular al sector cuentapropista que solo representa un
insignificante 2% del Producto Interno Bruto (PBI) —según estimados
oficiales— que en fomentar la capacidad individual y el desarrollo de la
variante no estatal, que pudiera aportar considerables ingresos
destinados a beneficios sociales.
Un ex directivo del otrora Ministerio de la Industria de Materiales de
Construcción (MIMC) que solicitó el anonimato, califica la ley
compraventa de viviendas, como un subterfugio del régimen para liberarse
de responsabilidades.
"Durante más de 50 años, el Gobierno fue el verdadero dueño de todas las
casas, prohibiéndole a 'los usuarios que las habitaban' venderlas a
otros particulares, excepto al propio Estado que descaradamente se
atribuía la facultad de tasar su valor", aseveró.
"Tal condición, causó el deterioro de muchos inmuebles —apunta—, sobre
todo en los edificios multifamiliares, puesto que si el Estado era el
dueño, también era el responsable de su reparación".
Los déficits y altos precios de materiales de construcción en Cuba, son
una consecuencia de la decisión gubernamental de destinar el grueso de
estas producciones a la exportación y la ayuda a los bloques regionales,
mientras la demanda nacional representa el renglón menos priorizado".
Una bolsa de cemento de 42 kilogramos cuesta 6.6O CUC (dólares), lo que
constituye cerca de la mitad del ingreso medio cubano, equivalente a 15
CUC. ¿Cuántas personas que dependen de un salario, pueden hacer está
inversión sin dejar de comer?
Igualmente se suma la compra de áridos y otros materiales. Pero lo más
costoso es la mano de obra calificada para acometer las reparaciones.
"Sería de ilusos creer que con el flaco crédito que le ofrecen a las
personas más vulnerables se cubrirían los gastos de reconstrucciones,
después de más de 50 años de errores y estúpidas prohibiciones del
Gobierno", concluye el ex directivo del MIMC.
Fuera de base
El 90% de los afectados por el evento meteorológico ocurrido los pasados
días 28, 29 y 30 de noviembre, afirman que fueron sorprendidos por las
lluvias.
Señalan que el instituto de Meteorología expuso un pronóstico sutil, y
para nada alertó a la población sobre la posibilidad de intensas
lluvias, con acumulados superiores a los 300 milímetros en los
municipios norteños, algo que sería como un "bombardeo", ya que estas
regiones presentan los mayores problemas constructivos en la capital.
Tampoco se emitieron partes especiales para mantener informada a la
población.
Tampoco los órganos de la Defensa Civil —amén de su probada
verticalidad— alertaron, ni emitieron fases informativas o alarmas para
orientar a los damnificados. Asimismo, el 95% de los consultados alega
que hubo indolencias que causaron riesgos innecesarios y pérdidas de vidas.
Diré 'good bye'
Agustín Rebollar comenta que en esta ocasión los aguaceros no le dieron
tregua para subir a la azotea y barrer las charcas, como suele hacer en
estos casos. Cuenta que para impermeabilizar el techo aplicó varios
derretidos de cemento con agua para taponar las filtraciones, pero no
sabe si lo hizo bien o mal.
"Si al menos en la televisión pusieran un programa didáctico para
enseñarnos cómo se hace —opina—, yo mismo le metería el pecho, a pesar
de mis 71 años, porque con 270 pesos (11 CUC) que me pagan de retiro, no
puedo pagarle a un albañil".
Dentro de su casa, Rebollar muestra un techo de vigas y losas, arqueado
y cubierto de mazamorras por la humedad, que no se ha venido abajo
gracias a un apuntalamiento hecho con troncos de madera.
"La próxima vez, si es que hay próxima —resuelve Rebollar—, estaré
obligado a hacer lo que recomendó el difunto Álvarez Guedes: Me daré un
beso en el fondillo y diré good bye".
Source: "Techos minados | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1387142369_6356.html
Sunday, December 15, 2013
Derroche arbitrario de materiales de construcción
Derroche arbitrario de materiales de construcción
[13-12-2013]
María Cristina Labrada Varona
Dama de Blanco
(www.miscelaneasdecuba.net).- En el municipio de Centro Habana, se
encuentra ubicado en la calle San José, lo que un día fue un centro
laboral, y ahora está parcialmente derrumbado; pero en este local, vale
destacar que hay materiales de construcción, sin ninguna custodia y
derrochándose, a pesar de que muchas familias carecen de ellos para
poder arreglar y reparar sus viviendas.
Hay muchas personas que recogen cualquier material constructivo en las
basuras, en las calles, en casas que se derrumban, etc., y mientras que
no pueden arreglar sus viviendas duermen a la intemperie o en
funerarias, terminales de ómnibus, hospitales, etc.
Source: "Derroche arbitrario de materiales de construcción - Misceláneas
de Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/52aad15d3a682e11d09d5bb8
[13-12-2013]
María Cristina Labrada Varona
Dama de Blanco
(www.miscelaneasdecuba.net).- En el municipio de Centro Habana, se
encuentra ubicado en la calle San José, lo que un día fue un centro
laboral, y ahora está parcialmente derrumbado; pero en este local, vale
destacar que hay materiales de construcción, sin ninguna custodia y
derrochándose, a pesar de que muchas familias carecen de ellos para
poder arreglar y reparar sus viviendas.
Hay muchas personas que recogen cualquier material constructivo en las
basuras, en las calles, en casas que se derrumban, etc., y mientras que
no pueden arreglar sus viviendas duermen a la intemperie o en
funerarias, terminales de ómnibus, hospitales, etc.
Source: "Derroche arbitrario de materiales de construcción - Misceláneas
de Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/52aad15d3a682e11d09d5bb8
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