Anuncian desalojos en el Reparto Eléctrico
En los últimos días, mediante reuniones en los "Comité de Defensa de la 
Revolución" (CDR), algunos funcionarios se han encargado de transmitir 
un ultimátum para quienes han emprendido transformaciones o ampliaciones 
en sus viviendas sin contar con un permiso estatal
miércoles, febrero 18, 2015 |  Ernesto Pérez Chang
LA HABANA, Cuba. -La orden de desalojar y desmantelar los garajes y 
cuartos de desahogo que se alzan al fondo de los edificios del Reparto 
Eléctrico ha evidenciado el rechazo popular frente a la ofensiva del 
Instituto de Planificación Física de Cuba (IPF) contra las llamadas 
"indisciplinas constructivas" e ilegalidades en el sector de la 
vivienda. En los últimos días, mediante reuniones en los llamados 
"Comité de Defensa de la Revolución" (CDR), algunos funcionarios se han 
encargado de transmitir un ultimátum para quienes han emprendido 
transformaciones o ampliaciones en sus viviendas sin contar con un 
permiso estatal.
Según nos ha informado un dirigente de la Zona de los CDR del Consejo 
Popular Eléctrico, que no desea ser identificado y que, además, rechaza 
la ordenanza por ser uno de los afectados, la despiadada acometida 
comenzará por los edificios del sur del Reparto Eléctrico ―que son los 
que albergan a las familias con menos recursos y, por tanto, los que 
mayores ilegalidades constructivas exhiben― y avanzará durante todo este 
año hasta cumplir los objetivos de eliminar totalmente aquellas máculas 
que estorban el proceso de maquillaje urbanístico emprendido por Raúl 
Castro y ejecutado con vehemencia (o desesperación) por el actual 
presidente del IPF, el General de División Samuel Rodiles Planas, que 
como todo militar de alto rango, tanto él como su familia cuentan con 
privilegios a la hora de adquirir una casa y, en consecuencia, jamás se 
verán en la necesidad de quebrantar las leyes que ellos mismos han 
promulgado.
A pesar de las amenazas, que contemplan multas que superan los 500 pesos 
(unos 20 dólares, el equivalente al salario promedio mensual de un 
trabajador), demoliciones y desalojos forzosos, una buena parte de las 
numerosas familias afectadas, según opiniones escuchadas en la calle, 
afirman que se enfrentarán con todos los medios, incluida la violencia, 
contra las medidas que, analizadas fuera del contexto cubano pudieran 
parecer sensatas pero que, teniendo en cuenta las carencias y la falta 
de oportunidades para acceder a una vivienda decorosa cuando no se es 
militar, dirigente o cómplice de la dictadura, resulta un plan de 
medidas absurdas, lo que demuestra una vez más que entre el gobierno y 
los ciudadanos cubanos existe una brecha de discrepancias insalvable.
Los primeros, enajenados de la cruda realidad nacional, ordenan y 
legislan sin tener en cuenta el caos que ellos mismos han generado; los 
segundos, están obligados, una vez más, a cargar sobre sus espaldas una 
culpa ajena, a juzgar por ese discurso que se ha puesto de moda entre 
los principales dirigentes cubanos donde el pueblo, aunque privado de 
todas las libertades democráticas durante más de medio siglo, es el 
único responsable de la incapacidad y la torpeza de todo un sistema 
político basado en las improvisaciones y los antojos de un dictador.
En Cuba, el derecho a adquirir una vivienda nueva e incluso en mal 
estado constructivo está vinculado al grado de lealtad al régimen. 
Aunque en los últimos tiempos se ha permitido la compra-venta de casas y 
los alquileres, los precios superan en miles de veces el salario anual 
de cualquier obrero o trabajador profesional. Como resultado, en las 
familias cubanas, varias generaciones han sido forzadas a compartir el 
mismo espacio habitacional y, para evitar el hacinamiento, muchos han 
ampliado sus viviendas del modo que han podido y, en casi todos los 
casos, traspasando los límites de lo permitido hasta llegar al punto de 
delinquir en contra la voluntad personal.
Tanto en el Reparto Eléctrico como en otros barrios similares, algunos 
de los llamados "garajes" o "cuartos de desahogo", fabricados con 
desechos y restos de contenedores de metal, funcionan como habitaciones 
anexas a los apartamentos o como talleres y espacios de trabajo donde se 
ejercen los más variados oficios, desde la carpintería hasta la cría de 
cerdos. La eliminación de estos sitios afectaría la economía personal de 
numerosas familias, así como los obligaría a retornar al hacinamiento.
El paquetazo de medidas que desean poner en práctica en numerosos 
barrios de la isla, revela la hipocresía de un gobierno que, en sus 
estrategias de perpetuación a toda costa, insiste en ignorar las 
penurias de una población cansada de los atropellos. Los actuales 
dirigentes, incapaces de una alternativa eficaz contra la pobreza que 
ellos mismos han generado, apelan a un desesperado plan de maquillaje 
que los ayude a proyectar una imagen de cambio y prosperidad que nada 
tiene que ver con los actuales tiempos de ocaso político de la "revolución".
Source: Anuncian desalojos en el Reparto Eléctrico | Cubanet - 
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/anuncian-desalojos-en-el-reparto-electrico/
