Wednesday, January 28, 2015

Santa Clara - Yuri juega con su vida

Santa Clara: Yuri juega con su vida
Vive en condiciones infrahumanas en el viejo hotel La Cubanita, desde
hace años lastimosa cuartería, de dónde ya sacaron a doce familias
martes, enero 27, 2015 | José Luis León Pérez

SANTA CLARA, Cuba .– En lo que antes de 1959 era el Hotel "La
Cubanita", calle Mujica entre Colón y Maceo, en Santa Clara, vive Yuri
Rivero Lima. La cuartería, está tan ruinosa que el gobierno local le dio
nuevas viviendas a 1o familias residentes. Pero a Yuri no le tocó casa.
Y como no tiene a donde irse, duerme mirando el techo que, cualquier
día, le caerá encima.

Las nuevas casas las asignaron en el reparto Brisas del Oeste en el
edificio #7, anclado a las afuera de la ciudad. Pero Yuri y otro vecino,
Félix Rodríguez, quedaron sin ubicar, y tuvieron que mantenerse en la
ciudadela.

A Yuri, la directora de la UMIV le comunicó que no se le podía dar otra
casa, porque a su ex esposa y él que vivían juntos en ¨La Cubanita, ya
le habían asignado una vivienda.

«Sucede, explica Rivero Lima, que el 12 de febrero de 2010 presento mi
demanda para el trámite de divorcio con mi ex esposa María del Carmen
Machado Díaz y en acuerdo de ambos, nos divorciamos».

¿Desalojo ilegal?

« Continúa Rivero, no podía sacarla de la casa pues ella tiene derecho a
la convivencia por tener un hijo y por ser un usufructo que no es
divisible, todo ello lo regula el artículo 65 de la Ley General de la
Vivienda».

«Para solicitar una división y ampliación para mí, y legalizar los
trámites pertinentes para obtener mi propiedad, se me informa en la
dirección de la vivienda municipal que no era necesario realizar eso,
porque a los vecinos del edificio se les iba a dar viviendas nuevas».

«Asimismo fue, cuenta Yuri, meses después se realiza un levantamiento
por parte de Dirección de Vivienda y la Asamblea Municipal del Poder
Popular de Santa Clara y se censó 12 viviendas, incluyendo mi ampliación
por la técnica Felicia Arboláez Pérez».

Se pudo comprobar que según el asiento, la casa de Yuri Rivero tiene el
No. 7 y su ex esposa el 12. Además, él paga el servicio de corriente
eléctrica porque posee contador independiente con la serie #100525 y
libreta de abastecimiento quien es su jefe de núcleo, aunque nada de
esto tiene fuerza legal para litigar mejor derecho.

Un acto de protesta

Yuri Rivero Lima ha realizado reclamaciones a varias entidades
gubernamentales y políticas del territorio para que atiendan su caso y
no ha recibido respuestas de ellas. «He mandado cartas ante la Asamblea
Municipal y Provincial, Partido Municipal y Provincial, así como
Vivienda Provincial y no he recibido respuesta de las instituciones,
incluso, al Consejo de Estado y nada», al respecto comenta Rivero.

El 10 de noviembre logra que el Primer Secretario del Partido de la
provincia de Villa Clara, Julio Lima Corso, lo atienda y este, aclara
Yuri, «da indicaciones a los directivos de la vivienda, por teléfono,
que se atendiera lo antes posible mi caso».

Días después de la entrevista con el dirigente comunista, Idelisa,
Directora de la UMIV atiende a Rivero Lima y le propone, según Julio
Rivero Machado hijo de Yuri y María, «cambiarle el apartamento dado a su
anterior esposa, que es de dos cuarto por otro de tres para que después,
permutáramos por dos casas».

Tras esta propuesta, Yuri no estuve de acuerdo y se lo informa a la
directiva. Esta, comenta Rivero, «se me dirige de una forma descompuesta
y reconoce que ella se había equivocado, que yo había cometido una
ilegalidad y que me van a desalojar».

Tras estos sucesos, Yuri Rivero realiza otra carta de reclamación con
fecha, 29 de noviembre al PCC provincial y no ha recibido respuesta.

Mientras espera por la solución, Yuri juega con su vida, en el ruinoso
inmueble: "Aquí estaré como un acto de protesta hasta que me atiendan".

Source: Santa Clara: Yuri juega con su vida | Cubanet -
http://www.cubanet.org/mas-noticias/santa-clara-yuri-juega-con-su-vida/

Tuesday, January 27, 2015

Familia vive en situación precaria

Familia vive en situación precaria
Juan Carlos Reyes Ocaña
27 de enero de 2015

Nueva Jersey – www.PayoLibre.com – En condiciones precarias vive la
ciudadana Yamilet Chacón Ramírez, madre soltera de tres hijos, Adriana,
Arianna y Adel Cruz Chacón, en la localidad La Alegría 1, perteneciente
al municipio holguinero Buena Ventura, informó José Luis Cabrera Cruz.

Según la fuente, Chacón Ramírez vive en una construcción rustica con
piso de tierra, y sólo recibe del gobierno 175 pesos (alrededor de 7
dólares) mensual.

Agregó que la situación se hace peor, pues su hijo Adel Cruz, de apenas
5 años de edad, padece de leucemia y dicha pensión no cubre los gastos
de alimentación, medicina y hospitalización.

En reiteradas ocasiones el gobierno local, presidido por el delegado
Julio Molina, les ha prometido ayuda, que hasta la fecha nunca cumple,
concluyó la fuente.

Source: PayoLibre.com - Cuba - -
http://payolibre.com/noticias/noticias2.php?id=10136

Destruir, ¿propósito de la nueva Ley de Vivienda?

Destruir, ¿propósito de la nueva Ley de Vivienda?
ALICIA FERNÁNDEZ | La Habana | 27 Ene 2015 - 7:35 am.

En Habana del Este arrebatan tierras cultivadas a quienes las
trabajaban, deportan orientales y desalojan por la fuerza a familias con
niños pequeños. Aquí están los testimonios.

Según los medios oficiales, la nueva Ley de la Vivienda viene acompañada
de un "ordenamiento" que mencionan en noticieros y Mesas Redondas sin
explicar en qué consiste. Al parecer, el término puede ser interpretado
a conveniencia por los funcionarios que deciden ahora: los directores
municipales de Planificación Física.

Ya Ana Luisa Márquez Pérez, directora de Planificación Física de Habana
del Este ha demostrado su incapacidad para distinguir entre los solares
yermos que dispone la nueva ley para la construcción y las tierras
cultivadas. Eso quedó claro cuando despojó de su finquita en Alamar a la
agricultora Vilma del Castillo, amparándose en la legislación que pronto
entraría en vigor. El pasado mes de noviembre de 2014, la localidad de
Cojímar tuvo una muestra de las interpretaciones que Márquez Pérez da a
la palabra "ordenamiento" y para lo que piensa usar su recién adquirido
poder como decisora.

Hace ocho años, en un solar yermo a un costado del destartalado paradero
de Cojímar, algunas personas habían construido casas sin autorización.
Durante años, las autoridades de Vivienda habían aplicado multas
reiteradas a sus habitantes, pero nunca los desalojaron porque las casas
eran perfectamente habitables. Tenían las condiciones sanitarias,
pagaban servicio de electricidad y los vecinos esperaban poder legalizar
su propiedad y pagar el terreno que habían ocupado. Con el paso del
tiempo, a las primeras, se fueron sumando otras casitas.

Llegó Ana Luisa y mandó a parar

El 26 de octubre de 2014 algunos vecinos recibieron la orden de
demolición de sus viviendas. Debían realizarlo ellos mismos, o vendrían
las autoridades a echar las casas abajo.

Los vecinos apelaron la decisión en todas las instancias posibles, sin
respuesta. Escribieron a Fidel y Raúl Castro, a Vivienda, al Poder
Popular. "El 21 de noviembre fuimos al Consejo de Estado", cuenta uno de
los afectados. "Entregamos una carta, aquí está el cuñito de recibo. Nos
atendió una funcionaria de apellido Cedeño. Cuando vio que la mayoría
éramos orientales nos dijo que la orden de Raúl Castro era devolver a
las personas a su lugar de origen."

Entre el 6 y el 8 de noviembre de 2014 las autoridades demolieron las
casas, que eran más de 20, según testimonio de los vecinos. Participaron
en la demolición Ana Luisa Márquez, el vicepresidente del Gobierno
municipal, el director de la Vivienda y la policía.

"Aquello fue cruel", comenta un vecino. "Había dos mujeres embarazadas
de ocho meses. Una de ellas y su esposo eran internacionalistas, que
construyeron la casa con los ahorros que trajeron de Venezuela. Cuando
el hombre le preguntó a la policía adónde se iba a ir, un funcionario le
dijo: 'A tu mujer la metemos en un hogar materno, y a ti, preso'. Ahora
están en un consultorio que les prestaron, que se está cayendo, pero no
pueden arreglarlo porque no es de ellos."

Otra vecina cuenta el caso de un hombre que se sentó a ver como
derribaban su casa y un funcionario le pidió que ayudara. Él respondió:
"Tumben ustedes, que para eso están aquí". Por esa respuesta fue llevado
por la patrulla para la estación de policía. "Todo lo que tenía dentro
de su casa se lo llevaron en los camiones", comenta la vecina. "Desde la
cama hasta el refrigerador. Y todavía no se lo han devuelto".

Los carteles de "Viva Fidel" que los vecinos habían pintado fueron
considerados por Ana Luisa Márquez como "un chantaje" y todos los
vecinos que fueron vistos tirando fotos con los celulares terminaron en
la estación de policía hasta que concluyó la demolición.

Los afectados pidieron a las autoridades que les permitieran pagar los
terrenos y hasta un alquiler por las casas que ellos mismos habían
construido. La respuesta de los funcionarios fue que la demolición "era
la decisión tomada por el Gobierno". Mientras tanto, la dulce Ana Luisa
Márquez, con el vocabulario que corresponde a una directora de
Planificación Física comentó: "Por mi papayona lo voy a demoler todo".

La historia de Nury

La casa de Nury, según cuentan los vecinos, fue la segunda en
construirse. Llevaba ocho años viviendo allí y tenía la dirección de
Cojímar en su carnet de identidad. Ella aún conserva todos los
comprobantes de los materiales que usó, comprados en rastros y tiendas
en CUC. También guarda las multas de Vivienda y su casa tenía un
expediente en esa instancia, que luego se "perdió" misteriosamente.

El día 7 de noviembre, cuando fueron a demoler su casa, una vecina
escuchó decir a una de las funcionarias: "Esta gordita nos va a dar
trabajo", refiriéndose a Nury. Como resultado de esta preocupación, Nury
fue llevada a la estación de policía de Alamar "para una entrevista".
Durante cinco días su familia no supo nada de ella.

"A los días nos enteramos de que la habían llevado para el Vivac, así
sin explicación, y que la iban a deportar para Cacocún porque ella nació
allá." A los vecinos y familiares que preguntaron por ella en la
estación de policía les dijeron que, a pesar de tener dirección en La
Habana, había que deportarla. "Imagínate", aclara la vecina, "ella no
tiene a nadie allá, vive en La Habana desde hace años".

"Aquellos días en prisión fueron horribles", cuenta Nury. "Me sentía mal
porque yo no soy una delincuente. Tenía la presión altísima, pero me
quitaron mis medicamentos, no me dieron nada para aliviarla en todo ese
tiempo." Al final, la sacaron de la cárcel con escolta policial que la
montó en un tren hasta Cacocún. "Allí me recibieron en con un carro
jaula, como si yo fuera una asesina. Me metieron ahí y estuve llorando
hasta la estación."

"Mi hijo me dice que es mejor que no estuviera aquí, que yo no hubiese
soportado ver como derrumbaban mi casa", concluye.

Después de este episodio, Nury ha pedido a las autoridades que revisen
su caso, porque no tiene dónde vivir. No le contestan, pero si lo
hicieran, Nury teme que le pongan condiciones de construcción que ya no
puede cumplir. "Mi salud no me permite volver a construir una casa como
la que me quitaron, sin contar con el dinero. A lo mejor alcanzaba para
pagar a plazos el terreno aquel, pero no para construir una casa nueva.
Uno ve en la televisión que aquí en Cuba no se deja a nadie desamparado,
entonces, ¿cómo se explica lo que nos pasó?"

Habla el CDR

La presidenta del CDR accede a dar su testimonio sobre lo sucedido en su
vecindario. "Lo que hicieron aquí no es justo", opina. "Es verdad que la
ley hay que cumplirla, pero no maltratando y despojando a la gente.
Tiene que haber otra solución."

Antes de convertir su cuadra en ruinas había buenas relaciones en el
vecindario. "Todos eran buenos vecinos, nos llevábamos bien. La gente de
esas casitas participaban en todas las actividades, en los trabajos
voluntarios. Pertenecían al CDR, a la FMC. Yo no tengo queja de ellos.
Además, allí había niños chiquitos y mujeres embarazadas, que ahora
están con un bebé en los brazos sin un techo donde criarlo. Eso no es
humano."

Pero la palabra "humanidad" parece no entrar dentro del concepto de
"ordenamiento" de Ana Luisa Márquez, del Consejo de Estado, el Instituto
de Vivienda y el Poder Popular.

Durante años han existido apartamentos y casas vacíos, destruyéndose
gradualmente mientras miles de personas viven en albergues, bajareques o
portales, y el Instituto de Vivienda no hacía nada al respecto.

La nueva Ley de Vivienda promete promover la construcción de casas por
esfuerzo propio de la población, pero es que la anterior, de 1988,
también proclamaba el mismo objetivo en sus artículos 1 y 3. ¿Quién
garantiza que esta vez la Ley ayude realmente a los más necesitados?

Lo que sí parece seguro es que, en Habana del Este, amparada bajo la
nueva ley, las regulaciones urbanísticas y su cargo en Planificación
Física, Ana Luisa Márquez continuará su carrera. Carrera que incluye
arrebatar tierras cultivadas a quienes las trabajaban, deportar
orientales y dejar sin techo y sin derecho a reclamar a las familias. Y
para eso, puede prescindir de la delicadeza y del humanismo del que
tanto presume la Revolución cubana. La total impunidad se la garantizan
las enormes dimensiones de su órgano sexual.

Source: Destruir, ¿propósito de la nueva Ley de Vivienda? | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1422295036_12534.html