Cuba need lacks adequate housing for it's people. Over 880,000 (official data 07/2017) houses need extensive repairs or have to be built. Houses could only be "exchanged" until recently. Now they can be sold. Often houses are impounded for "infractions". People that leave the country illegally lose their property rights. This site highlights the plight of Cubans. La vivienda: problema Cubana
Saturday, October 22, 2016
Thursday, October 20, 2016
Familias en Maisí viven en cuevas hasta que pueden reparar sus casas
Familias en Maisí viven en cuevas hasta que pueden reparar sus casas
octubre 19, 2016
Martinoticias.com
Perdieron sus casas durante el paso del huracán y ahora no tienen donde
vivir, y "se están exponiendo a contraer enfermedades infecciosas que
trasmiten roedores y murciélagos".
Residentes en áreas de Maisí aún permanecen en las cuevas donde se
refugiaron a 15 días del paso del huracán Matthew por la región, dijo el
abogado y periodista independiente Roberto Quiñones en el programa Cuba
al Día de Radio Martí.
Perdieron sus casas durante el paso del huracán y ahora no tienen donde
vivir, y "se están exponiendo a contraer enfermedades infecciosas que
trasmiten roedores y murciélagos", detalló el abogado y periodista
independiente.
Especialistas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri han situado
una carpa en lugares cercanos al lugar donde se encuentran los
damnificados para realizarles análisis de sangre, porque ya algunas de
ellas están presentando síntomas semejantes a la leptospirosis, explicó
Quiñones.
El presidente del Consejo de Defensa Municipal de Maisí, Noel Mosqueda,
dijo el pasado 15 de octubre en el sitio oficialista Cubadebate que de
una población de 29.000 personas, 26.000 fueron evacuadas en siete
centros del Estado o en casas de familias, de vecinos.
Señaló que "7.000 de Punta de Maisí, La Tinta y Costa Sur fueron
llevados por la Defensa Civil a decenas de cuevas donde, todavía,
algunos que perdieron sus casas pasan la noche".
Un video divulgado por Hispano Post muestra a familias de Maisí que se
refugiaron en cuevas para protegerse de los embates de Matthew.
Quiñones destacó que aunque en la Televisión cubana se ha dicho que el
gobierno hace esfuerzos para la producción de cubiertas para casas, la
realidad es que aún en Maisí e Imías no hay esperanzas de que el
problema de la vivienda se restablezca rápidamente.
"No han distribuido ningún tipo de material y las personas tendrán que
seguir viviendo en las cuevas", dijo.
Fuentes oficiales calculan que en Maisí, de un fondo habitacional con
alrededor de 12.000 viviendas, más del 85 por ciento fueron afectadas.
La gran mayoría de casas destruidas tenían techos de zinc y
fibrocemento. En general, solo resistieron las casas de "tipología uno,
las de mampostería".
En Imías sufrieron daños parciales o totales en más de la mitad de las 6
mil 756 viviendas del municipio, la gran mayoría con afectaciones
parciales de techo, 835 totales de cubierta, además de 612 derrumbes
parciales y 496 totales, según el reporte de Cubadebate.
Source: Familias en Maisí viven en cuevas hasta que pueden reparar sus
casas -
http://www.martinoticias.com/a/cuba-maisi-familias-viven-en-cuevas/132001.html
octubre 19, 2016
Martinoticias.com
Perdieron sus casas durante el paso del huracán y ahora no tienen donde
vivir, y "se están exponiendo a contraer enfermedades infecciosas que
trasmiten roedores y murciélagos".
Residentes en áreas de Maisí aún permanecen en las cuevas donde se
refugiaron a 15 días del paso del huracán Matthew por la región, dijo el
abogado y periodista independiente Roberto Quiñones en el programa Cuba
al Día de Radio Martí.
Perdieron sus casas durante el paso del huracán y ahora no tienen donde
vivir, y "se están exponiendo a contraer enfermedades infecciosas que
trasmiten roedores y murciélagos", detalló el abogado y periodista
independiente.
Especialistas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri han situado
una carpa en lugares cercanos al lugar donde se encuentran los
damnificados para realizarles análisis de sangre, porque ya algunas de
ellas están presentando síntomas semejantes a la leptospirosis, explicó
Quiñones.
El presidente del Consejo de Defensa Municipal de Maisí, Noel Mosqueda,
dijo el pasado 15 de octubre en el sitio oficialista Cubadebate que de
una población de 29.000 personas, 26.000 fueron evacuadas en siete
centros del Estado o en casas de familias, de vecinos.
Señaló que "7.000 de Punta de Maisí, La Tinta y Costa Sur fueron
llevados por la Defensa Civil a decenas de cuevas donde, todavía,
algunos que perdieron sus casas pasan la noche".
Un video divulgado por Hispano Post muestra a familias de Maisí que se
refugiaron en cuevas para protegerse de los embates de Matthew.
Quiñones destacó que aunque en la Televisión cubana se ha dicho que el
gobierno hace esfuerzos para la producción de cubiertas para casas, la
realidad es que aún en Maisí e Imías no hay esperanzas de que el
problema de la vivienda se restablezca rápidamente.
"No han distribuido ningún tipo de material y las personas tendrán que
seguir viviendo en las cuevas", dijo.
Fuentes oficiales calculan que en Maisí, de un fondo habitacional con
alrededor de 12.000 viviendas, más del 85 por ciento fueron afectadas.
La gran mayoría de casas destruidas tenían techos de zinc y
fibrocemento. En general, solo resistieron las casas de "tipología uno,
las de mampostería".
En Imías sufrieron daños parciales o totales en más de la mitad de las 6
mil 756 viviendas del municipio, la gran mayoría con afectaciones
parciales de techo, 835 totales de cubierta, además de 612 derrumbes
parciales y 496 totales, según el reporte de Cubadebate.
Source: Familias en Maisí viven en cuevas hasta que pueden reparar sus
casas -
http://www.martinoticias.com/a/cuba-maisi-familias-viven-en-cuevas/132001.html
Cansados de esperar respuesta oficial
Cansados de esperar respuesta oficial
[20-10-2016 01:27:38]
Jorge Bello Domínguez
Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
(www.miscelaneasdecuba.net).- Quizás -si usted no es cubanólogo- cuando
lea este artículo tenga una idea más precisa de por qué la población
cubana envejece de manera constante y los jóvenes solo piensan en emigrar.
Un joven matrimonio con un bebé de cinco meses de vida, ocupó de forma
ilegal, un local estatal -que se encuentra en desuso- en el municipio
artemiseño de Güira de Melena. ahora, están a la espera de ser
desalojados del recinto por funcionarios de diferentes esferas del
gobierno en conjunto con la Policía Nacional Revolucionaria (PNR); a
pesar de todas las muestras de apoyo que han recibido del pueblo en la
localidad.
Ella es una muchacha de solo 16 años de edad, de nombre Jhaila García
Ramos, quien junto a su esposo Luis Miguel Reyes Regalado y su pequeña
hija Mónica de las Mercede, el pasado 28 de setiembre irrumpieron en un
local perteneciente a la Empresa de Bebidas y Licores, ubicado en la
calle 86 # 9903, entre 99 y 101 que llevaba más de dos años inhabilitado.
Esta decisión la tomaron después de que las instituciones estatales a
las que recurrieron les negaran la ayuda situación social, considerada
por ellos crítica.
Según plantearon las gestiones a todos los niveles de gobierno
resultaron agotadoras, consideraron apelar al Consejo de Estado, la
Asamblea Nacional del Poder Popular y los órganos de dirección
municipales. También hicieron referencia a la respuesta negativa y
sarcástica que les diera el vicepresidente del Consejo de la
Administración Municipal del Poder Popular de Güira, Alexander Collazo
cuando se entrevistaron con él para exponerles los motivos por los que
solicitaban la ayuda del gobierno. Al parecer la contestación de este
cuadro de dirección, fue el detonante para que ellos tomasen la decisión
de apoderarse de la casa oficina cerrada.
Se pueden constatar las múltiples muestras de apoyo solidario y simpatía
que reciben de los vecinos de la comunidad, quienes conmovidos acuden a
la casa ocupada para entregarles agua y alimentos a través de una
ventana, y los exhortan para que no se dejen desalojar. Incluso el padre
Frankie, párroco de la comunidad, en representación de la Iglesia
Católica se personó en el lugar para dar apoyo espiritual a los cónyuges.
Luis Miguel es un joven de apenas veinte años, no obstante, manifestó
sentirse traicionado por el sistema al cual está vinculado pues es
militante de la Unión de Jóvenes Comunistas, es cuadro político y según
plantea esta organización le dio la espalda a él y su familia.
Source: Cansados de esperar respuesta oficial - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5808016a3a682e050068e909#.WAitU-B976Q
[20-10-2016 01:27:38]
Jorge Bello Domínguez
Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
(www.miscelaneasdecuba.net).- Quizás -si usted no es cubanólogo- cuando
lea este artículo tenga una idea más precisa de por qué la población
cubana envejece de manera constante y los jóvenes solo piensan en emigrar.
Un joven matrimonio con un bebé de cinco meses de vida, ocupó de forma
ilegal, un local estatal -que se encuentra en desuso- en el municipio
artemiseño de Güira de Melena. ahora, están a la espera de ser
desalojados del recinto por funcionarios de diferentes esferas del
gobierno en conjunto con la Policía Nacional Revolucionaria (PNR); a
pesar de todas las muestras de apoyo que han recibido del pueblo en la
localidad.
Ella es una muchacha de solo 16 años de edad, de nombre Jhaila García
Ramos, quien junto a su esposo Luis Miguel Reyes Regalado y su pequeña
hija Mónica de las Mercede, el pasado 28 de setiembre irrumpieron en un
local perteneciente a la Empresa de Bebidas y Licores, ubicado en la
calle 86 # 9903, entre 99 y 101 que llevaba más de dos años inhabilitado.
Esta decisión la tomaron después de que las instituciones estatales a
las que recurrieron les negaran la ayuda situación social, considerada
por ellos crítica.
Según plantearon las gestiones a todos los niveles de gobierno
resultaron agotadoras, consideraron apelar al Consejo de Estado, la
Asamblea Nacional del Poder Popular y los órganos de dirección
municipales. También hicieron referencia a la respuesta negativa y
sarcástica que les diera el vicepresidente del Consejo de la
Administración Municipal del Poder Popular de Güira, Alexander Collazo
cuando se entrevistaron con él para exponerles los motivos por los que
solicitaban la ayuda del gobierno. Al parecer la contestación de este
cuadro de dirección, fue el detonante para que ellos tomasen la decisión
de apoderarse de la casa oficina cerrada.
Se pueden constatar las múltiples muestras de apoyo solidario y simpatía
que reciben de los vecinos de la comunidad, quienes conmovidos acuden a
la casa ocupada para entregarles agua y alimentos a través de una
ventana, y los exhortan para que no se dejen desalojar. Incluso el padre
Frankie, párroco de la comunidad, en representación de la Iglesia
Católica se personó en el lugar para dar apoyo espiritual a los cónyuges.
Luis Miguel es un joven de apenas veinte años, no obstante, manifestó
sentirse traicionado por el sistema al cual está vinculado pues es
militante de la Unión de Jóvenes Comunistas, es cuadro político y según
plantea esta organización le dio la espalda a él y su familia.
Source: Cansados de esperar respuesta oficial - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5808016a3a682e050068e909#.WAitU-B976Q
Wednesday, October 19, 2016
Matthew se queda a vivir en Guantánamo
Matthew se queda a vivir en Guantánamo
A quince días del paso del potente huracán, todavía hay personas
aisladas y desprovistas de todo tipo de ayuda
Miércoles, octubre 19, 2016 | Roberto Jesús Quiñones Haces
GUANTÁNAMO.- Hace ya quince días que Matthew pasó por el extremo más
oriental de Cuba. Según las autoridades no hubo víctimas, pero los daños
materiales aún no han podido cuantificarse. Todavía ayer 18 de octubre
había personas aisladas y desprovistas de todo tipo de ayuda por
diversas causas.
El mayor esfuerzo recuperativo está en Baracoa. Otro es el panorama en
Maisí e Imías, realidad confirmada por sendos dirigentes de estos
municipios en una entrevista reproducida por Cubadebate el pasado sábado
15 de octubre y por dos personas que ayer ofrecieron su testimonio a
CubaNet a cambio de que preserváramos su identidad.
En Imías
La señora Zenia Lores Méndez, presidenta del Consejo de Defensa
Municipal, reconoció que más de la mitad de las 6 756 viviendas del
municipio tiene afectaciones parciales en el techo, 835 lo perdieron
totalmente, hubo 612 derrumbes parciales y 496 totales. Partiendo de
esas cifras al menos 5 319 viviendas (78.73%) han sido dañadas, algo que
continuará ocurriendo mientras no se construyan inmuebles capaces de
resistir fenómenos como Matthew.
Según la señora Lores se perdieron 300 hectáreas de plátano. En San
Antonio del Sur, principal productor de la vianda en la provincia, se
perdieron casi todas las plantaciones, así que éste será un producto
difícil de encontrar aquí los próximos meses. Además se perdieron 500
hectáreas de hortalizas, 34 de granos, 1000 de cítricos y casi 3000 de
frutales.
En Río del Medio, Tacre y Yacabo Abajo todavía no hay electricidad y
tampoco se ha restablecido el servicio de agua en El Salao y 14 de
Noviembre. La telefonía no ha sido restablecida en Los Calderos,
Cajobabo, Veguita, El Jobo y Yacabo Arriba y aunque se han recogido 7000
m3 de desechos una cifra similar espera por su recogida.
La dirigente afirmó que todavía quedan 195 personas en centros de
evacuación y que no ha comenzado la distribución de materiales de
construcción.
En Maisí
Según las declaraciones de Noel Mosqueda Mosqueda, presidente del
Consejo de Defensa Municipal, reproducidas por Cubadebate, "las casas
sin techo, los caminos obstruidos por árboles y escombros, el campo
arrasado, son la regla".
El dirigente dijo que todavía se evalúan los daños. El fondo
habitacional del municipio está formado por unas 12 000 viviendas y el
85% de ellas resultó perjudicado. También reconoció que todavía hay
personas durmiendo en cuevas y que continúa la insuficiencia en el
suministro de agua potable debido a la rotura de las tuberías que
funcionan por gravedad, al extremo de que una población que supera los
20 000 habitantes recibe el líquido sólo con tres pipas de agua.
Antier 17 de octubre no se había restablecido la electricidad y entre
los daños más significativos se encuentra la pérdida de unas tres mil
latas de café maduro junto a otras ochenta mil que quedaron en los
campos, según aseguró el dirigente.
La represión que no podía faltar
"Estamos en una situación excepcional y por esto no te permitiremos ir a
Baracoa ni a Maisí". Así me dijeron los oficiales de la Seguridad del
Estado que el pasado 11 de octubre me citaron para hacerme un Acta de
Advertencia.
La Constitución cubana regula en su artículo 67 el "estado de
emergencia", que puede ser declarado por el Presidente del Consejo de
Estado, lo cual no ha ocurrido en este caso.
Como ya han publicado CubaNet y otros medios alternativos, la semana
pasada fueron detenidos varios periodistas independientes y desprovistos
de sus medios de trabajo por el "delito" de dirigirse a las zonas
afectadas por Matthew en busca de información. Es una represión ilegal e
incongruente con los argumentos del castrismo porque, si éste afirma que
somos mentirosos y nadie nos lee, ¿cuál es el miedo a que investiguemos
en el lugar de los hechos?
Han sido reprimidas también personas que, perteneciendo a grupos de la
oposición, han intentado hacer llegar ayuda material a los damnificados.
Antier fue detenido en Baracoa un joven católico, Licenciado en
Biología, que ayudada a unas monjas a entregar ese tipo de ayuda. La
causa de su detención fue que es un opositor pacífico. El pasado 9 de
octubre fueron asaltados en plena calle por oficiales de la seguridad
del estado, a su regreso de Santiago de Cuba, Yoannis Beltrán Gamboa,
coordinador provincial de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y Bartolo
Campillo, opositor pacífico, quienes traían dinero y ayuda material
donada por el exilio para entregar a los damnificados El mensaje es
claro: sólo el castrismo decide quién puede ayudar a los damnificados.
Quienes defendemos otro proyecto de país no tenemos derecho a ayudar a
nuestros compatriotas en esta hora de dolor donde las diferencias
ideológicas deberían echarse a un lado. Esa es otra cara de la miseria
humana de nuestros gobernantes. ¿Por qué los periodistas oficialistas,
tan apegados como dicen que son a la verdad, no escriben sobre estos abusos?
Lo que tampoco dice la prensa "veraz, objetiva y revolucionaria"
Hasta la fecha ninguno de los periodistas de los medios oficiales ha
escrito siquiera un párrafo sobre lo que ocurrió en el hospital de
Baracoa, específicamente en el área de terapia intensiva. ¿A qué se
deberá ese silencio?
Conversé con dos personas que regresaron ayer de las zonas afectadas por
Matthew. La primera es una mujer de sesenta y dos años quien después de
visitar a su madre en Baracoa fue hasta La Máquina, en Maisí, para ver a
una hermana. En Baracoa se aprecia una activa labor recuperativa, pero
no es así en otras zonas perjudicadas por Matthew, me dijo.
"En Maisí sólo en La Máquina se ha hecho algo con respecto a la
electricidad pues están recuperando los postes que quedaron enteros. La
gente está desesperada, es deprimente verla en los caminos pidiendo
comida. La peste es insoportable en algunos lugares debido a la cantidad
de animales muertos y hay zonas donde todavía no ha llegado nadie con
ayuda debido al mal estado de los caminos. El helicóptero del ejército
transporta pan y otros alimentos y cuando aterriza la gente se lanza
desesperada hacia él para tratar de coger algo".
La otra fuente, un joven treintañero, comentó: "Fui a ver a mis abuelos
en Sabana. Algunas personas que pasaron el temporal en las cuevas y las
que continúan en ellas están siendo pesquisadas por especialistas del
Instituto de Medicina Tropical pues han presentado síntomas extraños,
similares a los de la leptospirosis. La situación higiénica
epidemiológica es muy difícil y los médicos están agotados pues llevan
más de diez días comiendo cocos para sobrevivir. Algunos han dicho que
si la situación continúa así regresan a Guantánamo, otros ya lo han
hecho a pesar de las consecuencias que puede acarrearles".
Pero en la televisión la gente parece muy optimista, les dije. El joven
sonrió, pero no dijo nada. La sesentona, en cambio, me respondió: "Si
hubiera una cámara oculta para grabar lo que esa misma gente dice cuando
se van los dirigentes y la televisión te sorprenderías".
Source: Matthew se queda a vivir en Guantánamo | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/matthew-se-queda-a-vivir-en-guantanamo/
A quince días del paso del potente huracán, todavía hay personas
aisladas y desprovistas de todo tipo de ayuda
Miércoles, octubre 19, 2016 | Roberto Jesús Quiñones Haces
GUANTÁNAMO.- Hace ya quince días que Matthew pasó por el extremo más
oriental de Cuba. Según las autoridades no hubo víctimas, pero los daños
materiales aún no han podido cuantificarse. Todavía ayer 18 de octubre
había personas aisladas y desprovistas de todo tipo de ayuda por
diversas causas.
El mayor esfuerzo recuperativo está en Baracoa. Otro es el panorama en
Maisí e Imías, realidad confirmada por sendos dirigentes de estos
municipios en una entrevista reproducida por Cubadebate el pasado sábado
15 de octubre y por dos personas que ayer ofrecieron su testimonio a
CubaNet a cambio de que preserváramos su identidad.
En Imías
La señora Zenia Lores Méndez, presidenta del Consejo de Defensa
Municipal, reconoció que más de la mitad de las 6 756 viviendas del
municipio tiene afectaciones parciales en el techo, 835 lo perdieron
totalmente, hubo 612 derrumbes parciales y 496 totales. Partiendo de
esas cifras al menos 5 319 viviendas (78.73%) han sido dañadas, algo que
continuará ocurriendo mientras no se construyan inmuebles capaces de
resistir fenómenos como Matthew.
Según la señora Lores se perdieron 300 hectáreas de plátano. En San
Antonio del Sur, principal productor de la vianda en la provincia, se
perdieron casi todas las plantaciones, así que éste será un producto
difícil de encontrar aquí los próximos meses. Además se perdieron 500
hectáreas de hortalizas, 34 de granos, 1000 de cítricos y casi 3000 de
frutales.
En Río del Medio, Tacre y Yacabo Abajo todavía no hay electricidad y
tampoco se ha restablecido el servicio de agua en El Salao y 14 de
Noviembre. La telefonía no ha sido restablecida en Los Calderos,
Cajobabo, Veguita, El Jobo y Yacabo Arriba y aunque se han recogido 7000
m3 de desechos una cifra similar espera por su recogida.
La dirigente afirmó que todavía quedan 195 personas en centros de
evacuación y que no ha comenzado la distribución de materiales de
construcción.
En Maisí
Según las declaraciones de Noel Mosqueda Mosqueda, presidente del
Consejo de Defensa Municipal, reproducidas por Cubadebate, "las casas
sin techo, los caminos obstruidos por árboles y escombros, el campo
arrasado, son la regla".
El dirigente dijo que todavía se evalúan los daños. El fondo
habitacional del municipio está formado por unas 12 000 viviendas y el
85% de ellas resultó perjudicado. También reconoció que todavía hay
personas durmiendo en cuevas y que continúa la insuficiencia en el
suministro de agua potable debido a la rotura de las tuberías que
funcionan por gravedad, al extremo de que una población que supera los
20 000 habitantes recibe el líquido sólo con tres pipas de agua.
Antier 17 de octubre no se había restablecido la electricidad y entre
los daños más significativos se encuentra la pérdida de unas tres mil
latas de café maduro junto a otras ochenta mil que quedaron en los
campos, según aseguró el dirigente.
La represión que no podía faltar
"Estamos en una situación excepcional y por esto no te permitiremos ir a
Baracoa ni a Maisí". Así me dijeron los oficiales de la Seguridad del
Estado que el pasado 11 de octubre me citaron para hacerme un Acta de
Advertencia.
La Constitución cubana regula en su artículo 67 el "estado de
emergencia", que puede ser declarado por el Presidente del Consejo de
Estado, lo cual no ha ocurrido en este caso.
Como ya han publicado CubaNet y otros medios alternativos, la semana
pasada fueron detenidos varios periodistas independientes y desprovistos
de sus medios de trabajo por el "delito" de dirigirse a las zonas
afectadas por Matthew en busca de información. Es una represión ilegal e
incongruente con los argumentos del castrismo porque, si éste afirma que
somos mentirosos y nadie nos lee, ¿cuál es el miedo a que investiguemos
en el lugar de los hechos?
Han sido reprimidas también personas que, perteneciendo a grupos de la
oposición, han intentado hacer llegar ayuda material a los damnificados.
Antier fue detenido en Baracoa un joven católico, Licenciado en
Biología, que ayudada a unas monjas a entregar ese tipo de ayuda. La
causa de su detención fue que es un opositor pacífico. El pasado 9 de
octubre fueron asaltados en plena calle por oficiales de la seguridad
del estado, a su regreso de Santiago de Cuba, Yoannis Beltrán Gamboa,
coordinador provincial de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y Bartolo
Campillo, opositor pacífico, quienes traían dinero y ayuda material
donada por el exilio para entregar a los damnificados El mensaje es
claro: sólo el castrismo decide quién puede ayudar a los damnificados.
Quienes defendemos otro proyecto de país no tenemos derecho a ayudar a
nuestros compatriotas en esta hora de dolor donde las diferencias
ideológicas deberían echarse a un lado. Esa es otra cara de la miseria
humana de nuestros gobernantes. ¿Por qué los periodistas oficialistas,
tan apegados como dicen que son a la verdad, no escriben sobre estos abusos?
Lo que tampoco dice la prensa "veraz, objetiva y revolucionaria"
Hasta la fecha ninguno de los periodistas de los medios oficiales ha
escrito siquiera un párrafo sobre lo que ocurrió en el hospital de
Baracoa, específicamente en el área de terapia intensiva. ¿A qué se
deberá ese silencio?
Conversé con dos personas que regresaron ayer de las zonas afectadas por
Matthew. La primera es una mujer de sesenta y dos años quien después de
visitar a su madre en Baracoa fue hasta La Máquina, en Maisí, para ver a
una hermana. En Baracoa se aprecia una activa labor recuperativa, pero
no es así en otras zonas perjudicadas por Matthew, me dijo.
"En Maisí sólo en La Máquina se ha hecho algo con respecto a la
electricidad pues están recuperando los postes que quedaron enteros. La
gente está desesperada, es deprimente verla en los caminos pidiendo
comida. La peste es insoportable en algunos lugares debido a la cantidad
de animales muertos y hay zonas donde todavía no ha llegado nadie con
ayuda debido al mal estado de los caminos. El helicóptero del ejército
transporta pan y otros alimentos y cuando aterriza la gente se lanza
desesperada hacia él para tratar de coger algo".
La otra fuente, un joven treintañero, comentó: "Fui a ver a mis abuelos
en Sabana. Algunas personas que pasaron el temporal en las cuevas y las
que continúan en ellas están siendo pesquisadas por especialistas del
Instituto de Medicina Tropical pues han presentado síntomas extraños,
similares a los de la leptospirosis. La situación higiénica
epidemiológica es muy difícil y los médicos están agotados pues llevan
más de diez días comiendo cocos para sobrevivir. Algunos han dicho que
si la situación continúa así regresan a Guantánamo, otros ya lo han
hecho a pesar de las consecuencias que puede acarrearles".
Pero en la televisión la gente parece muy optimista, les dije. El joven
sonrió, pero no dijo nada. La sesentona, en cambio, me respondió: "Si
hubiera una cámara oculta para grabar lo que esa misma gente dice cuando
se van los dirigentes y la televisión te sorprenderías".
Source: Matthew se queda a vivir en Guantánamo | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/matthew-se-queda-a-vivir-en-guantanamo/
Monday, October 17, 2016
Baracoa después del huracán - entre el descontento de la población y la militarización
Baracoa después del huracán: entre el descontento de la población y la
militarización
Iván García Quintero
Ahora mismo, Baracoa es un pueblo militarizado y errante. Viven como
gitanos. La gente repara sus casas con materiales reciclados, a la
espera de que una comisión gubernamental reparta los materiales de la
construcción.
Guantánamo, Cuba - Esta nota es un ejercicio a dos bandas. Les explico.
Llegué a Guantánamo, rozando las cinco y media de la tarde del miércoles
12 de octubre, luego de 17 horas de viajes. Mi plan era seguir rumbo a
Baracoa.
Antes, quería comprar velas, sábanas y algunos enlatados en las tiendas
por moneda dura de la ciudad. A pesar de la cercanía con Baracoa, poco
más de 175 kilómetros, no pude encontrar conservas en Guantánamo. Los
precios, de apaga y vámonos. Una sábana y una funda, casi 10 cuc, y una
lata de 700 gramos de puré de tomate, 7 cuc.
Como en Baracoa la mayoría de los barrios están sin luz eléctrica -un
mes demorará dice el gobierno, dos o más piensan los activistas y
periodistas independientes guantanameros-, alimentos como la carne de
cerdo, pollo o pescado se compran en menor cantidad.
El huevo podría ser un buen sustituto como proteína por lo barato de su
precio, un cartón de 30 huevos cuesta 1,50 cuc, pero cuando en
Guantánamo sacan huevos a la venta, se arman grandes colas y se agota en
minutos.
En los comercios estatales no vi galletas de sal o de soda en moneda
nacional. Lo particulares ofertan galletas de panadería con sabor a ajo,
ajonjolí o mantequilla, a veinticinco pesos el paquete.
Rolando Rodríguez Lobaina, líder de la Alianza Democrática Oriental,
fundada en febrero de 2004, y director de Palenque Visión, una agencia
que produce audiovisuales en las cinco provincias orientales, por
precaución, me recomendó no viajar a Baracoa.
El mismo día que llegué, miércoles 12, la policía política había
detenido a once periodistas, entre ellos a Maykel González, de Diario de
Cuba, y nueve del equipo de Periodismo de Barrio que lidera Elaine Díaz.
A Roberto Quiñones, residente en Guantánamo y colaborador de Cubanet, la
Seguridad del Estado le advirtió que no podía viajar a Baracoa.
"El despliegue policial es impresionante. Baracoa está tomada por las
fuerzas armadas. Es el ejército quien reparte las ayudas y controla al
pueblo. Las boinas negras, una división élite de las fuerzas armadas,
tienen puestos de control en las dos entradas de Baracoa, La Farola y
por la carretera de Moa, además de proteger las bodegas, tiendas en
divisas y almacenes. Probablemente temen que se produzcan saqueos y
robos por parte de la población. Ahora mismo, en la ciudad hay un Estado
de Emergencia. No es inteligente desafiar a esas fuerzas. Ya habrá
tiempo de escribir historias sobre los damnificados de Baracoa. Sus
problemas no se resolverán en seis meses, ni en un año ni en dos",
cuenta Rolando con su hablar típico de los habitantes de regiones
orientales.
Según Lobaina, costará bastante tiempo recuperar la producción de cacao
y café. "El huracán arrasó con todas esas plantaciones. Los pueblos
intricados puede que estén hasta un año sin luz. El desastre es el mayor
de la historia en Baracoa".
En la Ciudad Primada, como es conocida Baracoa, la primera villa fundada
por los españoles el 15 de agosto de 1511, el salario es más bajo que en
otras provincias, y por la cercanía con la Base Naval de Guantánamo, en
caso de guerra -siempre los hermanos Castro suponían que habría una
agresión de Estados Unidos- tomar la ciudad por tropas enemigas era
cuestión de tiempo.
En la doctrina de la guerra de todo el pueblo, las FAR no contemplaban
pelear con sus mejores tropas para mantener Guantánamo. Por tanto, la
ciudad cabecera de provincia ha sido una plaza abandonada a su suerte.
Solo hay dos o tres hoteles. Y es raro ver a turistas extranjeros. Los
pocos excursionistas foráneos preferían visitar Baracoa.
Al no poder desplazarme a Baracoa, la mejor opción era trabajar
apoyándome en los numerosos colaboradores que Palenque Visión tiene en
la provincia de Guantánamo.
Lobaina ha armado un buen equipo logístico que destaca por su calidad
humana. Gente muy pobre que comen poco y mal, pero con una honradez a
prueba de balas. A distancia, con llamadas por teléfono, fotos y
audiovisuales de colaboradores residentes en Baracoa, armé este reportaje.
Ahora mismo, Baracoa es un pueblo militarizado y errante. Viven como
gitanos. La gente repara sus casas con materiales reciclados, a la
espera de que una comisión gubernamental reparta los materiales de la
construcción.
Ya el Estado verde olivo decretó que se venderían a mitad de precio.
Pero para Ernesto, un baracoense que no quiso ser filmado, "es un abuso,
un descaro del gobierno vender los materiales de construcción. Aquí, el
70 por ciento de los pobladores ganan muy poco dinero. Soy carpintero y
gano 300 pesos al mes. ¿De dónde carajo voy a sacar 3 mil o 4 mil pesos,
a precios subsidiados, para comprar los materiales que necesito para
reparar mi rancho?", dice molesto.
La apologética prensa oficial intenta vender el relato de que, a pesar
de los destrozos, la gente confía en la revolución y está feliz de ver a
los dirigentes del gobierno al frente de la recuperación.
Nada más lejos de la verdad. "¿Quien puede estar feliz después de perder
su casa y sus escasas pertenencias? Hay que ser masoquista para decir
esa mentira. La gente está molesta, haciendo colas para cargar agua o
comida y sin luz eléctrica no se sabe hasta cuándo. Yo tuve que pagar 12
pesos por un paquete de galletas viejas y zocatas. Es una
desconsideración del gobierno. Se habla en la radio de ayuda que llega
de muchos países. Pero a Baracoa ha llegado muy poco", indica Lugardo
por vía telefónica.
Daimara, joven profesora de una secundaria en Baracoa, relata las
penurias que viven los lugareños tras el paso del huracán Matthew. "A mí
se me mojaron los colchones y sufrí daños considerables en la casa.
Estuve tres días prácticamente sin comer nada. Ahora que llegan las
caravanas es que comenzaron a vender algo. Pero los productos lo venden
muy caros".
Cientos de mujeres, como Liena, a falta de agua, después de las once de
la noche van a bañarse al río Miel de Baracoa. Parada al frente de su
casa, con el techo destrozado, confiesa: "Tenemos que bañarnos a esa
hora por los mirones". Y para paliar el calor, "como no tenemos techo,
dormimos al aire libre y así nos da fresco".
Si Guantánamo es una ciudad pobre del Tercer Mundo dentro de un país del
Tercer Mundo, según expresara el autócrata Fidel Castro, Baracoa, luego
de la furia de los vientos de Matthew, es un poblado con
infraestructuras y calidad de vida del cuarto mundo. Comparable con
Haití. Su vecino cercano.
Source: Baracoa después del huracán: entre el descontento de la
población y la militarización -
http://www.martinoticias.com/a/baracoa-militarizacion-poblacion-descontento/131826.html
militarización
Iván García Quintero
Ahora mismo, Baracoa es un pueblo militarizado y errante. Viven como
gitanos. La gente repara sus casas con materiales reciclados, a la
espera de que una comisión gubernamental reparta los materiales de la
construcción.
Guantánamo, Cuba - Esta nota es un ejercicio a dos bandas. Les explico.
Llegué a Guantánamo, rozando las cinco y media de la tarde del miércoles
12 de octubre, luego de 17 horas de viajes. Mi plan era seguir rumbo a
Baracoa.
Antes, quería comprar velas, sábanas y algunos enlatados en las tiendas
por moneda dura de la ciudad. A pesar de la cercanía con Baracoa, poco
más de 175 kilómetros, no pude encontrar conservas en Guantánamo. Los
precios, de apaga y vámonos. Una sábana y una funda, casi 10 cuc, y una
lata de 700 gramos de puré de tomate, 7 cuc.
Como en Baracoa la mayoría de los barrios están sin luz eléctrica -un
mes demorará dice el gobierno, dos o más piensan los activistas y
periodistas independientes guantanameros-, alimentos como la carne de
cerdo, pollo o pescado se compran en menor cantidad.
El huevo podría ser un buen sustituto como proteína por lo barato de su
precio, un cartón de 30 huevos cuesta 1,50 cuc, pero cuando en
Guantánamo sacan huevos a la venta, se arman grandes colas y se agota en
minutos.
En los comercios estatales no vi galletas de sal o de soda en moneda
nacional. Lo particulares ofertan galletas de panadería con sabor a ajo,
ajonjolí o mantequilla, a veinticinco pesos el paquete.
Rolando Rodríguez Lobaina, líder de la Alianza Democrática Oriental,
fundada en febrero de 2004, y director de Palenque Visión, una agencia
que produce audiovisuales en las cinco provincias orientales, por
precaución, me recomendó no viajar a Baracoa.
El mismo día que llegué, miércoles 12, la policía política había
detenido a once periodistas, entre ellos a Maykel González, de Diario de
Cuba, y nueve del equipo de Periodismo de Barrio que lidera Elaine Díaz.
A Roberto Quiñones, residente en Guantánamo y colaborador de Cubanet, la
Seguridad del Estado le advirtió que no podía viajar a Baracoa.
"El despliegue policial es impresionante. Baracoa está tomada por las
fuerzas armadas. Es el ejército quien reparte las ayudas y controla al
pueblo. Las boinas negras, una división élite de las fuerzas armadas,
tienen puestos de control en las dos entradas de Baracoa, La Farola y
por la carretera de Moa, además de proteger las bodegas, tiendas en
divisas y almacenes. Probablemente temen que se produzcan saqueos y
robos por parte de la población. Ahora mismo, en la ciudad hay un Estado
de Emergencia. No es inteligente desafiar a esas fuerzas. Ya habrá
tiempo de escribir historias sobre los damnificados de Baracoa. Sus
problemas no se resolverán en seis meses, ni en un año ni en dos",
cuenta Rolando con su hablar típico de los habitantes de regiones
orientales.
Según Lobaina, costará bastante tiempo recuperar la producción de cacao
y café. "El huracán arrasó con todas esas plantaciones. Los pueblos
intricados puede que estén hasta un año sin luz. El desastre es el mayor
de la historia en Baracoa".
En la Ciudad Primada, como es conocida Baracoa, la primera villa fundada
por los españoles el 15 de agosto de 1511, el salario es más bajo que en
otras provincias, y por la cercanía con la Base Naval de Guantánamo, en
caso de guerra -siempre los hermanos Castro suponían que habría una
agresión de Estados Unidos- tomar la ciudad por tropas enemigas era
cuestión de tiempo.
En la doctrina de la guerra de todo el pueblo, las FAR no contemplaban
pelear con sus mejores tropas para mantener Guantánamo. Por tanto, la
ciudad cabecera de provincia ha sido una plaza abandonada a su suerte.
Solo hay dos o tres hoteles. Y es raro ver a turistas extranjeros. Los
pocos excursionistas foráneos preferían visitar Baracoa.
Al no poder desplazarme a Baracoa, la mejor opción era trabajar
apoyándome en los numerosos colaboradores que Palenque Visión tiene en
la provincia de Guantánamo.
Lobaina ha armado un buen equipo logístico que destaca por su calidad
humana. Gente muy pobre que comen poco y mal, pero con una honradez a
prueba de balas. A distancia, con llamadas por teléfono, fotos y
audiovisuales de colaboradores residentes en Baracoa, armé este reportaje.
Ahora mismo, Baracoa es un pueblo militarizado y errante. Viven como
gitanos. La gente repara sus casas con materiales reciclados, a la
espera de que una comisión gubernamental reparta los materiales de la
construcción.
Ya el Estado verde olivo decretó que se venderían a mitad de precio.
Pero para Ernesto, un baracoense que no quiso ser filmado, "es un abuso,
un descaro del gobierno vender los materiales de construcción. Aquí, el
70 por ciento de los pobladores ganan muy poco dinero. Soy carpintero y
gano 300 pesos al mes. ¿De dónde carajo voy a sacar 3 mil o 4 mil pesos,
a precios subsidiados, para comprar los materiales que necesito para
reparar mi rancho?", dice molesto.
La apologética prensa oficial intenta vender el relato de que, a pesar
de los destrozos, la gente confía en la revolución y está feliz de ver a
los dirigentes del gobierno al frente de la recuperación.
Nada más lejos de la verdad. "¿Quien puede estar feliz después de perder
su casa y sus escasas pertenencias? Hay que ser masoquista para decir
esa mentira. La gente está molesta, haciendo colas para cargar agua o
comida y sin luz eléctrica no se sabe hasta cuándo. Yo tuve que pagar 12
pesos por un paquete de galletas viejas y zocatas. Es una
desconsideración del gobierno. Se habla en la radio de ayuda que llega
de muchos países. Pero a Baracoa ha llegado muy poco", indica Lugardo
por vía telefónica.
Daimara, joven profesora de una secundaria en Baracoa, relata las
penurias que viven los lugareños tras el paso del huracán Matthew. "A mí
se me mojaron los colchones y sufrí daños considerables en la casa.
Estuve tres días prácticamente sin comer nada. Ahora que llegan las
caravanas es que comenzaron a vender algo. Pero los productos lo venden
muy caros".
Cientos de mujeres, como Liena, a falta de agua, después de las once de
la noche van a bañarse al río Miel de Baracoa. Parada al frente de su
casa, con el techo destrozado, confiesa: "Tenemos que bañarnos a esa
hora por los mirones". Y para paliar el calor, "como no tenemos techo,
dormimos al aire libre y así nos da fresco".
Si Guantánamo es una ciudad pobre del Tercer Mundo dentro de un país del
Tercer Mundo, según expresara el autócrata Fidel Castro, Baracoa, luego
de la furia de los vientos de Matthew, es un poblado con
infraestructuras y calidad de vida del cuarto mundo. Comparable con
Haití. Su vecino cercano.
Source: Baracoa después del huracán: entre el descontento de la
población y la militarización -
http://www.martinoticias.com/a/baracoa-militarizacion-poblacion-descontento/131826.html
Días después de Matthew, ni ayuda del gobierno, ni entrega gratuita de alimentos
Días después de Matthew, ni ayuda del gobierno, ni entrega gratuita de
alimentos
octubre 16, 2016
Idolidia Darias
Residentes de Baracoa y Maisí, los territorios más afectos por el
huracán, se quejan de las provisiones son escasas y a precios elevados,
y que los materiales de construcción para reparar sus viviendas también
tendrán que comprarlos.
Días después del paso del huracán Matthew por Baracoa, un activista de
derechos humanos que logró burlar el cerco de las autoridades y recorrió
la región de forma encubierta recogió los testimonios de ciudadanos
sobre cómo enfrentan la realidad luego del desastre que sacudió la región.
Jorge Cervantes logró llegar hasta barrios de Baracoa donde los
afectados intentaban, el pasado 10 de octubre, componer un techo por si
"comienza a llover" destacó Cervantes en un reportaje publicado en el
canal de YouTube de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
"Desde que nos acercamos apreciamos la tristeza y la desesperación en
los rostros de familias completas que apenas habían podido alimentarse
en varios días. El pesimismo reina en ellos y pocos albergan la
esperanza de que el gobierno les ayude", asegura el activista.
Los entrevistados por Cervantes criticaron que el gobierno no les haya
entregado esos alimentos en calidad de ayuda, "como debe ser en esos
casos", y que estén vendiendo los alimentos a los damnificados al mismo
precio de antes del ciclón, que "de por sí ya eran caros".
"Hay que hacer colas extensas para ver si alcanzas algo", señaló un
hombre que hervía yucas en un fogón de leña y aseguró que desde hacía
varios días "no habían podido comer nada".
"Tampoco tenemos dinero para comprar lo que ofertan en las tiendas del
gobierno", dijo otro entrevistado.
Según explicaron a UNPACU algunos de los afectados por el huracán, las
autoridades locales les han dicho que van a vender materiales de
construcción, "pero ese es un gran problema para la mayoría, porque no
tenemos dinero para comprarlo", dijo un hombre.
Los testimonios de los damnificados distan mucho de lo expresado por el
diario provincial Venceremos en un reportaje sobre la recuperación en el
territorio tras el paso de Matthew. El periódico señala que "hasta este
14 de octubre al territorio habían llegado 25 mil toneladas de harina
integral que se comercializan en los cuatro Mercados Ideales y en sus
extensiones en bodegas de todo el municipio. Se recibieron otros
productos como galletas, dulce y de soda, refresco coral y pastas
alimenticias, destinados a la comercialización en la red gastronómica,
fundamentalmente".
Los funcionarios del gobierno todavía no habían pasado por los barrios
de Baracoa a interesarse por la gente, señalaron los encuestados por
Cervantes, que intentaban poner al sol los colchones mojados durante la
tormenta y recomponer los muebles que lograron rescatar.
Desolación en Maisí
Maisí está destruido, asegura una residente en ese municipio
"En Maisí, tanto las propiedades privadas como las estatales quedaron
destruidas, y a más de una semana del paso del ciclón nadie se ha
llegado hasta las casas de los damnificados a evaluar los daños",
aseguró Onelia Gaínza, residente en el lugar.
La mujer, madre de cuatro niñas, viajó hasta Santiago de Cuba para
recoger una pequeña ayuda que organizaciones en el exilio han enviado a
los damnificados, y que la UNPACU se ha encargado de distribuir, a pesar
de las persecuciones policiales a los activistas encargados de ayudar.
Gaínza calificó de desolador el panorama de Maisí, donde solo
resistieron las pocas casas de mampostería y con techos de placa. No
están dando clases, porque todas las escuelas se cayeron.
Para la residente de la localidad más oriental de Cuba el problema con
el abasto de agua y los alimentos es una gran preocupación.
"No hay agua potable, y el pomito de agua lo están vendiendo muy caro".
De comer lo único que "venden" es galletas a 25 pesos el paquete, y
"carne de pollo a 25 pesos la libra, que solo puede comprar el que tiene
dinero".
A Maisí tampoco han llegado "las ayudas del gobierno de las que se habla
por la televisión", ni los funcionarios habían pasado a evaluar los
daños entre los afectados.
"A la gente le han informado que van a vender materiales de construcción
a la población, pero las personas que no trabajamos y no ganamos ningún
dinero no sabemos que nos vamos a hacer", lamentó la mujer.
Con relación a Maisí, el diario oficial Venceremos destacó este sábado
que "con la progresiva recuperación de los daños causados por el
poderoso huracán en el municipio la vida de sus pobladores va
cambiando", y que ya a todos los consejos populares se puede llegar "por
tierra" tras varios días incomunicados.
Asimismo, el periódico celebró que el servicio eléctrico, todavía
limitado, permitió la realización de espectáculos culturales con la
participación de integrantes del Conjunto Artístico Integral de Montaña
y de jóvenes artistas perteneciente a la Asociación Hermanos Saiz de la
provincia.
Sobre la distribución de alimentos y la ayuda para reparar las viviendas
afectadas, el medio de prensa no dio detalles.
En la última semana, varios activistas de organizaciones opositoras
fueron detenidos cuando intentaban llevar ayuda a los afectados por el
huracán Matthew en Baracoa y Punta de Maisí, en Guantánamo.
Source: Días después de Matthew, ni ayuda del gobierno, ni entrega
gratuita de alimentos -
http://www.martinoticias.com/a/cuba-huracan-matthew-baracoa/131794.html
alimentos
octubre 16, 2016
Idolidia Darias
Residentes de Baracoa y Maisí, los territorios más afectos por el
huracán, se quejan de las provisiones son escasas y a precios elevados,
y que los materiales de construcción para reparar sus viviendas también
tendrán que comprarlos.
Días después del paso del huracán Matthew por Baracoa, un activista de
derechos humanos que logró burlar el cerco de las autoridades y recorrió
la región de forma encubierta recogió los testimonios de ciudadanos
sobre cómo enfrentan la realidad luego del desastre que sacudió la región.
Jorge Cervantes logró llegar hasta barrios de Baracoa donde los
afectados intentaban, el pasado 10 de octubre, componer un techo por si
"comienza a llover" destacó Cervantes en un reportaje publicado en el
canal de YouTube de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
"Desde que nos acercamos apreciamos la tristeza y la desesperación en
los rostros de familias completas que apenas habían podido alimentarse
en varios días. El pesimismo reina en ellos y pocos albergan la
esperanza de que el gobierno les ayude", asegura el activista.
Los entrevistados por Cervantes criticaron que el gobierno no les haya
entregado esos alimentos en calidad de ayuda, "como debe ser en esos
casos", y que estén vendiendo los alimentos a los damnificados al mismo
precio de antes del ciclón, que "de por sí ya eran caros".
"Hay que hacer colas extensas para ver si alcanzas algo", señaló un
hombre que hervía yucas en un fogón de leña y aseguró que desde hacía
varios días "no habían podido comer nada".
"Tampoco tenemos dinero para comprar lo que ofertan en las tiendas del
gobierno", dijo otro entrevistado.
Según explicaron a UNPACU algunos de los afectados por el huracán, las
autoridades locales les han dicho que van a vender materiales de
construcción, "pero ese es un gran problema para la mayoría, porque no
tenemos dinero para comprarlo", dijo un hombre.
Los testimonios de los damnificados distan mucho de lo expresado por el
diario provincial Venceremos en un reportaje sobre la recuperación en el
territorio tras el paso de Matthew. El periódico señala que "hasta este
14 de octubre al territorio habían llegado 25 mil toneladas de harina
integral que se comercializan en los cuatro Mercados Ideales y en sus
extensiones en bodegas de todo el municipio. Se recibieron otros
productos como galletas, dulce y de soda, refresco coral y pastas
alimenticias, destinados a la comercialización en la red gastronómica,
fundamentalmente".
Los funcionarios del gobierno todavía no habían pasado por los barrios
de Baracoa a interesarse por la gente, señalaron los encuestados por
Cervantes, que intentaban poner al sol los colchones mojados durante la
tormenta y recomponer los muebles que lograron rescatar.
Desolación en Maisí
Maisí está destruido, asegura una residente en ese municipio
"En Maisí, tanto las propiedades privadas como las estatales quedaron
destruidas, y a más de una semana del paso del ciclón nadie se ha
llegado hasta las casas de los damnificados a evaluar los daños",
aseguró Onelia Gaínza, residente en el lugar.
La mujer, madre de cuatro niñas, viajó hasta Santiago de Cuba para
recoger una pequeña ayuda que organizaciones en el exilio han enviado a
los damnificados, y que la UNPACU se ha encargado de distribuir, a pesar
de las persecuciones policiales a los activistas encargados de ayudar.
Gaínza calificó de desolador el panorama de Maisí, donde solo
resistieron las pocas casas de mampostería y con techos de placa. No
están dando clases, porque todas las escuelas se cayeron.
Para la residente de la localidad más oriental de Cuba el problema con
el abasto de agua y los alimentos es una gran preocupación.
"No hay agua potable, y el pomito de agua lo están vendiendo muy caro".
De comer lo único que "venden" es galletas a 25 pesos el paquete, y
"carne de pollo a 25 pesos la libra, que solo puede comprar el que tiene
dinero".
A Maisí tampoco han llegado "las ayudas del gobierno de las que se habla
por la televisión", ni los funcionarios habían pasado a evaluar los
daños entre los afectados.
"A la gente le han informado que van a vender materiales de construcción
a la población, pero las personas que no trabajamos y no ganamos ningún
dinero no sabemos que nos vamos a hacer", lamentó la mujer.
Con relación a Maisí, el diario oficial Venceremos destacó este sábado
que "con la progresiva recuperación de los daños causados por el
poderoso huracán en el municipio la vida de sus pobladores va
cambiando", y que ya a todos los consejos populares se puede llegar "por
tierra" tras varios días incomunicados.
Asimismo, el periódico celebró que el servicio eléctrico, todavía
limitado, permitió la realización de espectáculos culturales con la
participación de integrantes del Conjunto Artístico Integral de Montaña
y de jóvenes artistas perteneciente a la Asociación Hermanos Saiz de la
provincia.
Sobre la distribución de alimentos y la ayuda para reparar las viviendas
afectadas, el medio de prensa no dio detalles.
En la última semana, varios activistas de organizaciones opositoras
fueron detenidos cuando intentaban llevar ayuda a los afectados por el
huracán Matthew en Baracoa y Punta de Maisí, en Guantánamo.
Source: Días después de Matthew, ni ayuda del gobierno, ni entrega
gratuita de alimentos -
http://www.martinoticias.com/a/cuba-huracan-matthew-baracoa/131794.html
"SOS para Baracoa, Maisí y Guantánamo", en eso coinciden los cubanos
"SOS para Baracoa, Maisí y Guantánamo", en eso coinciden los cubanos
16 de octubre de 2016 - 20:10 - Por IVÁN GARCÍA
Tras el azote de Matthew, estos pueblos aguardan aún porque el Gobierno
deje de politizar la ayuda solidaria y los asista en la reconstrucción
GUANTÁNAMO.- La calle posterior al estadio beisbolero Nguyen Van Troi,
sede de los Indios del Guaso en la Serie Nacional, pide a gritos una
capa de asfalto. Entre piedras y polvaredas, en una minúscula casa con
techo a dos aguas, reside Rigoberto, jubilado de 84 años.
Cada mañana, el anciano se llega a un puesto de venta ambulante en la
Calle 4, a tomarse un café fuerte. "Y si tengo algún dinerito, me compro
un pan con tortilla de tres pesos", dice, sentado en un banco de granito
del Parque José Martí, en el corazón de Guantánamo.
Nacido en la oriental ciudad, donde los minutos parecen horas y la gente
mata el tiempo tramando el futuro fuera de su provincia, contando
fábulas o charlando sobre deportes, varios ancianos aburridos hacen una
pequeña cola frente a un quiosco para comprar el periódico Venceremos,
gacetilla parecida al diario Granma, pero con más noticias de color.
Los amantes al béisbol están molestos porque su equipo no clasificó a la
segunda ronda de la temporada nacional. "La tuvieron en la mano. Pero
perdieron cuatros juegos al hilo. Otra decepción más. Como siempre.
Ahora que no hay pelota, uno se entretiene hablando de los desastres que
provocó el huracán en Baracoa y Maisí, de las novelas o tomando
Planchao", acota Rigoberto.
El Planchao, una cajita de cartón con vaso y medio de ron blanco, se
vende como pan caliente en la ciudad de Guantánamo. Igual que las
pizzas. En una calle transversal a la arteria principal, decenas de
personas hacen cola para comprar pizzas y espaguetis.
El precio de las pizzas es caro para el bajo poder adquisitivo de los
lugareños. Veinte pesos la de jamón y veinticinco las de jamón de
pierna. "Son las mejores pizzas de Guantánamo. Es uno de los negocios
particulares más exitosos", señala Leandro, quien maneja un Lada de la
era soviética que utiliza como taxi privado.
Los restaurantes en moneda dura están desiertos, a pesar que sus
precios, en comparación con los de La Habana, son relativamente baratos.
El lugar más chic de la ciudad es el lobby del Hotel Guantánamo.
De cuatro plantas, pintado de un amarillo que irrita la vista, el hotel
tiene el estilo constructivo de las escuelas en el campo edificadas por
la revolución de Fidel Castro. Allí acuden los bolsillos más boyantes de
Guantánamo, a conectarse en el wifi del lobby mientras beben con calma
cerveza nacional o importada, un diez por ciento más cara que en otros
sitios.
Desconsuelo
En Guantánamo apenas hay turistas. En una cafetería a la entrada del
pueblo, media docena de chicas jóvenes flirtean con los parroquianos
para que les paguen una cerveza o una ración de pollo frito.
Pasada las once de las noche, en las calles guantanameras no se ve un
alma. A pesar de la aparente tranquilidad, "hay una ola de robos. Lo
mismo se roban una sábana que un short viejo tendido en el patio. Hace
unos días, un ratero intentaba robar la turbina de mi edificio. Di la
voz de alarma y por poco los vecinos linchan al ladrón", cuenta Leandro.
A raíz del ciclón, las instituciones jurídicas están castigando con mano
dura los actos delictivos. Un joven que trasegaba harina de una
panadería fue sancionado a un año de prisión, informó el periódico
Venceremos.
Pero donde la cosa está caliente es en los municipios alejados de la
capital de provincia. Baracoa, donde el huracán destruyó el 90 por
ciento de las casas y también los sembrados de coco, cacao y café, se ha
convertido en el foco más mediático debido al secretismo estatal y la
militarización en la Ciudad Primada.
Pero en Maisí el desastre fue mayor. De 600 casas, solo veinte quedan en
pie. Y en La Llana, una zona apartada, de trece viviendas, solo
sobrevivieron dos. Entre las que se perdieron está la de Dolores Matos,
87 años.
Luis Humberto, pariente de Matos, residente en la ciudad de Guantánamo,
asegura que su tía "no tiene dinero para comprar los materiales de
construcción ni a precios subsidiados. La comisión que reparte los
materiales lo debe tener en cuenta. Hay miles de familias que no tienen
ni donde caerse muertas. El Estado debiera sufragar los materiales de
esas familias".
A Fernando, hermano mayor de Rolando Rodríguez Lobaina, líder de la
organización disidente Alianza Democrática Oriental, y director de
Palenque Visión, una agencia que produce audiovisuales, la desgracia se
ha cebado con su familia.
Recientemente, Fernando perdió una hija que residía en Madrid y enfermó
de cáncer. A la semana de llegar a Baracoa, Matthew le arruinó su
rancho. "He perdido por partida doble. Los daños del ciclón se pueden
superar. La vida de mi hija jamás se va a recuperar", dice con tristeza.
Considera que para volver a la normalidad en Baracoa se necesitan "diez
o quince años, quizás más. Aquello está destrozado. No quedó una planta
en pie. Los vecinos hacen cola para conseguir agua potable y la comida
escasea o se vende a precios muy caros", comenta Fernando, mientras
recorre las tiendas de Guantánamo, para adquirir enseres básicos y
levantar de nuevo su hogar.
Solidaridad
Si algo positivo ha traído el huracán Matthew es una ola de solidaridad
entre los cubanos. Todos los guantanameros consultados están de acuerdo
que las zonas afectadas tienen máxima prioridad.
"Que todo el que pueda ayudar, que ayude. Que el Gobierno y personas en
el extranjero dejen de politizar las donaciones. Al final los que se
joden son los que perdieron sus casas y sus cosas. Yo estoy dispuesto a
donar de mi pensión, durante dos o tres meses, para ayudar a los
damnificados", indica el jubilado Rigoberto.
Como la mayoría de sus coterráneos, él tiene muy poco que dar.
Source: SOS para Baracoa, Maisí y Guantánamo, en eso coinciden los
cubanos | Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/america-latina/sos-baracoa-maisi-y-guantanamo-eso-coinciden-los-cubanos-n4105473
16 de octubre de 2016 - 20:10 - Por IVÁN GARCÍA
Tras el azote de Matthew, estos pueblos aguardan aún porque el Gobierno
deje de politizar la ayuda solidaria y los asista en la reconstrucción
GUANTÁNAMO.- La calle posterior al estadio beisbolero Nguyen Van Troi,
sede de los Indios del Guaso en la Serie Nacional, pide a gritos una
capa de asfalto. Entre piedras y polvaredas, en una minúscula casa con
techo a dos aguas, reside Rigoberto, jubilado de 84 años.
Cada mañana, el anciano se llega a un puesto de venta ambulante en la
Calle 4, a tomarse un café fuerte. "Y si tengo algún dinerito, me compro
un pan con tortilla de tres pesos", dice, sentado en un banco de granito
del Parque José Martí, en el corazón de Guantánamo.
Nacido en la oriental ciudad, donde los minutos parecen horas y la gente
mata el tiempo tramando el futuro fuera de su provincia, contando
fábulas o charlando sobre deportes, varios ancianos aburridos hacen una
pequeña cola frente a un quiosco para comprar el periódico Venceremos,
gacetilla parecida al diario Granma, pero con más noticias de color.
Los amantes al béisbol están molestos porque su equipo no clasificó a la
segunda ronda de la temporada nacional. "La tuvieron en la mano. Pero
perdieron cuatros juegos al hilo. Otra decepción más. Como siempre.
Ahora que no hay pelota, uno se entretiene hablando de los desastres que
provocó el huracán en Baracoa y Maisí, de las novelas o tomando
Planchao", acota Rigoberto.
El Planchao, una cajita de cartón con vaso y medio de ron blanco, se
vende como pan caliente en la ciudad de Guantánamo. Igual que las
pizzas. En una calle transversal a la arteria principal, decenas de
personas hacen cola para comprar pizzas y espaguetis.
El precio de las pizzas es caro para el bajo poder adquisitivo de los
lugareños. Veinte pesos la de jamón y veinticinco las de jamón de
pierna. "Son las mejores pizzas de Guantánamo. Es uno de los negocios
particulares más exitosos", señala Leandro, quien maneja un Lada de la
era soviética que utiliza como taxi privado.
Los restaurantes en moneda dura están desiertos, a pesar que sus
precios, en comparación con los de La Habana, son relativamente baratos.
El lugar más chic de la ciudad es el lobby del Hotel Guantánamo.
De cuatro plantas, pintado de un amarillo que irrita la vista, el hotel
tiene el estilo constructivo de las escuelas en el campo edificadas por
la revolución de Fidel Castro. Allí acuden los bolsillos más boyantes de
Guantánamo, a conectarse en el wifi del lobby mientras beben con calma
cerveza nacional o importada, un diez por ciento más cara que en otros
sitios.
Desconsuelo
En Guantánamo apenas hay turistas. En una cafetería a la entrada del
pueblo, media docena de chicas jóvenes flirtean con los parroquianos
para que les paguen una cerveza o una ración de pollo frito.
Pasada las once de las noche, en las calles guantanameras no se ve un
alma. A pesar de la aparente tranquilidad, "hay una ola de robos. Lo
mismo se roban una sábana que un short viejo tendido en el patio. Hace
unos días, un ratero intentaba robar la turbina de mi edificio. Di la
voz de alarma y por poco los vecinos linchan al ladrón", cuenta Leandro.
A raíz del ciclón, las instituciones jurídicas están castigando con mano
dura los actos delictivos. Un joven que trasegaba harina de una
panadería fue sancionado a un año de prisión, informó el periódico
Venceremos.
Pero donde la cosa está caliente es en los municipios alejados de la
capital de provincia. Baracoa, donde el huracán destruyó el 90 por
ciento de las casas y también los sembrados de coco, cacao y café, se ha
convertido en el foco más mediático debido al secretismo estatal y la
militarización en la Ciudad Primada.
Pero en Maisí el desastre fue mayor. De 600 casas, solo veinte quedan en
pie. Y en La Llana, una zona apartada, de trece viviendas, solo
sobrevivieron dos. Entre las que se perdieron está la de Dolores Matos,
87 años.
Luis Humberto, pariente de Matos, residente en la ciudad de Guantánamo,
asegura que su tía "no tiene dinero para comprar los materiales de
construcción ni a precios subsidiados. La comisión que reparte los
materiales lo debe tener en cuenta. Hay miles de familias que no tienen
ni donde caerse muertas. El Estado debiera sufragar los materiales de
esas familias".
A Fernando, hermano mayor de Rolando Rodríguez Lobaina, líder de la
organización disidente Alianza Democrática Oriental, y director de
Palenque Visión, una agencia que produce audiovisuales, la desgracia se
ha cebado con su familia.
Recientemente, Fernando perdió una hija que residía en Madrid y enfermó
de cáncer. A la semana de llegar a Baracoa, Matthew le arruinó su
rancho. "He perdido por partida doble. Los daños del ciclón se pueden
superar. La vida de mi hija jamás se va a recuperar", dice con tristeza.
Considera que para volver a la normalidad en Baracoa se necesitan "diez
o quince años, quizás más. Aquello está destrozado. No quedó una planta
en pie. Los vecinos hacen cola para conseguir agua potable y la comida
escasea o se vende a precios muy caros", comenta Fernando, mientras
recorre las tiendas de Guantánamo, para adquirir enseres básicos y
levantar de nuevo su hogar.
Solidaridad
Si algo positivo ha traído el huracán Matthew es una ola de solidaridad
entre los cubanos. Todos los guantanameros consultados están de acuerdo
que las zonas afectadas tienen máxima prioridad.
"Que todo el que pueda ayudar, que ayude. Que el Gobierno y personas en
el extranjero dejen de politizar las donaciones. Al final los que se
joden son los que perdieron sus casas y sus cosas. Yo estoy dispuesto a
donar de mi pensión, durante dos o tres meses, para ayudar a los
damnificados", indica el jubilado Rigoberto.
Como la mayoría de sus coterráneos, él tiene muy poco que dar.
Source: SOS para Baracoa, Maisí y Guantánamo, en eso coinciden los
cubanos | Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/america-latina/sos-baracoa-maisi-y-guantanamo-eso-coinciden-los-cubanos-n4105473
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