Wednesday, June 11, 2014

Our Own Dangerous “Twin Towers”

Our Own Dangerous "Twin Towers" / 14ymedio, Victor Ariel Gonzalez
Posted on June 11, 2014

Havana, June 9, 2014, Victor Ariel Gonzalez — Corrugated fiber-cement
sheets and wooden planks form a security fence in the shadow of the two
tallest buildings of an iconic Havana site: the "Twin Towers" at Texas
Corner, where 240 families live, marooned, as the buildings crumble.

Every day many people walk past, where the sidewalks of Calzada Del
Cerro and Diez de Octubre intersect. Life goes on as usual at the foot
of the gray structures, 20 floors and 200 feet high, which dangerously
dominate the landscape.

A glance behind the makeshift wall leaves no doubt about the problem:
chunks of rust-stained concrete detached from the walls are scattered in
the grass, evidence of the deterioration of the buildings. If you look
up, the poor state of the structural walls, which support thousands of
tons, is revealed, with their broken edges and numerous areas where
rebar is exposed.

The corrosion causes the metal framework inside the concrete to expand,
creating pressure on the covering, cracking and loosening pieces. People
say the concrete is "bursting." This is inevitable in construction using
low-quality materials or inadequate technology in the
concrete-fabricating process. The phenomenon now affects both 20-story
structures on Texas Corner.

An unpredictable and deadly shower of concrete hailstones weighing
several pounds

With rust replacing metal, the reinforcing steel loses its structural
strength, which is its sole purpose. The building weakens, significantly
shortening its useful life. Those who inhabit the buildings are at risk,
but not only them. Before the agency responsible for repairing
properties extended the protective perimeter in October 2013, passersby
were exposed to an unpredictable and deadly shower of concrete
hailstones weighing several pounds.

Children play after school in the portion of the park remaining outside
the fence. A neighbor, whose little granddaughter is running around
there, recalls that construction of the towers was completed in 1992: "I
myself participated in the work because during that time I was in the
micro." She is referring to the "microbrigades," crews of unskilled
laborers who built multifamily housing in exchange for a place to live.
"They gave me an apartment here, but I've always had problems. The
windows don't keep the rain out."

She remembers that the south tower was built entirely by prisoners,
while the north was under the control of those who would be the future
owners. In both cases, the work left much to be desired technically.
"One time they came around collecting money to retouch the exterior
bearing walls, but the people wouldn't agree because the windows were
going to stay the same and the problem was not really going to be
solved." That was several years ago.

Now emergency intervention is needed. But those who installed the fence
in only a few days—supposedly the same ones who would repair the
towers—have not continued the work, which has been postponed
indefinitely. The residents have not been informed of a date for the
work to be done. The months go by and the risk increases every day as
the corrosion silently advances.

Source: Our Own Dangerous "Twin Towers" / 14ymedio, Victor Ariel
Gonzalez | Translating Cuba -
http://translatingcuba.com/our-own-dangerous-twin-towers-14ymedio-victor-ariel-gonzalez/

Tuesday, June 10, 2014

668, un número para el desastre

668, un número para el desastre
[10-06-2014 12:27:15]
Enrique Díaz Rodríguez

(www.miscelaneasdecuba.net).- Familias en Cuba peligran ante la
posibilidad de morir aplastadas bajo los escombros de sus viviendas.
Ubicado en la calle Zanja % Aramburu y Soledad, se encuentra un solar
habanero, marcado con el número 668. Una oxidada reja custodia la
entrada del local. La solidez de sus fierros, desentonan con la
apariencia ruinosa de las viviendas que en su interior apenas logran
mantenerse en pie. ¡La imagen que logra captar el ojo curioso es deprimente!

Al cruzar el umbral, se experimenta la sensación de estar en una trampa
mortal. El peligro acecha a las diversas personas, que habitan las
deterioradas viviendas que componen el solar.

Recorriendo la construcción, se observa que las paredes sanas son las
menos existentes. Se aprecian los arquitrabes desechos, dejando ver
vigas fatigadas y oxidadas que son el soporte vital de la construcción.
Todo el tercer piso está destruido, faltando algunas secciones.
Desafiando las leyes de la gravedad, el inmueble se mantiene apuntalado
en la planta baja, por horcones de madera, los cuales evitan que los
balcones se desplomen, al igual que el piso central.

El certero aviso de un vecino, quien alerta de la posible caída de un
trozo de escombro, denota que trasladarse es peligroso. Solo el buen
hombre, tras alertar, continúa como si nada en busca de un pomo de refresco.

Investigo con un joven que se encuentra sentado en el pasillo (quien no
quiso revelar su nombre) ¿si vive en el solar?, y si es así, ¿por qué
vive en condiciones tan peligrosas?

Este responde con tono afligido "Hace dos años que esto se está cayendo
a pedazos, somos unas 19 familias que no tenemos donde meternos y nadie
acaba de resolver el problema".

Agrega que diferentes personas, a diferentes niveles, han prometido
resolver la situación, pero la realidad habla por sí sola.

Una antigua escalera destartalada, conduce los pasos hasta la planta
alta. Se ve a una anciana descalza, sentada dentro de una lúgubre
habitación. A su lado un señor mayor mantiene una charla incoherente con
el viento. La anciana se nombra Concepción Bonfante, y no puede caminar.
El hombre que la acompaña es Francisco Torres Bonfante, quien tiene
serios problemas mentales.

Lo que una vez fue un refugio seguro para todos ellos, hoy languidece
bajo el triste destino impuesto por la indiferencia, el de convertirse
en el sepulcro de valiosas vidas humanas.

Source: 668, un número para el desastre - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5396dd833a682e14c0425c3c#.U5bwmfmSwx4

Monday, June 9, 2014

Nuestras "Torres Gemelas" peligran

Nuestras "Torres Gemelas" peligran
VÍCTOR ARIEL GONZÁLEZ, La Habana | Junio 09, 2014

Planchas onduladas de fibrocemento y tablas de madera conforman una
valla de seguridad a la sombra de los dos edificios más altos de un
sitio emblemático de La Habana: las "Torres Gemelas" de la Esquina de
Tejas. Ahí viven 240 familias abandonadas a su suerte mientras los
edificios se desmoronan.

Mucha gente pasa caminando a diario por aquí, donde confluyen las
calzadas del Cerro y Diez de Octubre. La vida sigue su curso normal a
los pies de las grises estructuras de 60 metros de altura y 20 plantas
que dominan peligrosamente el paisaje.

Un simple vistazo detrás de la improvisada tapia no deja lugar a dudas
sobre el problema: pedazos de concreto desprendidos de las paredes están
desperdigados por la hierba, manchados de óxido, acusando el deterioro
de los inmuebles. Si se mira hacia arriba, se comprueba el mal estado de
los muros estructurales que soportan miles de toneladas, con las aristas
destrozadas y abundantes áreas donde las cabillas están a la intemperie.

La corrosión hace que el metal de la armadura se expanda dentro del
hormigón y crea una presión sobre el recubrimiento, que se agrieta y
suelta trozos. La voz popular dice que el concreto se "revienta". Esto
es inevitable en construcciones que utilizan materiales sin calidad
suficiente o tecnologías inadecuadas en el proceso de hormigonado. El
fenómeno afecta hoy a ambos 20-plantas de la Esquina de Tejas.

Con el óxido sustituyendo al metal, el acero de refuerzo va perdiendo su
resistencia estructural, que es su razón de ser. El edificio se debilita
y disminuye sensiblemente su vida útil. Corren peligro los que habitan
los edificios, pero no sólo ellos. Antes de que la entidad encargada de
reparar los inmuebles delimitara el perímetro de protección en octubre
de 2013, los transeúntes estuvieron expuestos a una impredecible y
mortífera lluvia de trozos de concreto, que llegan a pesar varios kilos.

Los niños juegan después de clase en la porción del parque que ha
quedado fuera de la cerca. Una vecina, cuya nieta pequeña corretea por
el lugar, cuenta que la construcción de las torres terminó en 1992: "Yo
misma participé en los trabajos porque, cuando aquello, yo estaba en la
micro". Se refiere a las "microbrigadas", esas cuadrillas de
trabajadores no calificados que construían edificios multifamiliares a
cambio de una vivienda. "Me dieron un apartamento aquí, pero siempre
tuvo problemas. Las ventanas dejan filtrar la lluvia".

Recuerda que el edificio sur fue construido totalmente por reclusos,
mientras que el norte estuvo a cargo de los que serían los futuros
propietarios. En todo caso, la obra dejó técnicamente bastante que
desear. "Una vez pasaron recogiendo dinero para retocar los parapetos
[tímpanos o paredes de carga que dan al exterior], pero la gente no
estuvo de acuerdo porque las ventanas se iban a quedar igual y el
problema no se iba a resolver de verdad". De esto hace ya unos años.

Ahora se necesita una intervención de urgencia. Pero quienes instalaron
la empalizada en unos pocos días –supuestamente los mismos que
repararían las torres– no han continuado los trabajos, que se están
aplazando indefinidamente. A los vecinos no les han informado de una
fecha para las obras. Transcurren los meses y el riesgo crece cada día
mientras la corrosión avanza de forma silenciosa.

Source: Nuestras "Torres Gemelas" peligran -
http://www.14ymedio.com/reportajes/Lluvia-escombros-Esquina-Tejas_0_1575442442.html

Yo también cumplo 500 años

Yo también cumplo 500 años
[09-06-2014 11:51:25]
Aimara Peña González
Periodista Independiente, Agencia Yayabo Press

(www.miscelaneasdecuba.net).- A sólos dos cuadras de parque Serafín
Sánchez, en la calle Manolo Solano entre Juan Gualberto Gómez y Silva se
encuentra la vivienda número 152 que aparece en la foto.
La señora María Teresa Pedroso Sierra de 73 años de edad, es la
propietaria de dicha vivienda que supuestamente se encuentra en el casco
histórico de la ciudad espirituana, pero que los arreglos que se han
hecho para festejar los 500 años de la villa no llegaron a ella. Pedroso
aseguró que su casa, en peligro de derrumbe, era un antiguo cuartel de
la añeja villa.

Esta anciana vive con su nieta y una bisnieta, según las fuentes no
cuentan con recursos para arreglar la casa que se les cae encima. Todo
el engalanamiento llega justo hasta la esquina de la cuadra, donde
cambiaron puertas y ventanas de las casas y pintaron fachadas. Esta
respetable señora nos contó que presume la desatención porque es viuda
de un fusilado por el gobierno de los Castro a inicios del año 1959.

Su esposo quien tenía el grado de sargento en el gobierno de Fulgencio
Batista fue falsamente acusado y condenado por un supuesto tribunal de
guerra que lo condenó al paredón de fusilamiento, dejándola con 18 años
y un bebe en camino, totalmente desamparada. Actualmente su casa sirve
de sede de una delegación del partido Cuba Independiente y Democrática,
en Sancti Spíritus.

Los años han golpeado la humilde morada, que nunca ha recibido ayuda
alguna. Mientras se gastaron 63 millones de pesos en pintar, remodelar y
arreglar fachadas, ésta quedó cerca, pero lejos de la posibilidad de
esperar, al menos presentable, los 500 años que ella también cumplía.

Source: Yo también cumplo 500 años - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5395839d3a682e05b059baaf#.U5WQx_mSwx4