¿Al fin Planificación Física de Habana del Este trabaja para la población?
ADRIANA ZAMORA | La Habana | 13 de Julio de 2016 - 23:12 CEST.
Un portal recientemente demolido en la zona 11 de Alamar es el foco de
los comentarios de los vecinos del barrio. Se trata del construido por
los residentes en el apartamento 1 del edificio B-69, una numerosa
familia conocida por todos en la zona.
"Vinieron con policía y todo a demoler", comentan algunos.
"Aquí todo el mundo ha cerrado los jardines y hasta los patios, pero la
cogieron con ellos por envidia", opina una vecina del edificio E-56, en
la cuadra siguiente. "Por gusto, porque los que viven ahí son gente
honesta y todo lo que tienen lo han conseguido trabajando muy duro".
La misma opinión tiene otros vecinos del B-69.
Aunque hace un año abundan los comentarios sobre la posible demolición
de garajes y cercados en el municipio, esta es la primera vez que los
vecinos de la zona 11 ven que ocurra realmente, por eso ha llamado tanto
la atención.
Sin embargo, María de los Ángeles Acosta, dueña del apartamento en
cuestión, desmiente los rumores que acusan a las autoridades municipales
de maltrato e injusticia en su caso.
"No es cierto que haya venido la policía ni una brigada de demolición",
asegura María. "Mi propia familia demolió el portal, porque estuvimos de
acuerdo en que no cumplía con los parámetros establecidos".
María explica que los inspectores de Planificación Física se acercaron a
ella y le explicaron las características que están establecidas para el
cercado de un jardín que se considera "zona comunitaria".
"Yo tengo la autorización firmada por todos los vecinos para utilizar el
espacio, por ese lado no hay problemas", explica María. "Donde se me fue
la mano fue en la construcción".
Los inspectores explicaron a María las reformas que debería hacer para
cumplir con los parámetros permitidos, y ella y su familia se encuentran
en estos momentos arreglando el portal dentro de ellos.
María Acosta tiene una familia grande y todos conviven en el pequeño
apartamento de la zona 11. Las modificaciones que han hecho a su
vivienda responden mayormente a la necesidad de ampliar el espacio
habitacional, porque realmente lo necesitan.
"Somos mi esposo y yo, mis tres hijos, las esposas de dos de ellos, mis
nietos y un sobrino del que me estoy ocupando", contabiliza María.
Todo parece indicar que el espacio añadido para habitaciones no está
dentro de lo que le interesa eliminar a las autoridades de Planificación
Física municipales.
"Ellos saben que el hacinamiento en Alamar es grande", opina otro vecino
de la zona 11. "La gente que ha logrado mejorar construyendo cuartos
alivia ese problema y no sería humano volverlos a meter a todos en un
cuarto, porque tampoco Vivienda puede resolverles el problema".
En el caso de María, las modificaciones habitacionales del apartamento
no fueron causa de cuestionamiento, solo el portal. Ella y su familia no
consideran que haya habido injusticia, como comentan los vecinos.
"Al contrario", dice María. "Planificación Física se ha interesado por
nuestro caso, porque consideraron que realmente necesitamos espacio para
no vivir hacinados".
Para analizar el caso, María de los Ángeles fue citada al Poder Popular
municipal, a una reunión donde asistieron también funcionarios de
Planificación Física y de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
"Estaban allí Ramón, el director de Planificación Física y Germán, el
vicepresidente del Poder Popular. También fueron el teniente coronel
Ramírez, jefe de la policía en Alamar y el mayor Noa", cuenta María.
"Todos fueron muy receptivos conmigo y estuvieron de acuerdo en que
necesitamos realmente más espacio. Yo me siento agradecida porque se han
portado muy bien conmigo".
En estos momentos, María se encuentra haciendo gestiones con el apoyo de
estos funcionarios para la posible obtención de un terreno que le
permita a su familia solucionar de una vez y por todas su necesidad
habitacional.
"Yo tengo mucha fe en que se va a resolver, aunque no es fácil, porque
somos muchas personas necesitadas", dice María, quien además asegura que
nadie le ha pedido un centavo por todas las gestiones.
Los amigos y vecinos que están enterados de la situación no pueden más
que asombrarse de que las autoridades se estén ocupando realmente de
esta familia y de que nadie haya intentado cobrarles. Algunos lo
atribuyen a la intervención divina, pero otros razonan que se debe al
cambio de dirección en Planificación Física municipal, cuya anterior
directora, Ana Luisa Márquez, se hizo tristemente célebre en la
comunidad por sus desmanes y malos tratos a la población.
"Parece que están luchando por mejorar su imagen con la gente", especula
Yeney. "Y tratando de parar la corrupción, porque todo el mundo sabe el
reguero que hubo siempre con la Vivienda".
"A la directora anterior no le importaba si la gente tenía que dormir
debajo de un árbol", opina Isis, vecina de la zona 9. "Si el que está
ahora hace mejor su trabajo, lo aplaudo, aunque todavía hay que ver, el
tiempo dirá".
Source: ¿Al fin Planificación Física de Habana del Este trabaja para la
población? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1468444337_23818.html
Cuba need lacks adequate housing for it's people. Over 880,000 (official data 07/2017) houses need extensive repairs or have to be built. Houses could only be "exchanged" until recently. Now they can be sold. Often houses are impounded for "infractions". People that leave the country illegally lose their property rights. This site highlights the plight of Cubans. La vivienda: problema Cubana
Thursday, July 14, 2016
Wednesday, July 13, 2016
Los sueños rotos de Caunao Sur
Los sueños rotos de Caunao Sur
Alguna vez su gente pensó que al fin todos sus problemas estaban resueltos
Miércoles, julio 13, 2016 | Alejandro Tur Valladares
CIENFUEGOS, Cuba.- Caunao Sur, un caserío ubicado cinco kilómetros al
este de la ciudad de Cienfuegos, agrupado en cincuenta bloques de casas
biplantas, sufre los efectos de la mala planificación, la escasez de
recursos, la falta de pertenencia de los constructores y el desvío de
materiales, un fenómeno recurrente en las obras constructivas estatales.
La persistencia de estos males afecta la vida de sus habitantes, que ya
comienzan a despertar de su "viejo sueño".
Midalis Margarita Crespo, Delegada de la Circunscripción, recuerda que
"todos los que llegamos aquí traíamos la idea de que Caunao Sur sería un
proyecto nuevo, con algunas comodidades. Se nos había dicho que no
íbamos a tener que salir de aquí, pues aquí lo tendríamos todo".
"Las carencias comenzaron a hacerse sentir de inmediato", comenta Tania
Reyes García, fundadora de la comunidad, quien afirma que "las
dificultades con el bombeo de agua, la carencia de transporte y de
comunicación telefónica, las tupiciones continuas en la red
hidrosanitaria y los graves problemas constructivos nos hacen la vida
poco agradable".
Reyes García enfatizó que "aunque la situación con el transporte es
grave, porque el ómnibus rutero entra al reparto cuando se acuerda, el
problema que más nos golpea es el bombeo de agua hasta los hogares".
Sobre este tema, Yoel Gutiérrez, presidente del CDR (Comité de Defensa
de la Revolución), explicó que "la Empresa de Acueducto y Alcantarillado
exige como uno de sus requisitos para contratar a un encargado de
bombear el agua, que el contratado sea propietario de una de las
viviendas, y la mayoría de quienes vivimos aquí no tenemos propiedad".
Pero los problemas parecen multiplicarse por cien en la comunidad,
cuando en los primeros días de cada mes los residentes de Caunao Sur
deben recorrer kilómetro y medio para llegar hasta la bodega "La Ceiba"
—donde adquieren los productos de la cartilla de racionamiento 1846
consumidores— y hacer una larga fila bajo la inclemencia del sol.
"Todo son problemas y dificultades", asegura la Delegada, quien se
refiere esta vez al problema con las comunicaciones: "El reparto tiene
asignado un teléfono público con crédito para tres mil minutos mensuales
que se agotan muy rápido. Eso ha originado muchas quejas de los
pobladores, por lo que tuve que tomar la decisión de desconectarlo y
guardarlo hasta que se adopte un nuevo acuerdo".
"Pero lo peor sigue siendo el mal estado de los inmuebles", se lamenta
Ángel Cesario Alfonso, un morador de 73 años, quien nos muestra las
grietas en las vigas de hormigón que soportan la carga, las losas
fracturadas que enchapan la meseta de la cocina, y los fregaderos y
marcos de las puertas separados de su base , mientras confiesa
decepcionado : "Al llegar aquí, pensé que descansaría, que nunca más
tendría que preocuparme, pero la realidad me ha dado un portazo en la
cara, y el sueño se rompió".
Video:
https://www.youtube.com/watch?v=HtDSTdLk4Qc
Source: Los sueños rotos de Caunao Sur | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/los-suenos-rotos-de-caunao/
Alguna vez su gente pensó que al fin todos sus problemas estaban resueltos
Miércoles, julio 13, 2016 | Alejandro Tur Valladares
CIENFUEGOS, Cuba.- Caunao Sur, un caserío ubicado cinco kilómetros al
este de la ciudad de Cienfuegos, agrupado en cincuenta bloques de casas
biplantas, sufre los efectos de la mala planificación, la escasez de
recursos, la falta de pertenencia de los constructores y el desvío de
materiales, un fenómeno recurrente en las obras constructivas estatales.
La persistencia de estos males afecta la vida de sus habitantes, que ya
comienzan a despertar de su "viejo sueño".
Midalis Margarita Crespo, Delegada de la Circunscripción, recuerda que
"todos los que llegamos aquí traíamos la idea de que Caunao Sur sería un
proyecto nuevo, con algunas comodidades. Se nos había dicho que no
íbamos a tener que salir de aquí, pues aquí lo tendríamos todo".
"Las carencias comenzaron a hacerse sentir de inmediato", comenta Tania
Reyes García, fundadora de la comunidad, quien afirma que "las
dificultades con el bombeo de agua, la carencia de transporte y de
comunicación telefónica, las tupiciones continuas en la red
hidrosanitaria y los graves problemas constructivos nos hacen la vida
poco agradable".
Reyes García enfatizó que "aunque la situación con el transporte es
grave, porque el ómnibus rutero entra al reparto cuando se acuerda, el
problema que más nos golpea es el bombeo de agua hasta los hogares".
Sobre este tema, Yoel Gutiérrez, presidente del CDR (Comité de Defensa
de la Revolución), explicó que "la Empresa de Acueducto y Alcantarillado
exige como uno de sus requisitos para contratar a un encargado de
bombear el agua, que el contratado sea propietario de una de las
viviendas, y la mayoría de quienes vivimos aquí no tenemos propiedad".
Pero los problemas parecen multiplicarse por cien en la comunidad,
cuando en los primeros días de cada mes los residentes de Caunao Sur
deben recorrer kilómetro y medio para llegar hasta la bodega "La Ceiba"
—donde adquieren los productos de la cartilla de racionamiento 1846
consumidores— y hacer una larga fila bajo la inclemencia del sol.
"Todo son problemas y dificultades", asegura la Delegada, quien se
refiere esta vez al problema con las comunicaciones: "El reparto tiene
asignado un teléfono público con crédito para tres mil minutos mensuales
que se agotan muy rápido. Eso ha originado muchas quejas de los
pobladores, por lo que tuve que tomar la decisión de desconectarlo y
guardarlo hasta que se adopte un nuevo acuerdo".
"Pero lo peor sigue siendo el mal estado de los inmuebles", se lamenta
Ángel Cesario Alfonso, un morador de 73 años, quien nos muestra las
grietas en las vigas de hormigón que soportan la carga, las losas
fracturadas que enchapan la meseta de la cocina, y los fregaderos y
marcos de las puertas separados de su base , mientras confiesa
decepcionado : "Al llegar aquí, pensé que descansaría, que nunca más
tendría que preocuparme, pero la realidad me ha dado un portazo en la
cara, y el sueño se rompió".
Video:
https://www.youtube.com/watch?v=HtDSTdLk4Qc
Source: Los sueños rotos de Caunao Sur | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/los-suenos-rotos-de-caunao/
Sunday, July 10, 2016
Música, ron, barbacoas, derrumbes y albergues
Música, ron, barbacoas, derrumbes y albergues
FERNANDO DÁMASO | La Habana | 10 de Julio de 2016 - 09:03 CEST.
El municipio Centro Habana, compuesto por los barrios de Cayo Hueso,
Pueblo Nuevo, San Lázaro, Colón, Dragones, Guadalupe, La Punta
(parcialmente), Los Sitios, Monserrate, San Leopoldo y Tacón, constituye
la extensión inmediata de la ciudad, a partir del Paseo del Prado y de
la Calzada de Monte. Su territorio se encuentra enclavado entre La
Punta, Malecón y Calle 23, Calzada de Infanta, Avenida Manglar, Calzada
de Monte y Paseo del Prado. Poseía varios puentes, entre ellos los de
Galiano, Escobar, Manrique, San Lázaro y Ánimas, en las calles de los
mismos nombres, los cuales desde hace años no existen.
El municipio se convirtió, de forma rápida, principalmente después de la
instauración de la República, en la zona comercial preferida de los
habaneros. Sus calles y calzadas, entre las cuales se encuentran
Galiano, Reina, Zanja, San Rafael, Neptuno, San Miguel, Carlos III
(parcialmente), San Lázaro, Belascoaín, Virtudes, Lealtad, Malecón,
Infanta y otras, se llenaron de comercios de todo tipo, instalándose en
algunas de ellas las principales tiendas por departamentos, como El
Encanto, La Ópera, Fin de Siglo, La Época, Los Precios Fijos, los Ten
Cents, Sears, los Almacenes Ultra, el Bazar Inglés, Flogar, La Casa
Pérez, Almacenes Inclán, La Casa Cofiño, La Filosofía, La Sortija, Paris
Viena, Cancha, Miralda, Albión, Belinda, California, Los Reyes Magos y
otras muchas.
La frase "ir a La Habana" significaba entonces ir a estos comercios.
También existían las joyerías Riviera, La Casa Quintana, Le Trianón y
Cuervo y Sobrinos, los cines y teatros Campoamor, Alhambra (desde 1890),
América, Cinecito, Rex Cinema Duplex, Neptuno, Águila de Oro, Favorito,
Finlay, Majestic, Palace, Patria, Reina, Cuba, Rialto, Astral, Strand,
Verdún, Cuatro Caminos, Infanta, Florencia, Warner y otros y, entre
muchos, los restaurantes y cafeterías América, Asturias, California,
Miami (Caracas), El Colmao, El Colonial, Fornos, La Muralla China, Las
Avenidas, Madrid, Strand, Los Parados y Manzanares.
La mayoría de sus edificaciones importantes corresponden a los siglos
XIX y XX. Entre las primeras se encuentran el Palacio de Aldama, la
iglesia de Nuestra Señora de Monserrate, la de San Judas y San Nicolás,
la casa de Antonio Bachiller y Morales, las casas situadas al comienzo
de Carlos III, el Torreón de San Lázaro, la denominada Casa de las
Viudas y los ya inexistentes Cementerio de Espada, Asilo de Mendigos San
José, Mercado de Tacón o Plaza del Vapor y la Casa de Beneficencia.
Entre las edificaciones del siglo XX se encuentran la Escuela de Artes y
Oficios, el edificio de la antigua Compañía Cubana de Teléfonos, la
Fábrica de Tabacos Partagás, el Centro Gallego (donde estuviera el
teatro Tacón), el teatro Campoamor (donde estuviera el Albizu), los
edificios América, del antiguo periódico El País y de El Cetro de Oro,
la casa de José Crusellas, el convento e iglesia del Sagrado Corazón, el
colegio La Inmaculada, la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad, el
Gran Templo Nacional Masónico, el edificio de la Compañía Cubana de
Electricidad, el de la Sociedad Económica de Amigos del País, el Mercado
y el Hospital Municipal de Emergencias "General Freyre de Andrade", el
convento e iglesia de Nuestra Señora del Carmen, la Escuela Normal de
Maestros con su parque, el Hospital "Hermanos Ameijeiras", el edificio
de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el Solimar y el de la
emisora Radio Progreso, los parques Maceo, de los Mártires
Universitarios, Trillo, Finlay, Peñalver, Garcine (demolido), Marcelo
Salado, donde estuvo la Plaza del Vapor, y Fe del Valle, donde estuvo la
tienda El Encanto.
Todas estas obras se deben a magníficos arquitectos e ingenieros, tanto
en el período colonial (en menor escala) como en el republicano. En el
primero se destacan Manuel José Carrerá y Marcos Lucio. En el segundo,
entre otros, Paul Belau, Hilario del Castillo, Charles B. Brun, Leonardo
y Luis Morales Pedroso, Cristóbal Díaz, Rafael de Cárdenas, Luis
Gogorza, Emilio Vasconcelos, Jorge Luis Echarte, Félix Cabarrocas,
Evelio Govantes, José F, Mata, Francisco Centurión, Fernando de Zárraga,
Miguel Ángel Moenck, Antonio Quintana, Nicolás Arroyo, Gabriela Menéndez
y Víctor Morales de Cárdenas. También existen obras de arte de
importantes escultores como Domenico Boni, Luis M. Regüez, Giuseppe
Moretti, Ramón Mateu Montesinos, Guido Da Michel, Teodoro Blanco Ramos y
Juan José Sicre.
En el municipio se encuentra el conocido Barrio Chino, exótico y
populoso durante la República, bastante lejanos hoy sus días de
prosperidad, utilizado actualmente, principalmente en un sector reducido
de la calle Zanja, con fines turísticos en el giro gastronómico; así
como también Cayo Hueso, donde nació el "feeling" en un ambiente de
guitarras y ron, hoy visitado por extranjeros, debido a la existencia
del denominado Callejón de Hamel, plagado de pinturas murales.
La Esquina del Pecado ya es solo un recuerdo, al igual que la Plaza del
Vapor, con sus billetes de la Lotería Nacional, las hermosas aceras de
granito blanco y verde de la calle San Rafael, las grandes tiendas por
departamentos de vidrieras adornadas durante todo el año y con aire
acondicionado, las elegantes joyerías y el ir y venir constante de los
transeúntes por aceras y portales limpios.
Centro Habana es una de las zonas de la ciudad que ha recibido mayor
cantidad de emigrantes de otras provincias, multiplicando su población
en la misma superficie habitacional que existía antes de 1959. Así,
inmuebles donde residían anteriormente una sola familia compuesta de dos
a cuatro miembros, han sido ocupados por familias mucho más numerosas,
adicionándoles espacios verticales no previstos en el diseño original,
las conocidas "barbacoas" (entrepisos aprovechando los altos puntales),
afectando la estructura de la edificación y produciendo hacinamiento
poblacional sin las condiciones higiénicas y sanitarias requeridas.
Esta mala práctica, se ha extendido a algunos edificios de apartamentos
y a locales de establecimientos desactivados, convirtiéndolos en
verdaderas "ciudadelas". Este hacinamiento también ha propiciado el
surgimiento de las denominadas "camas calientes", las cuales son
ocupadas por unos miembros de la familia de día y por otros de noche.
Antes, a este tipo de alojamiento precario, se le llamaba "solar",
después se utilizó el término de "ciudadela" y ahora, oficialmente, se
le llama "complejo habitacional", como si cambiar el nombre resolviera
la situación crítica de quienes se ven obligados a habitarlo, lo cual
demuestra el fracaso de quienes una vez, hace muchos años, cuando el
problema no era tal, prometieron "resolver el problema de la vivienda en
Cuba".
A esta carencia de viviendas en el municipio, se suma el hecho de que
constantemente se pierden edificaciones por derrumbes (a un promedio de
tres diarios), debido, además de a las causas ya señaladas, a la falta
de mantenimiento y reparación durante años, sin que se haya construido
lo necesario, no ya para el incremento del fondo habitacional, sino para
reponer lo que se pierde. Esto aumenta el número de familias alojadas en
albergues "temporales" con condiciones precarias, cuyo alojamiento se
prolonga generalmente por cinco, 10, 15, 20 y más años.
Una nueva desgracia se está haciendo realidad: las autoridades,
incapaces por falta de recursos económicos y tecnológicos de reparar o
renovar el sistema eléctrico soterrado, construido en la primera mitad
del siglo XX, han comenzado a sustituirlo, según ellas provisionalmente,
en algunas calles por líneas aéreas, con las desventajas que las mismas
representan ante diferentes fenómenos atmosféricos, dando un paso atrás
a un desarrollo ya alcanzado. De continuar por este camino
involucionista, no sería de extrañar que la colapsada red del acueducto
fuera sustituida por la Zanja Real de la época colonial.
Con el trabajo por cuenta propia, los nuevos pequeños empresarios, a
pesar de las múltiples trabas burocráticas existentes, y del alto costo
de los materiales y de la mano de obra, han realizado el rescate y
mejoramiento de sus locales, aunque no siempre todos con buena calidad
constructiva ni buen gusto estético, repitiendo, en muchos casos, la
tendencia "kitsch" tan generalizada desde hace años en el sector estatal.
El municipio clama por un plan serio de reconstrucciones y
construcciones estatal que se aplique a las edificaciones altas, aunque
una parte de su costo deba ser sufragado gradualmente por quienes las
habitan, y porque se permita la construcción particular, siempre y
cuando se respeten las regulaciones urbanísticas, ofertando materiales a
precios asequibles. Solo mediante el trabajo del sector estatal y del
particular podrá rescatarse y transformarse Centro Habana.
Source: Música, ron, barbacoas, derrumbes y albergues | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1468015488_23710.html
FERNANDO DÁMASO | La Habana | 10 de Julio de 2016 - 09:03 CEST.
El municipio Centro Habana, compuesto por los barrios de Cayo Hueso,
Pueblo Nuevo, San Lázaro, Colón, Dragones, Guadalupe, La Punta
(parcialmente), Los Sitios, Monserrate, San Leopoldo y Tacón, constituye
la extensión inmediata de la ciudad, a partir del Paseo del Prado y de
la Calzada de Monte. Su territorio se encuentra enclavado entre La
Punta, Malecón y Calle 23, Calzada de Infanta, Avenida Manglar, Calzada
de Monte y Paseo del Prado. Poseía varios puentes, entre ellos los de
Galiano, Escobar, Manrique, San Lázaro y Ánimas, en las calles de los
mismos nombres, los cuales desde hace años no existen.
El municipio se convirtió, de forma rápida, principalmente después de la
instauración de la República, en la zona comercial preferida de los
habaneros. Sus calles y calzadas, entre las cuales se encuentran
Galiano, Reina, Zanja, San Rafael, Neptuno, San Miguel, Carlos III
(parcialmente), San Lázaro, Belascoaín, Virtudes, Lealtad, Malecón,
Infanta y otras, se llenaron de comercios de todo tipo, instalándose en
algunas de ellas las principales tiendas por departamentos, como El
Encanto, La Ópera, Fin de Siglo, La Época, Los Precios Fijos, los Ten
Cents, Sears, los Almacenes Ultra, el Bazar Inglés, Flogar, La Casa
Pérez, Almacenes Inclán, La Casa Cofiño, La Filosofía, La Sortija, Paris
Viena, Cancha, Miralda, Albión, Belinda, California, Los Reyes Magos y
otras muchas.
La frase "ir a La Habana" significaba entonces ir a estos comercios.
También existían las joyerías Riviera, La Casa Quintana, Le Trianón y
Cuervo y Sobrinos, los cines y teatros Campoamor, Alhambra (desde 1890),
América, Cinecito, Rex Cinema Duplex, Neptuno, Águila de Oro, Favorito,
Finlay, Majestic, Palace, Patria, Reina, Cuba, Rialto, Astral, Strand,
Verdún, Cuatro Caminos, Infanta, Florencia, Warner y otros y, entre
muchos, los restaurantes y cafeterías América, Asturias, California,
Miami (Caracas), El Colmao, El Colonial, Fornos, La Muralla China, Las
Avenidas, Madrid, Strand, Los Parados y Manzanares.
La mayoría de sus edificaciones importantes corresponden a los siglos
XIX y XX. Entre las primeras se encuentran el Palacio de Aldama, la
iglesia de Nuestra Señora de Monserrate, la de San Judas y San Nicolás,
la casa de Antonio Bachiller y Morales, las casas situadas al comienzo
de Carlos III, el Torreón de San Lázaro, la denominada Casa de las
Viudas y los ya inexistentes Cementerio de Espada, Asilo de Mendigos San
José, Mercado de Tacón o Plaza del Vapor y la Casa de Beneficencia.
Entre las edificaciones del siglo XX se encuentran la Escuela de Artes y
Oficios, el edificio de la antigua Compañía Cubana de Teléfonos, la
Fábrica de Tabacos Partagás, el Centro Gallego (donde estuviera el
teatro Tacón), el teatro Campoamor (donde estuviera el Albizu), los
edificios América, del antiguo periódico El País y de El Cetro de Oro,
la casa de José Crusellas, el convento e iglesia del Sagrado Corazón, el
colegio La Inmaculada, la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad, el
Gran Templo Nacional Masónico, el edificio de la Compañía Cubana de
Electricidad, el de la Sociedad Económica de Amigos del País, el Mercado
y el Hospital Municipal de Emergencias "General Freyre de Andrade", el
convento e iglesia de Nuestra Señora del Carmen, la Escuela Normal de
Maestros con su parque, el Hospital "Hermanos Ameijeiras", el edificio
de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el Solimar y el de la
emisora Radio Progreso, los parques Maceo, de los Mártires
Universitarios, Trillo, Finlay, Peñalver, Garcine (demolido), Marcelo
Salado, donde estuvo la Plaza del Vapor, y Fe del Valle, donde estuvo la
tienda El Encanto.
Todas estas obras se deben a magníficos arquitectos e ingenieros, tanto
en el período colonial (en menor escala) como en el republicano. En el
primero se destacan Manuel José Carrerá y Marcos Lucio. En el segundo,
entre otros, Paul Belau, Hilario del Castillo, Charles B. Brun, Leonardo
y Luis Morales Pedroso, Cristóbal Díaz, Rafael de Cárdenas, Luis
Gogorza, Emilio Vasconcelos, Jorge Luis Echarte, Félix Cabarrocas,
Evelio Govantes, José F, Mata, Francisco Centurión, Fernando de Zárraga,
Miguel Ángel Moenck, Antonio Quintana, Nicolás Arroyo, Gabriela Menéndez
y Víctor Morales de Cárdenas. También existen obras de arte de
importantes escultores como Domenico Boni, Luis M. Regüez, Giuseppe
Moretti, Ramón Mateu Montesinos, Guido Da Michel, Teodoro Blanco Ramos y
Juan José Sicre.
En el municipio se encuentra el conocido Barrio Chino, exótico y
populoso durante la República, bastante lejanos hoy sus días de
prosperidad, utilizado actualmente, principalmente en un sector reducido
de la calle Zanja, con fines turísticos en el giro gastronómico; así
como también Cayo Hueso, donde nació el "feeling" en un ambiente de
guitarras y ron, hoy visitado por extranjeros, debido a la existencia
del denominado Callejón de Hamel, plagado de pinturas murales.
La Esquina del Pecado ya es solo un recuerdo, al igual que la Plaza del
Vapor, con sus billetes de la Lotería Nacional, las hermosas aceras de
granito blanco y verde de la calle San Rafael, las grandes tiendas por
departamentos de vidrieras adornadas durante todo el año y con aire
acondicionado, las elegantes joyerías y el ir y venir constante de los
transeúntes por aceras y portales limpios.
Centro Habana es una de las zonas de la ciudad que ha recibido mayor
cantidad de emigrantes de otras provincias, multiplicando su población
en la misma superficie habitacional que existía antes de 1959. Así,
inmuebles donde residían anteriormente una sola familia compuesta de dos
a cuatro miembros, han sido ocupados por familias mucho más numerosas,
adicionándoles espacios verticales no previstos en el diseño original,
las conocidas "barbacoas" (entrepisos aprovechando los altos puntales),
afectando la estructura de la edificación y produciendo hacinamiento
poblacional sin las condiciones higiénicas y sanitarias requeridas.
Esta mala práctica, se ha extendido a algunos edificios de apartamentos
y a locales de establecimientos desactivados, convirtiéndolos en
verdaderas "ciudadelas". Este hacinamiento también ha propiciado el
surgimiento de las denominadas "camas calientes", las cuales son
ocupadas por unos miembros de la familia de día y por otros de noche.
Antes, a este tipo de alojamiento precario, se le llamaba "solar",
después se utilizó el término de "ciudadela" y ahora, oficialmente, se
le llama "complejo habitacional", como si cambiar el nombre resolviera
la situación crítica de quienes se ven obligados a habitarlo, lo cual
demuestra el fracaso de quienes una vez, hace muchos años, cuando el
problema no era tal, prometieron "resolver el problema de la vivienda en
Cuba".
A esta carencia de viviendas en el municipio, se suma el hecho de que
constantemente se pierden edificaciones por derrumbes (a un promedio de
tres diarios), debido, además de a las causas ya señaladas, a la falta
de mantenimiento y reparación durante años, sin que se haya construido
lo necesario, no ya para el incremento del fondo habitacional, sino para
reponer lo que se pierde. Esto aumenta el número de familias alojadas en
albergues "temporales" con condiciones precarias, cuyo alojamiento se
prolonga generalmente por cinco, 10, 15, 20 y más años.
Una nueva desgracia se está haciendo realidad: las autoridades,
incapaces por falta de recursos económicos y tecnológicos de reparar o
renovar el sistema eléctrico soterrado, construido en la primera mitad
del siglo XX, han comenzado a sustituirlo, según ellas provisionalmente,
en algunas calles por líneas aéreas, con las desventajas que las mismas
representan ante diferentes fenómenos atmosféricos, dando un paso atrás
a un desarrollo ya alcanzado. De continuar por este camino
involucionista, no sería de extrañar que la colapsada red del acueducto
fuera sustituida por la Zanja Real de la época colonial.
Con el trabajo por cuenta propia, los nuevos pequeños empresarios, a
pesar de las múltiples trabas burocráticas existentes, y del alto costo
de los materiales y de la mano de obra, han realizado el rescate y
mejoramiento de sus locales, aunque no siempre todos con buena calidad
constructiva ni buen gusto estético, repitiendo, en muchos casos, la
tendencia "kitsch" tan generalizada desde hace años en el sector estatal.
El municipio clama por un plan serio de reconstrucciones y
construcciones estatal que se aplique a las edificaciones altas, aunque
una parte de su costo deba ser sufragado gradualmente por quienes las
habitan, y porque se permita la construcción particular, siempre y
cuando se respeten las regulaciones urbanísticas, ofertando materiales a
precios asequibles. Solo mediante el trabajo del sector estatal y del
particular podrá rescatarse y transformarse Centro Habana.
Source: Música, ron, barbacoas, derrumbes y albergues | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1468015488_23710.html
Subscribe to:
Posts (Atom)