Saturday, February 20, 2016

Vivir bajo un techo ajeno

Vivir bajo un techo ajeno
YOSMANY MAYETA LABRADA, La Habana | Febrero 20, 2016

Tras siete años en La Habana, Carlos sigue saltando de un alquiler a
otro, sometido a los caprichos de los arrendatarios y a la falta de
seguridad jurídica para los inquilinos.

A pesar del cambio legislativo que, desde 2010 flexibilizó el
arrendamiento de viviendas, habitaciones y locales, el parque legal de
viviendas en Cuba es extremadamente limitado, entre otras razones, por
los temores de muchos arrendadores a ser despojados de sus propiedades.
El recelo tiene como precedente la expropiación realizada en 1960
mediante la Ley de Reforma Urbana, a través de la cual pasaron a manos
del Estado todas las viviendas cuyos propietarios alquilaban a cambio de
una pensión vitalicia, calculada según el valor de las propiedades
confiscadas. El máximo permitido de estas pensiones fue de 600 pesos
mensuales.

La mayoría de los afectados con aquella medida emigró y 56 años después
probablemente pocos sobrevivan. Pero aunque las reformas económicas
llevadas a cabo en la Isla en los últimos seis años se anuncian como
irreversibles, muchos propietarios son reticentes al arrendamiento.

Este es uno de los factores por los que el mercado de renta para
nacionales se mantiene en una situación de irregularidad y despoja al
inquilino de las escasas garantías que la ley le reserva. Carlos, de 28
años, es natural de Ciego de Ávila y desde que llegó a la capital, en
2009, ha cambiado de vivienda en más de diez ocasiones, "desde Centro
Habana hasta Guanabacoa". La subida arbitraria de las rentas está entre
las mayores dificultades a las que se ha tenido que enfrentar. Hasta
hace poco pagaba por un cuarto pequeño en La Habana Vieja 35 pesos
convertibles al mes, pero tuvo que irse porque la dueña le advirtió de
una subida del precio.

"La mayoría de los lugares donde he estado tiene serios problemas con el
baño o la entrada de agua, pero como no es mi casa no he querido
invertir", comenta el joven. Los dueños tampoco contraen obligaciones de
reparar el lugar o brindar un mínimo de comodidades. "Me he encontrado
de todo, desde tazas de baño que no descargan hasta casas repletas de
ratones", cuenta Carlos. En Cuba, más del 60% de las viviendas están en
regular o mal estado, según datos oficiales.

Muchos de los que arriendan en la capital son personas llegadas desde
otra provincia que intentan abrirse paso en La Habana. Pero también hay
muchas parejas que no quieren compartir espacio con los padres o los
suegros. Cuba atraviesa una profunda crisis habitacional con un déficit
de más de 600.000 viviendas y un promedio de construcciones anuales que
no supera las 30.000 casas.

Sin embargo, no todos los casos son como los de Carlos. La santiaguera
Zoila, una licenciada en economía de 41 años, trabaja en la capital y
asegura no haber tenido "problema con el hospedaje". Llegó "con el pie
derecho en 2013" y desde entonces está pagando 60 CUC por una casa para
ella sola y por tiempo indefinido.

La economista trabaja en el sector privado, con un salario mensual que
le permite pagar una renta elevada, pero en el sector estatal sería
imposible mantener un gasto de esa naturaleza. "Me hubiera tenido que ir
hace rato para Santiago a la casa de mis padres", reconoce.

Muchos dueños migran al alquiler para extranjeros, especialmente ahora
con el alza del turismo y la apertura a la inversión extranjera que
hacen posible que los empresarios se instalen en Cuba.

La actual legislación le confiere a los directores municipales de la
Vivienda el derecho de cancelar un arrendamiento si en la casa rentada
se realizan "actividades ilícitas o antisociales, por parte del
propietario, sus convivientes, los arrendatarios o sus acompañantes". La
normativa deja abierto a la interpretación de las instituciones
gubernamentales lo que puede ser considerado como "ilícito" o "antisocial".

En la barriada habanera de Nuevo Vedado, una casa pequeña que se alquile
por largo tiempo puede costar mensualmente hasta 180 CUC, y una grande,
superar los 300. Muy pocos nacionales pueden pagar esos precios, pero
sus arrendatarios se centran en estudiantes extranjeros o empresarios
que planean estancias de más de tres meses en Cuba.

Como en todo negocio inmobiliario, hay máximos y mínimos dictados por la
mano invisible del mercado. El artículo 74.1 del Decreto Ley 322
especifica que el pago de estos arrendamientos es "mediante precio
libremente concertado". El promedio más bajo en la capital es un peso
convertible diario. A eso se le llama el "precio crucero" y por menos
solo se ofrecen inmuebles sin baños, ninguna seguridad ni garantías.

El alquiler por horas también se ha extendido mucho, en los llamados
picaderos que funcionan como moteles. Pero esta modalidad puede suponer
para el propietario una fuente de problemas. "Con cada cliente me la
estoy jugando. Si viene aquí un hombre con un mujerón y resulta que es
una menor de edad, puedo perder la casa", comenta a este diario una
arrendataria de Centro Habana que oferta un cuarto por unas horas.

La cuentapropista está pensando alquilar por períodos más largos pero
teme que "la gente se encariñe con el lugar, después no se quieran ir y
tenga que llamar a la policía".

Source: Vivir bajo un techo ajeno -
http://www.14ymedio.com/nacional/Vivir-techo-ajeno_0_1947405254.html

Thursday, February 18, 2016

Inmobiliaria canadiense tiene dos macroproyectos turísticos en Cuba

Inmobiliaria canadiense tiene dos macroproyectos turísticos en Cuba
14YMEDIO, La Habana | Febrero 17, 2016

Canadá ha retomado sus planes de desarrollo inmobiliario en Jibacoa unos
16 años después de firmar un contrato de colaboración con las
autoridades de la Isla. El macroproyecto, liderado por Wilton
Properties, prevé una inversión de 1.400 millones de dólares para la
construcción de un conjunto de edificios y un hotel de lujo, rodeado por
siete playas, campos de golf y de tenis, un centro ecuestre y un
"pueblo" para artistas.

Sus promotores han obtenido un compromiso gubernamental hasta ahora
impensable en Cuba: permitir a los extranjeros comprar una propiedad con
los derechos de uso de por vida, de manera que pueda ser incluso
transferida por herencia.

Aunque el terreno sigue siendo propiedad de Cuba, el Gobierno ha
aceptado un acuerdo 50%-50% cuando lo habitual es que las autoridades
mantengan una mayoría de control, con el 51% o más. "Hemos tenido el
apoyo excepcional del Gobierno cubano para avanzar en el proyecto, de
una forma que nunca se había visto", aseguró Guy Chartier, presidente de
Wilton Properties, el martes al canal francófono de la televisión
nacional de Canadá.

La urbanización proyectada se extiende sobre un terreno de 12,5
kilómetros cuadrados y contará con 3.400 habitaciones hoteleras, además
de chalés y otro tipo de viviendas. La idea surgió a partir del trabajo
de arquitectos e ingenieros de Montreal: Maxime-Alexis Frappier, de ACDF
Architecture; la compañía MC Pinard, el arquitecto Michelange Panzini y
los ingenieros de Dupras Ledoux.

La promotora de Chartier obtuvo también una autorización para construir
en el Malecón de La Habana un hotel de cinco estrellas y 25 pisos. Se
llamará Hotel Arte en homenaje a la cultura cubana. Los arquitectos han
incluido una pared cubierta de vegetación y otra iluminada por leds.

A lo largo de 2015 llegaron a la Isla 3.524.779 visitantes extranjeros,
según las últimas cifras oficiales, un crecimiento de un 17,4% frente al
año anterior. Sin embargo, el número de plazas hoteleras y casas
privadas que brindan servicio de alojamiento no crece con igual celeridad.

Ubicada a unos 60 kilómetros de La Habana, en la provincia Mayabeque,
Jibacoa se sitúa en una cala rodeada de acantilados, lo que la hace
peculiar en el paisaje costero cubano. Es considerado un paraíso natural
por su poca explotación turística y sus hermosos fondos marinos.

La zona cuenta con dos importantes hoteles, el clásico Breezes de modelo
todo incluido y el Villa Trópico, utilizado especialmente para paquetes
de estímulo a personalidades de la cultura y otros sectores estatales.
Sin embargo, fuera de los enclaves turísticos la infraestructura es
pobre y el entramado de servicios por cuenta propia todavía muy precario.

Source: Inmobiliaria canadiense tiene dos macroproyectos turísticos en
Cuba -
http://www.14ymedio.com/internacional/Inmobiliaria-canadiense-macroproyectos-turisticos-Cuba_0_1946205372.html

Cuba for Sale

Cuba for Sale
Al Jazeera
18 February 2016

Half a century ago, when Fidel Castro's revolutionary forces entered the
Cuban capital Havana, the new leader pledged to improve the lives of the
poor by putting an end to capitalist excess.

One of the revolutionary government's key measures was the elimination
of the property market as a lucrative business. Housing was declared a
human right, private rental was abolished and the majority of Cubans
were given free properties to live in.

But with a US embargo declared on the revolutionary island and its
finances dependent on an inefficient state-driven economy, the
government ran out of money and vast parts of Havana fell into decline.

In a radical move, Raul Castro opened up the economy in 2011. Property
laws were reversed and Cubans were allowed to buy and sell their homes
once more.

The government says its revolutionary vision hasn't changed and that the
reforms are aimed at safeguarding rather than dismantling socialism. But
will the re-introduction of private property make Havana's urban poor
worse off? And how will the government deal with the growing, wealthy
new class that the regime once fought so hard to defeat?

In Cuba for Sale, reporter Juliana Ruhfus and filmmaker Seamus Mirodan
investigate the impact of the country's recent economic changes and
whether the re-introduction of private property heralds an end to Cuban
socialism.

FILMMAKER'S VIEW

By Seamus Mirodan

Havana is often described as a time capsule; its architecture unchanged
though much of the 20th century. Outsiders walking the streets of the
city's old town find themselves harking back to a time when monolithic
skyscrapers, new builds and concrete tower blocks were but a glint in a
1940s architect's eye.

They are transported back to something that feels like a purer era,
characterised by a plethora of architectural styles - colonial,
neo-Gothic, Baroque, Beaux Arts and Art Deco mansions sit side by side,
resplendent in their differences and the unique cityscape they create.

It was a perhaps unintended side effect of Fidel Castro's revolution
that the capital city was preserved in this way. His predecessor, the
capitalist and US-centric President Fulgencia Batista, planned to
demolish major portions of the old city to make way for what he saw as
modern development: the building of high-rise apartments, offices and
roadways aimed at connecting the rest of the city to the previously
undeveloped lands to the east.

But when the revolutionary rebel forces arrived in Havana in 1959,
ousting Batista and sending the president and his supporters, including
much of Havana's economic elite, packing into exile, new leader Fidel
Castro turned his fledgling administration's attention away from the
urban setting and focused his finances on developing agricultural land
in a bid to better the conditions of the "campesinos" or rural peasant
farmers.

After all, it was the woeful and abject poverty suffered by these
campesinos that had provided the major stimulus - and troops - for the
revolution.

As a result, the streets and buildings of Old Havana remained frozen in
time, but their inhabitants changed dramatically. When the original
owners of the city's colonial mansions fled, it was in some cases their
servants who remained behind, taking their properties over. In others,
poorer residents simply moved into abandoned houses or were given such
properties by the government which had officially expropriated all
housing from previous owners.

But such huge living quarters for one nuclear family was seen as
bourgeois, so many of the new inhabitants invited relatives from the
countryside to come and join them. Over the years, mansions that had
once housed a single family, came to be home to tens of people living in
overcrowded conditions, allowing once glorious architectural gems to
fall into dilapidated decline.

The unplanned structural modifications made by the new inhabitants to
create more room, coupled with damage caused by high humidity and a lack
of maintenance, have made many of these buildings unsafe. So unsafe that
last year alone, one building collapsed in Havana every second day,
sometimes with lethal consequences.

It is precisely this sense of unique architecture, densely populated by
thriving communities amid a distinct lack of polish that has come to not
only characterise Havana, but also attract a stream of foreign tourists
to visit each year, even during the times when gaining a visa required a
bizarre and convoluted process that could take months to engineer.

Source: Cuba for Sale -
https://uk.news.yahoo.com/cuba-sale-072002930--finance.html