Thursday, June 18, 2015

Luces de alarma - El destino de La Habana

Luces de alarma: El destino de La Habana
Posted on 17 junio, 2015
Por Leonardo Padura*

"Huracán, huracán, venir te siento…"
José María Heredia

La ciudad de La Habana se acerca a su medio milenio de existencia. La
fecha, de alta significación simbólica e histórica, será ocasión de
festejos y homenajes seguramente más que merecidos que los habaneros
disfrutarán con el orgullo de vivir en una de las ciudades más
carismáticas y singulares del mundo: una urbe desbordada y pretenciosa,
abocada al mar, pletórica de construcciones de alto valor cultural,
histórico, arquitectónico, estético…

Pero, en los días finales del pasado abril, tres horas de lluvia intensa
y rachas de vientos que llegaron a rondar los 100 km/h provocaron el
colapso de amplias zonas de esta ciudad casi medio centenaria, ubicada,
desde siempre, en área de tormentas veraniegas, y en la ruta de los
frentes fríos enviados desde el continente y de los devastadores
huracanes tropicales.

Tormenta con derrumbes

El resultado de la breve tormenta de abril resultó dramático y
revelador: tres derrumbes totales, varios parciales, inundaciones en
amplias zonas de varios municipios habaneros, daños menores en muchas
viviendas con problemas de cubierta y hermeticidad y muchas pérdidas de
bienes materiales de los moradores de las áreas más afectadas por las
inundaciones provocadas por el vendaval.

Las imágenes que han circulado por diversos medios, incluidos los
oficiales, han sido impactantes. Autos arrastrados por las aguas,
ómnibus cargados de pasajeros inundados por la lluvia, gentes en la
calle con al agua a la cintura, casas demolidas como si las hubiera
afectado un terremoto de alto nivel en las escalas telúricas.

Todo este panorama, producido por una breve tormenta con ráfagas en el
rango en que pueden moverse los anuales vientos de cuaresma, ha vuelto a
despertar el ancestral temor de los habitantes de la isla (presente
entre nosotros incluso desde épocas precolombinas), en este caso
específico de los habaneros, ante lo que pudiera ocurrir si, en la
lotería meteorológica en que participamos cada año, nos toca recibir a
un huracán de media o gran intensidad, con varios días de lluvias
copiosas y fuertes vientos sostenidos… Sencillamente podría ser el
apocalipsis.

Lo ocurrido con la última tormenta de abril demostró otra vez
situaciones y realidades que todos conocemos y padecemos: el estado
precario de mucha infraestructura, la insuficiente capacidad de
evacuación del sistema de alcantarillado de la ciudad, los problemas con
la recogida de desechos sólidos y el elevado estado de deterioro del
patrimonio constructivo de una capital en la que viven alrededor de dos
millones de personas. Pero, de esos habitantes de la ciudad, una
cantidad más que notable vive en zonas envejecidas y mal conservadas y
muchas otras en "asentamientos" o barrios emergentes casi invisibles,
pero existentes y cada días más numerosos y poblados, en los que un
porciento abrumador de viviendas han sido construidas con materiales
inapropiados, en zonas vulnerables y no urbanizadas y, por supuesto, sin
los requerimientos técnicos más elementales.

Alarma de más intensidad

Una nueva luz de alarma se ha encendido. O la que hace años está
encendida se ha vuelto más intensa.

¿Cómo se puede responder al peligro latente que nos acecha y evitar el
desastre? Obviamente no se trata ya de soluciones individuales, aunque
estas son necesarias y pueden aliviar los daños, pues cada ciudadano que
consiga mejorar las condiciones físicas de su vivienda correría menos
riesgos ante lo que alguna vez, inevitablemente, ocurrirá. Solo que las
condiciones económicas de las familias más amenazadas (vulnerables) no
les permiten -no se lo han permitido en muchísimos años- encarar los
costos de una reparación profunda de un inmueble y, mucho menos, la
construcción de uno nuevo. Los precios actuales de los materiales de
construcción y de la mano de obra resultan prohibitivos para quien
dependa de un salario oficial cubano.

Las soluciones que hasta ahora han dado el Estado y el gobierno no
resultan suficientes, pues los planes de renovación de viviendas, de
entrega de locales estatales a familias albergadas o necesitadas y la
construcción de nuevos inmuebles nunca alcanzan a cubrir las necesidades
acumuladas y mucho menos a anticiparse a las que se podrían crear ante
el peligro del azote de un huracán intenso. Incluso, los métodos de
saneamiento de los alcantarillados (que se complica con los problemas de
recogida de "basura") han demostrado ser ineficaces en muchas áreas de
la capital, donde se producen estancamientos de agua, desbordamientos de
arroyos, colapsos de desagües sanitarios, con los consiguientes daños
esenciales y colaterales.

Resulta evidente que se impone buscar nuevas alternativas que, sumadas a
viejos planes y lentas soluciones hasta ahora aplicadas, aceleren un
proceso de recuperación de las áreas urbanas de la isla, especialmente
de la capital cubana, donde se concentra el mayor por ciento del área
construida del país, envejecida y mal conservada, tratada por años con
remedios y no con curas definitivas. E incluso con desidia.

Al filo de su medio milenio de existencia, La Habana ha mostrado otra
vez, con tres horas de lluvia, su vulnerabilidad física. Salvar la
ciudad, mejorar la vida de sus moradores es un reto enorme pero que no
admite más dilaciones… o… lo que ya sabemos. Como el poeta Heredia todos
podemos sentir cómo se acerca el huracán.

*Escritor y periodista cubano, Premio Princesa de Asturias de las Letras
2015. Este artículo apareció en La Esquina de Padura en IPS y se publica
en CaféFuerte con el consentimiento del autor.

Source: Luces de alarma: El destino de La Habana | Café Fuerte -
http://cafefuerte.com/cuba/24556-luces-de-alarma-el-destino-de-la-habana/

Viviendo al borde del abismo. Concordia #56, Centro Habana, Cuba

Wednesday, June 17, 2015

Hombre muere al desplomarse portal en Artemisa

Hombre muere al desplomarse portal en Artemisa
Arian Roque falleció como consecuencia de múltiples fracturas, en el
poblado de Quiebra Hacha
martes, junio 16, 2015 | Moises Leonardo Rodriguez

ARTEMISA, Cuba. – Arian Roque, de 24 años, falleció como consecuencia de
múltiples fracturas sufridas al desplomarse el portal de una carnicería
en el poblado de Quiebra Hacha, municipio Mariel de provincia Artemisa,
en la mañana del 15 de junio.

El joven se dirigía en moto hacia su vivienda en Artemisa y se detuvo
para realizar un cambio de dinero en el banco colindante con la referida
carnicería, cuando ocurrió el desplome en el preciso momento en que
pasaba por su portal.

Fue trasladado a un hospital en el que murió horas después. Una corta
estancia en la funeraria de Cabañas en que lo velaron, permitió a este
reportero escuchar frases como "esto nada más que sucede en Cuba"
mientras que otro doliente explicó que el día anterior comentó el mal
estado de este y otras establecimientos públicos del poblado que llevan
decenios sin mantenimiento.

El cine y el círculo social de Quiebra Hacha se derrumbaron parcialmente
y el resto de dichas construcciones desaparecieron por acción de
desconocidos que cargaron con barandas, ventanas y ladrillos de las
mismas. Hoy en su lugar se ven solo algunos pedazos de lo que fueron sus
paredes.

Vecinos de Quiebra Hacha opinan que la recogida inmediata de los
escombros por las autoridades en esta ocasión se debió a que se saben
culpables por el abandono en que permanecen muchas edificaciones
públicas, incluida la de expendio de comida que queda justo al frente de
la carnicería y la bodega de la calle central cuyo techo hace sacar el
agua a cubos cuando llueve, entre otras.

corrientemartiana2004@gmail.com moises47@nauta.cu @cubamartiana

Source: Hombre muere al desplomarse portal en Artemisa | Cubanet -
http://www.cubanet.org/noticias/hombre-muere-al-desplomarse-portal-en-artemisa/

Monday, June 15, 2015

Tres familias esperando por un milagro

Tres familias esperando por un milagro
[15-06-2015 09:12:29]
Steve Maikel Pardo Valdes

(www.miscelaneasdecuba.net).- Las arterias fundamentales de la ciudad se
hallan enmarcadas por edificaciones en pésimo estado constructivo debido
a años de abandono. Por ejemplo, estas fotos corresponden a la Calzada
de 10 de Octubre en el tramo comprendido entre Calle San Mariano y Calle
Vista Alegre, en la Vivora.
Obsérvese que a pesar del alto grado de deterioro del inmueble, éste se
halla habitado. Todo ello incide además en el espíritu de las personas y
las perspectivas que tienen para sus vidas.

Los vecinos de esta casa ya no saben a quién acudir para lograr una
mejoría. Tanto que cacarean las autoridades sobre los planes de
reparación de viviendas y acá no ha llegado jamás ni un grano de
material, o al menos el interés por solucionar su caso.

En este inmueble habitan tres familias, todo lo que les queda es la fe
en que algun día se realize un milagro.

Source: Tres familias esperando por un milagro - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/557dee3d3a682e03b0cfd506#.VX6Rcfmqqko