Jueves, 19 de Abril de 2012 11:07
Escrito por Aimée Cabrera
Cuba actualidad Centro Habana, La Habana, (PD) Los medios de
comunicación oficiales aseguran a cada rato que hay materiales de
construcción a la venta, entrevistan a personas que acuden a los locales
conocidos como rastros y algunos dicen haber resuelto lo que necesitan,
pero en la realidad no es así.
A los rastros existentes en cada municipio capitalino, solo llegan muy
pocas cantidades de materiales de la construcción, generalmente de mala
calidad, como en el caso de las losas. No obstante, son mucho más
baratos que en las tiendas recaudadoras de divisas, por eso tienen tan
alta demanda en la población.
Las familias que necesitan remozar sus casas o apartamentos tienen que
parar continuamente las reparaciones por la falta de áridos. Filas de
personas desesperadas esperan bajo el sol por la arena, el cemento o los
bloques, pero una vez que llegan se acaban al instante, porque los
primeros compradores se llevan todo lo poco que entró.
Un reportaje de Daniel Urbino González, en el periódico Trabajadores del
9 de abril, recogió opiniones de los responsables de los rastros y de
quienes estaban en los mismos a ver si conseguían los benditos materiales.
El periodista escogió las palabras de Rolando Laborit, quien está al
frente del patio del rastro "El Cristo", en Marianao: "Antes enviaban 80
metros cúbicos (de arena), pero desde inicios de año, solo nos dan la
mitad. Igual pasa con los bloques. En el año 2011 recibíamos al menos 7
mil semanales, y ahora son 3 mil. El acero también se pierde".
El surtido de materiales no es el mismo para todos los rastros. Por
ejemplo, en el de Zulueta, en la Habana Vieja, sirven 20 metros cúbicos
de arena, que alcanza para muy pocos compradores. Las personas se
sienten decepcionadas, lo proveedores no cumplen con sus planes y los
rastros afectan sus ventas.
Mientras tanto, en la capital miles de casas y edificios que tienen que
ser demolidos porque corren peligro las vidas de sus inquilinos. Así, La
Habana ha perdido un gran número de inmuebles, algunos con gran valor
arquitectónico.
Los numerosos balcones que amenazan desplomarse y las viviendas que
vibran con el paso de los vehículos o cuando las personas caminan dentro
de ellas, no son del interés del gobierno de la provincia.
En cambio, los materiales de construcción y de excelente calidad sí
aparecen por cantidades para llenar las zonas más exclusivas con
hoteles, hostales y edificios de apartamentos, donde viven personas que
sí pueden pagar altos alquileres en CUC.
Para Cuba actualidad aimeecabcu2003@yahoo.es