Adolescente cubano que conmovió a redes sociales se muda a su nueva casa
La comunidad cubana en el exilio recaudó más de $20.000 para comprar una
vivienda a esta familia que vivía en precarias condiciones en La Habana.
Lizandra Díaz Blanco
octubre 16, 2015
El adolescente cubano cuya situación de vivienda conmovió a cientos de
personas en redes sociales, se mudó el jueves a su nueva casa en el
barrio habanero de San Agustín, La Lisa, comprada con los más de $20.000
reunidos por la comunidad cubana exiliada.
Mario Vallejo, periodista de la cadena de noticias Univisión y uno de
los gestores de la colecta, viajó a Cuba la semana pasada para culminar
los trámites legales de compra de la vivienda.
Un video que compartió Vallejo muestra al joven Abraham Boncourt, junto
a su madre y hermano mayor, reaccionando a la noticia de la compra de la
vivienda y haciendo planes para el futuro.
"Al fin voy a poder invitar a mis amigos. Y algún día, si Dios me da…
esa puede ser mi casa con mi esposa", dijo el chico de 16 años, quien
prometió regresar a la escuela para hacerse informático.
Vallejo explicó que el dinero que sobró de la compra también será
entregado a Abraham y le han comprado una computadora y un teléfono
inteligente, que le enviarán en los próximos días.
Su madre también comenta en el video: "Yo decía: 'Bueno, algún día yo
saldré de esta situación', pero nunca pensé que fuera en el 2015".
Abraham vivía en una habitación minúscula, en el barrio de Colón; nunca
había disfrutado de servicio sanitario en su casa y, con solo el salario
de su madre, han pasado todo tipo de necesidades. Este curso abandonó el
preuniversitario para ayudar a sostener a la familia con su trabajo.
Otro de los organizadores de la campaña Enrique Ricabal explicó a Martí
Noticias que luego de ver numerosas casas, se decidieron por un
apartamento de tres dormitorios, uno para cada miembro de la familia.
Vallejo explicó en su Facebook que ya se hizo el traspaso de propiedad a
nombre de la madre de Abraham, y un testamento a nombre del adolescente.
No se pudo poner a Abraham directamente como propietario pues se
necesitaba la firma de su padre y no saben dónde se encuentra.
Los organizadores agradecieron a todos los donantes y prometieron
publicar en los próximos días un video de Abraham y su familia
disfrutando de la nueva casa. Por lo pronto, compartieron algunas
imágenes de la propiedad en su Facebook.
La historia de este joven saltó al ciberespacio después que la
publicación cubana independiente Cubanet publicara un video mostrando la
precaria vivienda y al propio Abraham contando su historia.
Poco después, Enrique Ricabal, Frank Falcón y Mario Vallejo comenzaron
la campaña online Todos Somos Abraham que terminó cinco días después,
con la recaudación de $20.419 donados por 433 personas.
Source: Adolescente cubano que conmovió a redes sociales se muda a su
nueva casa -
http://www.martinoticias.com/content/adolescente-cubano-conmovio-redes-sociales-muda-nueva-casa/107101.html
Cuba need lacks adequate housing for it's people. Over 880,000 (official data 07/2017) houses need extensive repairs or have to be built. Houses could only be "exchanged" until recently. Now they can be sold. Often houses are impounded for "infractions". People that leave the country illegally lose their property rights. This site highlights the plight of Cubans. La vivienda: problema Cubana
Saturday, October 17, 2015
El renacer del tráfico inmobiliario
El renacer del tráfico inmobiliario
RODOLFO DE LA NUEZ | La Habana | 14 Oct 2015 - 6:07 pm.
La compraventa y la donación de bienes inmuebles han llegado para
quedarse. No constituyen una solución al déficit habitacional, pero sí
una vía alternativa de descongestión del problema.
El régimen jurídico de la propiedad inmueble en Cuba ha sufrido
sucesivas y drásticas transformaciones a partir de la Ley de Reforma
Urbana de 1960, que según el segundo Por Cuanto de la actual Ley General
de la Vivienda "dio término definitivamente en el país a los factores
especulativos que desnaturalizaban la función social que debe cumplir la
inversión en vivienda, y respondiendo a los anhelos de todo el pueblo
convirtió en propietarios de sus viviendas a los que en esos momentos
las ocupaban como arrendatarios".
La Ley 48, del 27 de octubre de 1984, Ley General de la Vivienda,
autorizó la transferencia de la propiedad a los usufructuarios onerosos
y ocupantes legítimos de sus viviendas y la entrega en propiedad de
aquellas que en lo sucesivo se asignaren por el Estado. También legalizó
situaciones fácticas que hasta ese momento no habían sido resueltas.
En este proceso adquirieron la propiedad de sus viviendas unas 750.000
familias.
Pero el 23 de diciembre de 1988 se promulgó una nueva Ley General de la
Vivienda, la Ley 65, cuyo objetivo, según se expresa en su cuarto Por
Cuanto era "reordenar las regulaciones contenidas en la precedente Ley
48 e incorporar otras nuevas que la experiencia práctica aconseja
establecer tendentes a fortalecer el control que el Estado debe ejercer
sobre las operaciones alrededor de la vivienda, así como definir la
decisiva participación estatal en la solución del problema habitacional
del país".
Al final del quinto Por Cuanto de la Ley 65 se expresa que "en ningún
caso el derecho de propiedad personal de la vivienda puede convertirse
en un mecanismo de enriquecimiento ni explotación".
La realidad no ha ido acorde con esos altos principios. Desde el 23 de
diciembre de 1988 a la fecha, el régimen jurídico de la vivienda ha
transitado por un accidentado y farragoso camino de gran dispersión
legislativa, no exento de situaciones muy distantes de la intención
primaria de los legisladores.
No poca incidencia ha tenido en ello la prohibición de la compraventa de
bienes inmuebles y la regulación de la donación de los mismos solo hasta
el cuarto grado de consanguinidad. Estas trabas marcaron un largo
periodo de tiempo en que una parte significativa de los cubanos,
funcionarios incluidos, como herederos directos de la picaresca
española, acudieron a toda clase de subterfugios que bordeaban la
legalidad y a veces la transgredían abiertamente para burlar las
expresadas prohibiciones y regulaciones en busca de un acceso a la
propiedad que muchas veces bloqueaba la propia legislación.
A pesar de las loables intenciones de la Ley, la desnaturalización se
produjo como reacción a la prohibición de un negocio jurídico que en
ningún otro país ha constituido delito nunca.
Registro de la propiedad
En el artículo 1 de la Ley 65 se expresa como uno de los mecanismos
estatales tendentes a la satisfacción de las necesidades de vivienda el
Movimiento de Microbrigadas.
Es innegable que las microbrigadas constituyeron un factor de indudable
peso en la construcción de viviendas y la solución parcial del problema
habitacional en el país, pero ya desde antes del Periodo Especial, el
eufemístico nombre que recibió la crisis generada por la caída del campo
socialista en Europa del Este, el Movimiento de Microbrigadas fue
perdiendo fuerza hasta fallecer de muerte natural.
Como resultado de la actividad de las microbrigadas quedaron en la
capital asentamientos como Alamar, Bahía, la Villa Panamericana y otros
que, aun estando mal concebidos urbanísticamente y constituir verdaderas
ciudades dormitorio, monótonas y poco agradables arquitectónicamente
hablando, constituyen el hogar de miles de personas que de otro modo no
habrían accedido a la propiedad de una vivienda. Y de igual modo ocurrió
en cada una de las provincias del país.
El Periodo Especial agudizó dramáticamente el problema de la vivienda y
se hizo claro que se necesitaban otras soluciones, aunque el Estado
seguía mirando con reluctancia la posibilidad de autorizar la
compraventa de viviendas.
Quizá un primer paso hacia la flexibilización que se esperaba fue la
autorización de la inversión extranjera en la esfera inmobiliaria a
partir de 1994. Aparecieron entonces consultorías, empresas de capital
mixto, y se comenzaron a construir y comercializar viviendas en
propiedad para extranjeros.
Como resultado colateral de esta actividad económica, el Estado se vio
en la necesidad de revitalizar el Registro de la Propiedad, institución
insigne del Derecho español existente en Cuba desde el 1 de mayo de
1880, y que permanecía en hibernación desde 1979, cuando se habían
detenido las inscripciones en sus oficinas.
Sin la protección que brinda el Registro de la Propiedad no podían
consolidarse las inversiones inmobiliarias con la consiguiente inyección
de capital que se necesitaba.
A partir del 1 de octubre de 2003 las oficinas del Registro de la
Propiedad emprendieron la faraónica tarea de actualizar la inscripción
de los títulos de propiedad de la población y, paralelamente, de los
inmuebles estatales que nunca habían sido inscriptos.
Posteriormente, la Resolución 114 del 29 de junio de 2007 del Ministerio
de Justicia estableció una adecuación de las normas y procedimiento de
los Registros, manteniendo como fuente supletoria la Ley Hipotecaria de
1893.
Otra vuelta de tuerca: compraventa y donación de bienes inmuebles
Un corolario lógico y largamente esperado a todo lo anterior lo
constituyó el Decreto Ley 288, modificativo de la Ley 65 de 23 de
diciembre de 1988.
En su artículo 1, el Decreto Ley 288 modifica el artículo 2 de aquella
Ley, que se refería solo a los derechos a la vivienda de los ciudadanos
cubanos e introduce un párrafo, que reza: "Cuando en esta Ley se hace
mención a particulares y personas naturales, se entenderán como tales a
las personas naturales cubanas con domicilio en el país y los
extranjeros residentes permanentes en el territorio nacional".
También reafirma el principio de derecho legítimo a una vivienda de
residencia permanente y otra de veraneo, ambas en propiedad. Y reitera
la prohibición de poseer dos viviendas de residencia permanente.
Además, establece las regulaciones para las dos innovaciones
fundamentales que contiene: la autorización de la compraventa de
viviendas entre particulares y la donación sin el requisito del cuarto
grado de consanguinidad que hasta entonces exigía la Ley.
A partir de la implementación de este Decreto Ley en 2012, el resultado
ha sido espectacular. La compraventa y la donación de bienes inmuebles
han llegado para quedarse. No constituyen per se una solución al déficit
habitacional, pero si una vía alternativa de descongestión del problema.
Entretanto, la práctica ha generado algunas cuestiones interesantes,
como la necesidad de adecuar las obligaciones tributarias de cada uno de
esos actos jurídicos, de manera que no se enmascare una compraventa bajo
la apariencia de una donación, con la consecuente evasión fiscal.
No obstante, el primer paso está dado y lo que se requiere en lo
adelante serán adecuaciones y ajustes.
Ventajas para los desfavorecidos
El Decreto Ley 288 establece para la compraventa el pago al contado del
precio mediante un cheque de gerencia que debe exhibírsele al notario
actúante.
Sería interesante y provechoso estudiar la posible introducción de la
compraventa con reserva de dominio y precio aplazado, que se utilizó
ampliamente en el país antes de 1959 en el desarrollo de los repartos
populares de la periferia de la capital como La Cumbre, California,
Casino Deportivo y otros, en algunas zonas más elegantes como Kohly,
Miramar y Nuevo Vedado.
El auge de tales repartos, tanto los de clase media-alta como los
populares, se produjo indudablemente por las facilidades de pago que
permitían la adquisición de una parcela de terreno a plazos sin
perjuicio de comenzar a construir en ella aun antes de haber liquidado
el precio del terreno, y con la obligación del vendedor, pactada en
contrato, de otorgar la correspondiente escritura pública una vez
satisfecha la totalidad de la obligación.
La inclusión de esa modalidad permitiría que los particulares que no
disponen de grandes cantidades de efectivo pudieran acceder al
incipiente mercado inmobiliario y lo democratizaría un poco a favor de
los que no reciben remesas del extranjero.
Un análisis al margen de la cuestión jurídica se refiere al estado de,
digamos por solo citar un ejemplo, Ciudad de La Habana, la capital de
todos los cubanos.
En un artículo de hace pocos años, el arquitecto cubano Mario Coyula
analizó el alarmante estado de deterioro de la capital.
A pesar de los denodados esfuerzos de la Oficina del Historiador de la
Ciudad por recuperar el Centro Histórico y extender las labores de
remozamiento y beneficio a otras áreas, la situación del resto es
deprimente. Si uno se aleja dos cuadras, por ejemplo, de la calle
Obispo, el panorama es desolador.
Otro tanto pude decirse de lo que el arquitecto Coyula denominó la
ciudad profunda, la parte alejada de los centros que acaparan la
atención del turismo. Las Calzadas de Monte, del Cerro, de Luyanó, de
San Miguel del Padrón y los barrios adyacentes, son un muestrario de
fachadas roídas y huérfanas de pintura por décadas, alcantarillas
inservibles, calles rotas y parches de "modernidad" allí donde hay una
tienda de divisas o una casa cuyos habitantes dispusieron de los
recursos necesarios para arreglarla, meros islotes en medio de la
descripción.
El cuentapropismo en el ámbito de los servicios gastronómicos,
timbiriches aparte, ha demostrado ser eficiente. Por ello sería
interesante pensar en cierto grado de cuentapropismo en la esfera del
tráfico inmobiliario y su desarrollo. Sin pretender dar recetas, quizá
una inyección de iniciativa privada en la construcción de viviendas, en
la producción de materiales de construcción y un poco mayor en la
gestoría de negocios inmobiliarios, pueda ser otro paso en el camino,
sin desechar la gestión paralela del Estado.
Source: El renacer del tráfico inmobiliario | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1443644905_17234.html
RODOLFO DE LA NUEZ | La Habana | 14 Oct 2015 - 6:07 pm.
La compraventa y la donación de bienes inmuebles han llegado para
quedarse. No constituyen una solución al déficit habitacional, pero sí
una vía alternativa de descongestión del problema.
El régimen jurídico de la propiedad inmueble en Cuba ha sufrido
sucesivas y drásticas transformaciones a partir de la Ley de Reforma
Urbana de 1960, que según el segundo Por Cuanto de la actual Ley General
de la Vivienda "dio término definitivamente en el país a los factores
especulativos que desnaturalizaban la función social que debe cumplir la
inversión en vivienda, y respondiendo a los anhelos de todo el pueblo
convirtió en propietarios de sus viviendas a los que en esos momentos
las ocupaban como arrendatarios".
La Ley 48, del 27 de octubre de 1984, Ley General de la Vivienda,
autorizó la transferencia de la propiedad a los usufructuarios onerosos
y ocupantes legítimos de sus viviendas y la entrega en propiedad de
aquellas que en lo sucesivo se asignaren por el Estado. También legalizó
situaciones fácticas que hasta ese momento no habían sido resueltas.
En este proceso adquirieron la propiedad de sus viviendas unas 750.000
familias.
Pero el 23 de diciembre de 1988 se promulgó una nueva Ley General de la
Vivienda, la Ley 65, cuyo objetivo, según se expresa en su cuarto Por
Cuanto era "reordenar las regulaciones contenidas en la precedente Ley
48 e incorporar otras nuevas que la experiencia práctica aconseja
establecer tendentes a fortalecer el control que el Estado debe ejercer
sobre las operaciones alrededor de la vivienda, así como definir la
decisiva participación estatal en la solución del problema habitacional
del país".
Al final del quinto Por Cuanto de la Ley 65 se expresa que "en ningún
caso el derecho de propiedad personal de la vivienda puede convertirse
en un mecanismo de enriquecimiento ni explotación".
La realidad no ha ido acorde con esos altos principios. Desde el 23 de
diciembre de 1988 a la fecha, el régimen jurídico de la vivienda ha
transitado por un accidentado y farragoso camino de gran dispersión
legislativa, no exento de situaciones muy distantes de la intención
primaria de los legisladores.
No poca incidencia ha tenido en ello la prohibición de la compraventa de
bienes inmuebles y la regulación de la donación de los mismos solo hasta
el cuarto grado de consanguinidad. Estas trabas marcaron un largo
periodo de tiempo en que una parte significativa de los cubanos,
funcionarios incluidos, como herederos directos de la picaresca
española, acudieron a toda clase de subterfugios que bordeaban la
legalidad y a veces la transgredían abiertamente para burlar las
expresadas prohibiciones y regulaciones en busca de un acceso a la
propiedad que muchas veces bloqueaba la propia legislación.
A pesar de las loables intenciones de la Ley, la desnaturalización se
produjo como reacción a la prohibición de un negocio jurídico que en
ningún otro país ha constituido delito nunca.
Registro de la propiedad
En el artículo 1 de la Ley 65 se expresa como uno de los mecanismos
estatales tendentes a la satisfacción de las necesidades de vivienda el
Movimiento de Microbrigadas.
Es innegable que las microbrigadas constituyeron un factor de indudable
peso en la construcción de viviendas y la solución parcial del problema
habitacional en el país, pero ya desde antes del Periodo Especial, el
eufemístico nombre que recibió la crisis generada por la caída del campo
socialista en Europa del Este, el Movimiento de Microbrigadas fue
perdiendo fuerza hasta fallecer de muerte natural.
Como resultado de la actividad de las microbrigadas quedaron en la
capital asentamientos como Alamar, Bahía, la Villa Panamericana y otros
que, aun estando mal concebidos urbanísticamente y constituir verdaderas
ciudades dormitorio, monótonas y poco agradables arquitectónicamente
hablando, constituyen el hogar de miles de personas que de otro modo no
habrían accedido a la propiedad de una vivienda. Y de igual modo ocurrió
en cada una de las provincias del país.
El Periodo Especial agudizó dramáticamente el problema de la vivienda y
se hizo claro que se necesitaban otras soluciones, aunque el Estado
seguía mirando con reluctancia la posibilidad de autorizar la
compraventa de viviendas.
Quizá un primer paso hacia la flexibilización que se esperaba fue la
autorización de la inversión extranjera en la esfera inmobiliaria a
partir de 1994. Aparecieron entonces consultorías, empresas de capital
mixto, y se comenzaron a construir y comercializar viviendas en
propiedad para extranjeros.
Como resultado colateral de esta actividad económica, el Estado se vio
en la necesidad de revitalizar el Registro de la Propiedad, institución
insigne del Derecho español existente en Cuba desde el 1 de mayo de
1880, y que permanecía en hibernación desde 1979, cuando se habían
detenido las inscripciones en sus oficinas.
Sin la protección que brinda el Registro de la Propiedad no podían
consolidarse las inversiones inmobiliarias con la consiguiente inyección
de capital que se necesitaba.
A partir del 1 de octubre de 2003 las oficinas del Registro de la
Propiedad emprendieron la faraónica tarea de actualizar la inscripción
de los títulos de propiedad de la población y, paralelamente, de los
inmuebles estatales que nunca habían sido inscriptos.
Posteriormente, la Resolución 114 del 29 de junio de 2007 del Ministerio
de Justicia estableció una adecuación de las normas y procedimiento de
los Registros, manteniendo como fuente supletoria la Ley Hipotecaria de
1893.
Otra vuelta de tuerca: compraventa y donación de bienes inmuebles
Un corolario lógico y largamente esperado a todo lo anterior lo
constituyó el Decreto Ley 288, modificativo de la Ley 65 de 23 de
diciembre de 1988.
En su artículo 1, el Decreto Ley 288 modifica el artículo 2 de aquella
Ley, que se refería solo a los derechos a la vivienda de los ciudadanos
cubanos e introduce un párrafo, que reza: "Cuando en esta Ley se hace
mención a particulares y personas naturales, se entenderán como tales a
las personas naturales cubanas con domicilio en el país y los
extranjeros residentes permanentes en el territorio nacional".
También reafirma el principio de derecho legítimo a una vivienda de
residencia permanente y otra de veraneo, ambas en propiedad. Y reitera
la prohibición de poseer dos viviendas de residencia permanente.
Además, establece las regulaciones para las dos innovaciones
fundamentales que contiene: la autorización de la compraventa de
viviendas entre particulares y la donación sin el requisito del cuarto
grado de consanguinidad que hasta entonces exigía la Ley.
A partir de la implementación de este Decreto Ley en 2012, el resultado
ha sido espectacular. La compraventa y la donación de bienes inmuebles
han llegado para quedarse. No constituyen per se una solución al déficit
habitacional, pero si una vía alternativa de descongestión del problema.
Entretanto, la práctica ha generado algunas cuestiones interesantes,
como la necesidad de adecuar las obligaciones tributarias de cada uno de
esos actos jurídicos, de manera que no se enmascare una compraventa bajo
la apariencia de una donación, con la consecuente evasión fiscal.
No obstante, el primer paso está dado y lo que se requiere en lo
adelante serán adecuaciones y ajustes.
Ventajas para los desfavorecidos
El Decreto Ley 288 establece para la compraventa el pago al contado del
precio mediante un cheque de gerencia que debe exhibírsele al notario
actúante.
Sería interesante y provechoso estudiar la posible introducción de la
compraventa con reserva de dominio y precio aplazado, que se utilizó
ampliamente en el país antes de 1959 en el desarrollo de los repartos
populares de la periferia de la capital como La Cumbre, California,
Casino Deportivo y otros, en algunas zonas más elegantes como Kohly,
Miramar y Nuevo Vedado.
El auge de tales repartos, tanto los de clase media-alta como los
populares, se produjo indudablemente por las facilidades de pago que
permitían la adquisición de una parcela de terreno a plazos sin
perjuicio de comenzar a construir en ella aun antes de haber liquidado
el precio del terreno, y con la obligación del vendedor, pactada en
contrato, de otorgar la correspondiente escritura pública una vez
satisfecha la totalidad de la obligación.
La inclusión de esa modalidad permitiría que los particulares que no
disponen de grandes cantidades de efectivo pudieran acceder al
incipiente mercado inmobiliario y lo democratizaría un poco a favor de
los que no reciben remesas del extranjero.
Un análisis al margen de la cuestión jurídica se refiere al estado de,
digamos por solo citar un ejemplo, Ciudad de La Habana, la capital de
todos los cubanos.
En un artículo de hace pocos años, el arquitecto cubano Mario Coyula
analizó el alarmante estado de deterioro de la capital.
A pesar de los denodados esfuerzos de la Oficina del Historiador de la
Ciudad por recuperar el Centro Histórico y extender las labores de
remozamiento y beneficio a otras áreas, la situación del resto es
deprimente. Si uno se aleja dos cuadras, por ejemplo, de la calle
Obispo, el panorama es desolador.
Otro tanto pude decirse de lo que el arquitecto Coyula denominó la
ciudad profunda, la parte alejada de los centros que acaparan la
atención del turismo. Las Calzadas de Monte, del Cerro, de Luyanó, de
San Miguel del Padrón y los barrios adyacentes, son un muestrario de
fachadas roídas y huérfanas de pintura por décadas, alcantarillas
inservibles, calles rotas y parches de "modernidad" allí donde hay una
tienda de divisas o una casa cuyos habitantes dispusieron de los
recursos necesarios para arreglarla, meros islotes en medio de la
descripción.
El cuentapropismo en el ámbito de los servicios gastronómicos,
timbiriches aparte, ha demostrado ser eficiente. Por ello sería
interesante pensar en cierto grado de cuentapropismo en la esfera del
tráfico inmobiliario y su desarrollo. Sin pretender dar recetas, quizá
una inyección de iniciativa privada en la construcción de viviendas, en
la producción de materiales de construcción y un poco mayor en la
gestoría de negocios inmobiliarios, pueda ser otro paso en el camino,
sin desechar la gestión paralela del Estado.
Source: El renacer del tráfico inmobiliario | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1443644905_17234.html
Friday, October 16, 2015
Abuso contra familia opositora
Abuso contra familia opositora
octubre 14, 2015 1:59 pm·
La Habana, (PD) La dama de blanco y activista de derechos humanos Ivoiny
Moralobo Melo, residente en calle 300 número 4904, en Arroyo Arenas, la
Lisa, denuncia por abuso de poder a una vecina suya que es capitana del
Minint, Minerva Hernández Valdez, quien intenta quitarles el frente de
su casa, donde vive desde hace 26 años.
"No nos queda más que protestar. Hemos ido a los tribunales, pero al
ella ser miembro del Minint y nosotros activistas de Derechos Humanos
nos han quitado la razón, diciendo que le pertenece a ella, cuando mi
casa está a unos 50 metros de la de ella y hay otra vivienda de por
medio donde viven otras familias. Este problema lo hemos llevado a todas
las instancias, y se han burlado de nosotros", asegura Ivoiny Moralobo,
cuyo esposo, Servilio Villegas Marrero es integrante del Movimiento
Opositores por una Nueva República.
Refiere Miralobo: "El pasado primero de octubre se presentaron dos
inspectoras de Planificación Física para comunicarme que iban a darme un
pasillo de 75 centímetros. Se sorprendieron de que yo no supiera de eso,
porque tenían que haberme avisado 72 horas antes. Una vez más violan mi
derecho."
Asegura: "Esto es mandado por la directora de Vivienda, Iliana Guanche,
el jefe de Planificación Física, Camilo Díaz Piedra, y el jefe de
inspectores Oscar. A todas estas personas las hemos denunciado en varias
ocasiones por hechos de corrupción y también al presidente del gobierno
municipal. Todos tienen conocimiento de los abusos y violaciones que se
han cometido por apañar a una uniformada, a la que se le ocupó una casa
ilegal de alquiler y no le hicieron nada. Al frente de esta señora viven
dos hermanos que apañados por ella cerraron la mitad de la calle para
hacer un garaje. Cuando hemos denunciado todo esto, la respuesta que nos
han dado ha sido que no toque esa gaveta que tiene cucarachas".
primaveradigital2011@gmail.com
Source: Abuso contra familia opositora | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/abuso-contra-familia-opositora/
octubre 14, 2015 1:59 pm·
La Habana, (PD) La dama de blanco y activista de derechos humanos Ivoiny
Moralobo Melo, residente en calle 300 número 4904, en Arroyo Arenas, la
Lisa, denuncia por abuso de poder a una vecina suya que es capitana del
Minint, Minerva Hernández Valdez, quien intenta quitarles el frente de
su casa, donde vive desde hace 26 años.
"No nos queda más que protestar. Hemos ido a los tribunales, pero al
ella ser miembro del Minint y nosotros activistas de Derechos Humanos
nos han quitado la razón, diciendo que le pertenece a ella, cuando mi
casa está a unos 50 metros de la de ella y hay otra vivienda de por
medio donde viven otras familias. Este problema lo hemos llevado a todas
las instancias, y se han burlado de nosotros", asegura Ivoiny Moralobo,
cuyo esposo, Servilio Villegas Marrero es integrante del Movimiento
Opositores por una Nueva República.
Refiere Miralobo: "El pasado primero de octubre se presentaron dos
inspectoras de Planificación Física para comunicarme que iban a darme un
pasillo de 75 centímetros. Se sorprendieron de que yo no supiera de eso,
porque tenían que haberme avisado 72 horas antes. Una vez más violan mi
derecho."
Asegura: "Esto es mandado por la directora de Vivienda, Iliana Guanche,
el jefe de Planificación Física, Camilo Díaz Piedra, y el jefe de
inspectores Oscar. A todas estas personas las hemos denunciado en varias
ocasiones por hechos de corrupción y también al presidente del gobierno
municipal. Todos tienen conocimiento de los abusos y violaciones que se
han cometido por apañar a una uniformada, a la que se le ocupó una casa
ilegal de alquiler y no le hicieron nada. Al frente de esta señora viven
dos hermanos que apañados por ella cerraron la mitad de la calle para
hacer un garaje. Cuando hemos denunciado todo esto, la respuesta que nos
han dado ha sido que no toque esa gaveta que tiene cucarachas".
primaveradigital2011@gmail.com
Source: Abuso contra familia opositora | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/abuso-contra-familia-opositora/
Thursday, October 15, 2015
Manual para comprar casa en Cuba
Manual para comprar casa en Cuba
La apertura cubana ha puesto a salivar a medio mundo
Son muchos los que quieren llegar los primeros y comprar a precio de ganga
KARELIA VÁZQUEZ 13 OCT 2015 - 00:00 CEST
La apertura cubana ha puesto a salivar a medio mundo. Son muchos los que
quieren llegar los primeros y comprar a precio de ganga. En 2011, los
cubanos, acostumbrados a lidiar con sus cosas de por vida –las neveras,
coches y colchones son allí tan longevos como sus propios líderes–,
asistieron a la autorización de la compraventa de viviendas, una
transacción prohibida desde los sesenta. Durante esos años, la gente
vendió sus casas bajo cuerda, por ejemplo, simulando una permuta, aunque
el Estado podía intervenir si el cambio era desproporcionado y, por
tanto, indicio de venta encubierta.
Pero a partir de 2011 ya no fueron necesarias esas trampas. Por primera
vez, un propietario que quisiera vender su vivienda solo tenía que
acudir a un mercado en ciernes y dominado por una jerga necesitada de
traducción simultánea.
Milly Díaz, cubana, aprendió el oficio de agente inmobiliario en Reino
Unido; ahora ha vuelto a la isla y ha abierto la agencia Cuba Homes
Direct. Su misión es vender casas y guiar a sus clientes por los
entresijos de un mercado peculiar. Un rápido vistazo por los portales de
venta revela que una manera de marcar estatus y elevar el valor de una
propiedad consiste en aclarar que es de "construcción capitalista".
Léase anterior a 1959, año de la llegada de Fidel Castro al poder. Milly
traduce: "Se refiere a todas las casas construidas antes de la
Revolución; es un dato muy relevante, pues las construcciones
posteriores son de 'calidad mixta' porque las hicieron personas sin
calificación que creaban brigadas para construir sus propias casas".
Este fenómeno se llamó microbrigadas y es responsable de no pocos
engendros constructivos. Si usted era médico o periodista y aspiraba a
tener su casa, se le daba un año sabático para que fuera a trabajar a la
construcción y, con sus propias manos, levantara su casa y la de otros
sin haber puesto un ladrillo en su vida. "Una construcción capitalista
es muy deseada", prosigue Díaz. "No solo por tener una arquitectura
mejor pensada, sino porque los materiales son mejores".
Otra nomenclatura importante: "vivienda cercana a hoteles y hospitales".
Lo cual significa agua corriente a diario y bajo riesgo de apagones.
Aunque hay anuncios más explícitos que avisan: "Agua siempre". En otras
ocasiones hay que leer la letra pequeña para entender: "¡Vendo o me
reduzco!". Es decir: "Vendo apartamento de construcción capitalista (dos
cuartos) o me reduzco a apartamento de un cuarto, también de
construcción capitalista".
"Hay términos que suponen un riesgo para los compradores que no quieran
hacer obras de envergadura", explica Díaz. "Por ejemplo, los que
describen los techos de estructura lineal propios de las casas de entre
1930 y 1950 de El Vedado, uno de los barrios más cotizados de La Habana.
Se anuncian con un lacónico 'viga y losa".
De momento, casi todas las transacciones se realizan en efectivo y
muchas veces se acepta depositar parte del dinero en el extranjero. "En
Cuba no existen hipotecas y las transferencias a través del banco son
residuales", corrobora la agente. Y no puede comprar una casa
cualquiera. Cuba solo autoriza a cubanos residentes en la isla o
autorizados por el Gobierno a vivir fuera, así como a extranjeros con
residencia permanente. Dado que la mayoría de los compradores –turistas
y cubanos no residentes– no cumplen los requisitos, se afianza la figura
del testaferro. "Normalmente los extranjeros confían en amigos cubanos o
en sus parejas, también cubanos, para obtener una propiedad. Siempre les
explicamos los riesgos de hacerlo", advierte Díaz. El mercado
inmobiliario cubano siempre ha estado condicionado por un activo
volátil: la pasión entre cubanos y turistas. Se desconoce a cuánto
cotiza el kilo de testaferro local, pero la tendencia es alcista.
El puzle se complica aún más si consideramos que los ciudadanos cubanos
solo pueden ser propietarios de dos casas, y no dan abasto para tanto
turista interesado en invertir. Cuba siempre ha sido un país de grandes
cifras: 100% de alfabetizados, 100% de población vacunada, 100% de niños
escolarizados… Pronto será el primer país de América Latina con 100% de
propietarios. Me asegura un agente inmobiliario de La Habana que hasta
los niños de dos años tienen ya escrituras a su nombre.
elpaissemanal@elpais.es
Source: Manual para comprar casa en Cuba | EL PAÍS Semanal | EL PAÍS -
http://elpais.com/elpais/2015/10/12/eps/1444657339_346883.html
La apertura cubana ha puesto a salivar a medio mundo
Son muchos los que quieren llegar los primeros y comprar a precio de ganga
KARELIA VÁZQUEZ 13 OCT 2015 - 00:00 CEST
La apertura cubana ha puesto a salivar a medio mundo. Son muchos los que
quieren llegar los primeros y comprar a precio de ganga. En 2011, los
cubanos, acostumbrados a lidiar con sus cosas de por vida –las neveras,
coches y colchones son allí tan longevos como sus propios líderes–,
asistieron a la autorización de la compraventa de viviendas, una
transacción prohibida desde los sesenta. Durante esos años, la gente
vendió sus casas bajo cuerda, por ejemplo, simulando una permuta, aunque
el Estado podía intervenir si el cambio era desproporcionado y, por
tanto, indicio de venta encubierta.
Pero a partir de 2011 ya no fueron necesarias esas trampas. Por primera
vez, un propietario que quisiera vender su vivienda solo tenía que
acudir a un mercado en ciernes y dominado por una jerga necesitada de
traducción simultánea.
Milly Díaz, cubana, aprendió el oficio de agente inmobiliario en Reino
Unido; ahora ha vuelto a la isla y ha abierto la agencia Cuba Homes
Direct. Su misión es vender casas y guiar a sus clientes por los
entresijos de un mercado peculiar. Un rápido vistazo por los portales de
venta revela que una manera de marcar estatus y elevar el valor de una
propiedad consiste en aclarar que es de "construcción capitalista".
Léase anterior a 1959, año de la llegada de Fidel Castro al poder. Milly
traduce: "Se refiere a todas las casas construidas antes de la
Revolución; es un dato muy relevante, pues las construcciones
posteriores son de 'calidad mixta' porque las hicieron personas sin
calificación que creaban brigadas para construir sus propias casas".
Este fenómeno se llamó microbrigadas y es responsable de no pocos
engendros constructivos. Si usted era médico o periodista y aspiraba a
tener su casa, se le daba un año sabático para que fuera a trabajar a la
construcción y, con sus propias manos, levantara su casa y la de otros
sin haber puesto un ladrillo en su vida. "Una construcción capitalista
es muy deseada", prosigue Díaz. "No solo por tener una arquitectura
mejor pensada, sino porque los materiales son mejores".
Otra nomenclatura importante: "vivienda cercana a hoteles y hospitales".
Lo cual significa agua corriente a diario y bajo riesgo de apagones.
Aunque hay anuncios más explícitos que avisan: "Agua siempre". En otras
ocasiones hay que leer la letra pequeña para entender: "¡Vendo o me
reduzco!". Es decir: "Vendo apartamento de construcción capitalista (dos
cuartos) o me reduzco a apartamento de un cuarto, también de
construcción capitalista".
"Hay términos que suponen un riesgo para los compradores que no quieran
hacer obras de envergadura", explica Díaz. "Por ejemplo, los que
describen los techos de estructura lineal propios de las casas de entre
1930 y 1950 de El Vedado, uno de los barrios más cotizados de La Habana.
Se anuncian con un lacónico 'viga y losa".
De momento, casi todas las transacciones se realizan en efectivo y
muchas veces se acepta depositar parte del dinero en el extranjero. "En
Cuba no existen hipotecas y las transferencias a través del banco son
residuales", corrobora la agente. Y no puede comprar una casa
cualquiera. Cuba solo autoriza a cubanos residentes en la isla o
autorizados por el Gobierno a vivir fuera, así como a extranjeros con
residencia permanente. Dado que la mayoría de los compradores –turistas
y cubanos no residentes– no cumplen los requisitos, se afianza la figura
del testaferro. "Normalmente los extranjeros confían en amigos cubanos o
en sus parejas, también cubanos, para obtener una propiedad. Siempre les
explicamos los riesgos de hacerlo", advierte Díaz. El mercado
inmobiliario cubano siempre ha estado condicionado por un activo
volátil: la pasión entre cubanos y turistas. Se desconoce a cuánto
cotiza el kilo de testaferro local, pero la tendencia es alcista.
El puzle se complica aún más si consideramos que los ciudadanos cubanos
solo pueden ser propietarios de dos casas, y no dan abasto para tanto
turista interesado en invertir. Cuba siempre ha sido un país de grandes
cifras: 100% de alfabetizados, 100% de población vacunada, 100% de niños
escolarizados… Pronto será el primer país de América Latina con 100% de
propietarios. Me asegura un agente inmobiliario de La Habana que hasta
los niños de dos años tienen ya escrituras a su nombre.
elpaissemanal@elpais.es
Source: Manual para comprar casa en Cuba | EL PAÍS Semanal | EL PAÍS -
http://elpais.com/elpais/2015/10/12/eps/1444657339_346883.html
Desplazados
Desplazados
El gobierno les ha retirado los terrenos que les había asignado y
también cobrado
martes, octubre 13, 2015 | Osniel Carmona Breijo
MAYABEQUE, Cuba.- Un numeroso grupo de familias continúa sin esperanzas
de resolver un sitio donde construir su vivienda, luego que el gobierno
municipal en Batabanó retirara en las últimas jornadas los terrenos que
les había asignado y también cobrado. La mayoría de los desplazados
residen en condiciones míseras, algunos a la intemperie.
Santa Virgen Fuentes, entre los perjudicados, cuenta que la orden de
abandonar los terrenos se notificó sin explicaciones y por el momento
nada se ha declarado acerca de la devolución del dinero abonado al
Estado en la compra de las parcelas. La suma en cuestión varía en
dependencia del caso, pero todas exceden los 700 pesos.
"Se creen que somos muchachos, te dan una cosa y luego te la quitan así
como así. Cuando los quitaron (los terrenos) ya mucha gente había
comenzado la cimentación de la casa y aquí todos somos muy humildes como
para estar perdiendo, ni siquiera han dado una respuesta sobre el dinero
que nos cobraron", comentó.
Mediante el arquitecto encargado de trabajar los planos de las
viviendas, confirma Fuentes, conocieron que la invalidación de las
propiedades se originó debido a que este detectó en la medición de los
terrenos, que no cumplían con los requisitos exigidos por el Instituto
de la Vivienda y de Planificación Física en cuanto a dimensiones mínimas
y regulaciones urbanísticas.
Los solares, cerca de treinta, se otorgaron durante los meses de julio y
agosto distribuidos en las localidades de La Julia y El Sopapo. En la
asignación se "priorizaron casos sociales con expediente", con la
condición de que deberían levantar una construcción habitable en el
plazo de un año. De lo contrario, se retiraría la parcela vendida.
Un túnel sin luz al final.
A inicios de año las autoridades llevaron a cabo el tercer operativo de
desalojo contra un grupo de familias sin hogar que ocupan desde 2012,
con pequeños tinglados, una porción de tierra yerma perteneciente a la
empresa de Cultivos Varios en El Sopapo.
Tras las repercusiones del hecho, que desató una oleada de protestas
hacia todos los niveles estatales y la desaprobación de la comunidad en
general, el gobierno prometió facilitar sitios para que legalizaran su
estatus y levantaran una vivienda. Según comentan varios involucrados,
con la entrega de los terrenos pensaron que habían finalizado los años
de altas multas, desalojos y amenazas de todo tipo.
Elianis Rojas Durán, junto a su esposo Nelson Lovaina y su hijo menor de
edad Bryan, ha sufrido reiteradamente los maltratos y engaños de
funcionarios. Asume el reciente episodio de expropiación como "la
culminación de una maniobra" creada para amortiguar las demandas.
"No hay otra forma de interpretar lo que pasó, nadie puede creer que
después de tanto tiempo tengan que virar los terrenos porque desconocían
las medidas que debían tener, o detalles técnicos de ese tipo", asevera
Rojas, quien además relata cómo anteriormente ya habían sido manipulados
por los inspectores de Vivienda.
"Nos pusieron una multa (los inspectores) de mil pesos por estar
ilegales. La protesta fue fuerte. Al ver la reacción (…) dijeron que
teníamos que pagar esa multa, luego una segunda de 1500 pesos por haber
construido sin autorización y cuando hubiésemos terminado la casa, otra
más de 1500 que nos daría el derecho a legalizar. Para que así constara
nos dieron a firmar un documento. Cuando vino la policía a desalojarnos
por primera vez, resulta que ese documento lo que decía era que
aceptábamos que éramos ilegales y también el desalojo", expuso.
Rojas se encuentra en estado de gestación, con fecha de alumbramiento
para los primeros días de noviembre. Reside bajo un techo improvisado,
sin paredes, puertas o servicios de electricidad y agua potable,
expuesta junto a su familia a las inclemencias del tiempo.
Con un hijo menor de un año en los brazos, Denia Serrano refiere que su
pequeña casa fue la única no derribada durante el último desalojo, a
causa del menor. Antes de marcharse, las autoridades advirtieron que
contaba hasta que el niño alcanzara el primer año de vida para resolver
a donde mudarse, luego regresarían a arrasar el lugar.
En espera a que pase lo peor, expone: "Mi esperanza estaba en poder
levantar una casita en el tiempo que me daban, pero si quitaron el
terreno la única opción que me queda es seguir aquí. Ya Elianis y yo
hemos ido varias veces al Partido (sede municipal del Partido Comunista
de Cuba), y nos dicen lo de siempre, que no pueden hacer nada para
mejorar nuestra situación. Me van a tener que matar aquí, porque no
tengo para donde ir con mis hijos (tiene otra hija de nueve años)".
Source: Desplazados | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/desplazados/
El gobierno les ha retirado los terrenos que les había asignado y
también cobrado
martes, octubre 13, 2015 | Osniel Carmona Breijo
MAYABEQUE, Cuba.- Un numeroso grupo de familias continúa sin esperanzas
de resolver un sitio donde construir su vivienda, luego que el gobierno
municipal en Batabanó retirara en las últimas jornadas los terrenos que
les había asignado y también cobrado. La mayoría de los desplazados
residen en condiciones míseras, algunos a la intemperie.
Santa Virgen Fuentes, entre los perjudicados, cuenta que la orden de
abandonar los terrenos se notificó sin explicaciones y por el momento
nada se ha declarado acerca de la devolución del dinero abonado al
Estado en la compra de las parcelas. La suma en cuestión varía en
dependencia del caso, pero todas exceden los 700 pesos.
"Se creen que somos muchachos, te dan una cosa y luego te la quitan así
como así. Cuando los quitaron (los terrenos) ya mucha gente había
comenzado la cimentación de la casa y aquí todos somos muy humildes como
para estar perdiendo, ni siquiera han dado una respuesta sobre el dinero
que nos cobraron", comentó.
Mediante el arquitecto encargado de trabajar los planos de las
viviendas, confirma Fuentes, conocieron que la invalidación de las
propiedades se originó debido a que este detectó en la medición de los
terrenos, que no cumplían con los requisitos exigidos por el Instituto
de la Vivienda y de Planificación Física en cuanto a dimensiones mínimas
y regulaciones urbanísticas.
Los solares, cerca de treinta, se otorgaron durante los meses de julio y
agosto distribuidos en las localidades de La Julia y El Sopapo. En la
asignación se "priorizaron casos sociales con expediente", con la
condición de que deberían levantar una construcción habitable en el
plazo de un año. De lo contrario, se retiraría la parcela vendida.
Un túnel sin luz al final.
A inicios de año las autoridades llevaron a cabo el tercer operativo de
desalojo contra un grupo de familias sin hogar que ocupan desde 2012,
con pequeños tinglados, una porción de tierra yerma perteneciente a la
empresa de Cultivos Varios en El Sopapo.
Tras las repercusiones del hecho, que desató una oleada de protestas
hacia todos los niveles estatales y la desaprobación de la comunidad en
general, el gobierno prometió facilitar sitios para que legalizaran su
estatus y levantaran una vivienda. Según comentan varios involucrados,
con la entrega de los terrenos pensaron que habían finalizado los años
de altas multas, desalojos y amenazas de todo tipo.
Elianis Rojas Durán, junto a su esposo Nelson Lovaina y su hijo menor de
edad Bryan, ha sufrido reiteradamente los maltratos y engaños de
funcionarios. Asume el reciente episodio de expropiación como "la
culminación de una maniobra" creada para amortiguar las demandas.
"No hay otra forma de interpretar lo que pasó, nadie puede creer que
después de tanto tiempo tengan que virar los terrenos porque desconocían
las medidas que debían tener, o detalles técnicos de ese tipo", asevera
Rojas, quien además relata cómo anteriormente ya habían sido manipulados
por los inspectores de Vivienda.
"Nos pusieron una multa (los inspectores) de mil pesos por estar
ilegales. La protesta fue fuerte. Al ver la reacción (…) dijeron que
teníamos que pagar esa multa, luego una segunda de 1500 pesos por haber
construido sin autorización y cuando hubiésemos terminado la casa, otra
más de 1500 que nos daría el derecho a legalizar. Para que así constara
nos dieron a firmar un documento. Cuando vino la policía a desalojarnos
por primera vez, resulta que ese documento lo que decía era que
aceptábamos que éramos ilegales y también el desalojo", expuso.
Rojas se encuentra en estado de gestación, con fecha de alumbramiento
para los primeros días de noviembre. Reside bajo un techo improvisado,
sin paredes, puertas o servicios de electricidad y agua potable,
expuesta junto a su familia a las inclemencias del tiempo.
Con un hijo menor de un año en los brazos, Denia Serrano refiere que su
pequeña casa fue la única no derribada durante el último desalojo, a
causa del menor. Antes de marcharse, las autoridades advirtieron que
contaba hasta que el niño alcanzara el primer año de vida para resolver
a donde mudarse, luego regresarían a arrasar el lugar.
En espera a que pase lo peor, expone: "Mi esperanza estaba en poder
levantar una casita en el tiempo que me daban, pero si quitaron el
terreno la única opción que me queda es seguir aquí. Ya Elianis y yo
hemos ido varias veces al Partido (sede municipal del Partido Comunista
de Cuba), y nos dicen lo de siempre, que no pueden hacer nada para
mejorar nuestra situación. Me van a tener que matar aquí, porque no
tengo para donde ir con mis hijos (tiene otra hija de nueve años)".
Source: Desplazados | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/desplazados/
Wednesday, October 14, 2015
Land-rush revolution - U.S.-Cuba talks rile island’s real-estate market
Land-rush revolution: U.S.-Cuba talks rile island's real-estate market
Cuba's real estate sector has been picking up in wake of rapprochement
talks with U.S.
Real estate agents and websites compete neck and neck
Obstacles and dangers lurk for those eager to jump into land rush
BY JIM WYSS AND MIMI WHITEFIELD
jwyss@miamiherald.com
SANTIAGO, CUBA
When the communist island began allowing citizens to buy and sell their
homes almost four years ago, it was a godsend for Nieves Puig Macías.
The 56-year-old retired architect is suffering from an array of health
problems — from bad kidneys to a bum arm — that make it hard for her to
get around her three-story home. She's been hoping to sell it and move
into a ground-level dwelling.
But two years later, she says she has a new problem: greedy real-estate
agents who are so keen on turning a profit that her house has
languished, overpriced, on the market.
In just a few short years, Cuba's nonexistent real-estate sector has
boomed into a multifaceted, sometimes frenetic industry: Hand-scrawled
"Se Vende" signs hang from dilapidated colonial structures and modern
condos, there are real-estate magazines and agents, and almost a dozen
home-buying websites have sprung up despite the island's extremely
limited Internet access.
Puig says her five-bedroom, five-bathroom home would sell for $55,000.
But agents keep trying to slap an additional $5,000 to $10,000 onto the
price tag.
"There are people who are interested in buying it, but the
intermediaries want to earn too much money," she said. "And it makes me
so angry — I won't let them."
If the rebirth of Cuba's real-estate industry has brought with it
free-market woes, those issues are likely to get worse in coming years.
As the U.S. and Cuba continue their slow-dance toward rapprochement, it
has fueled American fantasies of seaside Caribbean homes on the cheap,
and Cuban dreams of deep-pocketed buyers rushing across the Florida Straits.
A combination of strict laws on both sides, however, is keeping that
from being a reality.
For starters, the U.S. embargo makes it illegal for Americans to invest
on the island.
And while Cubans and foreign permanent residents can buy and sell
freely, those who live abroad are relegated to a few tightly controlled
housing enclaves that aren't particularly a bargain.
Even so, some are already jockeying to be on the front lines of an
eventual land rush, buying property under the names of eligible family
and friends. Such under-the-table sales have been going on since the
1990s, but accelerated after real estate sales were legalized and now
with the anticipation of a new relationship with the United States.
REAL ESTATE RUSH
"A lot of people, without any hesitations, without any analysis or
knowledge of the market, are rushing in to buy real estate in Cuba under
the assumption that the Americans will soon come and the prices will
double or triple," said Hugo Cancio, a Cuban-born entrepreneur who is
launching the quarterly OnCuba Real Estate magazine in South Florida in
coming days.
Combine that with Cuban exiles who want to return and "you now have an
emerging market where the prices are not proportionate to reality," he said.
In the two-tiered system, most bargains are illusory. While Puig's
$55,000 home might be a steal in South Florida, it's out of reach for
most island-bound Cubans earning pesos. And the tight supply of homes
legally available to foreign residents means they draw premium prices. A
four-bedroom, four-bathroom penthouse in a tony part of Havana, for
example, is being listed for $1.2 million. More modestly, a one-bedroom
apartment on Miramar beach is going for $435,000.
In a country where two or three generations of families often live in a
cramped space, however, there's buzz around the new opportunities.
In the chapel of Our Lady of Lourdes, at the La Merced church in Old
Havana, Cubans have tucked little homemade houses — some with picket
fences or model cars in their garages — in the niches of the grotto in
the hopes of scoring a house. It is our Lady of Loreto who is associated
with homes, but for Cubans Our Lady of Lourdes is close enough.
"Oh, look, this one has a hinged door," the Rev. Gilbert Walker, La
Merced's rector, said as he inspected the display. "What we have here is
an interesting example of popular religious expression. But the number
of houses placed here has certainly increased after real estate sales
became legal. The new law opened a whole market that was waiting to
explode."
Many of the miniature homes are charming, but sometimes buying and
selling real estate is anything but. Whether to sell a house that has
been in the family for generations, or to keep it as the ancestral home,
can be a source of friction.
One of the messages stuffed in the grotto alludes to the tension.
"Please allow my brother to acquire rights over the home that is in a
legal dispute with his sister-in-law and grant him much happiness in his
home," it reads.
Another plaque gives thanks to the virgin for "granting me the miracle"
of a home.
AGENTS VS. WEBSITES
Sandra Arias, 35, was a foreign language professor until she caught the
real-estate bug. Her fluent English landed her a job with an agency, but
business was good enough that she struck out on her own a few months ago.
While many of her buyers are local, or returnees, her specialty is
working with foreigners, primarily Canadians, French and Russians. And
the announcement of formal U.S.-Cuba talks has been good for business.
"Since January, we've seen a big jump, a lot more clients in Havana,
where most of the movement is," she said.
Increasingly, her competition is not other agents but the proliferation
of websites.
"When people start looking for houses they go to the Internet first,"
she said. "That's my competition, so I have to use Instagram and Twitter
to get the word out about my properties."
For many Miami-based Cuban Americans who lost homes and businesses
during the Cuban Revolution, the thought of a thriving real-estate
market is anathema. Many say they don't need to look for property in
Cuba, they just want theirs back.
José Fernández's family fled Cuba to Miami when he was 5. Now 59,
Fernández has been in the commercial real-estate industry for 40 years.
And while he's sensitive to the concerns of old-timers, he's also
interested in playing a role in the new Cuba.
He's traveled to the island six times in the last two years to visit
family and scout for opportunities. But the prospect of buying a house
under someone else's name — even a close relative — is a recipe for
heartburn, he said.
"How many times has a cousin told another cousin 'I'm going to give you
the money right back?'" he said. "Unless you are willing to let them
keep the house, it's not a good idea."
There are also obstacles to turning a profit: Cubans are only allowed to
own two homes, there is no financing and no foreclosure laws, and the
government has said it will not allow property speculation.
"There are a lot of ways to make money in Miami; we don't have to go to
Cuba to make money," Fernández said. "I just want to be part of the
changes that are going on."
There might also be risks for those who dive in too early.
The decayed charm of a pre-Revolution apartment might be seen in a
different light if, for example, the Related Group begins building
modern condos on a nearby lot, Cancio said.
"What happens to the price of that building right next door [to the new
construction] from 1947 that has issues with getting the water to the
ninth floor and has no parking?" he said.
As for Puig, she said she's given up on agents. When she feels well
enough, she'll walk down the street to an Internet café and list her
home on any number of websites. Her neighborhood, Los Sueños or,
roughly, The Dreams, is close to the Moncada Barracks — the birthplace
of the Cuban Revolution — and it gets a pleasant breeze, she said.
"I know how much it's worth," she said of her home. "This is one of the
best neighborhoods in the city."
Source: Land-rush revolution: U.S.-Cuba talks rile island's real-estate
market | Miami Herald -
http://www.miamiherald.com/news/nation-world/world/americas/cuba/article38890017.html
Cuba's real estate sector has been picking up in wake of rapprochement
talks with U.S.
Real estate agents and websites compete neck and neck
Obstacles and dangers lurk for those eager to jump into land rush
BY JIM WYSS AND MIMI WHITEFIELD
jwyss@miamiherald.com
SANTIAGO, CUBA
When the communist island began allowing citizens to buy and sell their
homes almost four years ago, it was a godsend for Nieves Puig Macías.
The 56-year-old retired architect is suffering from an array of health
problems — from bad kidneys to a bum arm — that make it hard for her to
get around her three-story home. She's been hoping to sell it and move
into a ground-level dwelling.
But two years later, she says she has a new problem: greedy real-estate
agents who are so keen on turning a profit that her house has
languished, overpriced, on the market.
In just a few short years, Cuba's nonexistent real-estate sector has
boomed into a multifaceted, sometimes frenetic industry: Hand-scrawled
"Se Vende" signs hang from dilapidated colonial structures and modern
condos, there are real-estate magazines and agents, and almost a dozen
home-buying websites have sprung up despite the island's extremely
limited Internet access.
Puig says her five-bedroom, five-bathroom home would sell for $55,000.
But agents keep trying to slap an additional $5,000 to $10,000 onto the
price tag.
"There are people who are interested in buying it, but the
intermediaries want to earn too much money," she said. "And it makes me
so angry — I won't let them."
If the rebirth of Cuba's real-estate industry has brought with it
free-market woes, those issues are likely to get worse in coming years.
As the U.S. and Cuba continue their slow-dance toward rapprochement, it
has fueled American fantasies of seaside Caribbean homes on the cheap,
and Cuban dreams of deep-pocketed buyers rushing across the Florida Straits.
A combination of strict laws on both sides, however, is keeping that
from being a reality.
For starters, the U.S. embargo makes it illegal for Americans to invest
on the island.
And while Cubans and foreign permanent residents can buy and sell
freely, those who live abroad are relegated to a few tightly controlled
housing enclaves that aren't particularly a bargain.
Even so, some are already jockeying to be on the front lines of an
eventual land rush, buying property under the names of eligible family
and friends. Such under-the-table sales have been going on since the
1990s, but accelerated after real estate sales were legalized and now
with the anticipation of a new relationship with the United States.
REAL ESTATE RUSH
"A lot of people, without any hesitations, without any analysis or
knowledge of the market, are rushing in to buy real estate in Cuba under
the assumption that the Americans will soon come and the prices will
double or triple," said Hugo Cancio, a Cuban-born entrepreneur who is
launching the quarterly OnCuba Real Estate magazine in South Florida in
coming days.
Combine that with Cuban exiles who want to return and "you now have an
emerging market where the prices are not proportionate to reality," he said.
In the two-tiered system, most bargains are illusory. While Puig's
$55,000 home might be a steal in South Florida, it's out of reach for
most island-bound Cubans earning pesos. And the tight supply of homes
legally available to foreign residents means they draw premium prices. A
four-bedroom, four-bathroom penthouse in a tony part of Havana, for
example, is being listed for $1.2 million. More modestly, a one-bedroom
apartment on Miramar beach is going for $435,000.
In a country where two or three generations of families often live in a
cramped space, however, there's buzz around the new opportunities.
In the chapel of Our Lady of Lourdes, at the La Merced church in Old
Havana, Cubans have tucked little homemade houses — some with picket
fences or model cars in their garages — in the niches of the grotto in
the hopes of scoring a house. It is our Lady of Loreto who is associated
with homes, but for Cubans Our Lady of Lourdes is close enough.
"Oh, look, this one has a hinged door," the Rev. Gilbert Walker, La
Merced's rector, said as he inspected the display. "What we have here is
an interesting example of popular religious expression. But the number
of houses placed here has certainly increased after real estate sales
became legal. The new law opened a whole market that was waiting to
explode."
Many of the miniature homes are charming, but sometimes buying and
selling real estate is anything but. Whether to sell a house that has
been in the family for generations, or to keep it as the ancestral home,
can be a source of friction.
One of the messages stuffed in the grotto alludes to the tension.
"Please allow my brother to acquire rights over the home that is in a
legal dispute with his sister-in-law and grant him much happiness in his
home," it reads.
Another plaque gives thanks to the virgin for "granting me the miracle"
of a home.
AGENTS VS. WEBSITES
Sandra Arias, 35, was a foreign language professor until she caught the
real-estate bug. Her fluent English landed her a job with an agency, but
business was good enough that she struck out on her own a few months ago.
While many of her buyers are local, or returnees, her specialty is
working with foreigners, primarily Canadians, French and Russians. And
the announcement of formal U.S.-Cuba talks has been good for business.
"Since January, we've seen a big jump, a lot more clients in Havana,
where most of the movement is," she said.
Increasingly, her competition is not other agents but the proliferation
of websites.
"When people start looking for houses they go to the Internet first,"
she said. "That's my competition, so I have to use Instagram and Twitter
to get the word out about my properties."
For many Miami-based Cuban Americans who lost homes and businesses
during the Cuban Revolution, the thought of a thriving real-estate
market is anathema. Many say they don't need to look for property in
Cuba, they just want theirs back.
José Fernández's family fled Cuba to Miami when he was 5. Now 59,
Fernández has been in the commercial real-estate industry for 40 years.
And while he's sensitive to the concerns of old-timers, he's also
interested in playing a role in the new Cuba.
He's traveled to the island six times in the last two years to visit
family and scout for opportunities. But the prospect of buying a house
under someone else's name — even a close relative — is a recipe for
heartburn, he said.
"How many times has a cousin told another cousin 'I'm going to give you
the money right back?'" he said. "Unless you are willing to let them
keep the house, it's not a good idea."
There are also obstacles to turning a profit: Cubans are only allowed to
own two homes, there is no financing and no foreclosure laws, and the
government has said it will not allow property speculation.
"There are a lot of ways to make money in Miami; we don't have to go to
Cuba to make money," Fernández said. "I just want to be part of the
changes that are going on."
There might also be risks for those who dive in too early.
The decayed charm of a pre-Revolution apartment might be seen in a
different light if, for example, the Related Group begins building
modern condos on a nearby lot, Cancio said.
"What happens to the price of that building right next door [to the new
construction] from 1947 that has issues with getting the water to the
ninth floor and has no parking?" he said.
As for Puig, she said she's given up on agents. When she feels well
enough, she'll walk down the street to an Internet café and list her
home on any number of websites. Her neighborhood, Los Sueños or,
roughly, The Dreams, is close to the Moncada Barracks — the birthplace
of the Cuban Revolution — and it gets a pleasant breeze, she said.
"I know how much it's worth," she said of her home. "This is one of the
best neighborhoods in the city."
Source: Land-rush revolution: U.S.-Cuba talks rile island's real-estate
market | Miami Herald -
http://www.miamiherald.com/news/nation-world/world/americas/cuba/article38890017.html
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