Jueves, Marzo 29, 2012 | Por Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org –Cualquiera diría que el dinero
enviado a sus familiares por los cubanos residentes en el exterior no ha
tenido un peso significativo en el crecimiento del Producto Interno
Bruto (PIB), porque tanto los diputados de la Asamblea Nacional del
Poder Popular como el gobierno cubano, en sus balances anuales sobre el
crecimiento de la economía, no parecen tener en cuenta el envío de
remesas a Cuba.
Pero un hecho económico puso al descubierto el deliberado silencio y
absurdo ocultamiento que sobre el tema de las remesas han asumido las
autoridades cubanas.
A finales de diciembre del pasado año, el gobierno reconoció que el PIB
solo se cumplió en 2,7%, del 3% fijado para el año. En esto incidió la
caída de la producción de bienes.
Del total de divisas atesoradas el pasado año en las arcas del Estado,
tuvieron un papel determinante los casi 7,000 millones de dólares por la
venta al exterior de servicios especializados, principalmente a
Venezuela, y lo recaudado por la visita a Cuba de 2,7 millones de
turistas, de los cuales más de 400 mil son cubano- americanos.
Incidió de manera significativa la entrada de 2,294 millones de dólares
por concepto de remesas, lo que significó un espectacular crecimiento,
de 19% en relación con el año anterior.
Esta inusitada entrada de dinero ha sido la respuesta de la comunidad
cubana residente en los Estados Unidos ante las medidas del presidente
Obama, de levantamiento de las restricciones de los viajes familiares a
Cuba y el envío de dinero. Diecinueve aeropuertos norteamericanos
tienen permiso para vuelos fletados y desde ocho ciudades de ese país se
realizan 80 vuelos semanales a Cuba.
A finales de diciembre del pasado año, los cubanos que ejercen el
trabajo por cuenta propia, más los que explotan miles de hectáreas de
tierra en usufructo, sumaban 600 mil. La puesta en marcha de estos
negocios privados ha sido posible en gran medida por los dólares
enviados por cubanos residentes en el exterior, principalmente en los
Estados Unidos, a sus familiares.
Este dinero, llegado del norte, también posibilitó asumir la reparación
de muchos viejos autos americanos dedicados hoy al alquiler, la compra
de materiales para construir y reparar casas, y la de insumos agrícolas,
así como de equipamientos para cafeterías y paladares, a precios
minoristas, en las tiendas del Estado, con una sobretasa de 260% de su
precio original.
A este auge de las remesas ha contribuido también la autorización de la
compraventa de casas y automóviles, ya que muchos cubanos para hacer
estas operaciones han recabado la ayuda monetaria de sus familiares
residentes en el exterior.
Otro elemento que ha contribuido al auge de la entrada de dólares a
Cuba, por concepto de remesas, ha sido el crecimiento vertiginoso de la
telefonía celular en la Isla. Según ETECSA, empresa estatal cubana que
tiene el monopolio de las telecomunicaciones, al cierre del pasado año,
1,2 millones de ciudadanos estaban abonados a la telefonía celular, lo
cual significó ingresos aproximados de 340 millones de dólares. Muchos
de estos celulares son costeados por familiares que residen en el
extranjero.
En estos momentos, 71 agencias radicadas en territorio norteamericano se
ocupan del envío de remesas a Cuba. Este floreciente negocio ha dado
lugar a una fuerte competencia entre ellas, reflejada en la rebaja de
los costos por los envíos. Tenemos el caso de las agencias que operan
desde Miami, donde los envíos más caros no sobrepasan 15%, muy por
debajo del 20% que cobraban hace unos meses.
Es tal el tráfico de personas, dinero y mercancías, que estas agencias
ya no solo se ocupan de tramitar viajes y remesas. También se dedican al
envío de ropa, comida y medicinas, y algunas también a la recarga de
celulares. Toda una sinergia de servicios como respuesta al inusitado
incremento de los cientos de miles de cubano-americanos que visitaron
Cuba el pasado año.