La 'vía Obama'
ZUNILDA MATA, La Habana | Marzo 13, 2016
Cuando el papa Francisco viajó por primera vez a Cuba, el humor popular
bautizó como "la vía sacra" a las calles que recorrería el pontífice. El
trayecto fue pintado y en algunos partes arreglado el pavimento, para
que el obispo de Roma no se topara con las desteñidas fachadas y los
numerosos baches que caracterizan la ruta. Para el recibimiento de
Barack Obama la ciudad también está siendo maquillada y sus residentes
advertidos de cómo deben comportarse.
La "vía Obama" incluye el estadio Latinoamericano, donde el presidente
de Estados Unidos asistirá a un partido entre la selección cubana y los
Tampa Bay Rays, el próximo 22 de marzo. Los alrededores del coloso del
Cerro son un hervidero de arreglos y expectación. Las invitaciones para
entrar a la histórica jornada ya han comenzado a repartirse entre
miembros del Partido Comunista, la Unión de Jóvenes Comunistas y la
Federación Estudiantil Universitaria.
"Hay que ir obligado porque es una tarea del partido", comentó a este
diario Pascual un jubilado de 78 años quien aclara que no le gusta "la
pelota ni tampoco Obama". En su núcleo del PCC han hecho una
convocatoria a estar desde temprano en el estadio y a "mantener la
disciplina todo el tiempo". Con cierta ironía el anciano apunta que
tales llamados le han recordado "los años setenta cuando se hacían estas
cosas con presidentes del bloque socialista".
En varios centros de trabajo han convocado a "mostrar solidaridad, pero
sin llevar banderas norteamericanas ni el rostro de Obama en los
carteles", refiere a este diario la empleada de una sucursal bancaria
que fue citada para el Latinoamericano. "Nos dijeron que debemos darle
la bienvenida con respeto, pero sin muestras de demasiado afecto", se
queja la señora.
Por un precio de 7 pesos convertibles ya es posible adquirir en el
mercado informal algunas de estas invitaciones entregadas a los cuadros
afines al gobierno. "Compra ahora que después se van a disparar los
precios", comentaba un vendedor ilegal en las cercanías del estadio y
quien decía tener una decena de boletos. "No importa si quedas en el
gallinero", le comentaba a un joven interesado en un ticket pero
receloso de que le tocara un asiento muy alejado del campo. "¿Pero tú
quieres ir a ver el juego o ir a ver a Obama?", le cuestionó el mercader.
Gracias a Obama ha ocurrido el milagro de que el estadio Latinoamericano
estrene una red wifi con conexión a internet. Este domingo en la mañana
los jóvenes se aglomeraba en las cercanías, tratando de evitar las gotas
de pintura que caían desde los andamios. "El dinero de estas
reparaciones lo puso el equipo de los Tampa Bay Rays para no jugar en
una ruina", especula un vecino del "parque del Latino", como se le
conoce al área con bancos que está a las afueras del Coloso del Cerro.
Una señora mayor que sube por la avenida 20 de Mayo, cuyo nombre evoca
la fecha de fundada la República cubana, se lamenta de que "allá abajo
donde yo vivo no llegaron. Atarés sigue siendo un desastre, ahí las
casas están tan destruidas que no se pueden maquillar con pintura", se
queja en voz alta.
Cerca de ella, una mujer está conectada a la red inalámbrica y a través
de la aplicación Imo de su teléfono le enseña a la hija emigrada lo que
hace el padre que está encaramado en la torre de luces del estadio dando
una mano de pintura. "Dale fílmame a ver me si alguien me ve por allá y
me quiere contratar", bromea el padre cuando baja para un descanso.
En la gasolinera de la firma Cupet ubicada en la intersección de Boyeros
y Ayestarán, la Dirección de contrainteligencia (DCI), le ha pedido a la
administradora del lugar los nombres y números de carné de identidad de
todos los que trabajarán los días en que el mandatario estadounidense
esté en la ciudad. El esquema se repite en todos los centros estatales
que se encuentran ubicados dentro de la "vía Obama".
El recorrido de la primera dama, Michelle Obama también está precedido
de arreglos y advertencias. En el policlínico de las calles 18 y 15, en
el Vedado, donde se asegura que hará una visita, han cambiado hasta los
sillones de estomatología y los muebles sanitarios de todos los baños.
Los trabajadores del centro de salud han sido advertidos de que ese día
tienen que ir con su "mejor ropa". El anuncio fue hecho en una reunión
donde una empleada del laboratorio llegó a preguntar "¿Tenemos que venir
en tacones?" y otros reclamaron que les entregaran un módulo de
vestimenta para la ocasión. La semana pasada los pacientes han convivido
con los albañiles y otros obreros de la construcción, que apuran el
ritmo ante la llegada de la esposa de Obama.
Todo apunta a que el inquilino de la Casa Blanca tratará de sacarle el
máximo provecho a cada minuto en la Isla y tocará las fibras más
sensibles de la identidad nacional. Además de participar en un partido
de pelota, se especula que visitará el Santuario del Cobre en Santiago
de Cuba, como un homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre, Cachita.
Una conferencia en el Aula Magna de La Habana también se hallaría en el
itinerario del mandatario. La cita podría ser una gran oportunidad para
hablar no solo ante los jóvenes y profesores que asistirán al lugar sino
de transmitir el discurso en vivo por la televisión nacional. "Hay temor
de que haga como el expresidente Jimmy Carter que frente al micrófono y
en directo habló del proyecto Varela y se armó tremendo lío. No sabíamos
si cortar o no la señal.", cuenta Gerardo, un técnico jubilado del
Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
En los bajos de un edificio de microbrigada en Nuevo Vedado, y mientras
esperan el ascensor, dos vecinos se burlan de todos los excesos
organizativos por la llegada del presidente de EE UU. "Ahora seguro que
tenemos que repetir aquello de: Obama amigo, el pueblo está contigo",
pero el joven con el que conversa no piensa lo mismo. "Qué va, a ese le
vamos a decir en inglés: Obama brother, we want the power".
Las expectativas crecen en la población. El taxista de un almendrón que
hace la ruta desde el Parque de la Fraternidad hasta Santiago de las
Vegas, bromeaba este sábado con sus clientes diciendo que el 21 de marzo
es el cumpleaños de su mujer y le iba a pedir a Obama que lo ayudara
"con el regalo". Los clientes dentro del auto se sumaron a los pedidos,
en una escena digna de la película italiana Milagro en Milán.
"Le voy a pedir una casa, pero con todo lo que lleva una casa", comentó
una mujer de treinta años. La risa estalla dentro del taxi colectivo que
cruza en ese momento la intersección con la calle Tulipán, otro de los
puntos que conforman la ya bautizada "vía Obama".
Source: La 'vía Obama' -
http://www.14ymedio.com/nacional/via-Obama_0_1961203861.html