Saturday, December 15, 2012

Familia convive en condiciones infrahumanas

Familia convive en condiciones infrahumanas
Félix Reyes Gutiérrez
14 de diciembre de 2012

Ranchuelo, Cuba – www.PayoLibre.com – La familia conformada por Carlos
Remedio Silva, Ady Clemente Betancourt y Leidy Carla Remedio Clemente
convive en condiciones infrahumanas en Banes, desde hace más de un mes.

Marta Díaz Rondón, residente del lugar, dijo que Carlos, esposa e hija
viven en un pequeño cuarto, en la zona rural de Pozo Blanco, a ocho
kilómetros de Banes, que construyó con los residuos de madera que
rescató del derrumbe de su vivienda tras el embate del ciclón Sandy por
el oriente del país.

Agregó la fuente, que la morada semeja un bohío y se moja a chorros
cuando llueve. Remedio, de 40 años e invidente, solicitó materiales de
la construcción a Rolando, delegado del Parlamento de su zona de
residencia, y no le ha dado respuesta alguna

Añadió Marta, que Leidy Carla, de 8 años, no va a la escuela desde que
su casa de paredes de madera, piso de cemento y techo de tejas de
asbestocemento se precipitó al suelo en octubre pasado.

http://payolibre.com/noticias/noticias2.php?id=9413

Hay menos cubanos, pero ¿más viviendas?

Hay menos cubanos, pero ¿más viviendas?
Miércoles, Diciembre 12, 2012 | Por Jorge Olivera Castillo

LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -Es obvio que los cubanos
residentes en la Isla deben ser menos, en comparación con las cifras de
hace una década, ateniéndonos a las conclusiones del Censo de Población
y Viviendas, realizado en el segundo semestre de este año.

Si bien los informes oficiales afirman que el decrecimiento se basa,
única y exclusivamente, en los deprimidos índices de natalidad, es
inevitable subrayar el fenómeno de la emigración como otro factor de
importancia.

Según el director nacional del Censo, en declaraciones al periódico
Granma, fue 1977 el último año en que las mujeres cubanas dieron a luz
dos hijos como promedio.

El panorama interno es favorable a que se mantengan estos patrones. Por
una razón elemental: es muy difícil que las parejas se decidan a
procrear ante los desafíos de la inseguridad laboral, los bajos salarios
y las dificultades para adquirir o rentar una vivienda, entre otros
asuntos no menos engorrosos y enraizados en el tejido social.

Pero la omisión de las estadísticas en torno a las personas que han
abandonado el país definitivamente, desde 1959 hasta la fecha, refleja
la tendencia a encubrir un problema con serias repercusiones
socioeconómicas y culturales.

Más de 2 millones de nacionales -casi 20% de la población actual del
país- se han asentado en otras latitudes desde la instauración del
socialismo real en Cuba, realidad que invita a mirar el futuro con
cierto pesimismo.

¿Qué nos depara, a mediano y largo plazos, la delicada combinación de la
baja natalidad, el envejecimiento, la emigración y los números rojos de
la improductividad y la ineficiencia?

Si continúan postergándose las reformas de gran calado, donde no podrían
faltar las de carácter político, es indiscutible la permanencia y
profundización de las anomalías aquí descritas. Los cubanos continuarán
evitando reproducirse, e intentando escapar de cualquier modo posible
de esta isla-manicomio donde no hay cabida para un proyecto de mejor vida.

La inamovilidad o, en su defecto, la implementación de un programa de
transformaciones parciales, solo dirigidas a algunos sectores de la
economía y caracterizadas por el exceso de normativas, junto a otros
entorpecimientos no menos absurdos, solo sirven para postergar el inicio
de las soluciones a la profunda crisis estructural.

Con un retraso de más de 20 años, la apertura integral y sostenida es
hoy una necesidad inaplazable.

Esa moratoria tiene sus costos. No hay que ser un experto para
cerciorarse de que la deuda a pagar por la irresponsabilidad de la
dirigencia durante tanto tiempo es muy alta. El desastre demográfico es
solo un elemento más en el camino a la involución.

Como dato curioso, en relación con el Censo, se especifica el aumento de
casi 400 mil viviendas respecto al año 2002. Primeramente, sería
interesante conocer el estado de esos inmuebles. Es posible que muchos
de los tugurios que proliferan en el país, sin las mínimas condiciones
de habitabilidad, hayan sido contabilizados en los informes.

Con los sistemáticos incumplimientos en el sector de la construcción y
los derrumbes parciales y totales de edificios que ocurren cada semana,
sobre todo en la capital, es difícil creer en esa ligera mejoría
habitacional. Especialmente si se tiene en cuenta la fuente de la
información.

Cuba, bajo el mandato de los comunistas, es un ejemplo a no imitar; un
caso digno de studio sobre como puede un país próspero involucionar. Los
amargos frutos de la torpeza y los caprichos de los comunistas en Cuba,
son cada vez más visibles.

oliverajorge75@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/hay-menos-cubanos-pero-%c2%bfmas-viviendas/