Tuesday, July 26, 2011

Expertos: Las medidas en el sector de la vivienda, entre las más difíciles de aplicar

Sociedad

Expertos: Las medidas en el sector de la vivienda, entre las más
difíciles de aplicar
Agencias
La Habana 25-07-2011 - 8:08 pm.

La Habana, 14 de julio de 2011. (AP)

El Gobierno ha prometido legalizar la compra-venta de viviendas antes de
fin de año como parte del paquete de ajustes para "actualizar el modelo
económico". El régimen se beneficiaría generosamente de esta medida, que
se espera ayude a aliviar la escasez de inmuebles, estimule el sector de
la construcción y genere ingresos por concepto de impuestos, reporta la AP.

Según expertos, la legalización debe ayudar además a combatir la
corrupción de funcionarios que reciben sobornos a cambio de aprobar
acuerdos ilegítimos, y dar a la población un marco legal para resolver
disputas que no pueden ventilarse cuando las operaciones se realizan en
el mercado negro.

Probablemente, también atraerá dólares de cubanos en el exterior, que
enviarán dinero a sus familiares para que compren, amplíen o remodelen
sus viviendas, dicen los analistas.

"Todas estas cosas están vinculadas", afirmó Sergio Díaz-Briquets, un
experto demográfico basado en Estados Unidos. "Ellos quieren que los
cubanos expatriados den dinero (…) y éste es un gran incentivo para que
la gente ayude a sus familiares".

Sin embargo, habrá pocos cambios en la economía cubana tan difíciles de
implementar como una reforma en el sector de la vivienda.

Durante décadas, el régimen ha confiscado las casas y demás propiedades
a quienes abandonan la Isla, ha prohibido la compraventa e incluso la
utilización de dinero en las permutas para compensar las diferencias
entre inmuebles.

Ya antes de la revolución había escasez de inmuebles. El problema se
agudizó luego con la falta de reparaciones, el deterioro crónico de
parque inmobiliario, el incumplimiento de los planes de construcción, la
deficiente calidad de las obras ejecutadas y el efecto de los
temporales, huracanes y el salitre del mar. El Malecón de La Habana está
salpicado de espacios vacíos —antes ocupados por edificios derrumbados—
y otrora majestuosas mansiones que están al borde del colapso.

Mientras la nueva ley no sea promulgada, las opciones legales para los
cubanos son muy limitadas. Pueden inscribirse en proyectos de
cooperativas de construcción, ampliar las construcciones en propiedades
ya existentes o anotarse en la larga lista de espera para viviendas del
Gobierno. O pueden dirigirse al mercado negro con la esperanza de
negociar una "permuta", que oficialmente es un trueque de propiedades de
valor similar pero que en realidad usualmente implica el intercambio de
dinero.

Algunos contratan a "corredores" como Manuel Valdez, un ex militar de 83
años de edad que ha gestionado ese tipo de transacciones durante cuatro
décadas en un parque de La Habana.

A su juicio, la escasez de viviendas es un problema tan grande que la
legalización es inevitable: "Esta es una situación que el Estado tenía
que quitarse de encima de una forma u otra".

Quienes buscan casa o una permuta también acuden a www.revolico.com, un
sitio de internet donde las propiedades se ofrecen a veces por decenas
de miles de dólares. Los operadores aseguran que solo la sección de
bienes raíces recibe 30.000 visitas al mes, pese a que los cubanos deben
hallar la forma de burlar las restricciones de acceso a la red para
poder consultarla.

Algunos cubanos contraen matrimonios fraudulentos a fin de facilitar la
transferencia de propiedades. Otros se mudan a viviendas y dicen que es
para cuidar a algún anciano que reside allí; se registran en la
dirección y, tras pasar suficiente tiempo, pueden legalmente declararse
"herederos" del inmueble.

Un profesional de La Habana que recibe un sueldo muy superior al
promedio (de solo unos 25 dólares mensuales) dijo que cambió el pequeño
apartamento en el que vivió 10 años por una casa grande en la cual el
baño se estaba derrumbando y cuyos ocupantes, una pareja de unos 60 años
de edad, ya no podía encargarse del mantenimiento.

La pareja se mudó al apartamento, que fue remodelado y pintado, y
recibió 1.200 dólares en efectivo de forma ilegal.

El profesional reflexionaba sobre lo anormal de la situación de gente
con dinero que no tiene vivienda que comprar, y el riesgo que todos
corren al querer mudarse. Algunas personas han perdido sus viviendas,
confiscadas por el Gobierno cuando se descubrió una transacción ilegal.

"Sería valiosísimo que tú pudieras hacerlo legalmente", comentó el
hombre, que pidió no ser identificado.

"La escasez de vivienda es un problema grave", dijo Díaz-Briquets, quien
en un trabajo reciente estimó que Cuba, con una población de 11 millones
de habitantes, sufre una escasez de 1,6 millones de "unidades
habitacionales adecuadas".

"Durante años han tratado de resolver este problema, y al final se
percataron de que el Estado no podrá resolverlo", comentó.

El Gobierno dice que el déficit es de unas 500.000 viviendas.

Los expertos advierten que la nueva ley es solo el primer paso hacia la
solución del problema habitacional, y destacan que el régimen no
admitirá un mercado de bienes raíces al estilo capitalista.

El Gobierno ha dejado claro que no permitirá más de una propiedad por
persona, a fin de evitar la acumulación de riqueza.

Las autoridades anunciaron planes para otorgar créditos para la compra
de materiales de construcción, pero no se divulgaron los detalles y no
se elaboró un mecanismo para hipotecas.

Habrá impuestos tanto para compradores como vendedores y, si son
excesivos, podría provocarse que los participantes en las transacciones
no reporten la cantidad de dinero acordada.

La situación actual provoca que haya una gran cantidad de parejas
divorciadas que siguen bajo el mismo techo; recién casados obligados a
convivir con hermanos, primos y tíos; ancianos que no puede reparar sus
maltrechas viviendas.

Juana Inés Delgado comparte su pequeño apartamento en La Habana con su
hijo adulto, su hija casada y su nieta de 4 años, mientras su yerno pasa
las noches en la casa de una tía al otro lado de la cuadra.

"Es un matrimonio que no es un matrimonio como debe de ser, ¿tú me
entiendes?", dijo Delgado, de 61 años. "Aspiro a que mis hijos no tengan
que terminar su vida aquí en esta condición".

http://www.ddcuba.com/cuba/6003-expertos-las-medidas-en-el-sector-de-la-vivienda-entre-las-mas-dificiles-de-aplicar

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