Tuesday, July 12, 2011 | Por José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) – En un informe de días atrás,
destinado a dar cuenta de las normativas aprobadas por el régimen cubano
para legalizar la compraventa de casas y automóviles, el periódico
Granma criticaba -como causantes de ilegalidades y corrupción- las
trabas que a lo largo de varias décadas han frenado esta transacción tan
simple, mediante excesivas normas legales y regulaciones burocráticas.
Pues, bien, para ser consecuente con lo dicho, tal vez ese periódico
tenga que criticar las nuevas normativas dentro de muy breve tiempo, por
idénticas razones.
Según el último rumor que rueda en las calles de La Habana, la cacareada
reforma sobre el sistema de compraventas amenaza con seguir
entorpeciendo el entendimiento de tú a tú y la libre gestión de
intercambios entre los ciudadanos.
También parece estar proyectado desde otras normas y ajustes
burocráticos que no harían sino cambiar el roto por el descosido,
buscando, no más faltara, la manera de que el régimen consiga sacar su
buena tajada en las negociaciones.
Se dice que compradores y vendedores estarán obligados a realizar sus
acuerdos a través de depósitos bancarios que les permitan al Estado
verificar las sumas de dinero que se mueven, así como de dónde salen y
hacia dónde van; amén de que les facilita el cobro de los
correspondientes impuestos por el negocio, sin contar otras ganancias
que se suman por las comisiones del servicio.
Claro que como una cosa lleva a la otra, junto a los rumores en
cuestión, empezaron a rodar ya las iniciativas de los potenciales
afectados. Eso es lo malo y lo bueno de las bolas que se relacionan con
el actuar del régimen: a la vez que asustan en la víspera, y en tanto
persiguen que la gente empiece a acostumbrarse al batacazo aun antes de
recibirlo, también permiten organizar la riposta.
Y como en este caso la riposta no podría ser organizada más que a través
de nuevos modos de corrupción e ilegalidades, únicas alternativas que
siempre quedan para los de abajo, entonces, qué remedio, tendrá que
reiniciarse el ciclo.
Asegura vox pópuli que de ser cierto eso de que las compraventas deberán
efectuarse bajo el control absoluto del sistema, a la gente no le
quedará otro remedio que hacer dos transacciones, una legal, con el
banco, y otra libre pero ilegal entre el que compra y el que vende.
Elemental, Watson: el roto por el descosido.
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