Monday, November 17, 2014

La Habana se derrumba y él cantando

La Habana se derrumba y él cantando
Hoy se echan de menos las brigadas de albañiles que mantenían en pie los
solares habaneros, porque parodiando al trovador "la ciudad se
derrumba", y él cantando
lunes, noviembre 17, 2014 | Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba. — Desde inicios de la década del 60 y durante casi 30
años, las brigadas de albañiles, carpinteros, electricistas y plomeros
de la Empresa de Mantenimiento de Inmuebles Urbanos (ENMIU) se
encargaron –más mal que bien– de la atención y reparación –subsidiada
por el Estado- de los edificios y cuarterías.

Con el advenimiento de las microbrigadas, y luego cuando al Máximo Líder
le dio por construir túneles y refugios para enfrentar los ataques
aéreos que -según él- Ronald Reagan estaba a punto de ordenar, los
materiales de construcción, y particularmente el cemento, empezaron a
escasear.

Llegó un momento, en los años 80, en que el papel de la ENMIU se limitó
a poner parches en las fachadas, apuntalar con palos o vigas de acero
los techos que estaban al desplomarse, demoler a mandarriazos lo que
quedaba de las casas que se derrumbaban y después recoger los escombros.

Pero con la llegada del Periodo Especial, ni eso, porque se acabó la ENMIU.

Hoy se echan de menos los trabajadores de aquellas mal pagadas brigadas
que hacían lo que podían para tener en pie los edificios y solares
habaneros, porque como cantara en una de sus más conocidas canciones el
inefable Silvio Rodríguez, "la ciudad se derrumba"…

Los viejos edificios han quedado abandonados a su (mala) suerte. A cada
rato, un derrumbe nos recuerda que vivir entre ruinas puede resultar
letal. Quiero decir, nos lo recuerda a nosotros los de abajo. A los
gobernantes, plín.

Con la venta liberada de materiales de construcción y la concesión de
créditos para reparar y construir casas, el gobierno se desentendió de
los inmuebles multifamiliares. También han pasado a ser parte del
sálvese el que pueda.

Con lo caros que están los materiales, incluso luego de que tuvieran que
rebajarles el precio, ¿cómo se las arreglarán para reparar sus
cuartuchos y apartamentos los que viven en edificios y solares, que
precisamente son los más desfavorecidos de la sociedad? ¿Se aprietan más
el cinto, y hacen una colecta? ¿Alcanzará esta para pagar la mano de
obra? Pueden ponerse de acuerdo y organizar una brigada entre vecinos,
como aquellas microbrigadas que tanto gustaban al Comandante, pero sin
ningún tipo de ayuda estatal, que aquí del socialismo queda sólo el
discurso.

¿No sería más fácil privatizar estos inmuebles y que los nuevos dueños,
como hacían los de antes de 1959, se ocupen del mantenimiento y las
reparaciones?

Según datos del censo de población, alrededor del 13% de los habitantes
de la capital viven en cuarterías. En Habana Vieja y Centro Habana, se
triplica la proporción de los que habitan en casas de vecindad. El 14%
de los habaneros vive en esos dos municipios. En ellos, casi la mitad de
las casas presentan serios daños estructurales.

Se calcula que en todo el país, de cada 10 casas, más de 8 necesitan
reparaciones, casi siempre capitales. Eso, por no hablar de que muchas
ya no tienen otro remedio que no sea demolerlas. Sólo que no hay donde
alojar a sus moradores. El gobierno, que sólo ofrece inmundos albergues,
no está dispuesto a ceder a los sin casa las mansiones que emplea en
cuestiones de burocracia y represión.

Según datos oficiales, el déficit habitacional en Cuba es de 600 000
viviendas. Nosotros, siempre mal pensados, estamos seguros que la cifra
es mucho mayor.

luicino2012@gmail.com

Source: La Habana se derrumba y él cantando | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/la-habana-se-derrumba-y-el-cantando/

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