Thursday, June 27, 2013

Carta al secretario del PCC, sobre la ayuda a damnificados de Sandy

Carta al secretario del PCC, sobre la ayuda a damnificados de Sandy
"Con estupor hemos visto repararse las instalaciones del gobierno o el
ejército en tiempo récord, mientras el pueblo sigue con sus techos sin
cubrir, con sus casas sin hacer", denuncia el padre José Conrado.
P. José Conrado Rodríguez
junio 26, 2013

Señor Lázaro Expósito
Primer Secretario del PCC en Santiago de Cuba.

Señor Secretario:

Me dirijo a Ud. en su condición de primera autoridad política en nuestra
provincia de Santiago de Cuba. Soy consciente de que, dada la estructura
jerárquica de la Iglesia, propiamente no me correspondería a mí hacer
esta gestión, sino a mi Arzobispo, Mons. Dionisio García, a quien varias
veces le he sugerido hacerlo. Pero en descargo de mi conciencia, y por
un elemental sentido de responsabilidad personal hacia nuestro pueblo,
en vísperas de mi separación quizá definitiva de este pueblo santiaguero
que tanto amo, le hago a Ud. esta carta.

En los últimos meses hemos vivido la tragedia de un pueblo que ha
perdido todo o casi todo lo que tenía para vivir: como Ud. sabe más de
cien mil familias santiagueras han sido damnificadas por el ciclón
Sandy. Con estupor hemos visto cómo se escamoteaba la entrega de la
ayuda que de tantos países llegó para nuestro pueblo.

Con estupor hemos visto cómo esa ayuda era vendida en el área de la
moneda convertible, o a precios inflados, en flagrante violación de la
intención de los donantes que lo enviaban gratuitamente. Hemos recibido
información de personas serias, que le han seguido el rastro a los
transportes y han visto cómo esas ayudas, sobre todo los techos, eran
guardadas en almacenes del estado o del ejército, mientras se informaba
a la población que ya se habían agotado esos enseres.

Con estupor hemos visto repararse las instalaciones del gobierno o el
ejército en tiempo récord, mientras el pueblo sigue con sus techos sin
cubrir, con sus casas sin hacer.

Somos testigos de la frustración de la gente, de su desesperación y su
impotencia, de un silencio sordo y amenazador que nos hace pensar que en
algún momento podría estallar con una furia incontenible y justificada,
que podría tener consecuencias funestas para la convivencia ciudadana.

¡Cuántas veces, al ir a entregarles nuestras humildes ayudas, venidas
casi todas de otros cubanos del resto de la Isla, tan pobres como los
mismos damnificados, hemos escuchado: "Uds. son los únicos que se
acuerdan de nosotros, los únicos que nos han prestado ayuda"!

Señor secretario, la gente lo percibe a Ud. como un hombre honesto, que
trabaja duro por cumplir con sus obligaciones y que se preocupa por el
pueblo. También hemos oído decir que la corrupción y a incompetencia lo
rodean a Ud. por todos lados y entorpecen, muy a su pesar, su labor.
Todo esto nos entristece y nos preocupa.

Como sacerdote he renunciado a tener una familia propia. Al igual que
algunos de mis compañeros, cuando nuestras familias, padres y hermanos,
decidieron abandonar nuestro país, decidimos quedarnos para servir a
este pueblo en desventura. Este pueblo es nuestra familia: nuestros
padres, nuestros hijos y nuestros hermanos y hermanas. Para ellos
vivimos y por ellos estamos dispuestos a morir. Si hoy levantamos
nuestra voz, a riesgo de lo que sea, incluso de ser mal interpretados,
es para buscar una solución que ponga remedio a tanta miseria y dolor, y
porque estamos dispuestos a no mirar los toros desde la barrera, sino a
comprometernos y ayudar con todas nuestras fuerzas.

Le pido en nombre de Dios, en nombre de la verdad y la justicia, y
haciendo un llamado a su acendrado patriotismo que no pongo en duda, que
investigue seriamente lo que está pasando y le ponga pronto remedio.

Le pido además que lo comunique Ud. mismo al presidente de nuestro país,
el general Raúl Castro Ruz, y así, con todo el peso del Estado se pueda
acometer la reparación de tantos hogares destruidos total o
parcialmente, algo tan importante para esas familias afectadas por el
Sandy. Ese llamado a la solidaridad de nuestro pueblo, que ya ha
mostrado su generosidad y valía durante el ciclón y ante sus
devastadores destrozos. Así haremos posible aquella Patria que Martí
soñaba, "con todos y para el bien de todos".

Source: "Carta al secretario del PCC, sobre la ayuda a damnificados de
Sandy" - http://www.martinoticias.com/content/article/23832.html

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