Unidad contra el desalojo, única salida para los residentes en una finca
de Bacuranao
ADRIANA ZAMORA | La Habana | 13 de Agosto de 2016 - 05:05 CEST.
Habitantes de la finca La Espinosa, en el pueblo de Bacuranao, han
logrado detener al menos momentáneamente el desalojo de algunos vecinos.
La Espinosa pertenece a Manuel Atía, quien la heredó de su padre,
Clemente Atía Barquet, propietario de los terrenos desde 1948. Durante
años, tanto Clemente como Manuel donaron espacio dentro de sus terrenos
a diversas personas, sobre todo sus trabajadores, para la construcción
de sus viviendas. Actualmente, la finca tiene 22 viviendas, cuatro de
ellas de madera, pues sus moradores no han tenido hasta el momento
posibilidades económicas para mejorar las construcciones.
El miércoles 10 de agosto llegaron al lugar inspectores de Planificación
Física del municipio de Guanabacoa, al cual pertenece el pueblo de
Bacuranao. Los acompañaban una patrulla de la PNR y un camión con
mandarria, presto a demoler las cuatro casas de madera.
"No hubo ningún aviso oficial", aseguran los residentes. "Llegaron para
demoler y ya".
"Ellos no le dicen desalojo, sino 'extracción forzosa', que es lo mismo.
Se supone que en Cuba no hay desalojo desde el Gobierno de Batista, así
que nosotros le preguntamos a ellos si son batistianos".
Ante la negativa de los vecinos a permitir la demolición, llegó al lugar
el vicepresidente del gobierno municipal, un funcionario llamado Alexis
quien, según testimonio de varios vecinos, dijo: "Yo no vine a hablar
con todos ustedes, nada más con las cuatro casas que voy a demoler. ¿A
ustedes qué les importa, si no van a demoler sus casas?".
Sin embargo, los vecinos de la finca no son del mismo parecer que el
funcionario.
"El que es buen vecino se preocupa por el que tiene al lado y sufre sus
problemas. Nosotros somos una comunidad unida y no vamos a dejar que le
hagan daño a nadie aquí adentro".
Así, los funcionarios y policías tuvieron que retirarse sin cumplir con
su objetivo.
Una pelea de hace tiempo
Este intento de desalojo no es un hecho inesperado, pues la comunidad
lleva tiempo luchando por legalizar su estatus.
"Por aquí han pasado montones de inspectores, primero de la Vivienda y
después de Planificación Física. Hemos pagado multas, pero siempre se
nos ha dicho que van a legalizar las casas".
Según los vecinos, algunos inspectores han pedido dinero para ayudarlos
con la gestión.
"Pero aquí nadie ha pagado un centavo. Nosotros estamos aquí porque el
dueño de las tierras no los ha permitido, no hemos robado ni ocupado
tierras del Estado".
Manuel Atía lo confirma: "Ellos están aquí con mi consentimiento".
"Todo esto es porque la cooperativa quiere quedarse con las tierras",
opinan los vecinos de la finca. "Van a empezar por las casas de madera,
pero después seguirán con las demás".
De hecho, en septiembre de 2015, Manuel Atía fue citado por una
funcionaria llamada Belkis, directora municipal de Agricultura, para una
reunión en la oficina de Oscar, jefe de la cooperativa local.
En esta reunión la funcionaria le pidió a Atía que presentara los
documentos de propiedad de la finca, los recogió y no se los ha devuelto
hasta la fecha. Desde entonces varios vecinos afirman haber escuchado a
los funcionarios decir que Manuel Atía no es dueño de ninguna tierra.
En la oficina de la cooperativa, situada a escasos metros del inicio de
la propiedad, afirman: "No existe ninguna finca La Espinosa en
Bacuranao", aunque a 20 kilómetros de allí hay personas del pueblo que
sí la conocen y pueden indicar exactamente su ubicación.
Los vecinos han enviado cartas al Poder Popular municipal, la Delegación
de Agricultura, la Federación de Mujeres Cubanas, los Comités de Defensa
de la Revolución, el Partido municipal, el periódico Trabajadores, al
programa Cuba Dice y hasta el Consejo de Estado. No han recibido
respuesta ninguna.
"El vicepresidente Alexis nos dijo que él no tenía conocimiento de las
cartas, que el acuse de recibo lo había firmado una recepcionista",
cuentan los vecinos de La Espinosa. "Como si la función de la
recepcionista no fuera esa, para luego entregar las cartas a los
funcionarios que se tienen que ocupar del tema".
Los vecinos se quejan del poco interés del gobierno municipal en
atenderlos. El día 4 de agosto los citaron y los despacharon sin querer
continuar el debate.
"Después de la tercera entrevista nos mandaron a irnos, porque no
estamos de acuerdo con sus argumentos y ellos no quieren reconsiderar su
posición", relatan.
"A la tercera entrevistada le dijeron que el gobierno municipal estaba
abogando por los guanabacoenses, que no querían gente de otras
provincias viviendo en el territorio".
Vamos a seguir unidos
El día 10, Alexis, vicepresidente del gobierno local, dijo a los
residentes de la finca unas palabras parecidas: "No podemos permitir que
personas de otras provincias vengan a invadir Guanabacoa".
"Aquí en la finca hay gente de toda Cuba, desde Pinar del Río hasta
Holguín. También hay gente de Isla de la Juventud y de La Habana", dicen
los vecinos. "Pero no hay ningún delincuente y las personas decentes no
podemos ser ilegales dentro de nuestro propio país".
La mayoría de ellos vive hace años en La Habana y, de perder sus casas
en La Espinosa, no tendrían dónde ir.
Los niños asisten a la escuela de la comunidad, sus padres trabajan en
La Habana. Todos pertenecen al CDR local y pagan electricidad, teléfono
y alcantarillado.
"Hasta votamos por el delegado del Poder Popular, que dice que nos
representa, pero no conoce a la mayoría de la gente. No entendemos cómo
tenemos derecho a votar aquí, pero no a vivir aquí".
Los vecinos de la finca culpan de su situación al gobierno municipal de
Guanabacoa.
"Es el peor de toda Cuba", opinan. "No nos quieren escuchar, nos
maltratan y no les importan los derechos humanos que dicen defender,
porque quieren botar para la calle a mujeres embarazadas y niños".
Aunque al marcharse este miércoles el vicepresidente dijo "nos
volveremos a ver", los habitantes de la finca están preparados.
"Vamos a seguir unidos", dicen. "Porque la Revolución no se hizo para
destruir a nadie".
Manuel Atía opina que la unidad es lo mejor que tiene su comunidad.
"Somos una sola familia", asegura. "Este miércoles hicimos algo muy
difícil de lograr, porque hasta ahora, cuando han ido a desalojar, han
cumplido el objetivo".
Source: Unidad contra el desalojo, única salida para los residentes en
una finca de Bacuranao | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1471039914_24558.html
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