"No aguanto una injusticia más"
Este vecino del poblado de Jaimanitas nació y se crió en la casa de la
que fue desalojado
Miércoles, agosto 10, 2016 | Frank Correa
LA HABANA, Cuba.- José Misael Chomat García, vecino de la calle 5ta G,
entre 238 y 240, Jaimanitas, Playa, quiere denunciar una cadena de
injusticias y maltratos contra su familia, por parte de policías de la
estación de Siboney.
"Mi madre Nancy García Gay tiene 58 años y nació en 1957 en esta
vivienda, y siempre ha residido allí. Era una casa de madera y papel
cartón, con piso de cemento, donde vivía también su hermana Olga Aimara
García Gay, que contrajo matrimonio en 1985 con un hombre residente en
el reparto Martí, municipio Plaza de la Revolución, donde estuvo
viviendo por 31 años, hasta que recientemente terminó la relación. Ahora
Olga Aimara ha regresado, exigiéndonos absurdamente que tenemos que
irnos y dejarle la casa".
Cuenta José Misael que ante la negativa de su madre de renunciar al
sitio donde ha vivido toda la vida, Olga Aimara arremetió contra ella,
golpeándola y provocándole lesiones. José Misael se encontraba
trabajando como fumigador y cuando regresó a la casa fue junto a su
madre a la estación de Siboney para levantar una denuncia por agresión,
acusación que jamás fue verificada o siquiera encausada.
"Pero el día 25 de julio, Olga Aimara se presenta frente a nuestra
vivienda en un camión de Aguas de La Habana con sus pertenencias y, ante
la negativa de mi madre de dejarla entrar, llamó al patrullero 064, con
dos policías que nos pidieron acompañarlos a la unidad, para evitar
alteraciones del orden público".
"Era una treta. Allí nos esperaba el oficial Hiroldys, chapa número
05745, quien estaba en contubernio con Olga Aimara porque insultó a mi
madre todo lo que quiso, le impuso una multa de 30 pesos y nos dijo que
regresáramos a pie. Pero al llegar a nuestra casa nos esperaba en la
puerta Olga Aimara, que preguntó: '¿Se van por fin?' Y mi madre le
responde: '¿Por qué me voy a ir, si nací y he vivido toda la vida aquí?'
Entonces vuelve a llamar a la patrulla, que se lleva a mi madre
nuevamente a la unidad, donde sufre intimidación e insultos de los
policías. Luego de varias horas sin permitirle ni siquiera tomar agua,
le imponen otra multa de 30 pesos y tiene que regresar otra vez a pie
desde la estación de Siboney".
Los vecinos del barrio comenzaron a aglomerarse frente a la casa de José
Misael, mostrando inconformidad ante lo que parecía una injusticia,
entonces aparecieron varios autos de policía y se llevaron nuevamente a
Nancy, esta vez junto a su hijo Norberto.
"Luego me detienen a mí, en mi centro de trabajo, y me meten con mi
hermano Norberto en un calabozo desde el 25 de julio a la cinco de la
tarde hasta el día 26 a la 1:30 p.m. A mi madre le aplican una medida
preventiva que en la estación llaman 'Ok', que consiste en ir a firmar a
la estación todos los lunes, miércoles y viernes; medida que se aplica a
personas de conductas violentas, no a una persona mayor, mujer,
cristiana y maestra de profesión".
"También quiero denunciar a la teniente coronel Elena, jefe de la unidad
policial de Siboney, quien nos indicó hipócritamente que estableciéramos
un acuerdo moral con Olga Aimara y las dejáramos entrar, porque ese
problema era de vivienda y no de la policía; pero solo era una
distracción, porque mientras estábamos presos en la unidad llamaron a
Olga Aimara, que procedió a romper el candado de la reja con un hacha y
después la puerta de la casa, sacaron todas nuestras pertenencias para
el portal y se apropió de la vivienda".
José Misael Chomat García asegura que la policía de Siboney ha amparado
toda esta serie de injusticias y abusos de poder. "La más grande de
todas fue cuando la teniente coronel Elena, jefe de unidad de Siboney,
fue hasta mi celda y me dijo: 'Estoy harta de todo esto. Lo que tienes
que hacer para acabar este problema es coger un machete y arrancarle la
cabeza'".
Uno de los vecinos de los afectados, Osvaldo Pérez Martínez, confiesa
que jamás había visto a Olga Aimara hasta el día de la violación al
domicilio de Nancy. Pablo Guzmán, vecino de Tercera C, atestigua que
tanto Nancy como su hijo, José Misael Chomat, nacieron en esa vivienda y
poseen todo el derecho de vivirla. Dizmay Dimet, natural de Jaimanitas,
corrobora lo expuesto en esta querella y expresa que los vecinos de la
cuadra acordaron ir a protestar a la estación de policía, para apoyar a
Nancy y a sus hijos.
También Ángel Ramírez Romero y Alain Soto, vecinos de 5ta G, están
dispuesto a servir como testigos ante cualquier indagación sobre este
caso y concuerdan que es una buena oportunidad para que el gobierno
demuestre que en este país "no existe la impunidad ante lo mal hecho".
"Hemos recurrido a la oficina de Atención a la ciudadanía de la Plaza de
la Revolución", dice José Misael. "También a la Fiscalía Militar y a las
direcciones municipal y provincial de la Vivienda, pero nada han hecho.
Ya no aguanto una injusticia más. Los propios vecinos me indicaron que
revelara esta infamia a la prensa; un atropello donde quieren sacar para
la calle a una familia que nació y vivió toda la vida en una vivienda,
que ahora una intrusa con el apoyo de las autoridades pretende usurpar".
Source: "No aguanto una injusticia más" | Cubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/no-aguanto-una-injusticia-mas/
No comments:
Post a Comment