Manual para comprar casa en Cuba
La apertura cubana ha puesto a salivar a medio mundo
Son muchos los que quieren llegar los primeros y comprar a precio de ganga
KARELIA VÁZQUEZ 13 OCT 2015 - 00:00 CEST
La apertura cubana ha puesto a salivar a medio mundo. Son muchos los que
quieren llegar los primeros y comprar a precio de ganga. En 2011, los
cubanos, acostumbrados a lidiar con sus cosas de por vida –las neveras,
coches y colchones son allí tan longevos como sus propios líderes–,
asistieron a la autorización de la compraventa de viviendas, una
transacción prohibida desde los sesenta. Durante esos años, la gente
vendió sus casas bajo cuerda, por ejemplo, simulando una permuta, aunque
el Estado podía intervenir si el cambio era desproporcionado y, por
tanto, indicio de venta encubierta.
Pero a partir de 2011 ya no fueron necesarias esas trampas. Por primera
vez, un propietario que quisiera vender su vivienda solo tenía que
acudir a un mercado en ciernes y dominado por una jerga necesitada de
traducción simultánea.
Milly Díaz, cubana, aprendió el oficio de agente inmobiliario en Reino
Unido; ahora ha vuelto a la isla y ha abierto la agencia Cuba Homes
Direct. Su misión es vender casas y guiar a sus clientes por los
entresijos de un mercado peculiar. Un rápido vistazo por los portales de
venta revela que una manera de marcar estatus y elevar el valor de una
propiedad consiste en aclarar que es de "construcción capitalista".
Léase anterior a 1959, año de la llegada de Fidel Castro al poder. Milly
traduce: "Se refiere a todas las casas construidas antes de la
Revolución; es un dato muy relevante, pues las construcciones
posteriores son de 'calidad mixta' porque las hicieron personas sin
calificación que creaban brigadas para construir sus propias casas".
Este fenómeno se llamó microbrigadas y es responsable de no pocos
engendros constructivos. Si usted era médico o periodista y aspiraba a
tener su casa, se le daba un año sabático para que fuera a trabajar a la
construcción y, con sus propias manos, levantara su casa y la de otros
sin haber puesto un ladrillo en su vida. "Una construcción capitalista
es muy deseada", prosigue Díaz. "No solo por tener una arquitectura
mejor pensada, sino porque los materiales son mejores".
Otra nomenclatura importante: "vivienda cercana a hoteles y hospitales".
Lo cual significa agua corriente a diario y bajo riesgo de apagones.
Aunque hay anuncios más explícitos que avisan: "Agua siempre". En otras
ocasiones hay que leer la letra pequeña para entender: "¡Vendo o me
reduzco!". Es decir: "Vendo apartamento de construcción capitalista (dos
cuartos) o me reduzco a apartamento de un cuarto, también de
construcción capitalista".
"Hay términos que suponen un riesgo para los compradores que no quieran
hacer obras de envergadura", explica Díaz. "Por ejemplo, los que
describen los techos de estructura lineal propios de las casas de entre
1930 y 1950 de El Vedado, uno de los barrios más cotizados de La Habana.
Se anuncian con un lacónico 'viga y losa".
De momento, casi todas las transacciones se realizan en efectivo y
muchas veces se acepta depositar parte del dinero en el extranjero. "En
Cuba no existen hipotecas y las transferencias a través del banco son
residuales", corrobora la agente. Y no puede comprar una casa
cualquiera. Cuba solo autoriza a cubanos residentes en la isla o
autorizados por el Gobierno a vivir fuera, así como a extranjeros con
residencia permanente. Dado que la mayoría de los compradores –turistas
y cubanos no residentes– no cumplen los requisitos, se afianza la figura
del testaferro. "Normalmente los extranjeros confían en amigos cubanos o
en sus parejas, también cubanos, para obtener una propiedad. Siempre les
explicamos los riesgos de hacerlo", advierte Díaz. El mercado
inmobiliario cubano siempre ha estado condicionado por un activo
volátil: la pasión entre cubanos y turistas. Se desconoce a cuánto
cotiza el kilo de testaferro local, pero la tendencia es alcista.
El puzle se complica aún más si consideramos que los ciudadanos cubanos
solo pueden ser propietarios de dos casas, y no dan abasto para tanto
turista interesado en invertir. Cuba siempre ha sido un país de grandes
cifras: 100% de alfabetizados, 100% de población vacunada, 100% de niños
escolarizados… Pronto será el primer país de América Latina con 100% de
propietarios. Me asegura un agente inmobiliario de La Habana que hasta
los niños de dos años tienen ya escrituras a su nombre.
elpaissemanal@elpais.es
Source: Manual para comprar casa en Cuba | EL PAÍS Semanal | EL PAÍS -
http://elpais.com/elpais/2015/10/12/eps/1444657339_346883.html
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