Santiago - maquillaje y desabastecimiento

Santiago: maquillaje y desabastecimiento
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 22 Jul 2015 - 10:09 am.

Santiago de Cuba bulle a las puertas de las celebraciones por el medio
milenio de la ciudad y el asalto al cuartel Moncada.

A las puertas de las celebraciones por el medio milenio de la ciudad y
el asalto al cuartel Moncada, Santiago bulle entre construcciones y
preparativos festivos del carnaval. Prácticamente no se duerme en el
afán de entregar a tiempo las edificaciones y nuevas vías planificadas
que están cambiando el paisaje urbanístico de la ciudad.

Acostumbrados a las falsas terminaciones de las obras para cumplir metas
políticas, el pueblo trabaja y observa impasible. El comentario popular
es que las mayorías de las obras no estarán acabadas para el 25 y las
que logren terminarse enseñarán en pocos meses las chapucerías
constructivas. Nadie entiende el por qué obras abandonadas por años son
retomadas al unísono y cómo aparecen milagrosamente gran cantidad de
recursos para construirlas.

"El socialismo es el único sistema que puede terminar las cosas en
tiempo porque puede movilizar al pueblo", comenta un trabajador sudoroso
por el candente sol de julio, mientras palea arena para la
reconstrucción del Gran Hotel, en la calle Enramadas. Se refiere a la
capacidad de traer a gran cantidad de personas para estos maratones
constructivos.

En estos días la ciudad se llena de contingentes de otras provincias
como Matanzas y Gramma, reclutas del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT),
reclusos de las diversas prisiones de la provincia, vecinos convocados
por los CDR y trabajadores sacados de sus puestos habituales bajo el
eufemístico "cambio de labor", pretexto gubernamental que le otorga el
derecho a los empleadores estatales a enviar a sus trabajadores a
cualquier obra urgente que ellos necesiten.

La abundancia de recursos constructivos contrasta paradójicamente con el
desabastecimiento alimentario. Las carnicerías están vacías, las
pescaderías solo ofertan tenca salada y muelas de cangrejo y los huevos
han desaparecido de la ciudad, según rumores populares por falta de
pienso para las gallinas. Incluso el picadillo, panacea proteica del
cubano, está perdido. Los proveedores de proteínas permanentes son los
cuentapropistas y los revendedores de la bolsa negra, cuyos precios no
son alcanzables ni abastecen a la mayoría de la población.

El Gobierno trata de paliar la situación haciendo ferias agropecuarias
semanales donde concentran la mayor cantidad de alimentos posibles,
sobre todo gallinas y pescados, pero al final las ferias resultan una
gota de agua en el desierto alimentario semanal.

"No entiendo como en un país rodeado de mar no hay pescado. Seguro que
en Bolivia hay bastante, y allí no hay mar", dice Raimundo, de 28 años,
contemplando indignado el centenar de personas congregadas ante el
camión del pescado en una de estas ferias.

El anuncio de venta de huevos en el Marvy, uno de los más grandes
mercados ideales de la ciudad, provocó la concentración de centenares de
personas cargados con cajas y tanquetas para acaparar la mayor cantidad
posible del producto racionado a tres cartones por persona. La reventa
no se hizo esperar, aunque solo duró unas horas ante la gran demanda.

"El perro caliente parece la bandera nacional", comenta María Elena,
jubilada de 78 años, y es que todo el mundo tiene uno en la mano. Este
es el nuevo salvavidas, lo inexplicable es que esta mercancía no exista
en los mercados en moneda nacional y que sea abastecida, a base de
pregones, por los vendedores ambulantes ilegales que pululan en la ciudad.

Así es el día a día de los santiagueros, divididos entre las tensiones
de llenar el estómago y la presión gubernamental por la terminación de
tantas obras. Las celebraciones están a la vista y Santiago está siendo
maquillada mientras sus habitantes luchan por no caer en la desnutrición.

Source: Santiago: maquillaje y desabastecimiento | Diario de Cuba -
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