19-09-2011.
Aimée Cabrera
Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- "Niña, cuánto vale esa vela ¡ocho pesos!
Oye, aquí todo está más caro cada día"-dice Nena, una anciana del
barrio de Cayo Hueso, a la vez que saca de su pecho una tela, la abre y
saca un billete de diez pesos.
Nena dice ser creyente a su manera, aunque se considera devota de la
Virgen de Loreto; la advocación de la Virgen María que luce etérea
encima de una casa. Muchos cubanos y cubanas le hacen promesas y como
ofrendas le regalan casas. Cientos de estas ofrendas pueden verse,
hechas en todos los materiales, en iglesias como la de La Caridad, en
la Calle Salud, o en la Catedral.
Muy pocas personas tienen imágenes de yeso de la milagrosa santa. La
mayoría tiene estampitas con o sin la oración al dorso y le dedican
flores, o "café amargo" como Melba, otra de la tercera edad, que acabó
junto a Nena y a otras tantas personas, "atrapada en el solar".
En más de cinco décadas el Estado cubano no ha sido capaz de demoler
las miles de cuarterías que existen por todo el país, principalmente en
la capital, por ser la provincia más pequeña, pero a la vez la más poblada.
El pueblo las llama solares y existen en cualquier zona. Lo mismo está
"El Hormiguero" en pleno Vedado-esquina de 21 y E- que andas por una
calle de Centro Habana donde cada inmueble , uno a continuación del
otro, son solares vetustos y antihigiénicos.
El cubano es por naturaleza muy limpio, pero tener brillando a esos
caserones donde habita tanta gente es casi imposible. El verse atrapados
en ellos sin la posibilidad de poder vivir algún día en un apartamento,
se convierte en una quimera que sólo pueden alcanzar los que se van para
el extranjero, o logran sobornar a los funcionarios de la Vivienda (con
miles de pesos convertibles) para lograr la añorada meta.
Las filas de afectados solicitando dónde vivir son interminables. "No se
me puede olvidar la muchacha que con su bebé en brazos quería romper una
botella de alcohol y encender un fósforo para destruir la oficina de una
funcionaria que no acababa de resolver su casa"-recuerda un señor que
aún no ha concluido sus gestiones para resolver "un local, que yo lo
arreglo".
En la actualidad, es notable la cantidad de cubanos que se van del país
de forma definitiva. A esas casas o apartamentos les ponían un sello de
la Dirección de la Vivienda. "Ay hija, ahora ya no ponen sello, antes de
que la persona se vaya, ya esa casa tiene dueño. Llégate a Vivienda y
mírale los pulsos (brazaletes), cadenas y aretes de oro a las que
trabajan allí. Qué sello de qué"-exclama risueña una mulata que vive en
un albergue desde hace 5 años.
"No hay materiales para hacer edificios para que la gente viva con
decencia, pero sí hay materiales para hacer hoteles. Ahora mira, y
muestra la página 2 del Granma del 12 de septiembre; Otorga la ONU
premio a institución científica villaclareña, dice Manolo, uno de los
borrachos de su barrio de Centro Habana y lee la noticia en voz alta,
sentado en uno de los bancos del parque de Calle Infanta y O.
"Santa Clara-la división HABITAT de las Naciones Unidas otorgó el premio
Pergamino de Honor, la distinción más prestigiosa que se entrega en el
área de los asentamientos humanos en el mundo, al Centro de
Investigación y Desarrollo de Estructuras y Materiales (CIDEM), de la
Universidad Central Martha Abreu de Las Villas, por su contribución al
campo de la vivienda en Cuba y el resto del mundo".
Más adelante enfatizó el hijo de Baco "Según explicó el doctor José
Fernando Martirena Hernández, director del CIDEM, el notable galardón
reconoce el trabajo de un colectivo que ha promovido numerosas
iniciativas, capaces de contribuir a la solución de los problemas de la
vivienda, en especial de aquellos provocados por desastres naturales,
además de fomentar el desarrollo y mejoramiento de asentamientos humanos
y la calidad de la vida humana".
Una rechifla se unió a una carcajada general que dejó inconclusa la
lectura de la noticia que nada o poco les importa a muchos de los
presentes que duermen en la parada de ómnibus urbanos desactivada y
enclavada en el mismo parque, con asientos y techo que se disputan los
sin casa del barrio una vez que cae la noche.
Mientras tanto Nena no deja de encender su vela a La Virgen de Loreto,
rezando cada día porque no vaya a pasar un ciclón por La Habana y acabe
con más de la mitad de las edificaciones que ya sean edificios, solares
o casas no han sido remozadas, y en las que pueden ocurrir derrumbes
parciales o totales debido a la indolencia y a la corrupción estatal.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33661
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