Tener como vecino al Estado
ANA PAULA DÍAZ | La Habana | 5 de Noviembre de 2016 - 08:31 CET.
Durante más de 10 años, las filtraciones de desechos albañales y agua
procedentes del edificio colindante han afectado la salud y el hogar de
la familia de Mildre. Aunque ha presentado múltiples quejas no ha podido
resolver la situación que provoca su vecino: el Estado.
"Es frustrante. Si el vecino fuera un particular, otra persona, esto se
hubiera resuelto; pero el Estado no asume su responsabilidad", se queja
Mildre Batista.
Su vivienda, en La Habana Vieja, colinda con un edificio que ha estado
ocupado por diversas instituciones estatales en la esquina de Habana y
San Juan de Dios.
"El edificio ha pasado de una institución a otra, pero nosotros hemos
tenido siempre el mismo problema. Meses después de permutar comenzaron
las filtraciones de agua, incluyendo albañales", explica.
"En ese momento, año 2007, en el edificio estaba la Unidad Provincial de
Inversiones de la Construcción (UPIC). En muchas ocasiones hablamos con
la directora, le pedimos que resolviera la situación de sus baños, que
dan pared con pared y afectan el baño, el cuarto y la escalera de mi
casa", recuerda Mildre.
Más allá de los daños a la estructura de la vivienda, estaba preocupada
por la salud de su familia, en peligro debido a las condiciones
insalubres que provocaba la irresponsabilidad de los funcionarios del
Estado. A ello se sumaba la impotencia por no poder resolver la situación.
"A los siete años, el niño padeció de una infección respiratoria a causa
de esas condiciones. Más adelante yo cogí estafilococos y hasta tuve que
inyectarme factor de transferencia", asegura.
Solo cuando la situación llegó a ese estado de gravedad la UPIC contrató
una brigada de la construcción para realizar reparaciones.
"Sustituyeron las tuberías antiguas por plásticas", señala Félix
González, esposo de Mildre. Pero "no hicieron un buen trabajo. Colocaron
mal las tuberías y las filtraciones se mantienen".
Mildre y su familia no son los únicos afectados. Los vecinos de la
planta superior, Mayra Salabarrea y Jorge Luis Velazco, también han
visto su vivienda deteriorarse. Ante las constantes filtraciones, la
humedad de las paredes se ha hecho permanente y no pueden resolver la
situación.
"Entre los dos edificios hay un pequeño patinejo. Ahí se acumula toda el
agua cuando llueve y la que se bota de los tanques, que eso es todos los
días, porque no se han molestado siquiera en comprar flotantes. Y
nosotros no tenemos acceso a ese patio, solo se puede entrar desde el
edificio", explica Mayra.
"En 2013 vino para el edificio la Dirección Municipal de Planificación
Física, que ha querido desentenderse del problema", cuenta Félix. Como
delegado de su zona, la número 58 del municipio La Habana Vieja, ha
planteado la situación en varias instancias, sin lograr nada.
El Estado se lava las manos
DIARIO DE CUBA acudió al edificio de Habana y San Juan de Dios en busca
de respuestas. La planta baja, un Taller de Medios Expositivos de la
Empresa FAMA MINIL, está abandonada y se ha convertido en criadero de
vectores.
En el primer piso se encuentra la Dirección Municipal de Planificación
Física. Aunque el custodio no pudo detener nuestro paso, pues esa
institución ofrece servicios a toda la población, su respuesta no se
hizo esperar al ver cámara y grabadora.
"Eso no se puede hacer. Aquí no se pueden tirar fotos. Es ilegal. Voy a
llamar a la Policía", amenazó mientras evitaba el acceso a la oficina de
la directora, Paulina Escathmit.
DDC conversó con la secretaria de Escathmit, quien transmitió, a puerta
cerrada, la solicitud de entrevista a la funcionaria. Su respuesta a
gritos se pudo escuchar desde la recepción.
"Paulina no va a recibirlos", comunicó la secretaria sin más explicaciones.
En el segundo piso se encuentra la sede de la Asociación Culinaria de
Cuba. Por más de dos horas DDC esperó al director, quien jamás llegó de
una supuesta reunión.
En varias ocasiones Mildre ha hecho el mismo recorrido con resultados
similares. Nunca ha logrado entrevistarse con un director de la
Culinaria y cuando ha sido recibida por Escathmit la respuesta de la
funcionaria —dice— ha sido prácticamente una burla.
Oídos sordos
"Cuando Planificación Física ocupó el edificio fui a hablar con la
directora y plantearle la situación. Su respuesta fue que no había
recibido el inmueble oficialmente y no podía hacer nada", relata Mildre.
"Seis meses después volví y recibí la misma respuesta, así en varias
ocasiones. Actualmente las oficinas de Planificación Física están
acomodadas ahí y Paulina sigue diciendo lo mismo. Ella no quiere asumir
que la responsabilidad es suya", insiste.
Ante el descaro de la directora de Planificación Física, Mildre acudió
al Poder Popular de La Habana Vieja. Allí presentó su queja en Atención
a la Población y pudo exponer su caso al presidente de la Asamblea
Municipal, Manuel Omar González.
"El presidente me aseguró que ya se había otorgado presupuesto para
hacer las reparaciones. Llamó a la directora a contar y le dio una
semana para responder", señala Mildre.
En ese momento, Mildre pensó que sus problemas tendrían solución. No fue
así.
"De eso hace dos meses y nada. Paulina dijo que no tenía dinero para
asumir eso, que no era responsabilidad de Planificación Física. ¿Qué
pasó con el presupuesto que dio el Poder Popular? Después de eso no ha
aceptado recibirme".
Ante la falta de soluciones, Mildre decidió tomar medidas legales. "Ya
no me queda otra cosa por hacer", sentencia. Sin embargo, para iniciar
un proceso necesita un dictamen técnico de la Dirección Municipal de la
Vivienda.
"Llevo un mes esperando por la especialista para hacer el dictamen, pero
como es lógico hay una sociedad entre Vivienda y Planificación Física",
señala.
Por su parte, Félix, además de sufrir los daños en su propia casa, ha
tenido que escuchar los planteamientos de otros vecinos afectados. Como
delegado, ha presentado las quejas sin tener una respuesta para los vecinos.
"En dos ocasiones me reuní con la directora, en funciones de delegado,
para presentar los planteamientos de un vecino, Jorge Luis Velazco. En
la primera ocasión envió a la delgada de la Comisión de Construcción,
quien se comprometió a hacer los arreglos, lo que no cumplió. Con la
segunda queja volvió a enviar a la delegada, cuando en realidad no han
hecho nada", explica.
Por estos días tienen lugar las reuniones preparatorias de las Asambleas
de Rendición de Cuenta. En esos encuentros con todas las direcciones
administrativas con presencia en el municipio La Habana Vieja, Félix
espera plantear nuevamente la situación a la directora de Planificación
Física, quien hasta ahora no ha asistido "por problemas de salud".
"No sé qué más van a decir ahora", comenta Félix.
Mientras los funcionarios y entidades evaden su responsabilidad, los
vecinos del edificio siguen sin resolver la situación que afecta sus
viviendas. Llevan más de 10 años así.
Source: Tener como vecino al Estado | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1478278564_26493.html
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