Colorines para Bergoglio
El despliegue de brochas y andamios sucede cuando las autoridades
necesitan congraciarse con algún personaje
viernes, septiembre 18, 2015 | Miriam Celaya
LA HABANA, Cuba.- Resta apenas un día para la llegada de Jorge Mario
Bergoglio, obispo de Roma, y en la capital cubana se han intensificado
las labores de maquillaje sobre las descoloridas fachadas de los
edificios que flanquean la ruta por la que circularán el jefe del
Vaticano y la comitiva acompañante. Una abigarrada profusión de
colorines en contrastes estridentes ha invadido la ciudad en una
apoteosis de mal gusto.
Por estos días el despliegue de jambas y andamios ha sido intenso en las
calles que el gracejo popular ha dado en llamar "la Vía Sacra", en las
cuales, como suele ocurrir en ríos revueltos, la ocasión ha sido
propicia también para la compraventa ilícita de pintura. Así, a cada
galón que se desvía para la venta se añade un galón de agua en la
acuarela destinada a cubrir la mugre habitual de las fachadas. Es una
ley económica que ninguna oportunidad de contrabando se desperdicia en
el país donde el mercado negro no solo es el mejor surtido, sino también
es el más organizado y eficiente. Por demás, la visita será breve, así
que Bergoglio no verá cómo en las próximas semanas se desvanecerán bajo
el tórrido sol cubano las capas de colorines derramadas en su honor.
El ajetreo incluye, además, la siembra de plantas ornamentales en los
parques aledaños a la ruta trazada para el itinerario de Francisco. De
hecho, en consideración al visitante fueron sustituidos por nuevos
arbustos los escuálidos matojos castigados por la sequía y la desidia
que rodeaban la imagen a relieve de Carlos Marx, en el parque de Carlos
III y Belascoaín, en Centro Habana. Ironías del destino que el sitial
del padre del ateísmo haya sido engalanado justamente para homenajear al
más egregio representante de Dios en la Tierra. El inventor del
comunismo debe estar revolcándose en su sepulcro.
Tal despliegue de brochas y andamios responde a un plan que se activa en
situaciones como éstas, cuando las autoridades necesitan congraciarse
con algún personaje de los que gustan hacer recorridos y darse baños de
multitudes. Se denomina oficialmente "Plan Imagen", y consiste en
invertir solo un mínimo de recursos para lograr provisionalmente una
mejor imagen de los escenarios que verán los visitantes. No se acometen
obras de reparación de estructuras, remozamiento con mortero ni de
carpintería, como tampoco se sustituyen los elementos deteriorados ni se
realiza una limpieza previa de las superficies, sino que se aplica una
pintura de baja calidad sobre la suciedad, sobre las cabillas oxidadas
expuestas y sobre los baches que deja la caída del repello. La idea no
es mejorar la ciudad, sino que parezca mejor de lo que es. Forma parte
de la tramoya: una falsa belleza en un país de falsos gobernantes y
falsos devotos.
Por supuesto, no han faltado las críticas populares a lo que algunos
consideran a la vez un desperdicio de recursos, una estafa al visitante
y una ofensa a las crecientes necesidades de la población. Centenares de
cubanos humildes que acuden infructuosamente a los rastros en busca de
las opciones más 'económicas' para pintar sus casas se preguntan de
dónde salen los capitales cuando hay un interés gubernamental de por medio.
Otros cubanos se cuestionan tanto despliegue de banderas vaticanas,
blancas y amarillas, instaladas en lo alto de las luminarias públicas de
las calles y avenidas –como es el caso de Boyeros, Línea, y Séptima
avenida, entre otras–, en especial cuando al comenzar recientemente el
curso escolar muchos colegiales de la enseñanza primaria no pudieron
estrenar las camisas blancas de reglamento debido a que no hubo
suficiente producción para garantizarlas, entre otras causas, por
insuficiencia de materias primas para los talleres de confección.
Pero todo esto son cuestiones secundarias. En definitiva, con la visita
de Bergoglio ya serán tres los Papas que nos habrán honrado con sus
visitas. No es que hayan resuelto mucho, pero ya conocemos la magnitud
de la vanidad insular… ¡Tres Papas es algo de lo que no se pueden ufanar
muchos países! Menos aún tratándose de un país como Cuba, donde el
efecto de las bendiciones tiene la misma duración que la devoción
católica de las masas: tres días. ¡Qué mayor privilegio podríamos desear!
Como detalle positivo, sabemos que la visita de Bergoglio servirá al
menos para pasar algunos recaditos de contrabando del General-Presidente
cubano al Presidente estadounidense, cuando el Pontífice parta
directamente desde la Isla hacia ese país. De paso, también habrá
servido para liberar más de tres mil presos de las cárceles…, en parte
delincuentes comunes, en parte víctimas de un sistema donde cualquier
cosa puede ser delito. Probablemente tendría que visitarnos el mismísimo
Dios Padre para lograr la liberación de los prisioneros políticos y de
conciencia. Habrá que ver si para entonces quedan al menos paredes para
pintar.
Source: Colorines para Bergoglio | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/colorines-para-francisco/
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