Devastados por las inundaciones
ORLANDO DELGADO | La Habana | 5 Mayo 2015 - 7:47 am.
Moradores de una ciudadela de El Cerro declarada inhabitable desde 1969 esperan que las autoridades cumplan sus promesas.
El derruido caserón de Domínguez 208, del municipio Cerro, permanecería en el más triste de los olvidos sino fuera porque los torrenciales aguaceros del 29 de abril destaparon una añeja Caja de Pandora. Al estar ubicado muy cerca de la contaminada e histórica Zanja Real y en una zona muy baja, las fuertes lluvias generaron un verdadero drama humano en el lugar. Todas las familias perdieron colchones, equipos electrodomésticos, muebles y alimentos.
Pero lo sucedido, aunque muy lamentable, era de esperar. La edificación está considerada por las autoridades "inhabitable" desde 1969 y en varias ocasiones en los últimos 20 años el lugar ha sufrido severas inundaciones. Aun así la población del inmueble y sus alrededores ha crecido incesantemente. El lugar es ya una ciudadela que nada tiene que envidiarle a los barrios más pobres de América Latina. En la actualidad habitan allí 35 familias en paupérrimas condiciones de hacinamiento e insalubridad.
Cuando las aguas tomaron su nivel luego del desastre del día 29, los llamados "factores" —entiéndase los trabajadores sociales y el presidente del Gobierno municipal— se personaron en el lugar para evaluar los daños con una única promesa: repartir colchones. Y el día 1 de mayo, horas después que terminara el acto en la Plaza de la Revolución, la policía vigilaba la calle mientras los vecinos reclamaban a las autoridades los colchones ofrecidos y otra antiquísima promesa siempre postergada: una vivienda digna para abandonar el infierno donde malviven. La primera fue cumplida, la segunda duerme el sueño de los justos.
"Yo nací en este lugar y tengo 46 años, en la inundación del día 29 perdí todos mis equipos electrodomésticos traídos por mi mujer de Venezuela", contó Raúl Fernandez Abreut. "Llevo años reclamando una vivienda para salir de aquí y hasta ahora todos los reclamos han sido en vano. Las autoridades del municipio conocen bien el caso de las familias de este lugar y no hacen nada."
La familia de los Lemes, muy numerosa, expuso su caso con visibles muestras de desesperación y frustración: "Llegamos a este lugar para estar unos pocos meses y llevamos aquí más de 40 años".
"Esta edificación estaba en muy buenas condiciones a principios de la década de los 60, pues aquí estuvieron las milicias que combatieron en Girón, pero el lugar comenzó a deteriorarse paulatinamente y llevamos décadas reclamando a Atención Social del Poder Popular una vivienda digna para salir de este lugar", señaló uno de los Lemes.
"Lo hemos perdido todo con la inundación del día 29, muebles, equipos y alimentos, pero solo nos han dado colchones. Eso es insuficiente y no resuelve el problema de las familias que vivimos aquí. Exigimos una casa digna", agregó.
Magalys Rodríguez, quien espera casa hace más de 20 años, refirió que las autoridades les han prometido vivienda en los municipios de Guanabacoa, Boyeros y La Lisa. Sin embargo, "el Gobierno prioriza, tal vez por temor al escándalo, los casos que deciden hacer invasiones en lugares estatales sin uso", y posterga a otros, como el suyo y el de sus vecinos tan o más críticos.
Juana Elva Pérez Ramos dijo que la funcionaria Maria Eugenia, jefa de Atención Social del Poder Popular, conoce muy bien desde hace más de 20 años la situación de los vecinos de Domínguez 208, pero los primeros expedientes del caso, confeccionados en la década de los 70, "misteriosamente se perdieron, y las casas que correspondían a estas familias se las dieron a otras personas".
Los funcionarios del Poder Popular, al ser las caras visibles del Gobierno, son para estos afectados los culpables de todas sus desgracias. Según Juana Elva, constantemente evaden dar una respuesta a estas pobrísimas familias que viven en permanente estado de tensión en época de lluvias.
Otra vecina, Irina Pla, dijo que el último delegado del Gobierno que atendía la zona, Jesús Maceo Salazar, ni siquiera mostro un mínimo de interés en ayudar a estas familias en los cuatro años que ejerció su cargo.
Irina Pla aseguró que la Empresa Eléctrica no atendió la solicitud de que cortaran la electricidad cuando la inundación era ya un hecho. A su juicio, eso costó a muchas familias perder irremediablemente sus artefactos.
Más de 200 familias habrían sido afectadas por las intensas lluvias en El Cerro. Todas encienden velas para que las precipitaciones no se vuelvan a repetir, pues dudan mucho que las autoridades tengan nuevos colchones que repartir.
Una de esas familias, muy exaltada y molesta, demanda que en un plazo breve se resuelvan de una vez y por todas los antiquísimos casos del Domínguez 208. De lo contrario, se dirigirá a la Plaza de la Revolución hasta que sea atendida.
Por esas ironías del destino a la entrada del viejo caserón hay una tarja de bronce, que recuerda su función de sede de las desaparecidas milicias que combatieron en Bahía de Cochinos.
Source: Devastados por las inundaciones | Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1430803459_14377.html
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