Friday, August 23, 2013

De Cierta Manera - La Habana

De Cierta Manera: La Habana
Viernes, Agosto 23, 2013 | Por Juan Antonio Madrazo Luna

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Otra vez he tenido la
paciencia de acercarme a De Cierta Manera (1974), el filme de la
cineasta cubana y afrofeminista Sara Gómez. Es un filme maldito que
desnuda demasiadas cosas a la vez, continúa siendo un espacio de la
memoria que constantemente nos recuerda la marginalidad que habita la
sociedad cubana y el precio de la desigualdad que aun con la Revolución
están pagando muchas personas.

39 años han pasado y el filme nos alerta que todavía los negros y
mestizos en su mayoría continuamos con desventaja social, que aun la
herida de la desigualdad es un tatuaje que nos marca y la humedad del
látigo no ha dejado de filtrarnos los huesos.

La Habana no ha dejado de ser la gran incubadora de la marginalidad y lo
primero que violenta, al ver el filme, es un cartel que reza: "La
Revolución ha terminado con la marginalidad".

Hoy la Habana suele ser más insegura que cuando se exhibió esta joya de
la antropología audiovisual. Ni la marginalidad ni las ciudadelas o
barrios insalubres, como Las Yaguas, desaparecieron. Hoy Las Yaguas es
una gran maqueta que se reproduce en los más íntimos escenarios de esta
ciudad.

Mientras el Plan Maestro, de la Oficina del Historiador de la Ciudad,
que dirige Eusebio Leal Spengler, está empeñado en la restauración de la
Habana Borbónica e impone en su franja de acción económica mediante
boutiques con precios del primer mundo, las ciudadelas y las cuarterías
crecen hacia adentro, siempre distantes de la geografía donde están las
oportunidades.

La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) solo reconoce la existencia de
60 barrios marginales y 114 focos insalubres, pero son cifras que no
responden a la realidad. Desde hace mucho tiempo, la Habana está
sintiendo que sus músculos están fatigados, la Habana no aguanta más y
los asentamientos son juegos de cinturas que flotan sobre sus ruinas.

En esta ciudad, solo basta con asomarse a lugares como La Isla del
Polvo, Alturas del Diezmero, El Tropical, Ruta 11, Indaya, Los Pocitos,
Carraguao, El Canal, El Plátano, Las Cañas, Atarés, El Casino, Los
Bloques y un sinnúmero de asentamientos que se dibujan sobre un mapa de
muchísimo silencio para darse cuenta como los seres humanos viven
hacinados en cuarterías, como cucarachas, y se reproducen como conejos,
mientras la Dirección Provincial de Vivienda cuenta con un fondo
habitacional envidiable echándose a perder por más de 20 años.

Los asentamientos son lugares sin brillo, donde la administración del
Poder Popular siempre tiene garantizada la pipa de ron o de cerveza,
para anestesiar el alma de quienes habitan estos sótanos en los que, ni
la pedagogía revolucionaria, ni los llamados Talleres de Transformación
Integral del Barrio, han logrado modificar el paisaje, pues la guapería
es una carta de triunfo. Son paisajes donde el `precio de la desigualdad
naturaliza las enfermedades psíquicas, el consumo de drogas y la
violencia intrafamiliar.

Estos son algunos de los demonios que habitan nuestra ecología social,
demonios alimentados por la ortodoxia revolucionaria que también
apuntaló la marginalidad, al poner fuera del juego a figuras como el
cineasta Nicolás Guillen Landrián, a la artista de la plástica Clara
Morera, a los escritores Reinaldo Arenas, Lidia Cabrera y Carlos
Victoria, a los investigadores Walterio Carbonell y Carlos Moore, al
escultor Agustín Cárdenas, a Ediciones el Puente; reprimió las
sexualidades disidentes, desmanteló la narrativa discursiva del hip hop
para imponer el reggaetón, y hoy continúa penalizando la ecología política.

De Cierta Manera, Barrio Cuba, del desaparecido Humberto Solás, y
Buscándote Havana, de la joven realizadora Alina Rodríguez, son algunos
de los testimonios audiovisuales que incomodan al poder, pues le dan voz
a la otra ciudadanía; desnudan su naturaleza pornográfica y descubren
sus límites apenas interrogados por la sociología revolucionaria.
Mientras tanto, La Habana no deja de besar sus propias heridas y de
enseñar sus partes más escandalosas.

madrazoluna@gmail.com

Source: "De Cierta Manera: La Habana | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/de-cierta-manera-la-habana/

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