Saturday, April 6, 2013

Mitos consagrados

Mitos consagrados
Jueves, 04 de Abril de 2013 11:20
Juan Gonzalez Febles

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Hay dos grandes mitos
consagrados por la maquinaria propagandística del régimen cubano. Uno
fue que el triunfo de la pandilla armada revolucionaria puso fin a los
desalojos y el otro, que esta misma pandilla terminó con la prostitución.

Continuamente salen a la luz desalojos ordenados por las distintas
instancias de la Dirección de Viviendas y por otra parte, La Habana y el
resto de la Isla son un destino

primado para el turismo sexual. Dentro de esta clasificación, la
prostitución infantil y el cultivo de todo tipo de perversiones
convierte a Cuba en un destino privilegiado.

Muchos ilustres depravados acuden para desahogar las fantasías que les
están vedadas en sus cultos, ordenados y prósperos lugares de procedencia.

En 1959 la pandilla armada de los hermanos Castro, rompió vestiduras por
los "crueles" desalojos campesinos. Cuba no era el país miserable que es
hoy en día. Los

desalojos estaban casi circunscritos al espacio rural, pero nunca fueron
una situación que pusiera en peligro un equilibrio social afirmado en
valores que hoy

lamentablemente no existen.

La prostitución estaba restringida y controlada en zonas con límites muy
precisos. No existía prostitución infantil en escala preocupante. Podían
existir casos aislados, pero

estos fueron tan aislados y esporádicos, que cuando salían a la luz, lo
hacían desde la crónica roja de la prensa libre de entonces, que al
menos reflejó, -hasta su clausura

por la pandilla verdeolivo- el país real de los cubanos con sus virtudes
y con sus defectos.

La ruralización del espacio capitalino y del resto del país, a partir de
la decisión del Máximo Líder, dictada por sus frustraciones, falta de
clase, distinción, etc., promovió

entre otras cosas la destrucción arquitectónica de La Habana y del resto
de aquella Cuba. Junto con la miseria llegó la destrucción sociológica y
la aparición de ese

ciudadano sin valores, ocupado en detalles elementales de subsistencia.
Alguien centrado en la interrogante de si comerá o no. Alguien
interesado más que todo en este

mundo, sobre que colocará en el estómago o si habrá algo que pueda ser
colocado en él.

Esta fue la fórmula para que la dictadura militar totalitaria cubana
consiguiera aportar, las "prostitutas más cultas", y más baratas del
mundo. Desde niñas, las futuras

prostitutas crecen con la preocupación sobre que comerán y cuando será
la próxima comida. El hambre es una presencia que nunca consiguen
rebasar del todo.

De forma paralela, se interrumpió la construcción de viviendas y nunca
más se alcanzó el ritmo constructivo que encontró la pandilla armada
verdeolivo en 1959. La ciudad

se llenó de remiendos y nacieron las barbacoas. Por supuesto, la
pandilla armada verdeolivo, nunca vivió en barbacoas ni bajo techos de
fibrocem. Ellos se apropiaron de

los mejores espacios y las mejores residencias.

La necesidad impuso irregularidades y estas pusieron de moda los
desalojos. Los desalojados son hombres y mujeres de a pie. Estos hombres
y mujeres se ven

enfrentados a situaciones que les rebasan y a las decisiones tantas
veces arbitrarias de las instancias del Instituto de la Vivienda que
son, el emporio más próspero de la

corrupción que crece en todos los niveles del aparato administrativo y
político generado por la pandilla revolucionaria desde su inicio, hasta
este precario presente.

Más allá de los muchos mitos consagrados por una propaganda capaz de
crear desde 20 000 muertos que nunca nacieron, hasta santos uniformados
de escobilla, el fin

de los desalojos y el fin de la prostitución, son los mitos mejor
consagrados de la pandilla armada verdeolivo. Junto con la salud pública
y la educación gratuitas, son la

ópera prima más acabada del ilusionismo político en los últimos tiempos.

Para Cuba actualidad: j.gonzalez.febles@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/7002-mitos-consagrados.html

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