Saturday, September 6, 2014

Da vuelta a la noria

Da vuelta a la noria
[05-09-2014 10:00:36]
Julia Estrella Aramburu

(www.miscelaneasdecuba.net).- Unos tanques de agua en el pasillo
colindante con su vivienda, es el motivo por el cual la señora Materilda
Guisado Arévalo de 60 años de edad, vecina de la Trocadero # 253 en
Centro Habana, vive en una constante zozobra y ya no le queda lugar
donde ir. Desde el año 2013 ha estado presentando su queja y hasta la
fecha no ha resuelto algo.
Según explica Materilda, su vecina Oneida María Pacheco Cruz, ha puesto
unos tanques para almacenar agua, que le han provocado filtraciones en
el baño, dañando los azulejos y la ventana, que producto de la humedad
se ha puesto en muy mal estado.

El problema entre vecinos ha llegado al extremo de que Materilda ha
tenido que hacer varias denuncias por amenaza a la señora Oneida, las
que nunca han dado a lugar; y es que todos los del barrio, por las
relaciones de esta señora con la policía comentan que es informante.

A pesar que posee un dictamen técnico con fecha 20 de agosto de 2013, el
que dice que su vecina tiene que reubicar los tanques de abasto de agua,
eliminar las vigas, reparar los muros; así como las ventanas, hasta la
fecha no se ha cumplido con lo dictaminado.

Al no recibir ninguna respuesta y viendo el poco caso que Oneida prestó
al documento antes mencionado, Materilda se dirigió a la Contraloría
General, General de la República, quejándose de la inacción de la PNR
(Policía Nacional Revolucionaria) y el maltrato a su persona por ese
órgano oficial, además de no querer recibir la denuncia hecha a su
vecina por amenazas.

El mayor Roja, personalmente, en el Sector de la Policía ubicado en
Águila entre San Miguel y San Rafael, le dijo que la denuncia la tenía
que hacer en la Estación de Policía de la calle Zanja. Al dirigirse allí
se encontró con la sorpresa de que en vez de ser la acusadora, ella era
la acusada y la tuvieron arrestada desde las 2 pm hasta las 9 pm, en
espera que su vecina fuera a hacer la acusación, pero nunca llegó.

Materilda tiene una enfermedad incurable, y ha tenido que ser
intervenida quirúrgicamente cinco veces, además de padecer de una
cardiopatía.

Ella dice haber creído en la "revolución", ya que su abuelo Pantaleón
Arévalo Martínez, les permitió a las tropas rebeldes acampar en varias
ocasiones en su finca en la actual provincia Granma, nombrada Los
Coquitos. También su hermano perteneció a la columna de Ernesto "Che"
Guevara, aunque ahora ambos –abuelo y hermano- son fallecidos.

El hecho de que su problema no haya tenido solución y por el contrario
haya tenido que pagar multas, la han citado en varias ocasiones
oficialmente, le indica que los tiempos han cambiado mucho y que ya la
condición de mártir de su hermano o la de cooperante de su abuelo no
interesa a los que ahora dirigen el país.

Envueltos en estos tipos de conflictos hay muchos cubanos, que ven dar
la vuelta a la noria sin encontrar el cubo del agua. La línea de mando
está perdida y cada cual hace lo que quiere o le conviene.

Source: Da vuelta a la noria - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/540989c43a682e0090f8219c#.VArg-PmSwx4

Friday, September 5, 2014

El Estado anuncia medidas para controlar la construcción privada de viviendas

El Estado anuncia medidas para controlar la construcción privada de
viviendas
La Gaceta Oficial publica nuevas normas para los sistemas de Vivienda y
de Planificación Física
14YMEDIO, Septiembre 05, 2014

Muchas de las funciones que hasta ahora asumía el Instituto Nacional de
la Vivienda serán traspasadas a otros organismos, fundamentalmente al
Instituto de Planificación Física (IPF), según publica este viernes la
Gaceta Oficial Extraordinaria. La normativa entrará en vigor el próximo
5 de enero.

La prensa oficial ha señalado que el objetivo de estos cambios es la
centralización de funciones, la reducción de la burocratización y el
control de las construcciones ilegales.
La administración asumirá ahora un mayor control en la construcción de
viviendas por esfuerzo propio en los terrenos otorgados por el Estado.
"Al recibir el terreno estatal las personas deberán comenzar la
ejecución de la obra en el término de un año, que podrá ser prorrogado
por un año más. Si no se ha construido durante ese tiempo, podrá
cancelarse la asignación, pues existe una necesidad creciente de
terrenos para construir viviendas y lo que no se puede permitir es
congelar dichas zonas", ha asegurado Belkys Serrano Tejerizo,
vicepresidenta del IPF, en una entrevista en el diario Granma.

Según la funcionaria, las tareas que se traspasan a su organismo son: la
expedición de licencias para realizar acciones constructivas en las
viviendas, el control y establecimiento de las normas de funcionamiento
de los asentamientos urbanos y rurales, la certificación de viviendas,
la asignación de terrenos estatales, los dictámenes técnicos para la
descripción y tasación de las viviendas o la aprobación de medidas y
linderos, traspaso de solares y azoteas o el ejercicio de tanteo a favor
del Estado. El IPF será también representante del Estado ante los
organismos internacionales en el ámbito de los Asentamientos Humanos y
el Hábitat.

Sin embargo, Belkys Serrano explicó que quienes desean cambiar el piso,
levantar una meseta, hacer una división interna que no afecte la
estructura de la casa, no tienen que hacer ningún tipo de trámites.

Source: El Estado anuncia medidas para controlar la construcción privada
de viviendas -
http://www.14ymedio.com/nacional/Aumenta-control-construccion-viviendas-esfuerzo_0_1628237164.html

Thursday, September 4, 2014

Producto de la desinformación los orientales en Cuba son llamados palestinos

Perversión del lenguaje, marginalia e historia

Producto de la desinformación los orientales en Cuba son llamados palestinos
L. Santiago Méndez Alpízar, Madrid | 03/09/2014 5:23 pm

1
Siempre he sido un apasionado lector de Historia. La del siglo XIX, XX
nos tocó asimilarla e interpretarla de manera singular, sobre todo los
que nacimos dentro de la revolución de 1959. El tiempo, que es materia
fundamental que alimenta los hechos, nos completaría la parte que nos
había sido tocada por el bisturí de los técnicos. La vida luego nos dio
a muchos la posibilidad de constatar, algo tan sano en esta materia, que
también era muy relativa la narración de los pasajes, hechos
acontecidos, según donde y quien los contara.
¿O no es el mallorquín Valeriano Weyler un grande de España para los
estudiosos peninsulares?
Son muy frágiles hilos los que sostienen la veracidad de lo acontecido,
muy variables las voces que los narran. Hay que buscar entre verdades a
medias, desvirtuadas invenciones, la auténtica razón, o razones que
subyacen.
Un poemita en un libro infantil —¿de René Méndez Capote?— que mencionaba
a Palestina, fue creo lo primero que recuerdo de este país del Oriente
Medio. Una niña con un kuffiyah, otros niños, ilustraban la poesía.
Porque debo aclarar que Palestina, palestinos en nuestra no menos
curiosa isla de Cuba, eran/son todos los nacidos de Camagüey hasta la
Punta Maisí: todavía es así, y no estoy seguro que en principio los
nombraran para halagarlos, más bien lo contrario. Era, sigue siendo, una
desacertada analogía, un modo desdeñoso de reaccionar ante la avalancha
de santiagueros, guantanameros, baracoenses... que hostigados por la
policía, los CDR, los servicios de la seguridad del Estado, además de
decretos, leyes que les prohíben vivir en la capital del país —del
propio país— sobreviven, afanan, y hoy día ocupan una alta, muy alta
tasa del trabajo bruto de la capital.
De Santiago de Cuba, nuestra capital palestina, era entonces el amigo
David, hijo de un importante entrenador de boxeo del equipo nacional, no
recuerdo cómo había llegado a nuestra villa remediana (San Juan de los
Remedios) acompañado de un colega, bailadores ambos, alegres y muy
jóvenes los tres —estoy hablando de 1985— compartimos cervezas, unas
noches de Parrandas —el que vive unas Parrandas de Remedios no lo
olvida— y un entusiasmo que provocó mi primer viaje interprovincial, sin
padres. Hasta Vista Alegre, barrio santiaguero, fui a parar con mis dos
nuevos amigos, y en la casa de David me quedé.
Cuento todo esto, pues estando en nuestra propia palestina, conviviendo
con los que no podían ser todo lo libre que en realidad sí eran, conocí
a varios estudiantes de los Emiratos Árabes, algunos otros realmente
palestinos, de la Palestina que los ingleses habían colonizado desde el
1917. Estudiaban, casi todos, medicina, y si bien puedo decir que no la
mayoría, más de uno tenía planes de irse a trabajar a Europa, una vez se
graduaran, claro.
Aprendí a decir alguna malapalabra en árabe, aunque solamente ya
conserve el ruido, una entonación sin letras. Recuerdo a uno beber: mira
que no fue por insistencia que los demás se fueran de la isla doctores,
pero sin haber catado la sangre de la caña de azúcar, su alcohol dulzón.
Los tengo frescos, contentos en el recuerdo, atentos a las santiagueras,
haciendo negocios: sí, casi todos los árabes que he conocido tienen una
porción de empresarios, un adiestramiento natural para el regateo.
Gracias a estos auténticos palestinos en nuestra inexistente palestina
me hice con uno de los primeros pitusas (mahones) que tuve, sin contar
una incursión a un tendedero de un edificio de residentes rusos, que
tenían vodka, pero no lo compartían...
Por desgracia la experiencia no duró mucho, no creo que más de dos
semanas, el padre de mi amigo David, al que no volví a ver nunca más, me
sacó un pasaje de vuelta hasta Santa Clara.
De Palestina tenía entonces una malograda comparación y algunos pocos
conocidos que ni siquiera todos aseguraban regresar a ella. Sin contar
las alegorías a su valerosa resistencia ante unos enemigos muy
superiores en armamento, la abundante verborrea revolucionaria de la
prensa criolla.
2
Llegué a España —que a veces es Europa— en pleno tiempo de cambios,
transformaciones sociales. Alguna vez escribí sobre lo impresionante,
incluso traumático, que fue para mí asistir a un cambio de gobierno,
Así, sin más. De izquierda a derecha, con muchas fanfarronerías
verbales, altísima cuota de testosteronas por bandos, pero siempre al
final con un apretón de manos.
Se necesitaban curritos. Los planes que traía el nuevo líder eran
faraónicos, su partido lanzaba mensajes no solamente a los países
limítrofes, iba a buscarlos a las antiguas colonias de América. Si
querías trabajar —hablamos de los dos mandatos de José María Aznar—
España era el lugar.
A esta llamada milagrosa concurrieron de todas partes del mundo, barrios
como Lavapiés —que debe su nombre en parte a la ablución impuesta a los
judíos allá por el siglo XV para que pudieran acceder— se llenaron de
árabes de todas las nacionalidades, africanos, dominicanos, chinos,
pakistaníes, ecuatorianos...Los inmigrantes eran personas importantes,
una parte influyente en la aceleración económica. Así se crearon
paralelas centenares de ONG, asociaciones y hasta los partidos
mayoritarios subieron a representantes que habían sido nacionalizados a
sus tribunas.
Pero debo decir que los marroquíes, saharauis, siempre han vivido en la
península, y cuando llegué, eran mayoría entre emigrantes en casi todos
los barrios. Gente que sobrevivía de trabajos modestos en su
generalidad, se verían sin embargo afectados, todavía lo siguen estando,
por la mala reputación de unos pocos inadaptados, reincidentes en
programas de TV, de estos de corte bien tendencioso donde los malos
llegan hasta el robo de un bolso. Pero que tal vez su mala fama se
generara cientos de años antes, en tiempos de los reyes católicos y la
supuesta reconquista.
No todo fue jamón tampoco, nunca lo ha sido. Cuando los narras
comenzaron a comprar el barrio, se vieron en peligro. Pequeños, aunque
decididos, restos de antiguos dominadores moros, bandas que se habían
visto desplazadas por las nuevas tendencias al que los poderes del
establishment los arrastraba, si bien ni les rondara por la cabeza
plantearlo de esta manera, fueron a la caza de los chinos. Abundó en las
crónicas sociales este enfrentamiento, que si bien no duró mucho, sí que
trajo más de una desdicha.
A diferencia de los emigrantes marroquíes los chinos traían/traen, la
cartera llena. No pagan más que sus propios chantajes, de eso tienen
reputación, y son muchos: un montonazo de chinos.
Posteriormente la comunidad china se dio cuenta que podían aspirar a
más, poco a poco vendieron sus negocios a otros asiáticos, de la India,
Pakistán, a los africanos que no han cesado de instalarse en Lavapiés,
haciendo de la Plaza de Cabestreros cualquier noche, da igual el día, un
lugar de encuentro para subsaharianos: significativa visualización de la
necesidad de emigrar existente en determinados países.
Nada de lo que he contado ha dado peor imagen al barrio obrero y
multicultural de Lavapiés, que los sinnúmeros de efectivos policiales
que se instalan a diario en sus plazas, calles estrechas.
3
De viaje hace años con Antonio Casas Moreno, científico, conocedor de
historia y fotógrafo amigo desde mis años de librero en La Habana Vieja,
tuve la suerte de llegar hasta Medinaceli , cruzar sus delgados arcos,
sentir el pulso de la historia, palpar tiempo en el adobe, las piedras
rodadas del pueblo de Calatañazor...
Todo en aquella zona cercana a la siempre fresca Soria, contenía
invisibles pero respirables esporas de historia.
Desde las cretácicas huellas de Estegosaurio que abundan la ruta
Icnitas, a la constatación que en algún momento han convivido en Ágreda,
villa hercúlea perdida y reconquistada, el monoteísmo sin excepciones:
judíos, cristianos y musulmanes. Esta constatación es igual en otras
ciudades medievales, llegando el final de la convivencia parejo para
todas con la reconquista definitiva de Isabel y Fernando, los reyes
católicos.
Empero, 4 o 5 siglos antes de sus majestades católicas por estas tierras
de Castilla y León cabalgaba Al-Mansur bi-Allah, mito y parte esencial
de un pasado que todavía vislumbra, que sin embargo se guarda como a los
malos recuerdos. Almanzor, nacido en Algeciras y enterrado en el
infierno según un cura, no recuerdo cual. En realidad se hizo sepultar
para siempre en alguna pedazo de Medinaceli, en la que no consta el
sitio exacto. ¡Tal pavor provoca todavía su recuerdo!
A este caudillo andalusí, que murió invicto y con las botas puestas,
también le adornaron su pasado, así cualquier desprevenido que
llegara/llegue hasta donde yo, se podría marchar con la idea de estar
exactamente donde el despiadado guerrero musulmán fuera derrotado.
Cuando en verdad no existió tal batalla, ni en Calatañazor sus
despavoridos habitantes hicieron algo más que lo acostumbrado ante su
presencia: huir, quemarlo todo, huir... Justo esto me motivó a escribir
hace años un poema, donde intentaba establecer algunas diferencias entre
la quema de una aldea medieval y el incendio de Bayamo, al caso, una
aldea del medioevotardíocaribeño nuestro, que nos fundó, se afirma, un
primigenio sentimiento patriótico nacional.
¡Claro que en el al-Ándalus no se manejaba el "concepto patria"! Por eso
del mismo modo en mi poema la ironía, denuncia de la perversión, ya no
solamente del lenguaje o discurso oficial, también del silencio o la
tolerancia con que asumimos el equívoco, lo falso, convivimos con ello
sin molestarnos en buscar, exigir una mediana honradez.
¡Pero tampoco ha existido jamás el país de los judíos que hoy hegemoniza
a los palestinos! Ya esto por supuesto es más complicado, y me puede
costar las cuatro frivolidades que se dedican a las personas que
analizan el tema. Por eso voy a precisar, ajustar mejor lo dicho, lo que
pienso: nunca había existido ese país, hasta el 1947, claro.
¿Era Palestina en 1947 una tierra baldía, sin nadie que la habitara? Por
supuesto que no. Los palestinos, como hoy día, tenían cientos de años
allí. También los judíos, que sin embargo eran una minoría tolerada, eso sí.
Los nuevos medios, Internet propiamente, conspira a favor de una
fragilidad en el equilibrio entre lo inmediato y lo riguroso. Así sobran
páginas donde la información podría ser lo contrario: desinformación.
Producto de la desinformación los orientales en Cuba son llamados
palestinos. Primero porque no podría existir analogía entre unos y
otros, aunque los deseos de sobrevivir a cualquier precio sean
parecidos. Segundo porque si los capitalinos supieran verdaderamente lo
que sufren los de Gaza, por ejemplo, lo mismo se lo pensaban antes de
nombrarlos de esa manera.
Una desinformación más interesada existe para el barrio de Lavapiés,
donde los sucesos son escasos, las personas de muchas nacionalidades y
la policía de sobra.
Cuentan que tras la experiencia de Chueca, antiguo barrio donde pululaba
el caballo y las jeringas se barrían en la plaza a bultos —yo no lo vi,
llegué cuando Chueca era territorio gay— Lavapiés es el siguiente en
reavivar, reformar: eso dicen. Hay que hacer algo para —¿desalojar?— que
los edificios no se terminen de caer del todo.
Tan cerca del centro y tan castizo, su recuperación —ya lo he dicho
anteriormente, denunciado alguna asociación, más de una ONG del propio
barrio— pasa por demonizarlo antes que nada.
Una cámara ojo pescao por cada esquina, más algunas otras de refuerzo.
Baterías de lecheras, carros patrulla y motocicletas son parte del
paisaje urbano de la zona. !Hay días que tal parece lo han tomado las
fuerzas del orden!
Nada de esto cohíbe que las terrazas y bares se llenen: la gente ha
aprendido a vivir en una realidad que no se corresponde con la que
venden los medios. Ha superado el temor infundado, eliminada la
desconfianza por la diferencia. E igual que proliferaron los credos,
crearon espacios alternativos para practicarlos, en poco, por no decir
en nada, afectó a las iglesias de siempre del barrio, más bien lo contrario.
La porosidad de la historia es propicia a la perversión del lenguaje.
El que el infinito quepa en una computadora, por lo menos esté al
alcance mediante este equipo y una conexión a la World Wide Web, elimina
si bien no por completo, como parte fundamental, al tiempo. El mismo
tiempo que comencé diciendo fue consustancial a la historia, hoy día la
existencia de cualquier suceso, pasado, presente, futuro, en un archivo
virtual imperecedero, atemporal, perennemente on fire, lo relativiza.
4
No hace muchos días fui a la Filmoteca, que es un cine delicioso situado
muy cerca de la Plaza Antón Martín, y lo más parecido a estar dentro de
un sueño viendo una película que existe. Tiene solera la filmo de
Madrid, desde su nombre, Doré, hasta las ocurrentes disputas que
peculiares asiduos cinéfilos mantienen, según parece, de siempre en sus
salones. Desde tiempos en que era llamada, El Palacio de las Pipas. Pero
sobre todo, por la programación: posiblemente la mejor de todos los
cines de España. Con proyecciones en versión original, normalmente
atendiendo al cine clásico, de autor.
Fui a ver un documental del director, judío, Werner Herzog. La cueva de
los sueños perdidos, que así se llama la película, es un viaje —con
tramos en 3D— al viaje mismo del ser humano. Una bifurcación afortunada
en los causes tradicionales de la arqueología y la historia. Bifurcación
porque al permanecer cerrada la cueva de Chauvet —que lleva nombre de
uno de sus descubridores y está situada en el sur de la costa francesa—
producto de un derrumbe natural, las condiciones medioambientales
favorecieron que todo lo que hubiera dentro se conservara como en una
capsula de tiempo, nunca mejor dicho. En esa capsula/caverna se
encuentran las evidencias del falso, mal relato de nuestra relación con
Dios, según nos lo han presentado.
Entre rinocerontes, leones y salvajes caballos, cabezas de osos
cavernícolas ya extintos como especie, la ausencia de Dios completa la
soledad con que nos hemos acompañado. Obras realizadas 35 mil, 40 mil
años antes de nuestra era. En el imaginario, aunque no fue confirmable
hasta 1994, fecha en que reencuentran la cueva, compartíamos sin saberlo
mitos sexuales tan recurrentes como el toro abrazado a una mujer, pero
ninguna certeza, ninguna imagen real de un creador divino. Algo que
podría prestarse a confundirnos, atendiendo que uno de los científicos
que participan, advierten, desde mi punto de vista muy acertadamente,
que el Homo Sapiens, mejor, debería llamarse Homo Espiritualis.
La mujer desnuda, su sexualidad, es la única evidencia, o mejor dicho,
la única representación humana que hay en toda la cueva.
Y es que son cosas distintas la oligarquía del dogmatismo y la
espiritualidad del ser humano.
Paradójicamente o quizá como una explicación de nuestro recorrido como
especie, a tan solo 32 kilómetros de la cueva de Chauvet está una de las
plantas nucleares más grande de Francia.
Debido a un flujo de agua sobreabundante destinada al enfriamiento de
los reactores nucleares, a menos distancia todavía han creado un
microclima tropical, completando los invernaderos agrícolas con la cría
de cocodrilos.
Bichos que proliferan enardecidos por la tibia agua radiactiva, mutan
del color a la carencia de coloración propiamente. Cocodrilos albinos,
como la Historia. Tocados por la técnica humana, como la historia,
degenerados reptiles que llegan como restos, referencias de otros
animales que les sucedieron, y aunque iguales, distintos, según se analice.
Como a la historia.

Source: Perversión del lenguaje, marginalia e historia - Artículos -
Internacional - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/internacional/articulos/perversion-del-lenguaje-marginalia-e-historia-320083

Wednesday, September 3, 2014

La Habana, la vieja dama en ruinas

La Habana, la vieja dama en ruinas
Muestra de un fotógrafo francés, donde de la capital de los cubanos
parece sacudida por una bomba atómica
miércoles, septiembre 3, 2014 | Isis Marquez

LA HABANA, Cuba. – Hasta el 7 de septiembre se expone en la capitalina
galería independiente de arte Cristo Salvador, la muestra fotográfica I
have a dream del artista francés Patrice Loubon (2/8/1965), imágenes de
La Habana en el año 1994, donde la capital de los cubanos parece
sacudida por una bomba atómica.

Cubanet asistió a la muestra.

Patrice Loubon se graduó, a inicios de la década de los noventa, en la
Escuela Nacional de Fotografía en París. Recorrió a la recién
desaparecida Europa del Este. Visito Hungría, Polonia, Bulgaria… Su
intención era captar, mediante la imagen, como se introducía el modelo
económico capitalista en esos países. Para el país socialista de
América, se preguntó: ¿Y Cuba después de la Caída del Muro de Berlín?:

–Llegué a la Isla por primera vez en 1993, buscando algunas respuestas a
esa pregunta –contó Patrice Loubon a esta reportera– Me encontré con el
Período Especial. Caí en shock, no había nada que comer, faltaba la
electricidad por horas y la gente enflaquecía más cada día.

Añadió el artista: — Mi propósito era hacer un recorrido fotográfico de
Oriente a Occidente, sin embargo con lo que encontré en La Habana me
bastó. Para colmo, tenía escasos recursos para moverme y falló el plan
logístico que garantizara mi comida en provincias. Decidí quedarme en La
Habana y hacer mis retratos, recorriendo la ciudad en bicicleta y
durmiendo en casas de amigos solidarios.

Patrice agregó: –Vine a Cuba, con la inspiración de 3 artistas de la
fotografía: Walter Evans, norteamericano que retrató La Habana en los
años 30 del siglo XX, el francés Eugene Atget y Thomas Struth, este
último miembro de la vanguardia alemana en la segunda post-guerra.

En estos años, Patrice Loubon se ha dedicado a la búsqueda de artistas
noveles de la fotografía. También a colaborar con revistas y
exposiciones relacionadas con el arte contemporáneo. Posee buenos
vínculos en la Fototeca de Cuba y el apoyo de críticos y curadores de
las artes visuales en la isla.

Su exposición I have a dream es el retrato de La Habana ruinosa del año
1994, de La Habana de las consignas políticas. Pero en el 2014, no es
mucha la diferencia.

En la exposición pude dialogar con algunos de los asistentes:

Yamel Santana: –La Habana era y es una especie de "Matrix", antes o
después todos deseamos escapar a "Sion". Son fotos conmovedoras que te
revuelven el alma, por la fuerza de imagen. Una realidad sin
estereotipos que contrasta con el lenguaje mediático oficial en esa época.

Joel Mayor joven fotógrafo: –I have a dream, expone excelentes imágenes
del contexto urbano. Es un regreso a los años 90s, para quienes los
sobrevivimos siendo jóvenes. Ojalá en aquel tiempo yo hubiera tenido la
visión para retratar una realidad tan dura y desmitificadora.

Boris Sánchez: –Me recuerda la violencia, el hambre, las madrugadas en
la calle. Éramos tan jóvenes y no teníamos una proyección de futuro. Sin
embargo de alguna manera fue mi mejor etapa y experimente la felicidad.

Hanói Moran, asiduo al lugar, añadió: –¡Qué años aquellos!, pura
miseria. Ahora es como un contraste y te lleva a replantearte los
escenarios de la vida. Hay que dar gracias por estar vivos y poder hacer
el cuento.

De I have a dream, Patrice Loubon comentó:

–La Habana sigue siendo una ciudad de ruinas, excepto ciertos oasis en
medio del desastre. A la ciudad le han aportado un leve maquillaje los
negocios particulares, pero no veo un desarrollo sostenido en casi nada.
La capital de Cuba, otrora una ciudad bellísima, ahora da lástima.

I have a dream se expone en la galería Cristo Salvador, calle 19,
No.1104, entre 14 y 16, Vedado.

Source: La Habana, la vieja dama en ruinas | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/la-habana-la-vieja-dama-en-ruinas/

Monday, September 1, 2014

72 Hours to Demolition

72 Hours to Demolition / 14ymedio, Luz Escobar
Posted on August 31, 2014

14ymedio, Havana, Luz Escobar, 26 August 2014 — Impotence and
indignation has spread among residents of La Timba, in the Plaza de la
Revolution municipality, one of the Havana neighborhoods affected by the
Government's war on architectural illegalities. For years, thousands of
families with housing needs built additions their homes, took vacant
land to expand them, or improvised makeshift parking spaces. A campaign
by the authorities against this social indiscipline has put the
spotlight on all these irregularities.

The Housing Institute inspectors, in cooperation with the police, travel
the neighborhoods looking for these "illegalities" and, once they detect
a violation, deliver an order to the homeowner to tear down every inch
of the constructions put up without permission. The situation not only
hurts those affected but puts the serious construction problem in the
country at the center of the debate.

It is estimated that there is a deficit of over 700,000 homes in Cuba.
In addition, 8.5 out of 10 existing dwellings need repairs. During the
year 2013 only 25,634 units were built in the entire country, of which
47.7% were erected by the occupants' own efforts.

Havana is one of the most seriously affected areas, and it is estimated
that it would take about 28,000 new homes to ease the situation.

Jazmin, age is 57, is responsible for three teenage granddaughters. She
lives in La Timba, at the bottom of 39th Street with her husband, who is
about to turn 60. A few years ago, they added two square meters to their
home by taking over part of the building's common garden. Aware of the
family problems that had pushed them to do so, none of the neighbors
ever complained.

"We live with my husband's brother and father. Both are alcoholics,"
says Jazmin. "They're good people but when they're drunk they are
completely transformed." The problems of living together got more acute
and, over time, the family felt forced to divide up the house. "We had
to figure out this little piece to put a kitchen and a bathroom," she
explained, pointing toward a construction made from blocks and a light roof.

Jazmin decided to commit the architectural illegality after her husband,
who worked in construction for three decades, asked for a house but they
weren't given it. The family's economic hardship keeps them from buying
a larger house or renting another space for the problematic relatives.
"If they knock this down, we're going to have defecate in a bucket," she
explains. But the time for herself ended with the collapse of the walls
she built. This Monday the police and inspectors put an end to her
"social indiscipline."

"If they knock this done, we're going to have defecate in a bucket." A
neighbor explains.

Her case is repeated all over the area. Maria and Juana are two elderly
ladies, both over 80, who have surrounded their property with a barbed
wire fence to protect themselves against the many robberies in La Timba
neighborhood. They, also, were given only three days to dismantle the
entire fence, but they've resisted doing it and now have legal documents
to validate it. The Housing Institute, however, alleges that it was
authorized by a prior law and by employees who no longer work for the State.

"What's happening is they woke up pressured by someone from above and,
as it's easier to obey than to question, here they are," as they say
here, "following orders," the older of the elderly ladies points out.

In the midst of the conversation Gladys appears, an impulsive neighbor
who was also required to remove her fence and who shouted, at the top of
her lungs, that she "didn't feel like removing anything," because the
law says that every citizen has the right to protect their home.
Furious, she accuses a neighbor of having built a parking space, sure of
having permission because he works in military counter intelligence.
"That didn't go down well with me, I'm not stupid," she says.

Tempers flare and the clock is ticking. In a few hours the inspectors
will arrive.

Source: 72 Hours to Demolition / 14ymedio, Luz Escobar | Translating
Cuba -
http://translatingcuba.com/72-hours-to-demolition-14ymedio-luz-escobar/

Las ruinas del anfiteatro

Las ruinas del anfiteatro
[01-09-2014 10:20:31]
Misael Aguilar Hernández
Red Cubana de Comunicadores Comunitarios

(www.miscelaneasdecuba.net).- Uno de los lugares de la localidad con más
posibilidades de ofrecer a la población una recreación sana y a la vez
instructiva, es el Anfiteatro de San Antonio de los Baños, en la
provincia de Artemisa. Hoy en desuso debido a la indiferencia total del
gobierno municipio y de quienes se supone lo supervisen a otros niveles.
Este Anfiteatro con una capacidad mayor que el de la Avenida del Puerto
en la capital y en el que alguna vez se proyectó películas y se llevaron
a cabo conciertos de rock y otros tipos de música; así como obras de
teatro, es una ruina irreconocible, expuesta al saqueo y al deterioro.

De la amplia pantalla donde se proyectaban filmes solo queda un
enmohecido esqueleto de hierro. Algunos de los bancos de cemento han
desaparecido y en esos palcos al aire libre crece la yerba. Donde
estuvieron los pequeños camerinos y los baños se han improvisado
viviendas por personas que llegaron al lugar, de no se sabe dónde.

Pero más grave aún es el hecho de que aquí, donde el público se reunía
para disfrutar del arte y despertar sus mejores sentimientos, hoy hay
quienes promueven peleas de perros que suelen acabar con disputas violentas.

El Anfiteatro de San Antonio de lis Baños es uno de los lugares que
pensó -una gran parte de la población- se restauraría con motivo de ser
Artemisa la provincia sede por el acto del 26 de Julio; pero no fue así,
no se ha hecho nada por volver a darle vida al lugar, lo que demuestra
la apatía de las autoridades.

Ni siquiera se ha pensado en rescatar este sitio para el disfrute y la
cultura de la población, lo han dejado convertir en un espacio ruinoso,
donde reina la marginalidad, la violencia y la falta de higiene.

Source: Las ruinas del anfiteatro - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/540433573a682e1178447286#.VARN1vmSwx4